Partida Rol por web

Cerraste los ojos deseando que las horas pasasen. La mudanza ya había acabado y tenías que reponer fuerzas para el día siguiente ¿el motivo? era tu gran día, tu primer día en el Instituto, tu primer día en una nueva ciudad, en un nuevo ambiente... ¿serás feliz?¿habrá sido una buena decisión por parte de tu familia?¿o por el contrario el cambio marcaba el principio del final?

Cerraste los ojos sucumbiendo a la bendición de morfeo, dejándote abrazar por un pacífico sueño... ¿o quizás será una pesadilla?

De repente abriste los ojos con una sensación extraña en el cuerpo. Aún te costaba ver con claridad pero un resplandor azul cubría casi todo tu campo de visión. Notabas tu cuerpo ligero, como si solo fueras una esencia, un atisbo de tu ser en un mar etéreo ¿estabas en mitad de un sueño? tenía aspecto de ser así, uno de esos sueños en los que crees poder tomar el control de tu cuerpo, de tus acciones, de tus palabras... de tus sentimientos.

A los pocos segundo comenzaste a ver con más claridad ¿estabas en una habitación de un hospital? Era un lugar extraño, las paredes en vez de ser blancas eran completamente azules, al igual que el mobiliario. El lugar emanaba un aire místico, propio de un sueño, hasta que una voz sedosa rompió el silencio.

Aquella voz provenía de una mujer, y en cuanto intentaste dirigir la mirada a este lugar observaste que no estabas en solitario, sino que había dos personas, una mujer esbelta y uniformada y un ¿mayordomo? en el centro del enorme sillón de terciopelo.

- Acabas de entrar en la habitación de terciopelo, te damos la bienvenida - dijo la mujer a la vez que sonreía de manera afable y te invitaba a acercarte.

- Como puede ver señor, nuestro por fin ha llegado la visita que estaba esperando - aclaró al hombre que tenía a su lado.

- Y no será la única visita de esta noche... querida Hana - respondió aquel hombre de extraña apariencia y voz desconcertante. Su aspecto era como el de un criado sacado de una mansión de terror ¿era acaso ésta una pesadilla sacada directamente de tu subconsciente?

- Acércate sin miedo... el destino ha querido que hoy estés aquí, haciendo frente a tu papel en esta función... ¿o quizás no?¿preferirás ir en contra de todo lo que se espera de ti? - cada palabra que decía era cada vez más misteriosa.

- Mi nombre es Igor... y estás en la habitación de terciopelo, un lugar entre lo real y lo irreal, entre lo consciente y lo inconsciente... un lugar para aquellos que buscan la verdad, como tú ¿no lo sabías? - dicho aquello el hombre comenzó a barajar una serie de cartas que a simple vista parecían del tarot. En un abrir y cerrar de ojos dichas cartas se alzaron en el aire y continuaron barajándose como por arte de magia.

- Mientras descubres cual es tu papel aquí quizás va siendo hora de que nos hables de ti... ¿haces los honores querida Hana? - miró con tranquilidad a su ¿asistenta?

Hana asintió con educación y no dudó en acercarse a ti, su presencia cuanto más cerca estaba más reconfortante se convertía.

- No tengas miedo de nada de lo que sucede aquí... todavía estás durmiendo, mañana te despertarás creyendo que ha sido un sueño un tanto extraño... pero créeme que es necesario - se escuchó una pequeña risa por parte de Igor.

- Mañana será un día muy importante, pero eso ya lo sabías... pero para poder enfrentarte a ello necesitas abrir tu corazón, tu mente y tu espíritu - aquella mujer se acercó más a ti.

- ¿Podrías decirnos cómo te llamas y por qué crees que estás aquí? - ambos parecían esperar una respuesta.

Estaba totalmente agotada tras la mudanza, por fin habíamos terminado y lo único que quería ahora era descansar y dormir para tener fuerzas para mañana. En el instante que cerré los ojos y al poco sentí que estaba en otro sitio. La sensación era muy extraña y distinta, era la primera vez que me sentía algo desorientada...y de pronto estaba de nuevo totalmente despierta y veía con claridad...pero ya no estaba en mi habitación.

