Partida Rol por web

Lott quedó algo sorprendido, pues aun no había tenido tiempo de tocar a la puerta  cuando esta se abrió. La mirada del clérigo buscó a la sus compañeros por un instante, pero pronto volvió la atención hacia la niña. Los ruidos que parecían venir de la calle contigua, casi como si arrastraran algo o a alguien, tendrían que esperar.

- ¿Estás bien niña? Preguntó el grandulón intentando dulcificar la voz tanto como pudo. En el fondo, aunque era un joven rudo y distante, era un gran trozo de pan.

- ¿Es aquí donde vive Lyranden? Así de directo, sin sutilezas, sin preguntarse si sería apropiado. Lott era un tipo directo.

No está aquí-dijo tímidamente tras asentir a la pregunta de si aquí vivía Lyranden.

La voz de una anciana se alza desde lo más profundo del barracón.

¡NIÑA! ¿QUIÉN ES? DÉJALE PASAR, SALGO ENSEGUIDA.

La pequeña mantiene los ojos clavados con desconfianza en los tres desconocidos, y les abre la puerta del todo. Dentro se pueden ver largas mesas y bancos en lo que debe de ser un comedor comunal.

Sabemos que no está Lyranden-susurra a sus compañeros-, ¿realmente queremos entrar y toparnos con los otros?

Pero por lo poco de comedor que se ve desde la calle, por lo menos en la entrada no están. Ni Borateo, ni Wilbur, ni ningún otro.

Lott miró un momento a Orodret, y asintió con la cabeza con rostro serio y severo. Sus facciones cambiaron al volver su atención a la niña pequeña que había abierto la puerta.

- ¿Y puedes decirnos tú donde podemos encontrarlo? El clérigo se inclinó un poco para acercarse más a la altura de la niña, y no parecer tan intimidador.  – No tenemos tiempo de quedarnos a charlar, y encontrar a Lyranden es apremiante para nosotros. El tono de voz de Lott era tan dulce y conciliador como entes.

Aunque ni Borateo, ni Wilbur parecían estar allí cerca, los ruidos que había escuchado, hacía tan solo un instante en el callejón cercano, hacían que no acabara de fiarse de la situación. Lott permanecía alerta.

Mmmmmmh...

La frente de la niña se arrugó, como si intentara recordar... pero en lugar de eso suelta una rima infantil.

"Vuelve del plato de oro,

sin que hubiera llegado.

Cotorrea como un loro

con el que ha esperado".

Lott miró a sus compañeros de soslayo. - ¿Os dice algo esa rima infantil? Preguntó a sus compañeros, para rápidamente volver la mirada hacia la niña. - ¿Qué significa eso? ¿ Es una poesía o una especie de contraseña? Las facciones del clérigo dibujaron una sonrisa paternal, aunque por su edad poco sabía de ser padre.

Por un momento Lott temió que la niña estuviera en peligro, e intentó mirar con mayor detenimiento lo que había tras la puerta. - ¿Seguro que estás bien niña?

¿Qué significa eso? ¿ Es una poesía o una especie de contraseña?

La niña se limita a encogerse de hombros, sin decir nada.

¿Seguro que estás bien niña?

Pero en lugar de responder, la pequeña volvió la cabeza hacia el fondo del comedor por un instante, y luego miró de nuevo a los tres extraños.

El mediano permanecía atento ante las palabras del cl;erigo, su empatía con él era tal que por momentos parecía leerle los pensamientos. un escalofrío recorrió su espina al imaginarse a la pobre niña siendo torturada, violada, castigada o cosas peores; era de saberse los crueles rituales de los seguidores del principe demonio.

Sin decir palabra alguna, el mediano intenta empinarse y buscar algo con su mirada al interior de la casa, pero sin ver nada, hace con la mirada un gesto a su compañero para salir de allí, algo no andaba bien, pero tampoco quería averiguarlo estando en terreno del ¿Enemigo?.....

Por más que estiraban el cuello y forzaban la vista, el hueco de la puerta no mostraba más que las mesas de comedor y, a lo lejos, el tabique del fondo se interrumpía para ir a lo que debería ser otro módulo del barracón.

Por otro lado, los ruidos que venían de la calle contigua, más allá de la esquina, habían terminado sin que los aventureros hubiesen podido curiosear qué lo originaba.

No había conseguido ver nada extraño, pero un instinto primario le decía que algo no iba bien. El primer impulso fue entrar a la fuerza en aquel lugar y averiguar que estaba pasando. Si, ese fue el primer impulso, pero respiró profundamente un par de veces y se serenó.

