Partida Rol por web

-Bueno, tenéis pagado el pasaje en barcaza desde Almas hacia el norte por el río hasta Refugio del Halcón... pero nada más-

-Los víveres no pienso pagar un currusco de pan, tanto me da como si vivís del campo y de las moras, pero ya podríais invitar a la señorita en alguna posada o taberna decente, hatajo de bárbaros-

Por un momento el mediano observó al capitán sorprendido por la intensidad de sus respuestas. Se quedó mirándolo fijamente, dudando si empuñar su espada y enseñarle modales o evitar la agresión que a todas luces estaba buscando

Finalmente optó por la segunda opción, aunque no pudo con su genio y contestó - Pues cuando traigamos ese cuenco volveremos a hablar -

Ofendido optó por dejar de prestarle atención y fijar su vista en el mapa, dirigiéndose a sus compañeros - Parece que entre ese pueblo y el campamento hay unas 12 ó 15 millas. Eso serán unas 4 ó 5 hs caminando y las hadas, si han tenido problemas con ellos, no deben de estar lejos de allí. Pero deberemos acampar en el bosque y volver solo si es necesario. No podemos estar yendo y viniendo. Yo ya tengo mis enseres de acampada. Si Uds. no los tienen deberían conseguirlos, así como provisiones para un par de días -

Ya tardamos en partir hacia Refugio del Halcón. Yo tengo todo lo que necesito.

Levanto una ceja ante el comentario del capitán.

Cita:

¿Será gilipollas? A éste algún día le van a poenr unos leotardos verdes y le darán unos cuantos azotes con la cola de una mantícora... eso no me lo pierdo...

Sonrío para mis adentros, pues algún día haré cumplir ese pensamiento... o lo ejecutaré con mis propias manos. Por cabrón.

Bueno compañeros, yo siempre estoy listo para el viaje. Solo tengo que recoger mi armadura y dejar algunas cosas que no nos serán útiles. En una hora podría partir.

- por mi parte tambien estoy listo - espeto despues del desafiante duelo de miradas entre Kazkaz y Bracket- de todas maneras si hace falta alguna provision mas podemos agenciarla en Refugio del Halcon.

- Bueno, entonces, si nadie necesita nada vayamos al muelle, a ver cual es esa barcaza - comenta el pequeño bárbaro, dispuesto a comenzar, y terminar, la tarea lo antes posible para echarle en cara al capitan su éxito.

Deberia pasar a recoger mi equipaje por la Logia

Despues me quedo mirando un momento al mediano con una cara de un poco de apuro

Enseres de acampada?, ¿que deberia coger? pergunto con cara de indecision

- Pues... eh... bueno, por lo menos una mochila y un petate. Lamentablemente el mío es demasiado pequeño para los dos - insinúa. Menenando la cabeza agrega - Y algunas provisiones y quizás un odre para llevar agua -

- Yo tengo una linterna y bastante aceite, por si debemos movernos de noche. Y también una soga, que siempre puede venir bien. Y luego... no sé. Oh! Ahora que caigo, no reemplacé el pedernal que perdí en el viaje. Yo compraré eso. Supongo que pasaremos por el mercado, cuando vayamos hacia el muelle -

Yo estoy listo. dice el cazador, dispuesto a partir de inmediato. Su mano, desciende hasta el símbolo sagrado que lleva bajo una pesada túnica, sobre la armadura de cuero, y la aprieta entre sus dedos.
Pharasma guía mi mano y mi arma...quien esté detrás de todo esto tendrá que pagar con su vida.

Vaya gracias, no se me habria ocurrido Respondo mostrando una bonita sonrisa de agradecimiento y subiendo por un momento un poco de rubor a las mejillas

Entonces tardare un poquito mas, recoger las cosas y pasar a por uno de esos

Todos estáis preparados y tras recoger el equipo en la Logia y hacer unas últimas compras en los muelles abordais una gran embarcación mercante que remonta río arriba desde la capital hacia Refugio del Halcón.

