Partida Rol por web

Parceo... tal vez... busca en su casa... tal vez... debiera estar... cazador... Holmet... Alcalde para ello.

Guzman.... busca a Parceo... sí aquél viejo casi desdentado, el cazador, nos ha traicionado. Llévate a un par de voluntarios, tal vez necesites ayuda, búscale y traele, busca en su casa, tal vez una pista, algo sospechoso que no debiera estar en posesión de un cazador... por nada salgais de Holmet. No difundas esto... necesitaremos al alcalde para ello....

¿Traición de Parceo? ¿De qué me estás habl...? Está bien.

Autoinvitándose junto a Drassil, Jilokasina y Darius, Ulthor echó una mirada significativa a su acompañante semi-orca y avanzó hacia el interior, acompañándoles sin atisbo de sentimiento de culpabilidad o de estar lo que no debía, uno más de los invitados.

Con el ceño fruncido, observa a Guzmán mientras se aleja. Da un par de pasos y fija su mirada en Drassil. Está a punto de decir algo pero prefiere guardar silencio y se limita a seguir a su compañero elfo. Acaban de llegar y no han sido invitados, pero quiere averiguar si lo que han visto en aquella mina tiene algo que ver con ese enano destripado. Y sobre todo, si tiene algo que ver con las cabezas de su familia.

Enfundada en su capa de caza y envuelto su rostro que le da cierto aire de misterio, espera a que se diluya la gente , con pose guardiana posa ante los rezagados con su espada de dos puños junto al cadaver, una vez la mayoria se ha ido, hinca una rodilla en el suelo y hecha un ultimo vistazo al cadaver buscando pruebas (Tirada de avistar +5 en caso de ser de buscar el bono es +4)

Hecho esto se dirige con los demas hacia la alcaldia , el alcalde les aguarda en su despacho, y necesita, tras el altercado que a conmocionado a sus habitantes

El cuerpo del enano presenta mordiscos y arañazos, como si hubiese sido atacado por una bestia salvaje. Con gran pericia, la elfa se fija en una herida en la que quedó incrustado un enorme diente de una pulgada de largo. Un colmillo, aserrado y ganchudo, de una especie que Jilokasina no logra identificar.

El alcalde está en su despacho, junto al gran ventanal que hay tras su escritorio. Dos grandes librerías se extienden a cada lado de la habitación. Se vuelve, visiblemente nervioso, al escuchar a los mercenarios abrir la puerta.

Gracias al cielo que estáis aquí. Esa cruz sanguinolenta en mi puerta... Esa... Es claramente una amenaza de muerte contra mi persona. Tenéis que... Tenéis que protegerme. Él vendrá... quiero decir... el que diablos quiera que haya puesto la marca en la puerta, no se detendrá. Vendrá y me dará muerte.

Drassil entra el primero en la sala y no repara en que le siguen el doble de botas de las que esperaba, al ver a Clequetto asustado la determinación del mediano vacila levemente, más su número estaba ensayado antes de venir y de forma teatral desenvaina su espada cortando el aire frente a él y avanzando hacia el alcalde dejando la punta del arma rozando los hilos de la alfombra.

Si quería deshacerse de nosotros podría haberlo hecho de forma menos sutil

La cara de Clequetto no revela nada más que miedo por sí mismo, ni siquiera muestra extrañeza o curiosidad, parece que ni siquiera se plantea entender el significado de estas palabras así que Drassil se lo pone aún más claro

Parceo, el rastreador que nos encomendó era un traidor y un asesino, ha matado a la mitad de nuestro grupo ¿Porqué nos lo recomendó ud.? Más vale que empiece por aclarar esto o no habrá nadie esta noche para detener al hombre del saco.

Jilokasina , aguarda el momento para hablar, a descubierto algo, pero prefiere que el alcalde responda , aunque sepa de antemano que la respuesta no les aclarara nada, detodas formas aguarda con su aire misterioso apoyada  en el quicio de la puerta con su capucha puesta y algo oculta de las miradas

Parece que la discreción era propia de los elfos, pues una simple mirada a la situación hizo que Ulthor el arquero se situase también en un rincón para tratar de pasar desapercibido, dejando que los conocidos del alcalde dijeran lo que tuvieran que decir. Ese hombre mentía, era más que evidente, no hacía falta ser un elfo para darse cuenta. Y también ocultaba cosas, fruto de lo cual había muerto gente inocente. Esto era algo que Ulthor no encajaba bien, pero sabía cuál era su lugar y al menos de momento aguardaría su turno.

