Partida Rol por web

La bala de Lybious sale de nuevo disparada hacia el horrible duendecillo, tan rápida que el pugwampi sólo puede observar con horror cómo vuela hacia él antes de destrozar su calavera por completo en un amasijo de sangre y vísceras, cayendo su cuerpo inerte al suelo desde las vigas.

A estas alturas, el suelo de la capilla empieza a estar cubierto de los cadáveres de los pugwampi que han ido cayendo a lo largo de esta batalla, largos regueros de sangre empezando a caer de ellos.

Edriel entró por fin en la capilla y disparó una flecha a uno de los pugwampis que aún quedaba vivos y socnscientes pero se perdió en la inmensidad de la capilla-

-Maldita sea!

Elnara sonrió al ver que el gran pugwampi se agarraba a Pixie y tiró de su cabellera para que el roc se diera la vuelta y los llevara a los tres al suelo, cerca de sus compañeros, donde pudieran hacerlo picadillo. 

Pixie dió la vuelta y avanzó a la máxima altura hasta estar justo encima de Lybious y entonces comenzó a sacudirse para librarse del pugwampi hiperdesarrollado y hacerlo caer desde lo alto de la capilla.

Tras ello, Elnara lanzó un nuevo dardo de ácido.

La clérigo tuvo que ahogar un grito cuando vió que se abalanzaban sobre la pequeña gnoma. Por suerte la fortuna parecía estar de su lado una vez más y la salvó de una muerte segura. Elnara celebró de nuevo su suerte intentando lanzar desde lo alto del techo al duendecillo.

Por su parte Keilyssa procedió a concentrar sus poderes divinos, implorando la ayuda de Sarenrae. El brazo que portaba la lanza brilló con la luz del sol divino y cuando alzo el estandarte que pendía de ella un pequeño rayo de luz salió disparado hacia el cielo.

Instantes más tarde el mismo rayo cayo entre las vigas, junto a los pugwampis y la luz se solidificó hasta que un chirrido emanó de él y un águila celestial atacó sin cuartel al enemigo más cercano.

De nuevo el enano se quedaba sin objetivos cercanos a los que empalar, desde luego unos enemigos que mantenían la distancia le convenían a el pero eran una molestia y un incordio sin duda.

¡Puedo estar así todo el día malditos bichejos! ¡Venid si...- se interrumpió al ver a uno mas grande, ¡ese era su nuevo objetivo!

Guijarro siguió avanzando lenta pero inexorablemente mientras cambiaba de objetivo y decía -¡come esto excremento de gnoll diarréico!- de nuevo acumulando la energía de forma escandalosa una bola de tierra que mas asemejaba una bola de cañón de los veleros mas avanzados salió disparada con toda la intención de aplastar al nuevo pugwampi.

Edriel y Guijarro dispararon de nuevo a los pugwampis que les acosaban desde las vigas. La flecha de Edriel se clavó en la parte inferior de una de las estructuras de madera, justo debajo de su objetivo que con mirada burlona se reía de él, mientras que Guijarro acumulaba energía con el ruido típico que le acompañaba, disparando contra el gran pugwampi que se había agarrado al plumaje de Roxie.

Roxie, haciendo un enorme esfuerzo, voló con dificultad hacia el grupo, descendiendo entre las vigas, pero incluso así el pugwampi pesaba demasiado para lo que estaba acostumbrado, y a mitad de camino, con un movimiento brusco soltó al pugwampi, que cayó con un enorme impacto al suelo, tumbado. En medio de la caída, el proyectil de Guijarro y el dardo de ácido de Elnara salieron disparados contra la criatura, que por pura suerte consiguió esquivar ambos al pasar los proyectiles por encima de su cabeza sin conseguir impactar.

Keylissa empezó a conjurar su hechizo de invocar monstruo con una plegaria a Sarenrae, su voz angelical dispersándose por la capilla como un coro de ángeles.

Los pugwampis se acercan hacia el grupo, dos de ellos, los que llevan arcos, se mueven por encima de las vigas, buscando un mejor disparo y, apuntando hacia Guijarro, lanzaron dos diminutas flechas contra él, que simplemente se hicieron añicos en la pequeña tormenta de arena que ya rodeaba al kineticista.

Los otros dos, que llevaban lanzas, intentaron saltar desde las vigas hacia el suelo inferior, pero cayeron de cara y recibieron un fuerte impacto por la altura de la caída. Levantándose medio groguis, enarbolaron de nuevo sus lanzas para apoyar a su jefe. Elnara les podía observar desde arriba, después de haber precipitado al pugwampi grande hacia el suelo.

Elnara está a salvo. Desde la altura, el inflado jefe pugwampi no debería de ser más que una ligera molestia.

"¡Venga, que ya son nuestros!" Con total claridad veo al pugwampi que queda enmedio del pasillo, y que nos estorba a todos para poder maniobrar.

Cargo la honda, y trato de disparar, pero la bala se pierde, golpeando uno de los ya castigados bancos del templo
"Ups... espero que Kei no haya visto eso, que seguro que se enfada"

Furtivamente, intento mirar el estado de nuestra sacerdotisa, y rezando a todas las deidades porque no esté muy enfurecida al respecto.

