- ¡¿Pero que...?! Wilbur se acerca a la boca de la mina, de la que mana abundante humo, y grita hacia el interior. - ¿Qué coño pasa por ahí abajo? ¿Necesitáis ayuda? De la que espera respuesta se gira hacia el exterior y echa un vistazo, por ver si alguno de sus compañeros o cualquier ser viviente (no vegetal) está por los alrededores.
Motivo: Avistar
Tirada: 1d20
Resultado: 11(-1)=10
No hay respuesta al ofrecimiento de Wilbur. Fuera, todo parece normal: los tres mercenarios, el carro, los bueyes atados al árbol, las tres sacas... Lo único que diferencia este cuadro al anterior es el humo negro que asciende en el cielo. Incluso éste, poco a poco, se empieza a difuminar.
Unos minutos después, el aire de la entrada ya está limpio. El sol casi está en el cenit, y sus rayos no están lo suficientemente oblícuos como para iluminar el primer tramo de la mina, pero hay suficiente claridad como para ver que ni la vía ni los pilares de madera que refuerzan el túnel han sido dañados por la explosión.
¡Por todos los dioes! ¿Qué ha sido eso? ¡¿Un derrumbe en la mina?!
Sin perder más el tiempo el montaraz emprende el regreso a la mina, procurando mantenerse oculto lo mejor posible sin aminorar mucho la velocidad.
Echemos un vistazo coemnta Valandil, quién ya hacía tiempo que había terminado de preparar sus conjuros diarios
- Creo que alguien debería de quedarse fuera para montar guardia por si vienen los bandidos... y también para poder ir a por ayuda en caso de que haya un derrumbe y quedemos nosotros también atrapados.
Finalmente llega Borateo, encontrando los exteriores de la mina tal y como los dejó. La única diferencia es que sus compañeros están algo más activos.
Borateo, menos mal que has vuelto. Hubo una explosión en la mina. Ahora íbamos a entrar a ayudar. Si quieren, me puedo quedar aquí fuera, por lo que ha dicho Wilbur: lo de montar guardia y evitar que quedemos todos atrapados si hay otro derrumbe.
Roger pnjotizado.
Valandil, ¿la lista de conjuros para hoy es la que tienes en tu ficha?
Hágase pues como dices responde el druida sin apenas volverse cuando Wilbur abre la boca y se encamina hacia la entrada de la mina. ¿Todo en orden en los alrededores, Borateo?
conjuros actualizados en la ficha. Pensé que lo había hecho el otro dia pero debí olvidarme
Borateo llega lanzando miradas detrás suyo.
- Alguien avanza en dirección a la mina.
Dice un tanto hosco y cuando parece que no vaya a decir gran cosa más añade, recuperando el aliento.
- Estaba indagando más acerca de que se trataba, pero el sonido del derrumbe me ha hecho venir. Antes d evenir logré ver de que se trataba de un reducido grupo, como mínimo dos tipos. Uno era un humano con armadura de metal, el otro diría que un semielfo. El hombre arrastraba un cuerpo.- Dice con tono lúgubre.- Me acerqué lo suficiente como para escuchar parte de la conversación. Hablaban algo acerca de que no sabían sanara y de que... habían desenterrado algo.
Mirando a los presentes, como le contemplan de forma aspectantes. Finalmente añade.
- Entonces hubo el derrumbe y decidí venir lo más rápido posible. Ellos van en esta dirección.
- Supongo entonces que no tardarán demasiado en aparecer... ¿Viste si reaccionaron de alguna manera particular ante el estruendo de la explosión?
El montaraz niega con un gesto agrio.
- Di como prioridad el acercarme lo más rápido posible sin llamar la atención.
Lanzando una mirada significativa y a la mina añade.
- Qué ha pasado, necesitan ayuda allí dentro o se las apañan. En cualquier caso propongo no dejar la entrada sin custodio alguno.
- Aun no hemos bajado... pero si queréis me asomo yo mismo. Quizá vosotros podríais esperar escondidos a ver que hacen esos tipos nuevos, pero vaya, siendo solamente dos no creo que vayan a ser los famosos bandoleros esos que buscamos.
Wilbur se queda mirando a la negra boca de la mina, como mentalizándose y cambiando el chip de hechicero por el de minero.
El joven mira por los alrededores buscando con la mirad a Roger.
- ¿Y el juglar, dónde está?
Dice a nadie en concreto mientras asiente a Wilbur.
- Ve a dar un vistazo, yo me quedaré por aquí aguardando a que lleguen esos tipos. Cuando veas al capataz de los mineros, coméntaselo, quizás esté al corriente.
- Vale, voy a ver que se cuece ahí abajo...
Wilbur echa a andar hacia la mina con decisión.
Supongo que el detalle de como va a ver en la oscuridad de la mina será algo para lo que Wilbur tendrá previsión ¿No?
¿Qué me quieres, lancero? Ya no tengo mi laúd para entretenerte. Y tampoco es el momento más apropiado para ello.
Mientras, Wilbur coge del carro una linterna sorda y la llena de aceite. La llama palidece con la claridad del exterior, pero dentro de la mina iluminará donde fuera lo hace el sol.
El hechicero les abandona y se interna en la boca de la mina.
Por cierto, todavía pnjotizado.
El primer tramo de la mina está iluminada con la claridad del exterior. Tras un recodo, todo se torna negrura, salvo lo que a tu frente te señala tu linterna sorda con su luz. A medida que te internas, las vías parecen estar en perfecto estado. Los travesaños de madera van sucesivamente deteriorándose, según más próximos estuvieron al origen de la explosión.
El túnel se bifurca y también lo hacen las vías. A la izquierda, un túnel no tan ancho como el principal. Por el centro, un humano con ropas de minero está tendido en el suelo, y la vagoneta está volcada más allá de él, con escombros derramados sobre el suelo.
Me acerco andando a buen ritmo (pero sin correr) hasta el humano tendido. Al llegar a su lado, observo sus heridas y, si se trata de las heridas que cabría esperarse tras haber sido expuesto a una explosión, me reclino sobre el, tratando de discernir si aun vive. - ¿Cómo te encuentras? ¿Sabes que ha ocurrido? ¿Donde están los demás?
Quizás tu magia sea mas válida aquí, Wilbur. Y mis conocimientos de curación serán de mas utilidad en el interior de la mina, además de que tengo una mejor vista que tú en la oscuridad. Debería ser yo el que me acerque al interior. comenta valandil.
Pero Wilbur estaba determinado a entrar. Así, un antiguo minero y un sanador formaban el tándem perfecto para una misión de rescate. Roger y Borateo se quedaron en el exterior de la mina, montando guardia a la espera de que pronto tuvieran una visita no deseada.
Edité las dos escenas de la mina para que Valandil también pueda verlas. Ahora, Wilbur y Valandil están en la mina juntos.
Los temores de Wilbur son acertados. Es una explosión la que ha abatido ese cuerpo, tiznándole su piel y sus ropas de negro. A pesar de lo demacrado de su cuerpo, todavía se le puede reconocer como uno de los mineros que iba con vosotros. El cuerpo del minero intenta hablar. Sus labios se abren y se cierran intentando...
¡Intentando morder!
Motivo: Ataque sorpresa contra Wilbur
Tirada: 1d20
Dificultad: 10+
Resultado: 9(-2)=7 (Fracaso)
Si quieren luchar, tiren iniciativa.
Motivo: Iniciativa
Tirada: 1d20
Resultado: 7(+2)=9