- Gracias por tu ayuda niña. Dijo Lott con una forzada sonrisa en su mortecino rostro.
El clérigo esperó a que la niña cerrara la puerta y desapareciera tras de ella, para girarse hacia sus compañeros con el rostro serio y preocupado.

- Algo ocurre, algo que no me gusta nada de nada… El tono, por lo general enérgico y severo de Lott, se había transformado en un susurro apenas audible. Sus ojos miraban a un lado y al otro, como si en cualquier comento pudieran caer sobre ellos decenas de servidores de Orcus , ocultos y acechantes entre las sombras.

- ¿Cuál creéis que debe ser nuestro siguiente paso?
 

El mediano devuelve la mirada desconcertante a su amigo -Sin duda, nada normal ocurre dentro de ese barracón!!, pobre niña -se queja sin saber siquiera lo que la pobre podria estar (o no) sufriendo.

El mediano empieza a caminar sin dirección aparente por la calle, pensativo, nunca había sido un lider como su antigua amiga Lynn, drástica y firme con sus desiciones, pero siempre sabiendo cual era el siguiente paso.... -No lo se amigo mio -responde finalmente una vez alejados varios metros del barracón, soltando un profundo suspiro -No lo se, pero ya tenemos por donde empezar, creo que en el interior de este barracón suceden mas cosas que las que se dejan ver, quizá podriamos buscar un.... -realiza una pausa por unos instántes, observando algun lugar como un callejón desde el cual pudieran establecer un puesto de vigilancia -...Algún sitio desde donde podriamos esperar por el semielfo ese, y pillarlo cuando salga y poder ganarnos su confianza, empezando cn el mensaje que ledizhia le ha mandado, que opinas??, quizá también podriamos regresar a la posada y buscar algo de financiamiento ante el afeminado recaudador para poder conseguir algo de información en las tabernas.

Otro suspiro sale de sus pequeños pulmones mientras lleva su dedo indice derecho a la cabeza y empieza a rascársela, clara señal de que no sabia que hacer..... y su compañero lo había notado.

- Vallamos al callejón donde se oían aquellos sospechosos ruidos… Tal vez encontramos algún tipo de indicio… Aunque no parecía del todo convencido de la utilidad de lo que aquel plan. – Y podemos montar guardias… Porque no… Por alguna razón, Lott era reacio en confiar más en Gregor.

Lott se sentía tan desconcertado como Alton parecía. Y estaba dispuesto a agarrarse a cualquier indicio que le ayudara a resolver aquel acertijo.

No es por aguaros la fiesta, pero os recuerdo que somos unos inútiles en esto de pasar desapercibido. La última vez estuvimos cerca de la nidada de avestruces y fue Drassil el único que se pudo acercar sin ser visto. ¿En serio nos vamos a poner a escudriñar tras una esquina esperando que no nos vean?

Tras unos minutos sin ponerse de acuerdo, el grupo decide de momento ir a descubrir el origen de los ruidos. Pero cuando tuercen la esquina, en lugar de un estrecho callejón se encuentran con una amplia avenida vacía que lleva hasta el final del pueblo.

Bueno, ¿y ahora qué?

- Ahora nada. Refunfuñó el clérigo con bastante mal humor.

La verdad es que el elfo tenía razón, no es que fueran un derroche de virtud en cuanto a sigilo y pasar desapercibidos. No, ahora mismo no parecía la mejor idea.

- Estoy bastante desorientado, la verdad. Lott cruzaba sus musculosos brazos sobre su pecho, con el ceño fruncido y cara de pocos amigos. Le parecía estar perdiendo el tiempo.

- ¿Y sin nos dedicamos a preguntar por el paradero de los dos adoradores de Orcus? ¿Cómo se llamaban…? Rumió un instante. - ¿ Borateo y Wilbur? Creo que si. Alguien del lugar tiene que saber algo de ellos. Y si son gente decente, nos ayudarán a dar con ellos.

Lott miró a su alrededor, estudiando las casas de los alrededores, buscando la más adecuada para empezar a hacer preguntas sobre los dos tipos indeseables.

- Esa casa. Señaló la más grande de la zona, pero la había elegido al azar. - Seguro que allí  nos dicen algo útil. Tal vez nos puedan contar algo sobre la niñita… La preocupación cruzó el rostro del grandullón y joven clérigo.

Algo no le sonaba al mediano del plan de Lott, podrían llamar mucho la atención si preguntaban a la gente asi como asi sobre temas tan delicados y oscuros, quizá mas atención de lo que desearían; pero era verdad que tampoco tenía un plan mejor que eso, así que con una mirada poco convencido asciente a su compañero.

