Partida Rol por web

Los aventureros pasan la noche a bordo de la Isinglass, en los camarotes que el profesor Croon ha habilitado a tales efectos.

De nuevo, el descanso no resulta todo lo reparador que debería pues al constante vaivén del buque se suman cierta sensación ominosa. En sueños, cada uno de los aventureros se ve a sí mismo sólo sobre la cubierta del barco mientras de las profundidades de la Bahía de Avalon surgen unos tentáculos que se deslizan sobre misma, haciendo que cruja y salten astillas en todas direcciones.

Incapaces de reaccionar, uno de los tentáculos les agarra y comienza a estrujar… hasta que el aventurero se despierta con una sensación de asfixia que tarda aún unos segundos en desaparecer.

A la mañana siguiente, cuando salen a cubierta, Alatar parece haberse despertado y junto a él están el profesor Croon y una extraña figura oronda de piel azul y múltiples ojos, vestida con ricos ropajes.

-Permitidme que os presente a M’Dib, comerciante y viajero de los planos. Suele ser mi principal suministrador de magia cuando estoy lejos de la civilización, e incluso cuando estoy en medio de ella bromea mientras guiña uno de sus ojos sus compañeros.

-Siempre es un placer volver a verte, Astorm. Estos deben ser los compañeros de los que me has hablado. Veamos que puedo ofrecerles dice mientras recupera de uno de sus bolsillos varios minúsculos cofres dorados. Al tocarlo, réplicas exactas a tamaño real se manifiestas ante los Raiders, repletas de los objetos más inusuales.

Hola M’Dib. Gracias por venir a vernos. Siempre en buen momento.

¿Tendrás por ahí algunas sandalias que me permitan nadar con libertad en aguas complicadas, cómo las de allá abajo? ¿Y crees que me podrías cambiar este amuleto de armadura natural por uno un poco más poderoso?

Al salir a cubierta y ver lo que había hecho el mago confirmó que era más poderoso que él, o al menos tenía mejores conexiones. Sin dudar el Aasimar se acercó a la pareja, apenas tenía 50 monedas de oro en su haber así que como mucho podría comprar una poción o un par de pergaminos. 

No dispongo de efectivo en este momento, pero esta es una oportunidad que no puedo dejar escapar... Tal vez ¿podriais permitirme el honor de invocaros a mí también?

Usa de nuestros recursos comunes Eran. 

Y a todos, les sugiero cosas que refuercen su sabiduría y algunos elixires de cordura contra la locura que. 

- Ohhhhh, menuda tentación, menuda... pero acaho de tomar el yelmo y el anillo del equipo común así que creo que lo justo es que os equipéis vosotros primero, y después si sobra ya veré si hay algo que me interese...

Rebuscando en varios de sus cofres según los héroes le exponen sus peticiones, el mercano se encoge de hombros ante Gavros. Lamentablemente carezco de amuletos de armadura natural de mayor poder en este momento y los anillos de libertad de movimiento me los quitan de las manos en Sigil en cuanto consigo alguno¹; pero sí puedo ofrecerte una capa que te permite asumir la forma de una criatura acuática, respirar bajo el agua y por tanto lanzar conjuros con normalidad², si es eso lo que te preocupa.

Ante la pregunta de Eran, el tratante de piel azul se lo piensa por un momento antes de responder. Alatar salvó mi negocio en una ocasión y de esa manera me demostró que era alguien en quien se podía confiar. Pero desde luego no te voy a pedir nada parecido...

Te diré qué haremos: consígueme algún objeto mágico particularmente extraño, con el que pueda impresionar a los más acaudalados de mis clientes en la Ciudad de los Pilares. Cuando tengas algo parecido, recita mi nombre al revés en tres ocasiones en voz alta; acudiré a ti en cuanto me sea posible y hablaremos de negocios. ¿Te parece justo?

-Si realmente necesitas algún objeto mágico de M'Dib puedes usar mi parte de los fondos del grupo para equiparte, Eran. Y por lo que veo varios de mis compañeros también opinan lo mismo. Te lo descontaremos del botín que consigas más adelante.

Simplemente asegúrate de no morir antes de pagarnos. Garin es muy estricto con eso de cobrar sus deudas...

- Oye, ¿y tendrías varitas de curación y restauración? Igual sería interesante tenerlas para todo el grupo...

-Dispongo de un amplio surtido de varitas, en efecto...

Me llevo una de Restauración Menor, gracias. 

Sobre lo de la Mantarraya, ¿no la tienes en versión chancla/sandalia, o una alpargata del sirénido?   Es que ya tengo una capa mágica que aprecio mucho, y quisiera conservarla puesta.  -Era cierto, traía una capa adornada con una imagen bordada del símbolo de Farasma realizada con gran belleza.  Se veía deslumbrón el padre con eso puesto, la verdad.

Por cierto, ando buscando para regalarle a los compas, que luego me flaquean frente a las tentaciones o los tentáculos, una "arracada de sabiduría", o en su caso, algo menos permanente pero igual de útil, algo como un destilado de "sabiduría de búho".  -Gavros sabía que esa era una poción hecha con aguardiente de hongo faérico, y que eso de ganar mucha sabiduría, mm, bueno, pues algunos malacríticos decían que era poco más que una cuestionable alucinación recreativa.

-Un cliente difícil, ¿eh? Me temo que solo dispongo de las mercancías más comunes, aunque ello no es poco.

Eran negó con la cabeza. Os lo agradezco enormemente, pero las deudas nunca traen nada bueno, aceptaré prestado algún objeto que no necesiteis y pergaminos o pociones de "grupo". Por ejemplo... conozco un conjuro que usan los bardos que sirve para eso y más.

Difícil soy M'Dib. 

¿Algo que me puedas cambiar por mi capa de carisma?, que me de el mismo glow.  

Si no, pues me llevo la Manta de Mantarraya, y ahí me las voy intercambiando de lo seco a lo mojado. 

Oye, y no Eran.  No es deuda.  Deuda la nuestra contigo por ayudarnos.  Lo que es del grupo, es del grupo.

Después de reflexionar un rato, Zaev creía saber que era lo conveniente para mejorar sus habilidades.

Hola M'Dib, en mi caso tengo unas cuantas peticiones. Necesito un anillo de invisibilidad o desvanecimiento, también una perla de poder, y un cinturón de destreza. Por supuesto acepto sugerencias y alternativas. Mis intereses son sencillos, aumentar sobretodo mi defensa.

- Yo tampoco tengo un duro, pero las varitas de curar, si alguien puede pagarlas, serían útiles para todos.

M'Dib rebusca en uno de sus cobres sacando una cinta de seda de excepcional factura -Tengo aquí un objeto que hará que todas las damas caigan rendidas a sus pies, padre¹ ríe mientras le guiña un ojo.

En cuanto a ese anillo, de nuevo excede mis límites de lo que estoy dispuesto a llevar encima en mis servicios a domicilio². Perlas de poder tengo alguna en mi bolsillo, efectivamente³. También  llevo siempre alguno de esos cinturones conmigo, digamos que hay mucha demanda por parte de un tipo concreto de aventureros, concretamente los de manos largas⁴...

En ese caso... compraré cosas que sirvan como grupo. A ver si tienes estos pergaminos M'Dib...

Mmm, ¿no? , tal vez una rodela de mitrhil ¿Tampoco?. ¿Y una piedra ioun defectuosa? Se que es extraño de pedir algo así pero... oh, ¡si que tienes una!, y esta varita...