Vamos, mediano...-el enano gira en torno a la mesa, manteniéndola entre Drassil y él como medida de precaución-No puedes estar hablando en serio, ¿Parceo? ¿Ese ancianito? Mira... Fuisteis vosotros los que pedisteis a un guía. En este pueblo solo sé de dos personas que se aventuren a explorar el bosque... Parceo, el leñador, y Orquídea, la recolectora de miel. Y el hijo de Orquídea estaba entre los infelices que trabajaban en la mina, no puedo pedirle a la pobre que os haga de guía si está llorando la muerte de su hijo. ¡PARA YA!

Sofocado por el ejercicio al que Drassil le sometió, el viejo enano se sienta en su trono y saca una copa y un pequeño botijo de uno de los cajones del escritorio.

Veo aquí a un par de caras nuevas. Me llamo Cléquetto Partecaballos. Soy el alcalde de Holmet, nombrado directamente por el Rey. En fin, como decía... No sabía que Parceo era un traidor. Ni siquiera sé porqué nos traicionó, pero sí sé que no es el responsable de la pintada. ¿Puedo contar con vosotros para que me protejáis?

El humano, el mediano, la semiorca y los dos elfos entraron en el despacho del alcalde, por la puerta de la izquierda. Por la derecha, otra puerta permanece cerrada. En el centro, una gran escalera lleva a los pisos superiores. Brasas pega el oído a la puerta del despacho y empieza a escuchar...

Parceo-dice la primera voz-, el rastreador que nos encomendó era un traidor y un asesino, ha matado a la mitad de nuestro grupo ¿Porqué nos lo recomendó ud.? Más vale que empiece por aclarar esto o no habrá nadie esta noche para detener al hombre del saco.

Vaya, vaya... Parece que Parceo, el anciano enano que contrató a Brasas, es bastante hábil para su edad.

Vamos, mediano...-responde la segunda voz-No puedes estar hablando en serio, ¿Parceo? ¿Ese ancianito? Mira... Fuisteis vosotros los que pedisteis a un guía. En este pueblo solo sé de dos personas que se aventuren a explorar el bosque... Parceo, el leñador, y Orquídea, la recolectora de miel. Y el hijo de Orquídea estaba entre los infelices que trabajaban en la mina, no puedo pedirle a la pobre que os haga de guía si está llorando la muerte de su hijo. ¡PARA YA! Veo aquí a un par de caras nuevas. Me llamo Cléquetto Partecaballos. Soy el alcalde de Holmet, nombrado directamente por el Rey. En fin, como decía... No sabía que Parceo era un traidor. Ni siquiera sé porqué nos traicionó, pero sí sé que no es el responsable de la pintada. ¿Puedo contar con vosotros para que me protejáis?

-¿Quién era el muerto y de qué pintada estamos hablando? -inquirió el elfo, inexpresivo- Acabo de llegar y quisiera algo más de información para decidir si me implico en el asunto o no -añadió de nuevo, escueto.

Escucha a Ulthor y asiente con los brazos cruzados sobre su pecho

- Taluta busca al que cortó la cabeza a su gente, y cree que pueden ser los mismos que destriparon al de ahí abajo - con un dedo señala hacia la puerta - A Taluta le da igual quien ser ese Parceo y si alcalde paga bien, Taluta se queda a ayudar para averiguar más sobre estas muertes.

Uh... bien... El muerto se llamaba Doribius. Era el guardia encargado de vigilar la entrada al edificio desde el anochecer al amanecer. Y claro... para no ser interrumpido mientras pintaban la amenazadora equis roja en la puerta, mi hermano-¡¿hermano?!-tuvo que matarle.

El aspa en la puerta es un chiste interno, una broma macabra que le gasté a mi hermano Martíl de pequeño. Por eso sé que es él... Tiene que ser él... Viene a vengarse de mí. ¡Os pagaré! Os recompensaré con el escudo de batalla que mi padre llevó en la guerra. Es un objeto mágico muy valioso. Podéis vendérselo a Onzanio y repartir el botín. Pero primero tendréis que salvarme el cuello.