Era la primera vez que veía la extraña sala de color azul. Era muy extraña y tenía un aura de misterio. Miré sorprendida a mi alrededor cuando escuché la hermosa canción. ¿De dónde podría provenir? Pronto me dí cuenta de que estaba acompañada en esa sala. Una mujer alta y hermosa, vestida con un curioso uniforme del mismo color de la sala y en un enorme sillón, estaba sentado un pequeño hombre de nariz aguda y aspecto siniestro.

Al verlos me puse un poco nerviosa e incliné la cabeza a modo de saludo. La mujer explicó que estaba en la Habitación de Terciopelo, y al parecer los dos me estaban esperando. -La habitación de terciopelo...-repetí en voz baja y débilmente. Era un nombre realmente curioso.

Caminé tímidamente hacia ellos cuando me pidieron que me acercara. El "mayordomo" se presentó como igor mientras barajaba lo que parecía ser una baraja del tarot. ¿Me iban a leer la fortuna? Estaba bastante confundida. ¿Lo real y lo irreal? Entonces las cartas empezaron a flotar en el aire por arte de magia y mis ojos se abrieron como platos.

Entonces la mujer, Hanna, se acercó a mí, y pude sentir algo de calma con su presencia. Asentí cuando me explicó que esto era en cierta forma un sueño...o al menos que yo pensaría eso cuando despertara. -Me...me llamo Airi Nakano...es un placer-dije rápidamente al presentarme.

-Yo...estoy aquí...creo que estoy aquí para empezar con el cambio...con el nuevo comienzo en mi vida...-contesté mirando tanto a Hannah como a Igor. Mañana era un nuevo comienzo después de todo y puede que este extraño sueño o experiencia sea el primer paso.

¡Buff! Me tumbo finalmente en la cama. La verdad es que ha sido un dia larguisimo. Trasladarme a Osaka desde Sapporo, luego llevar todas mis cosas al piso, organizar todo,... Hasta el punto de que ni siquiera he tenido tiempo de hacerme la cena y he terminado comprando kimchi en el supermercado y calentándolo en el microondas.

Apago la luz y me quedo mirando el techo. Mis padres insistieron enormemente en que me trasladara a Osaka.

'Es importante para tu futuro.'

'Tienes que aprender a adaptarte.'

'Tus amistades te están lastrando.'

Y más...

La verdad, aunque me sabe mal decirlo, es que una parte de mí se alegra de alejarme de ellos y sus continuas e incesantes presiones. Nada de lo que haga es suficientemente bueno para ellos. Quizás aquí, sin tenerlos continuamente mirándome por encima del hombro, pueda experimentar algo de libertad.

Tengo curiosidad para ver como será mi primer día de instituto y quizás pueda aprovechar para visitar proyectos de voluntariado después de las clases...

Finalmente los ojos se me acaban cerrando.

Y me encuentro en un sueño extrañamente vívido. Estoy en el interior de una habitación de paredes azules y una mujer y un hombre mayor empiezan a hablar. Respetuosamente incluso en mis sueños, me quedo callado mientras hablan, absorbiendo todo lo que dicen. Unas palabras resuenan con fuerza 'ir en contra de todo lo que se espera de tí'. ¿Es eso lo que mi subconsciente está tratando de decirme? 

Asiento cuando Hanna dice que tendré el recuerdo de un sueño extraño. Extraño sin duda alguna. ¿Abrir corazón, mente y espíritu? Si, realmente extraño.

Finalmente, tras hacerme unas preguntas dejan de hablar.

- Me llamo Ichijo no Heiji, pero eso ya lo sabéis estáis en mi sueño. Y, creo que estoy aquí porque comí kimchi antes de acostarme y el picante puede producir extraños sueños. - les sonrío ampliamente - Pero supongo que os referís a mis dudas acerca de intentar cumplir las expectativas de los demás acerca de mí.

