Partida Rol por web

Lott se refrenó para no saltar encima del guardia y arrancarle la poca sesera que tenía. Respiró profundamente y mantuvo la compostura.

- Mi buen señor… Entonó despacio las palabras. – Temo que la niña en cuestión corra peligro. La cara del clérigo era sería, y empezaba a creer que Alton tenía razón, y estaba perdiendo el tiempo. - Estamos buscando a un tal Lyrander, y su búsqueda nos llevó hasta la casa de la niña. Lott creyó que lo mejor era dar algunas explicaciones coherentes. – Tenemos la sospecha que bajo el mismo techo en el que se encuentra la niña, habitan servidores de Orcus.

Ya estaba, si pretendían llevar aquel asunto con subterfugio, la bocaza de Lott lo había echado a perder.

El mediano se limitaba a observar a su compañero, su mente se encontraba en otra cosa, no sabía el porqué pero la rima de la pequña niña se le había pegado, estaría intentando decir algo?

"Vuelve del plato de oro,
sin que hubiera llegado.
Cotorrea como un loro
con el que ha esperado".

Quizá la mente del mediano ya estaba curtida en las aventuras y en las historias que escuchaba a menudo, lo mas probable era que se tratase de eso, una rima infantil.

Suelta un bufido al no hallarle sentido a las palabras por lo que regresa su atención a su compañero, iba a hablar cuando la sorpresa de la última frase de su compañero lo coge desprevenido, solo puede tener una sombria cara de desconcertación, pero logra fijarse en la expresión del moreno con el que trataban, a veces, las expresiones decían mas que las palabras.

...........La lengua miente, el cuerpo no!!

Y ese tal Orcus... ¿es algún dignatario de la capital para tener a su cargo varios sirvientes? ¿Algún ricachón?

Por lo que puede ver Buenbarril, el lancero no se está haciendo el remolón. Simplemente no sabe de qué le están hablando.

Conozco a un Lyranden, a lo mejor se trata de la misma persona que vuestro Lyrander. Se reunió con el alcalde hace un par de días. Vino con un grupo numeroso. Algunos se fueron hacia allí, y otros hacia allá. Señala dos direcciones opuestas. Una al este. La otra, al oeste, hacia el barracón en el que está la niña. Lyranden se fueeee... hacia el oeste.

- ¿Y sabes si ese Lyrander que conoces, iba con unos tipos llamados Borateo y Wilbur? Continuó interrogando al guardia. – Pues esos tipos son, precisamente, los que creemos que son peligrosos, y dar con ellos es de vital importancia.

El guardia parecía un simple, pero parecía estar bien informado. Además, no daba la sensación de que estuviera mintiendo no echando pelotas fuera.

- ¿Sabes si donde se encuentras esos dos hombres, o hacia donde fueron?

Lott intentaba mantener la compostura y la paciencia. Su cota de malla tintineaba con cada pequeño cambio de postura que hacía el clérigo. El sutil sonido empezaba a caldear la sangre del joven clérigo, al cual no le gustaba perder el tiempo.

El mediano desenfunda su arma letal: Una afable sonrisa, la misma que hizo que Lynn aceptara un mediano en su grupo, ante el desacuerdo del resto.

-Mi buen amigo, ¿como me dices que te llamas?.... Mi nombre es Buenbarril, Alton Buenbarril, y este es mi buen amigo Lott, Lott jmmm... hijo de..... -Ya no recordaba el segundo nombre ni el apellido ni siquiera el apodo de su gran amigo clérigo -Olvidalo, solo Lott. Verás, somos adoradores de nuestro señor Heiruneous, el ionvencible, y velamos por su justa causa, sabes que Dios es, verdad?? Mira, este es el simbolo que lo identifica -Señala el simbolo que cuelga Lott del cuello -Entenderás que somos forasteros y que lo único que nos interesa es encontrar a ese semielfo de cicatriz en cara que se llama Lyranden, parece que tu lo conoces y quiza puedas ayudarnos en esta empresa, necesitamos llevarle un mensaje de vital importancia, verás que si cnoces a nuestro dios, sabes que no mentimos y que la palabra y el honor son cosas de gran trascendencia. Podrias ayudarnos cn algo e información de este semielfo??, amigos, lugar de residencia, rutinas, trabajos..... tu ayuda sería bendecida por el invencible allá en el plano celestial.

A ver... No tengo ni idea de quién es ese Heironeous vuestro, pero vosotros no me parecéis malos tipos. Claro que Borateo tampoco me pareció un mal tipo. Estuvo jugando conmigo a las tabas a comienzos de esta semana. Fue una mañana entretenida...

Cerró los ojos, como intentando recordar o unir las piezas de un rompecabezas.