-Quizá algún vecino pueda decirnos algo de ese barracón, pero debemos ser sutiles, uno nunca sabe cuando puede estar hablando con el enemigo.... pero creo que conseguiriamos mas información del culto en alguna taberna, o quizá podamos..... no mejor no, sería muy arriesgado!!.
Sigo creyendo que nuestra mejor opción es Lyrander, él puede hacer inteligencia desde dentro e informarnos de todo lo que sucede, pero primero hay que ganarse su confianza, tarea nada fácil, pero tarea que hay que hacer en nombre del invencible!!
 

La casa más grande de esa calle, es en realidad un almacén de grandes puertas. Su pared está cara a cara con la entrada al barracón, pero para entrar en el almacén hay que ir por la gran avenida.

De hecho, esta zona está llena de edificios con tosco aspecto, grandes puertas y sin ventanas. Haciendo dos intentos en viviendas cercanas, se observan jardines mal cuidados, cristales de ventanas rotas y un interior lleno de polvo y telarañas.

La casa más grande... La casa más grande...

La casa más grande que se puede ver queda un poco a desmano, pero es muuuuuy grande. Tres pisos, más de lo que es habitual en las casas que le rodean. De hecho, por eso Lott la vió, porque sobresalía por encima de los demás tejados. El pueblo es pequeño, así que solo hay que cruzar un par de calles para llegar a la entrada señorial del edificio.

La planta baja no tiene ni puertas ni ventanas, tan solo unas escaleras que llevan a la puerta, ya en el piso inmediatamente superior. A uno y otro lado de la puerta hay amplias balconadas bajo techo cubierto. En una de esas balconadas, tras la balaustrada de piedra, puedes ver una mesa de madera y un par de sillas.

En las escaleras, un hombre grande sube y baja jugando con sus pasos, con la mirada atenta a la punta de los pies. Sus manos mueven una lanza en una especie de ejercicios de coordinación, o tal vez solo un entretenimiento para pasar el rato. Al volver a descender las escaleras, el lancero les ve.

Oh... estooo... Hola. ¿Veníais a hablar con el alcalde?

Las sabias palabras de Alton aun revoloteaban en la mente del impetuoso clérigo. Qué bien le habría venido la templanza de los años a Lott, pero ahora mismo no tenía tiempo de madurar. Quería erradicar el culto maligno de Orcus.

Los pasos distraídos les llevaron hacia la casa más grande, al parecer la del alcalde, y las palabras de aquel enorme lancero le sacaron de su ensimismamiento.

- ¿El alcalde? La cara de Lott reflejó algo de contrariedad. No es que lo le cayeran bien las autoridades, es que no sabía en que podría ayudar el alcalde. – Tal vez tú mismo nos seas de ayuda. Con las palabras de prudencia de Alton aun en sus oídos, solo se le ocurrió preguntar por la niña que acababan de conocer. - ¿Conoces a una niña que vive cerca de aquí…? Lott intentó indicar el lugar donde vivía la niña

Perdona, pensé que veníais a ver al alcalde. Es la historia de mi vida, amigo. Los extranjeros o venís a hablar con el alcalde o a preguntarme por alguna dirección. Pero mientras pueda ser útil...

El hombre asiente a medida que Lott le formula la pregunta, mirando al lugar indicado.

¿Te refieres a Olgarrietta, una niñita enana con el pelo recogido en una larga trenza? Por esa zona también vive July, una niña humana de pelo negro con dos coletas. ¿A cuál de las dos te refieres?

Le cambia la cara cuando se le cruza por la cabeza la peor situación.

¿Les ha pasado algo a una de ellas? ¡Es terrible! ¿Qué ha ocurrido?

- Era humana, si, pero no morena… Tenía los ojos claros, y el pelo castaño claro… Lott intentó describir a la niña que habían visto lo más detalladamente posible.

- ¿Te suena de algo esa descripción? El clérigo empezaba a temer que la niña no fuera del lugar y que nadie supiera quién era. Ya que por lo visto el guardia estaba muy bien enterado de quien vivía en el lugar.
 

Violette... Sussan... Josephine... Hay varias. Bueno, de la edad que me describes solo pueden ser Violette y Josephine.

Pero no entiendo, ¿a qué vienen estas preguntas? ¿Sois... pederastas?

No es para menos, no debe de ser normal que unos extraños anden preguntando por niñas pequeñas en un pueblo decente. Pero que el guardia lo pregunte abiertamente también da idea de lo inocente o idiota que es. ¿Acaso espera que un pederasta de verdad le responda "sí, lo soy"?