Había sido un día realmente agotador y duro, Arisa había terminado de colocar todas las cosas en la casa, ya que aunque su padre no quería que ella lo hiciera todo no tenía más remedio y decidió que lo mejor era terminar cuanto antes para así poder ir a descansar, había llamado por teléfono a la empresa en donde iba a empezar a trabajar y ellos le dijeron que empezaría mañana, por lo que tenía tiempo para poder descansar un poco, pensando en el próximo día se acostó, simplemente se tiro en el futon, estaba muy cansada y como casi siempre en apenas 5 minutos se quedó dormida.

Aquello que vio le resultó extraño, la sala era azul y parecía ser parte de algún lugar más grande, aunque se sentía extraña sabía que tenía que ser un sueño, pero uno de esos que realmente se terminaban viviendo mucho, entonces escucha una voz de mujer suave y aterciopelada, al mirar puede ver a una mujer vestida también de azul, aquella visión era un poco extraña, tanto azul, a las palabras de la mujer hace un saludo y dice:

• Esto… hola, ¿gracias… pero… que es la habitación de terciopelo?

Pregunto algo sorprendida, sin embargo, la mujer le dijo que se acercara, ella lo hizo con un par de grandes pasos hasta quedar en el lugar que le indico y ahí fue donde pudo ver mejor al pequeño y sobretodo narizón hombre que tenía delante que empezó a hablar de cosas que ella no terminaba de entender, realmente aquello era un sueño bastante extraño, pero ella no lo dudo y se presentó:

• Encantada… soy Suzuki Arisa

Pero se quedó totalmente callada cuando vio como las cartas que el hombre había estado barajando se mezclaban en el aire, pero a fin de cuentas eso era un sueño y podía ser sin problemas, observa las cartas como hipnotizada, cuando la mujer se acercó se sentía realmente bien y en realidad eso era algo que ella necesitaba, sentirse bien y cómoda, la pregunta de la mujer le resulto extraña, le mira y dice:

• ¿Pues… me llamo Suzuki Arisa y porque estoy aquí?... no lo sé… supongo que estaba muy cansada y estoy soñando con un lugar cómodo y agradable no?... no se… y si, como ha dicho mañana será un gran día.

Mientras decía eso hizo un pequeño repaso mental de lo que le deparaba el próximo dia, por el momento empezar el instituto, empezar un trabajo en una ciudad nueva y con un poco de suerte poder encontrar otro trabajo para las tardes.

Otra vez se habia quedado dormido con el televisor prendido? Eso era lo primero que se le venia a la mente: Siempre que tenia este tipo de sueños era porque algo lo influenciaba desde el exterior de su cabeza dura. Y sin embargo, este era tan diferente...

No tardo en fijarse en los extraños personajes del sueño, una muchacha y un caballero bastante... peculiar. Cuando el hombre comenzo a hablar se acerco unos pasos, jugueton: habia decidido seguir el juego, hasta que escucho aquello sobre las espectativas de uno, o no hacerlo. Con eso, se habia parado en seco, tenso como un arco.

-Yo... dijo tragando saliva, conteniendose para dar un paso hacia atras cuando la tal Hanna se acerco hacia el Yo soy Raijiro. Hanazawa Raijiro. Y creo que estoy aqui porque me di un buen golpe en la cabeza al caer de la cama mientras miraba Gamera...?

Noto rápidamente que estoy dentro de un sueño. No es la primera vez que me pasa, es casi como un don. Seguro que pronto empezará una trama que me llevará a conocer un rival fuerte con el que tener una buena batalla de proporciones épicas, de esas que me dan fuerzas para comenzar bien animado el día que está por venir. ¡Lo espero impaciente! ¿Quién será, quién será...?

Aunque... es un poco extraño. Normalmente no me fijo en el sitio donde estoy, sólo en la gente que aparece en ella. ¿Siempre era todo azul?

- ¡Aah! -Exclamo sorprendido al darme cuenta de que hay dos personas más. Me acerco un poco a ellos, vacilante pero sin miedo.

