Partida Rol por web

Veo que Falanar adopta una posición de alerta y hago lo propio, bajando un poco el arma pero manteniendo el escudo entre las criaturas de la cueva y nosotros.

Sin apenas girar la cabeza, susurro a mis compañeros:
- No sé si estarán dispuestos a negociar o si nos entienden siquiera...
El caso es que no podemos descartar un enfrentamiento, por tanto debemos ganar algo de tiempo para que llegue el resto del grupo.

Vamos de a poco juntandos los rezagados con los que estaban mas adelante para ver lo que ellos ven.

En la sima se ve lo que debe ser el lider de los monstruos.

-Yo no negociaria, pero si lo intentaria para tenerlo al alcance de la espada y cuando este cerca, adiós.-susurro para sus compañeros

-Pero si quieren negociar ah de ser con el que esta arriba, presunto lider de estas lagartijas, supongo. Aunque no creo que no sea mas una emboscada parte mas de la trampa que nos preparan, estén atentos, no me fiaría de estas creaturas, nunca, para ellos no somos mas que comida...-dijo el elfo que no parecia con muchas intenciones de negociar. Ni tenia intenciones, ni le parecia una posibilidad...

Para preparar trampas y organizarse, han de tener inteligencia, ahora no tienen ninguna ventaja, la sorpresa y la fuerza está de nuestro lado, el tiempo juega a nuestro favor, cuando nuestros dos compañeros que están aturdidos, se despejen, nuestra fuerza de combate habrá aumentado mucho y estas criaturas no creo que tengan mucho que hacer, creo que su jefe comprenderá que es mejor negociar - digo en voz lo suficientemente alta como para que el líder de los enemigos pueda oirla en caso de que puedan razonar, mientras cojo la ballesta y monto un virote para atacar a distancia a la criatura en caso que decida atacar, luego rápidamente guardaría la ballesta, pero no cogería mi cuchillo por el momento, sino que me prepararía para lanzar mi hechizo.

La criatura escucha atenta lo que dicen los intrusos que profanan sus dominios, sonríe levemente mientras mira como los invasores toman posiciones y no atina a dar más órdenes a los kobolds que todavía siguen parados pero con las rodillas temblando, ya sea por el grupo aventurero o por el líder del lugar. Detrás de estos dos guardias se escucha un alboroto mayor que antes de sonidos varios, un gran revuelo denotando que hay mucha gente en esa segunda parte de la cueva.

- Dejen sus armas y ríndanse. - Proclama desde las alturas en un común muy rudimentario, trabado y apenas entendible, se retuerce en cornisa de un lado al otro inquieto sin dejar de mirar hacia el grupo invasor.  - Si no morirán. - Hace un gesto para que los dos kobold avancen un poco a modo intimidatorio.

El grupo se alineó para poder interpelar ante el Urd que sigue en su repisa desde la cual da órdenes a su gente. Por un costado comienzan a escucharse un par de gritos en un tono similar a los que ya escucharon cuando perseguían a los vigías. Efectivamente tras unos segundos ven un par de figuras que se asoman desde dicho túnel y son kobolds. Se sorprenden al ver un grupo de invasores dentro de sus dominios y las rodillas al instante les tiemblan, aun viendo a sus compañeros muy cerca. Pero las dudas se las despeja el al parecer líder cuando les grita desde las alturas.

Yo cargo mi ballesta solo como accion preventiva y apoyo una rodilla en el suelo a la espera de la reacción de mis compañeros...
Como buen elfo de destreza y agilidad, mis sentidos ya están enfocados y agudizados para reaccionar.
Apunto la mira de mi ballesta a uno de los kobolds que se aproximan a sabiendas de que vean mi actitud. Y que sepan que estamos preparados para eliminarlos.
Todabia somos mayoría numérica, aunque no sabemos si habran más o de que es capas el lider al que tanto temen los kobolds...
-Yo estoy listo para luchar si en necesario- susurro a mis compañeros para que sientan el respaldo de la ballesta a sus espaldas los que blanden espadas... Todos saben lo peligroso que es un elfo atacando con flechas, o en este caso, con ballesta... La misma precición, más potencia.

Tomo mi espada bastarda entre manos escuchando al elfo y le respondo, -Yo tambien...- Me pongo en guardia y espero la intervención del clerigo. -Te dejo los honores Ghius. Falanar, ¿Tienes una idea de a que nos enfrentamos? ¿Habias visto antes algo como esto?...-

Veo la reacción de los Kobbolds que vienen de refuerzo.
Parece que nuestro principal problema es el cabecilla, y respondiendo a tu pregunta gran bárbaro, me recuerda al marido de una pelirroja que tuve ocasión de conocer. Únicamente hablaba por gruñidos, aun no sé cómo demonios estaba con él. ¿Te acuerdas padre?, ese sí que tenía fuerza.

Viendo al elfo cargar la ballesta, añado: Encárgate del que nos ha hablado, del resto nos ocuparemos con las espadas.

Y saco mi segunda cimitarra, para tener las dos manos listas para la acción.

Al parecer el urd no tenía intenciones de negociar por lo que Sateru quería, su propuesta fue más parecido a una sentencia que abrir una posibilidad no hostil. Algo que el grupo aventurero sabía que era dejar a Tymora sus vidas sin saber como terminaría la situación. Por ello se dispuso para atacar en caso de ser necesario.

Con los cuatro kobolds en la boca de cada parte de la cueva y el líder en las alturas que momentánemante había desaparecido para luego asomarse daba una sensación clara que ninguno de los dos lados quería ceder y el combate era algo inevitable. A un gesto del urd los cuatro temblorosos kobolds avanzan obligados, como si alguien los estuviera empujando por detrás, se saben que no son contrincantes para cualquier humano pero al parecer el miedo que le tienen a su líder puede más.

Apunto con la ballesta hacia donde está el urd y procedo a disparar mientras digo - tú te lo has buscado...
 

El fiel de Torm ve que el combate es inevitable y prepara al grupo para enfrentar la contienda. Eleva sus manos sosteniendo su símbolo sagrado y recita unas palabras, a medida que recita una oración se forma sobre el grupo un manto de luz tenue que los cubre y se sienten más envalentonados para combatir.

Los cuatro kobolds se lanzan contra el grupo invasor atacando con más miedo que firmeza, lanzan decenas de ataques al aire buscando más ahuyentar al grupo que intentando herirlos y entre todos esos ataques por accidente uno hiere a Falanar en la pierna izquierda, es una herida leve pero el kobolds ve con sorpresa que pudo herir a uno de los atacantes y se envalentona.

- ¡Vamos, amigos, los dioses están con nosotros! - Grito para acompañar mi bendición y para animar a los compañeros que aún restan por actuar.