Partida Rol por web

El urd al ver que caen dos de sus súbditos intenta arengar a sus tropas por gritos y chillidos que al parecer están funcionando cada vez menos entre sus tropas. Se da vuelta buscando un nuevo proyectil para lanzar pero al parecer no encuentra uno y patalea en el lugar al verse sin algo que arrojar a los atacantes.

Rebusca un poco más y aparece con una pica con una punta amenazante, mira a los que están debajo y furiosos se lanza contra el que al parecer es el que está produciendo las mayores bajas. Abre sus alas y se lanza en picada con su arma sostenida a dos manos directo hacia Falanar, el pobre guardabosques no tuvo chances de esquivar la punta que le atravesó el pecho. El urd festeja haber derribado a uno de los intrusos y sigue de largo su vuelo para intentar volver a tomar una altura segura.

El combate se complicaba y eran ya dos sus compañeros inconscientes, si no terminaban pronto la cosa se podía poner muy peligrosa. 

El norteño no le importó los ataques recibidos por tan poca cosa como son los kobolds y prefirió acabar con la vida del urd, primero le dio un ataque que casi lo hace aterrizar por la dureza del golpe y cuando pensó que lo tenía finiquitado quiso abrirlo al medio pero el escurridizo líder de los asaltantes escapó de su alcance.

El urd escapa de uno de los ataques del norteño, entre rozando el piso y planeando bajo buscando recuperar altura pasa entre el resto del grupo y queda a merced de Altair. El ser al ver a alguin todavía más feo que el, alguien con un rostro tan horrible se queda por un momento paralizado y ese fue su fin. El guerrero levanta su espada y da dos certeros golpes que cortan a la mitad al urd.

Los kobolds al instante que ven caer a su líder cortado a la mitad por Altair salen corriendo en desbandada hacia la parte de la cueva donde se escuchaban los gritos. De la misma manera en que corrían para atacar huyen sin pensárselo dos veces y se pierden en ese lugar.

Ese cabrón de urd... - digo mientras me toco la cabeza de la que me sale sangre, tendré que lavar la herida para que no se infecte, pero ahora veamos lo que estos enanos están ocultando.

Me levanto aún medio mareado por el golpe y me dirijo donde están el resto de mis compañeros - Bien, ahora no sirve de nada ser discretos, continuemos adelante a ver que encontramos

-"Arrgghhh!" gruño el Norteño.

Quiso acabar con aquel excremento que ante él se interponía. El iluso se creía con seguridad de acabar con el bárbaro. Tuvo suerte de no conocer la furia del frío del Norte que hace diferente a los guerreros que allí nacieron. Sólo recibió un simple rasguño por parte del frustado bárbaro que le hizo caer cerca del guerrero Altair. Ese fue su fin. Nada pudo hacer por salvar su vida solo ver con el arma del compañero de Bronas le arrancaba su vida malolienta.

-"Malditos sucios carroñeros. Tan cobardes como ratas por el fuego." dijo Bronas -" Nada ahora nos impide seguir de puntillas. Avancemos sin miedo sólo con algo se cautela para evitar sorpresas desagradables." sentenció al mismo tiempo que limpiaba su espada ensangrentada con restos de tela que cubrían parte de los infelices cuerpos muertos.

-Ya era hora, lagartijas mugrosas... Por fin. -

Se incorporo y acomodo su ballesta.

En cuanto los kobolds se dispersan y la amenaza inmediata parece disiparse, me acerco hacia el cuerpo inerte de Falanar para tratar de ayudarlo. - Aguanta, compañero, no puedes rendirte ahora. - Le hablo para ver si reacciona mientras busco entre mi equipo los materiales necesarios para practicar unos primeros auxilios; acto seguido, empleo los ungüentos y vendajes con mis habilidades curativas sobre las heridas más visibles.*

Después observo con mayor detenimiento el estado general de Falanar para determinar si necesita más ayuda**, y entono una plegaria a mi dios quien ha de velar por su correcta evolución.
- Torm, ayuda a que este hombre se recupere satisfactoriamente y vea la luz de tu justicia.

Ivan se acerco a los cadáveres y empezó a registrarlos en busca de pistas. El combate había sido dura, y él estaba herido, pero no era nada grabe. 

