Partida Rol por web

La contienda había terminado muy pronto para mi gusto, apenas había asestado un golpe y no había sido nada bueno, para cuando quise intentar golpear otra vez ya habíamos sido descalificados, Realmente no me gustaba para nada el mecanismo de la contienda pero yo no era nadie para contradecir aquellas absurdas reglas.
-Honrare el nombre de la casa Bredford mi señora, de eso no habrá duda.- Conteste a Lady Druila antes de que fuera hacia la posada.

Me fui junto con Dickon a terminar de arreglar todo para la siguiente justa, si ganaba esta ya tendría ganancias financieras y podría mejorar mi equipo y el de mi escudero.

Comienza un nuevo dia en Desembarco del Rey y poco despues del alba os encaminais de nuevo a la explanada a las afueras de la ciudad en busca del segundo dia de justas.

Ya solo quedan 32 caballeros en liza, y en esta ocasión ser Ragar ha sido emparejado con ser ser Lyn Corbray, hermano del señor de la Casa Corbray.

La Casa Corbray de Hogar es una casa noble del Valle de Arryn y vasalla de la Casa Arryn. Es una casa poderosa y antigua, pero pobre. Su asentamiento es Hogar. Su emblema son tres cuervos de sable volando llevando tres corazones de gules en campo blanco.

La justa está a punto de empezar, justo despues de la liza que se esta desarrollando ahora.

-Así que me toca con ese Corbray.- Dije a Dickon mientras me ayudaba a ponerme la armadura, -Por lo que se el muy hijo de puta cambio de bando en mitad de la rebelión.- ese acto me parecía de muy mal gusto los cambiacapas no me gustaban y hoy me tocaba enfrentarme a uno de ellos. -O tal vez haya sido su padre... no estoy seguro de ello, de todos modos tiene sangre de traidor y no me importara en lo mas mínimo derramar un poco de la misma en el campo de justas.- Mi escudero trabajaba con habilidad y también demostraba dedicación a la hora de entrenar, no era un bocafloja por lo que no he tenido que golpearlo y eso era ya decir mucho de un escudero. -Si gano esta justa compraremos algo para ti, tal vez una espada o una armadura, escuche que por 3 dragones de oro uno puede comprar una de buen acero sin dibujos bonitos ni mucho menos pero efectiva al fin.-

 Una vez que estuve listo me subí a mi caballo y me dirigí junto con Dickon a las lizas. -Bien Ragar, haz bien las cosas y tendrás algo de dinero extra y tal vez algo de gloria... la gloria nunca esta de mas.-

Un gran golpe se escuchó en toda la explanada, seguido de grandes vítores de la multitud.

Era el golpe de la lanza de ser Naton que impactó de lleno en el pecho de su contrincante que dio de bruces con el suelo. Poco a poco se recuperó y consiguió levantarse para ir a felicitar al ganador.

Era el turno de ser Ragar Silox y ser Lyn Corbray, quien ya estaba preparado junto a su escudero que lo ayudaba a montar en el nervioso caballo. La nueva justa va a empezar.

El escudero se afano en ajustar bien las correas de la armadura. Al escuchar la historia de la casa rival Dicson se maldijo por no haber prestado más atención en las clases del maestre. La pena ensombreció el rostro del joven escudero al recordar que nunca más volvería a tener al viejo maestre como profesar, pero la pena se disipo al oír la recompensa que le aguardaba si su señor ganaba. Las espadas con dibujos solo sirven para pavonearse en los salones. Dijo confirmado las palabras de Ragar. Que los dioses os ayuden en la liza.

 Sonreí ante el deseo de suerte de Dickon y encamine al caballo hacia mi lado en las lides. Con el arma de madera ahuecada en mi mano derecha y mi escudo en la izquierda mire a mi contrincante con la esperanza de tirarlo en el primer golpe.
-Guerrero bendice mi brazo.- dije implorado la suerte que solo los dioses nos brindan. Una vez estuvo todo listo apreste mi lanza y me arroje contra mi rival
 

Ser Ragar impacta en ser Lyn haciendo añicos su lanza, aunque la armadura del Corbray consigue detener el golpe sin recibir daño alguno.

Por su parte, la lanza de ser Lyn impacta violentamente en ser Ragar pero la armadura resiste el golpe también.

Ambas lanzas quedan destrozadas para ser sustituidas por otras nuevas.

Mi lanza se cruzo con la de Lyn Corbray y ambas estallaron en astillas, no sabría decir el por que pero al recibir el golpe del hombre del valle de la luna me salí de la cruz del caballo y no pude mantenerme encima del mismo.

-¡No! dije mientras resbalaba por los cuartos traseros de mi equino y estampaba mi espalda en al tierra ablandada por los caballos. Me quede allí, tendido. Sin poder creer lo que había ocurrido. -No lo puedo creer, perdí con un golpe que cualquier caballero normal hubiera podido aguantar. Mi honor de caballero estaba mancillado por la vergüenza y no quería levantarme y tener que enfrentar lo que sabia que vendría.