- ¿Lo que se espera de mí...? -Repito, un poco preocupado y con la atención totalmente puesta en Dobby, el Elfo Mayordomo. ¿Qué es lo que se espera de mí? ¿¡Qué papel quiere el Destino de mí!? Ya me he cansado de que todo el mundo me trate como un delincuente, ¡no quiero pelear más!

¿La verdad? ¿Yo busco la verdad? ¿La verdad de qué? Pienso en ello mientras observo cómo las cartas se mantienen suspendidas en el aire. Se me ocurren diversos motivos en los cuales preferiría saber la verdad, pero no sé a qué verdad se refieren. Empiezo a sentirme confundido por el cúmulo de sentimientos enfrentados, hasta que Hanna se acerca y de algún modo, dejo de pensar en lo que me molesta.

- Yo no tengo miedo... -Gruño en voz baja, queriendo dejar constancia de que "miedo" no es la palabra.

- Hamasaki Souta... -Empiezo a presentarme, pero me callo al no saber qué contestar a la siguiente pregunta. ¿Por qué estoy aquí? ¿Por qué tengo la sensación de que debo pensar en qué decir? Trago saliva y cierro los puños a ambos costados. - Estoy aquí porque... porque voy a empezar de cero. Sí, voy a empezar de cero y esta vez quiero hacer las cosas bien. Usar mi fuerza para algo productivo en lugar de para intimidar.

No lo digo, porque me da vergüenza, pero también quiero amigos.

Misaki miró con curiosidad toda la habitación. Totalmente convencida de que no era más que un sueño singular, aunque todo parecía bastante real. "vaya a veces mi imaginación es sorprendente."
Agradeció que la mujer tuviera un tono agradable, ya que en parte temía que fuera una pesadilla, asumió que lo mejor que podía hacer era interáctuar con su sueño.
- Buenas, señora.

- Acércate sin miedo... el destino ha querido que hoy estés aquí, haciendo frente a tu papel en esta función... ¿o quizás no?¿preferirás ir en contra de todo lo que se espera de ti?

 No lograba entender sus palabras, así que simplemente se limitó a permanecer en silencio escuchándole mientras en su mente se iban acumulando las dudas. - "¿Papel? ¿Función? esto tiene que ver con alguna obra que hice con el club y mi mente me esta jugando una mala pasada"

No llegó a responder hasta que Hanna había llegado a su lado y le apremiaba con cariño que le diera una respuesta, no veía motivos para desconfiar de esa gente, total era un sueño.
- Mi nombre es Misaki, Misaki Kurama. - Hizo una pausa pensativa barajando la siguiente respuesta, sabía que su respuesta sonaría irónica, pero era realmente lo que pensaba y querían una respuesta de corazón. - Y creo que estoy aquí porque me volví a dormir mientras veía alguna película y junto al estrés de tener el primer día de clase mañana, me ha hecho que sueñe con esto.

Se quedó en tensión buscando otra posibilidad, esperando que la mujer le hiciera algo malo, giros en la habitación o que en cualquier momento desapareciera el suelo y comenzara a caer. Apenas estuvo callada unos segundos hasta que dio una segunda respuesta, más acorde con el sueño, encogiéndose de hombros.

- Si preguntáis por alguna habilidad personal, estuve en la escuela de teatro y no se me dio del todo mal. Si queréis que alguien interprete un papel, puedo intentarlo. - No había entendido nada, estaba totalmente perdida. - Creo que es lo que se esperaría de mí.

Tenía el uniforme colgado de una percha que oscilaba sobre la barra de la cortina y junto al futón, sobre una caja de la mudanza dada la vuelta, una fotografía en la que sus padres y su hermano sonreían en un lugar donde el tiempo no pasaría jamás.

