Partida Rol por web

-¡Maese Goyo! -exclamó la mujer. Aunque basto, le había cogido afecto a su sirviente por lo que rápidamente comenzó a romper su vestido. Los demás hombres se quedaron mirándola, estupefactos. -No voy a quitarme las enaguas, tranquilos. Y no os quedéis parados, ayudadme a romper esta larga falda que llevo. La tela es fuerte y yo peso poco, puedo intentar bajar si conseguimos algo más de tela. Jimena sabía que rompiendo la falda y dejándosela muy corta no solo le daría más capacidad de movimiento sinó que les proporcionaría unos seis o siete varas de "cuerda improvisada". Estaba decidida a bajar y a ayudar a Goyo. Ella era la que pesaba menos y no tenía miedo a la muerte. Al menos, no a ese tipo de muerte.

El caballero se sonrojó cuando Lady Jimena empezó a romperse el vestido, habiendo dos cuerdas disponibles. Esperad señora, mejor me quito la armadura et bajo yo a buscarlo.

La dama, con el vestido raído, sucio y medio roto, miró inquisitivamente al cruzado:

-¿Un poco tarde, no? Salve a mi ayudante, caballero y mi gratitud será digna de ser cantada por un trovador. 

Sacándome, el caballero, de la perplejidad de ver a la dama desgarrarse el vestido, al ver la cuerda me adelanto.

- Voy echale una mano señor - le digo -. Q'alguien garre tamién de la cuerda para que baje'l señor - digo, pasando algo de cuerda al resto.

Ouch, menuda hostia me había pegao. ¿De dónde había salido ese viento? Ni idea, pero estaba vivo. Así lo indicaba el dolor qur sentía por todo el cuerpo.

-¡EEEEEOOOOO!¡Estoy vivo!-grité a mis compañeros-¡Echen una cuerda o algo!

Me moví un poco y ví caerse un par de piedrecitas al fondo. -Joder Goyo estate quieto-Y esperé que me echaran la cuerda. No podía hacer otra cosa.

Teodoro contestó a la Lady -Aunque me encantaría, mal caballero sería si me aprovechara de la situación para ganar vuesos favores- y se dispuso a quitarse la armadura cuando escuchó el grito de Goyo. -Menos mal que sigues con nosotros. Pensábamos que habías desfallezido del golpe. Te echo un cabo. Mira a ver si lo localizas- y lanzó un extremo de la cuerda.

Al ver que el bueno de Goyo se caía por el pozo impulsado por una corriente de aire sobrenatural, mi primera reacción fue avanzar con un brazo por delante, como queriendo agarrar al feo, más por inercia que por una posibilidad real de poder hacer algo.

Tras esos instantes, los comentarios fueron de acá para allá, algunas palabras recriminatorias y algunas acciones que, para mi, era un tanto absurdas.

Señora, deje hacer a los que pueden hacer. No dudo de sus buenas intenciones, pero ni usted, ni yo, creo que seamos los más capaces para ayudar al bueno de Goyo.

En ese momento, la voz de Goyo llegó alta y clara y, con un alivio me giré hacia el pozo ¿VES ALGO POR AHÍ ABAJO? comento acercándome y poniéndome a cuatro patas para intentar ver algo.

Quizás sea mejor que bajemos todos, antes de caernos. Ahí parece que hay algo que no nos va a dejar pasar, o al menos lo va a intentar

   El pozo está a oscuras, y el fiero escolta también está a oscuras o veríais brillar la luz ahí abajo.

Viendo que acababa de decir una estupidez, me levanto en busca de alguna de las antorchas que estaban situadas por los pasillos, recogiendo una y volviendo a acercarme al pozo

VOY A TIRAR UNA ANTORCHA PARA QUE PUEDAS VER ALGO. TEN CUIDADO QUE NO TE PEGUE EN LA COCOROTA dicho esto, espero un rato ante de dejar caer la antorcha. Antes de bajar alguno más, será mejor ver lo que hay ahí abajo ¿no? digo girando la cabeza y alzando las cejas al resto

   Mientras enciende una antorcha, el párroco piensa como hacerla bajar...

   El buen párroco enciende una antorcha y la arroja, la luz va iluminando las paredes del precipicio según cae, durante un segundo a algunos os parece ver una figura, y metal bañado de algún tipo de líquido y luego la antorcha sigue cayendo a las profundidades y se pierde de vista, quizás alguno haya visto más. El rancio aire de la mina, hace estornudar al párroco.

   El párroco ha arrojado la antorcha desviada dos o tres varas a tu izquierda, pero antes de desaparecer te da tiempo a ver que estás atascado en un abismo en forma de cuña que cada vez se estrecha más, a unas 15 varas de distancia, más o menos, del borde donde estan tus compañeros.

   Y te duele mucho el pecho y estás empapado en sangre, bueno... para saber esto último no necesitas una antorcha.

Oh mierda-¡ESTO NO ESTÁ PARA BAJAR, TIRENME LA CUERDA QUE YO YA SUBO!-Estoy jodido pero vivo....de momento. No he visto fondo cuando ha caido la antorcha, apenas me muevo no vaya a ser la definitiva. Espero la cuerda.

   Estás encajado en la grieta por el golpe, no puedes salir sin ayuda.