Brasas continúa escuchando del otro lado de la puerta...

¿Quién era el muerto y de qué pintada estamos hablando? Acabo de llegar y quisiera algo más de información para decidir si me implico en el asunto o no.

Taluta busca al que cortó la cabeza a su gente, y cree que pueden ser los mismos que destriparon al de ahí abajo. A Taluta le da igual quien ser ese Parceo y si alcalde paga bien, Taluta se queda a ayudar para averiguar más sobre estas muertes.

Uh... bien... El muerto se llamaba Doribius-es la misma voz del que se presentó a sí mismo como Cléquetto Partecaballos-. Era el guardia encargado de vigilar la entrada al edificio desde el anochecer al amanecer. Y claro... para no ser interrumpido mientras pintaban la amenazadora equis roja en la puerta, mi hermano-¡¿hermano?!-tuvo que matarle. El aspa en la puerta es un chiste interno, una broma macabra que le gasté a mi hermano Martíl de pequeño. Por eso sé que es él... Tiene que ser él... Viene a vengarse de mí. ¡Os pagaré! Os recompensaré con el escudo de batalla que mi padre llevó en la guerra. Es un objeto mágico muy valioso. Podéis vendérselo a Onzanio y repartir el botín. Pero primero tendréis que salvarme el cuello.

El arquero elfo no pudo sino arquear una ceja, incrédulo. Un escudo mágico. El peor de los escudos encantados que pudieras encontrar podía alcanzar, al menos, medio millar de monedas en el mercado, posiblemente más en una ciudad con salida para esos artículos. Lo que le sorprendía realmente es que estuviera dispuesto a desprenderse de él, siendo como decía una reliquia familiar. Aunque claro, estaba en juego algo todavía más valioso, su propio cuello... Meditabundo, Ulthor guardó silencio.

Drassil dió una vuelta sobre sí mismo masajeando sus sienes- No sabeis qué traición urdió Parceo, ni os importa... ¿Como llegasteis a ser alcalde? - Clequetto empieza a ruborizarse tal vez por la furia verbal que estuviera a punto de descargar sobre el impertinente mediano, pero éste es rápido y procura mantener la enlentecida mente del alcalde siempre ocupada - Pues bien, hay un ejército en el bosque esperando caer sobre Holmet, una especie de... ¿trogloditas deformes? Wurds dijeron que se llamaban- Drassil buscó en Darius y Jilokasina la aprobación a la descripción más cercana que hubiera podido dar - En una rápida vuelta tratando de recoger los cuerpos de nuestros caídos Darius y yo vimos alguno de sus cabecillas...

Uno de ellos proviene de una tribu de guerreros muy lejana, y ignoro por completo sus intenciones ni motivaciones para atacar Holmet, un humanoide alto y embutido en una armadura completa dijo algo de recuperar su montaña.

Hablaban acerca de que tenían un poblado, de forjas y famílias listas para destruir todo este pueblo... creo que la marca en su puerta no debería ser el más prioritario de sus problemas si pretende seguir siendo alcalde.

Jilokasina sale del segundo plano en el que estaba envuelta, se acerca al alcalde decidida , como si estuviera enfadada con el y fuera a golpearle, mal no le vendria pues a los ojos de la paladina esa cobardia y sucinta impureza etica del alcalde bien lo valia

En vez de eso , dio una palmada sonora en la mesa , retiro la mano y habia algo, era blanco y pequeño , lo que parecia ser un diente

Inspeccione el cadaver el cuerpo del enano presentaba mordiscos y arañazos, como si hubiese sido atacado por una bestia salvaje. Me fije en una herida en la que quedó incrustado un enorme diente de una pulgada de largo. Un colmillo, aserrado y ganchudo, de una especie que  no logro identificar.¿Alguien tiene alguna idea? ¿ y tu Clequetto que mas sabes que no nos dices? NO nos ocultes nada o no te protegeremos

Finalizo ella en tono mas alto que el resto de lo que dijo con el dedo firme apuntando al alcalde