-No puedo tener miedo, ¿no? Aquí no soy la extranjera-dijo a la fotografía mientras abría el futón y se colaba en su interior. Iluminada con la luz del móvil extendió la mano y alcanzó el marco del retrato familiar acariciando la superficie de cristal con la yema de los dedos un par de segundos antes de esconder el brazo y comprobar, por décima vez, que el reloj tuviese la alarma programada a la hora debida.

Es más fácil decirlo que remediarlo, se dijo para sus adentros mientras cerraba los ojos y sentía su cuerpo más pesado para, antes de darse cuenta, quedar profundamente dormida.

¿Qué?, abrió los ojos en la oscuridad aunque en seguida los volvió a entornar pues en vez de oscuridad había una luz azulada que bañaba la estancia y sus pupilas tardaron un poco en hacerse con la tenue iluminación. Cuando sus ojos se habituaron y enfocaron con relativa facilidad se incorporó con una sensación extraña de desorientación.
-¡¿Qué?!-dio un respingo en la cama sintiendo la piel erizarse bajo la camiseta de algodón en la que se adivinaba un logo de un centro comercial ya casi eliminado por el maltrato y los ocntinuos lavados.-¿habitación...de terciopelo?-repitió arrastrando las palabras mientras salía de lo que era una verdadera cama y no su futón.

¿Dónde estoy?, y como respuesta su mente reprodujo las palabras de la chica de aspecto amable como si aquello tuviese que decirle algo.

Se tambaleó ligeramente al incorporarse y dio dos pasos vacilantes mientras echaba mano a una de las largas trenzas rosadas en las que se recogía el pelo para dormir, la extraña pareja había empezado a hablarse entre ellos como si Ayase no fuese del todo consciente de lo que decían.

¿Más visitas?

El extraño hombrecillo pareció advertir la vacilación de la adolescente pues la invitó a acercarse aunque algo en el interior de ella opinó que era todo como una función de esas interactivas...como cuando acompañó a María y a Isabella a ver Rocky Horror Picture Show.

Tiene un aire a... pero no le salía el nombre del personaje aunque tampoco le importó. En aquella habitación extraña de ese sueño raro bien podía aparecer Alicia persiguiendo a un conejo y no le parecería absurdo.

Era  mejor eso que las pesadillas y despertarse con parálisis del sueño.

-No entiendo nada- dijo sin abandonar el tono somnoliento pero inclinándose ligeramente hacia adelante para ver las cartas con espectación involuntaria.

No recibió una respuesta sino que el tal Igor se dirigió a la joven y ésta se acercó más de la cuenta a Ayase que, en circunstancias menos oníricas, habría retrocedido varios pasos.

-¿Mi nombre? Aya...Ayase-parpadeó dos veces y rectificó al acordarse de la manera "correcta y formal" en la que se presentaban en Japón- Tsu-Tsukimiya Ayase-ladeó la cabeza sin comprender por qué estaba ahí- ¿me ha pasado algo mientras dormía y esto es como la luz y el túnel?

La habitación... le relajaba. Siempre había oído que las habitaciones de colores fríos hacían que todo fuese más relajado. Aún cuando vió a aquel ser agazapado, ya fuera por la creencia de que era un sueño o por el cansancio de la mudanza, que le había dejado con menos energía de lo normal, no estaba nerviosa. Se fijó que todavía llevaba el pijama, lo que le daba a pensar que incluso podría ser un secuestro, pero por alguna razón lo creía de verdad.

Al presentarse ambos, contestó con una sonrisa y habló en su característico modo informal.

"Mi nombre es Genkidashi Yuyuko, encantada de conoceros. En cuanto por qué estoy aquí... ¿Yo que puedo saber? Me estáis diciendo que éste sitio es para los que buscan la verdad... pero yo nunca he buscado algo tan complicado, o eso pienso. Igual hasta me sabréis decir vosotros el qué. Supongo que si busco algo... eso sería poder correr rápido, mucho más."

MIentras contestaba su rostro cambiaba de la sonrisa a una expresión dubitativa, y sus ojos no paraban de fijarse en las cartas del mayordo.

"Igor-san, ¿eso es tarot? ¿Es un adivino?"