Tras los cuidados de Ghius, Falanar reacciona y vuelve e nsi pero muy aturdido. No hubo que usar la magia con lé pero con Sateru la cuestión es al parecer más complicada y una curación mágica quizás fuera la única respuesta.

Por su parte Iván, requisa primero al urd y ve que este porta un pico de combate pero esquisitamente ornamentado y nada más. Lo que nota de los caídos en combate es que usan por protección pedazos de armaduras que fueron descuartizadas iguales a las que usan los guardias de Randamis.

También ve que debajo de la cornisa donde estaba el urd hay cuatro alforjas de buena calidad, en dos de ellas hay elementos de viajes varios de poco valor, como anillas de hierro, plumas para escribir, frascos vacíos, Una tercera manchada con sangre que contiene una pluma de cocatriz, o eso dijeron los místicos que dicen saber del tema, una jarra con un rótulo que la identifica como sangre de dragón y una poción también rotulada que dice curación menor. La última alforja es liviana comparada con las demás, en ella hay tres saquillos rotulados con un simple "Para Randamis".

A lo lejos se siguen escuchando los gritos de los kobolds pero ninguno se acerca siquiera para espiar que hacen los invasores.

-Bueno, supongo que esto es todo, vallamosnos, este lugar me da escalofrios. ¿Estan todos bien? Aqui dice "Para Randamis", supongo que esto es lo que veniamos a buscar. ¿Alguien necesita de mi ayuda? Puede apoyarse en mi hombro, aunque Bronas y Falanar seguro tendran mas fuerza para cargar a los heridos. Yo puedo cargar las alforjas. Esperemos que Randamia pague bien por haberbos arriesgado el pellejo.- dijo vigilando que no habian ya mas amenazas ni trampas.

Visto que Falanar puede mantenerse en pie aunque con dificultades, me acerco al otro herido. Sateru no parece sangrar demasiado, pero puede que tenga alguna herida interna...
- Que la gracia de Torm te permita sanar.* - Murmuro mientras paso las manos por la cabeza del yaciente.

A continuación, repartimos las alforjas y los objetos encontrados para cargar con ellos.

- Creo que la poción debería estar en manos de Falanar, al fin y al cabo es el que se encuentra más maltrecho. Si no la necesita o hay otro compañero que reciba una herida grave, él mismo podría ayudarle con la poción.

Después de la rápida ayude Ghius con sus compañeros ven como se incorporan asistidos por el resto Sateru y Falanar. Ambos volvieron de un estado de inconsciencia y todavía no están tan firmes de sus piernas como para hacer esfuerzos.

A lo lejos los gritos los acompañan ahora otros que sin importar no conocer el idioma hacen entender que buscan acallar las voces del resto. Lo que les calma un poco la ansiedad es saberse que están todos vivos y ya tienen lo que vinieron a buscar, también consiguieron un más que llamativo pico de combate y unos elementos de valor para los místicos.

Y ahora el grupo está en duda de irse o bien seguir explorando para ver que pueden encontrar.

Kan cargaba una a una las alforjas y se disponia a emprender la retirada del lugar antes de que encontraran mas problemas. Ya tenian lo de Randamis y una buena paga les esperaba. No era necesario seguir arriesgando la vida en ese horrible lugar. Pensó Kan.

-¿Alguien quiere seguir explorando? Podemos hechar un vistazo ahora.-

Si, Rumher. Cubrirme desde aquí. Voy a echar un vistazo. Creo que están tan asustadas que no atacaran a menos que se sientan acorralados.

Dicho esto Ivan avanzo con sigilo.  

Mientras el resto del grupo decide si sigue revisando el lugar, Iván opta por alejarse cautamente del lugar en dirección hacia donde están los kobolds.

Te separaste del grupo intentando dilucidar si los kobolds siguen o no siendo una amenaza. Pusiste tus ojos en una pared con poca luz y la aprovechaste para adherirte a ella e irte así acercándote a la otra parte del complejo.

Apenas te aproximaste, te pareció que los sonidos se acallaban pero decidiste seguir. Avanzaste un poco más y un poco más aun. Sólo quedaba un recodo, doblaste un poco más las rodillas para ser lo menos visible posible, asomaste tu cara levemente y lo primero que viste fue un horrible rostro de un kobold qu te miraba y este salió corriendo con el resto de su gente.