El golpe de ser Lyn no pareció demasiado violento pero para sorpresa de todos los presentes, ser Ragar perdió el equilibrio en una extraña maniobra con su caballo y calló al suelo dándose un buen golpe en la cabeza.

La multitud se queda en silencio unos instantes, para de repente estallar en vitores y aplausos al ganador, ser Lyn Corbray que aún no se cree que haya salido victorioso tan facilmente.

El escudero dejo caer la lanza que tenía preparada para la segunda ronda y corrió a ayudar a Sir Ragar. Mientras corría hacia el lugar donde había caído el caballero el escudero se temía lo peor, el golpe había sido muy feo y ya había visto morir a uno de los caballeros en la liza.

Cuando Dickon Llego junto a mi le tendí una mano para que me ayudara a sentarme, si bien el golpe no había sido muy duro no tenia los ánimos suficientes como para poder levantarme solo.
 De todos modos con la ayuda de mi escudero me puse de pie. -Lo siento Dickon, no podremos comprar nada.- Dije al muchacho un tanto molesto por negarle la oportunidad de tener algo mejor en su camino a convertirse en caballero. -Ahora acompáñame, debo ir a arreglar el rescate de mi caballo y de mi armadura, será mejor hacerlo ahora. Al mal paso mejor darle prisa.

Los ojos de Nymeria se cerraron con fuerza. Los sueños de grandeza eran efímeros en Desembarco del Rey. Se levantó y pidió a Namir que la acompañara a ver al Maestre para saber los resultados del extraño líquido. No había mas nada que hacer en la Liza. Al menos por ahora...

Suspiro aliviado al ver que Ragar no había sufrido ninguna herida grave y asintió ante sus palabras. No se preocupe, la espada puede esperar. Hay más torneos. Al decir estas palabras la cabeza de Dickon se llenó de sueños donde él era el caballero que participaba en la liza, pero solo eran sueños que tardaría mucho en cumplir. Ahora tenía que ayudar a su caballero con la armadura y el rescate del caballo.

Poco despues de la justa, ser Ragar fue acompañado por Dickon a hacerle entrega del pago por la armadura y el caballo a ser Lyn.

El pago pactado fue algo menos que lo que recibieron de los Dannett el dia anterior, con lo que le quedaron algunas monedas, aunque no muchas*.

Al cabo de un rato se escuchan rumores en toda la explanada; Adham Dannett ha muerto tras una noche con dolores agónicos; su muerte ha sido espantosa dicen otros. Muchos opinan que no ha muerto por las heridas de la justa, otros que ha sido envenenado, y algunos incluso que es cosa de magia.

Namir se encontraba con las mujeres del grupo. Mi señora, miraba alternativamente a madre e hija que uno de nuestros enemigos caiga, no nos quita un problema. A mi parecer, ahora seremos victimas de las acusaciones infundadas, rumores y más mentiras; y sabiendo como es esa familia, es el momento de prepararse contra ellos de verdad. Se avecinan malos tiempos.

El escudero no hizo casos a los rumores, estaba feliz al saber que después de la derrota aun les quedaba dinero. Y ahora ¿Qué hacemos? Pregunto Dickon inocentemente, el torneo se ha acabado para nosotros.

Te das cuenta que con la comitiva de los Dannett tambien viaja un viego gordo que te resulta conocido; es Ruben Pipper, el comerciante a quien lord Dannet vendió a su hija Iris en matrimonio. ¿Qué hara en Desembarco? ¿la estará buscando?

El escudero recordó algo que había visto durante el torneo y que le había dado importancia en su momento, pero tras la derrota había dejado apartado. El otro día, en la comitiva de los Dannet vi al viejo y gordo Ruben Pipper. ¡Nunca imagine que fuera tan feo! El maestre me comento que lord Dannet le vendió a su hija Iris en matrimonio. Muy poco tiene que querer lord Dannet a su hija para casarla con semejante adefesio. Pero tras el inocente comentario del escudero había varias preguntas ¿Qué hacía en Desembarco Ruben Pipper? ¿estaría buscando a Iris?

Escuchais que el maestre de armas de los Dannett prepara el regreso del cadáver de Adham a las tierras de los Dannett para que sea enterrado tan pronto como sea posible. El maestro de armas se hace cargo del séquito de la casa Dannett, y solicita que se envíe a lord Dannett la noticia de la muerte de su hijo mediante un cuervo, para que en casa puedan comenzar los preparativos para el funeral a tiempo para recibirlos.

Edan, el maesto de armas, refrena al resto de la comitiva Dannett, evitando que cometan alguna estupidez contra la Casa Bredford, a la que consideran responsable de la muerte del joven Adham.

Solo el maestre y el hijo menor de Edan se quedan en Desembarco.

Estando nosotros nada más pregunto: - ¿Quién es el que más gana con esta muerte?

¿Lord Dannet gobierna la casa, pero quienes son sus herederos, cuantos son, cuantos quedan quién hereda ahora?