Tanto Hana como Igor se miraron el uno al otro en cuanto escucharon tus palabras. Hana sonrió e Igor entrecruzó los dedos de sus manos en pose pensativa.

- Me hace gracia oír tus palabras porque denotan que aún no eres consciente del papel que te queda por desempeñar... hay todavía una inocencia en ti que puede ser tu mayor arma o también tu peor enemigo, todo depende de la cara de la moneda con la que quieras participar - especificó generando más preguntas que respuestas ante tales misteriosas palabras. Parecía que le había hecho gracia tu pregunta sobre si era un adivino.

- Y dime... ahora que las presentaciones están hechas... ¿podrías cerrar los ojos? quiero que pienses en algo... en algo muy importante. Quiero que pienses en tu niñez... ¿la recuerdas?¿o has perdido todo lo que ello significa? concentrate... piensa en los momentos buenos y malos de aquella etapa, piensa en tu familia, tus amigos, tu forma de ver la vida... ¿lo has logrado ya? -

Tanto Hana como Igor se miraron el uno al otro en cuanto escucharon tus palabras. Hana sonrió e Igor entrecruzó los dedos de sus manos en pose pensativa.

- Me hace gracia oír tus palabras porque denotan que aún no eres consciente del papel que te queda por desempeñar... hay todavía una inocencia en ti que puede ser tu mayor arma o también tu peor enemigo, todo depende de la cara de la moneda con la que quieras participar - especificó generando más preguntas que respuestas ante tales misteriosas palabras. Parecía que le había hecho gracia tu comentario aludiendo al "más allá"

- Y dime... ahora que las presentaciones están hechas... ¿podrías cerrar los ojos? quiero que pienses en algo... en algo muy importante. Quiero que pienses en tu niñez... ¿la recuerdas?¿o has perdido todo lo que ello significa? concentrate... piensa en los momentos buenos y malos de aquella etapa, piensa en tu familia, tus amigos, tu forma de ver la vida... ¿lo has logrado ya? -

Tanto Hana como Igor se miraron el uno al otro en cuanto escucharon tus palabras. Hana sonrió e Igor entrecruzó los dedos de sus manos en pose pensativa.

- Me hace gracia oír tus palabras porque denotan que aún no eres consciente del papel que te queda por desempeñar... hay todavía una inocencia en ti que puede ser tu mayor arma o también tu peor enemigo, todo depende de la cara de la moneda con la que quieras participar - especificó generando más preguntas que respuestas ante tales misteriosas palabras. Parecía que le había hecho gracia como habías defendido cuales eran tus aptitudes.

- Y dime... ahora que las presentaciones están hechas... ¿podrías cerrar los ojos? quiero que pienses en algo... en algo muy importante. Quiero que pienses en tu niñez... ¿la recuerdas?¿o has perdido todo lo que ello significa? concentrate... piensa en los momentos buenos y malos de aquella etapa, piensa en tu familia, tus amigos, tu forma de ver la vida... ¿lo has logrado ya? -

Tanto Hana como Igor se miraron el uno al otro en cuanto escucharon tus palabras. Hana sonrió e Igor entrecruzó los dedos de sus manos en pose pensativa.

- Me hace gracia oír tus palabras porque denotan que aún no eres consciente del papel que te queda por desempeñar... hay todavía una inocencia en ti que puede ser tu mayor arma o también tu peor enemigo, todo depende de la cara de la moneda con la que quieras participar - especificó generando más preguntas que respuestas ante tales misteriosas palabras. Parecía que le había hecho gracia tu búsqueda de ser alguien útil.

- Y dime... ahora que las presentaciones están hechas... ¿podrías cerrar los ojos? quiero que pienses en algo... en algo muy importante. Quiero que pienses en tu niñez... ¿la recuerdas?¿o has perdido todo lo que ello significa? concentrate... piensa en los momentos buenos y malos de aquella etapa, piensa en tu familia, tus amigos, tu forma de ver la vida... ¿lo has logrado ya? -

Tanto Hana como Igor se miraron el uno al otro en cuanto escucharon tus palabras. Hana sonrió e Igor entrecruzó los dedos de sus manos en pose pensativa.