El jefe pugwampi, una criatura mórbidamente obesa, con una horrible sonrisa llena de afilados dientes se levantó del suelo y señaló a Edriel mientras mascullaba unas palabras en infracomún a los pugwampis de las vigas. Inmediatamente, cada uno disparó una diminuta flecha contra el elfo, una de las cuales se clavó en su hombro, causándole 1 pg de daño no letal. Cuando el elfo quiso darse cuenta, el pugwampi jefe, que portaba una diminuta corona brillante en su cabeza, ya había recogido su martillo de guerra y se colocó en rango cuerpo a cuerpo.

Edriel lanzó un gemidito muy poco masculino al recibir el pellizco de la flecha diminuta. El elfo vió venir al jefecillo pero no tenía nada con qué atacarlo, así que dejó caer el arco, se movió un paso hacia atrás mientras desenvainaba su lanza y luego se echó para delante para ensartarlo.

El ataque fue preciso pero la punta de su lanza resbaló un poco en un hueso y no se pudo incrustar con la profundidad acostumbrada.

-Mira que eres feo! Me recuerdas a una ex que tuve!

Elnara volvió a tomar aire y lanzó un nuevo proyectil sobre el rey pero esta vez se estampó en el suelo. Pixie se lanzó entonces contra él para sorprenderlo mientras Edriel lo atacaba. Sin embargo, el roc acusó el esfuerzo  y sus fauces se cerraron en el aire.

-Eh, tú! No te metas con el elfo guapo!

El equipo seguía totalmente disgregado, y por desgracia los duendecillos tenían la ventaja táctica del entorno y sus compañeros, salvo el enano, no estaban consiguiendo nada con sus proyectiles. Y Los poderes de Keilyssa eran muy limitados, ella lo sabía perfectamente: Por eso tendría que hacer que contará. -¡¡Cargad, por la Flor del Alba!!- Un chirrido sonó como un trueno en respuesta y un ente alado descendió con furia y sangre contra los pugwampis.

¡Vamos zopencos! ¡Moved esos brazos canijos! ¡Me estáis dejando todos esos mequetrefes a mi!- exclamó el enano que siguió avanzando otro pasito mas al interior de la capilla.

Claro que quizá estaba demasiado distraído vociferando y quejándose ya que su siguiente disparo de una cuchilla de tierra pasó mas cerca de Elnara y Roxie que del propio rey pugwampi.

¡Maldición! ¡Me estáis enfandado monos mutantes! ¡Cagarrutas de gnoll! ¡Ladillas de ogro!- la retahíla de insultos era casi tan ruidosa como el propio enano cuando concentraba poder, eso quedaba claro ya que su voz atronadora casi era capaz de ahogar el ruido del combate y Guijarro poseía buenos pulmones.

Edriel se aparta del rey pugwampi, que aprovecha para atizar un martillazo a la rodilla del investigador, causándole 2 puntos de daño contundente. Edriel por su parte, responde con un certero lanzazo, ayudado por Roxie desde el otro lado que también se abalanza sobre el horrible duendecillo con un graznido mientras Elnara lanza otra descarga de ácido.

Aunque la lanza del elfo se clava en el hombro de la criatura, consiguió desviar el picotazo del roc en el último momento con su martillo, lo que desestabilizó a Elnara y causó que su proyectil se perdiese.

La luz sagrada de Keylissa iluminó la sala mientras un águila celestial aparecía ante el rey pugwampi y se lanzaba encima de él con garra y pico, pero solamente una de sus garras consiguió impactar contra la criatura, que esquivó el resto del ataque del águila, recibiendo solamente un rasguño de su garra.

Magullado por el daño recibido, el rey pugwampi miró sonriendo sádicamente a los héroes, mientras ordenaba al resto de sus súbditos atacar:

Rey Pugwampi: давай! закончить с длинными ногами!

Los pugwampis de las vigas, dispararon contra Elnara, uno de los cuales consiguió finalmente impactar de lleno contra el hombro de la gnoma, causándole 2 puntos de daño perforante mientras la flecha se clavaba en su piel.

Los dos pugwampis del suelo que tenían las lanzas en ristre se acercaron a Keylissa, quien intentó deflectar sus golpes, pero uno de ellos consiguió acertarla y causarle 1 punto de daño no letal con su lanza.

Enfurecido al ver el percal, decido hacer caso a Kei: Quizá destruyendo al Gran Emperador de todos los Pugwampis, el resto huya ¡Y dejen en paz a nuestra sacerdotisa!

"YO soy tu oponente, Pugwampi" exclamo mientras avanzo con todo lo que tengo.

Desgraciadamente, el gafe se hace en mí. "¡Va a ser dificil vencer a este moco-troll!"

Lybious se abalanza sobre el rey pugwampi, que viendo la lanza del semiorco cernirse sobre él consigue esquivar el golpe a tiempo mientras con un ruido metálico, la lanza resuena contra el suelo de la capilla al fallar. Keylissa intenta frenar el avance de los pugwampis con su propia lanza, pero se encalla en uno de los baches del suelo y para cuando quiere reaccionar ya se han posicionado cerca suyo.

Justo entonces, el rey pugwampi se gira con una sonrisa horrible hacia Lybious y se lanza encima suyo, martillo de guerra en mano para estamparlo en el abdomen del semiorco. Con un sonoro golpe, el martillo impactó, dejando sin aliento a Lybious por momento y causándole 5 puntos de daño contundente. Burlándose del pugilista, el rey pugwampi sonrió y gritó:

"Эльфы будут победителями!"