Los diminutos camarotes son cómodos y limpios, la brisa es fresca, la comida rural de Andoran que os sirven en el barco (y que entra dentro del pasaje) está bastante buena y los marineros son agradables, incluso las esperas de la carga y descarga son animadas por un bardo que viaja en vuestra dirección.

El viaje se os hace muy corto (a pesar de que dura más de un día) y contempláis la aproximación de vuestra embarcación a la ciudad de Refugio del Halcón, que cada vez se acerca más.

Una tarde, veo al enano acodado sobre la baranda. Evidentemente se ha repuesto muy bien al balanceo del barco.
Hey, Hothar...le saludo parándome a su lado.
¿Has leido la carta verdad?
Ya sabiendo su respuesta, prosigo...
Estoy seguro de que ese artefacto que vamos a buscar, de alguna manera debe ser el causante de los muertos vivientes que rondan por ese bosque...
Si esos leñadores tienen algo que ver, no van a querer hablar por las buenas.
Hummm...de todas formas, no creo que sus problemas con las hadas les hayan hecho llegar tan lejos. Alguien habrá tras esta peste.

Khyron observa las olas golpeando contra el casco del barco...al rato, prosigue.
Esa cleriga diabolista...de la faccion de Cheliax....no me da muy buena espina. Espero que haya venido a ayudarnos con nuestra misión...no se puede confiar demasiado en estos adoradores de Asmodeo...
En fin, si tenemos que descubrir alguna diferencia entre los muertos que han sido vistos rondando por la zona,....yo se destruirlos a golpes, pero quizás debamos confiar en ella a la hora de reconocer si hay algo particular en estos cadáveres andantes.

Es extraño que nos hayan informado de una supuesta peste...Tal vez se confundieron, y solo son muertos vivientes alzados por algún necromante...Evidentemente nuestra organización sabe mucho más que la propia sociedad...

Miro al humano con curiosidad, pues no le había visto antes. De todas maneras, se parece a muchos que han compartido hoguera conmigo en las a veces noches frías del desierto. Tanto sus maneras como su tez indacan unas fuertas raíces en Osirion, algo bueno para quien conoce bien a las gentes de allí. Ése es mi caso.

¡Qué pasa, larguirucho! - el tono es jocoso, totalmente alejado de lo ofensivo, pues la tendencia de los amigos del desierto es a su delgadez, y éste no es la excepción. - Desconocía que iba a compartir misión con un compatriota, y me alegro de que así sea. La verdad es que sí he leído la nota, y me ha encantado. - muestro la media sonrisa, con los dientes bien blancos. - Nos piden que amablemente demos matarile a quien sea que está montado el tinglado con los muertos vivientes, y de eso me encargaré personalmente, no lo dudes. En cuanto a la Chelaxiana, efectivamente yo tampoco me fío ni un pelo de mi barba, pero sin duda será una buena herramienta para nuestros intereses llegado el momento. Mientras ella se dedia a observar a los bichos, yo estaré partiéndoles la crisma. Así tendremos dos puntos de vista diferentes con los que informar a nuestra gente.

Suelto una buena carcajada tras el comentario mientras doy unos golpecitos al urgrosh que llevo a la espalda, en una funda para que la lanza no se me clave en la rabadilla.

El viaje pasa especialmente rapido para Mirella, encantada con el recorrido del barco y entablando conversacion con todo aquel que parece tener algo que decir, especialmente con los compañeros del grupo, sobre todo preguntando mucho al que parece conocer mas de lo que se ve, o lo que encontraremos.

Cuando avisan que esta cerca el final del recorrido entra en el pequeño camarote y al poco rato sale habiendo cambiado el vestido por unos pantalones mas apropiados al viaje en el bosque, de color marron claro y bastante ceñidos, botas y un bluson de color verde, evidentemente nuevo y bastante acorde al color de los ojos sobre el que sujeta con algo de dificultad un peto de cuero con remaches, evidentemente con formas adecuadas a un cuerpo femenino y un cierto rubor en la cara

¿Alguno me puede echar una mano?, no me acabo de aclarar con tanta hebilla