- Me hace gracia oír tus palabras porque denotan que aún no eres consciente del papel que te queda por desempeñar... hay todavía una inocencia en ti que puede ser tu mayor arma o también tu peor enemigo, todo depende de la cara de la moneda con la que quieras participar - especificó generando más preguntas que respuestas ante tales misteriosas palabras. Parecía que le había hecho gracia tu deducción sobre que todo era producto de un golpe en la cabeza.

- Y dime... ahora que las presentaciones están hechas... ¿podrías cerrar los ojos? quiero que pienses en algo... en algo muy importante. Quiero que pienses en tu niñez... ¿la recuerdas?¿o has perdido todo lo que ello significa? concentrate... piensa en los momentos buenos y malos de aquella etapa, piensa en tu familia, tus amigos, tu forma de ver la vida... ¿lo has logrado ya? -

Tanto Hana como Igor se miraron el uno al otro en cuanto escucharon tus palabras. Hana sonrió e Igor entrecruzó los dedos de sus manos en pose pensativa.

- Me hace gracia oír tus palabras porque denotan que aún no eres consciente del papel que te queda por desempeñar... hay todavía una inocencia en ti que puede ser tu mayor arma o también tu peor enemigo, todo depende de la cara de la moneda con la que quieras participar - especificó generando más preguntas que respuestas ante tales misteriosas palabras. Parecía que le había hecho gracia tu manera de vivir con normalidad esta experiencia.

- Y dime... ahora que las presentaciones están hechas... ¿podrías cerrar los ojos? quiero que pienses en algo... en algo muy importante. Quiero que pienses en tu niñez... ¿la recuerdas?¿o has perdido todo lo que ello significa? concentrate... piensa en los momentos buenos y malos de aquella etapa, piensa en tu familia, tus amigos, tu forma de ver la vida... ¿lo has logrado ya? -

Tanto Hana como Igor se miraron el uno al otro en cuanto escucharon tus palabras. Hana sonrió e Igor entrecruzó los dedos de sus manos en pose pensativa.

- Me hace gracia oír tus palabras porque denotan que aún no eres consciente del papel que te queda por desempeñar... hay todavía una inocencia en ti que puede ser tu mayor arma o también tu peor enemigo, todo depende de la cara de la moneda con la que quieras participar - especificó generando más preguntas que respuestas ante tales misteriosas palabras. Parecía que le había hecho gracia tu perspicacia a la hora de saber qué responder.

- Y dime... ahora que las presentaciones están hechas... ¿podrías cerrar los ojos? quiero que pienses en algo... en algo muy importante. Quiero que pienses en tu niñez... ¿la recuerdas?¿o has perdido todo lo que ello significa? concentrate... piensa en los momentos buenos y malos de aquella etapa, piensa en tu familia, tus amigos, tu forma de ver la vida... ¿lo has logrado ya? -

Tanto Hana como Igor se miraron el uno al otro en cuanto escucharon tus palabras. Hana sonrió e Igor entrecruzó los dedos de sus manos en pose pensativa.

- Me hace gracia oír tus palabras porque denotan que aún no eres consciente del papel que te queda por desempeñar... hay todavía una inocencia en ti que puede ser tu mayor arma o también tu peor enemigo, todo depende de la cara de la moneda con la que quieras participar - especificó generando más preguntas que respuestas ante tales misteriosas palabras. Parecía que le había hecho gracia tus deducciones sobre lo que estaba sucediendo.

- Y dime... ahora que las presentaciones están hechas... ¿podrías cerrar los ojos? quiero que pienses en algo... en algo muy importante. Quiero que pienses en tu niñez... ¿la recuerdas?¿o has perdido todo lo que ello significa? concentrate... piensa en los momentos buenos y malos de aquella etapa, piensa en tu familia, tus amigos, tu forma de ver la vida... ¿lo has logrado ya? -