Borateo se fue para allá, con Lyranden. Wilbur... no estoy seguro, pero creo que también... Re... recuerdo que el alcalde salió a reunirse con ellos en una ocasión... Eso fue... un par de días atrás, quizás. Me dijo que iba a estar en el viejo barracón de los mineros.

Y la gente que buscáis son todos extranjeros...

Los hombres que buscáis pueden estar allí, en el barracón. O pueden alojarse en la posada del pueblo, el Vélvet Azul, y ser el barracón un punto de reunión... Y Willemberg también habló con ellos, así que pudo ofrecerles alojamiento. Willemberg es un mediano. Regenta una tiendecita de cacharros en la plaza del Yunque.

Y en algún lado fuera del pueblo, una banda de elfos ladrones tienen un campamento. Si Borateo, Wilbur y Lyranden son malas personas, a lo mejor están viviendo con los ladrones.

El viejo barracón está hacia la derecha, por donde se fueron Lyranden y compañía. La tienda de Willemberg está hacia la izquierda. La posada... no sé si la habéis visto al llegar al pueblo. Está por allí, hacia el sur.

Prácticamente os ha dado todas las direcciones posibles. Solo falta el norte, pero al norte hay un lago, parece un sitio muy húmedo para vivir. La posada es la misma en la que os reunisteis con Gregor, y es poco probable que se alojen allí sin que el recaudador de impuestos lo sepa. El barracón del oeste, por la descripción, es en el que estaba la niña. A la plaza del Yunque se llega cogiendo una calle hasta la plaza del Martillo, y desde allí solo hay que coger la avenida más ancha para llegar a la plaza en la que Willemberg tiene su negocio. Ambas plazas tienen unas esculturas con los utensilios que le dan nombre, así que no tiene pérdida.

El campamento de los elfos ladrones... venís de allí.

Lott se sorprendió gratamente al recibir toda aquella información. Le había cogido tan por sorpresa que se quedó ahí plantado sin saber que más añadir. Sin duda Alton tenía lo que se llama don de gentes, un don que a él le faltaba, y mucho.

Después de unos momentos reaccionó. – Esto… Gracias… Gracias por la información… Casi balbuceó las palabras.

Miró a sus compañeros interrogativo, pues era hora de decidir que hacer con la información recibida. Pero sería mejor no ponerse a anunciar sus planes delante del guardia, pues al parecer era propenso a contar las cosas a desconocidos. Y habían tenido suerte por ello.

El mediano hace una venia en agradecimiento al hombre moreno, como era su costumbre, lleva su mano a la bolsa de monedas, pero al verla tan ligera no pudo evitar su cara de fastidio.

-Mucas gracias mi buen amigo, nos has ayudado bastante -El mediano ofrece su mano para ser estrechada. -Confío además, mi buen amigo, que esta reunión de amigos quedará en secreto, no es asi??, no le dirás a nadie que estuvimos aquí, verdad?? -El mediano se despide y emprende su marcha en dirección a la plaza del yunque, una vez lejos de miradas curiosas, vuelve su palabra a su compañero.

-Algo no me cuadra amigo mio!!, el alcalde reunido con esos matones?, esos adoradores del mal?, esto empieza a no gustarme nada, vamos con ese mediano a ver que nos puede decir, al meternos de lleno en esto, debemos tener cuidado, los agentes del mal son numerosos y siempre dispuestos a exterminar la luz de la justicia, debes tener tu maza siempre a mano, si bien soy bueno con la lengua, no lo soy tanto con el brazo....

Lott siguió a su amigo, y escuchó atentamente sus palabras. Pues el clérigo creía haber salido bastante airosos de aquella improvisada entrevista, o velado interrogatorio. No había caído en la complejidad del asunto. Por suerte para él, Alton había percibido algo extraño en todo aquello. Si, Lott era afortunado de ir con alguien tan avispado y observador como Alton.

- No me había percatado de lo que dices… Pero es cierto, tenemos que andarnos con ojo. Dijo con el semblante serio y pensativo.

Caminando un rato más, los tres aventureros llegan a su destino. La plaza del Yunque. Debe de ser la plaza del yunque, porque hay un yunque en el centro... Tras preguntar, los lugareños señalan la tienda del mediano que todos buscan.

Al cruzar el umbral, el género se reduce a porquería y chatarra. Herramientas... objetos de cerámica... equipo básico de aventurero... Es un popurrí de mercancía, y está todo muy mezclado. ¿Cómo es posible encontrar nada aquí?

Vaya... ¡Clientes! Eso es estupendo... Y no sois del pueblo. Parece que el flujo de viajeros con la capital se está reestableciendo poco a poco. Bien. Eso es bueno.

¡Bienvenidos a la tienda de Willemberg! ¡Willemberg soy yo! ¿En qué puedo ayudarles?

Al llegar al lugar, el joven clérigo miró algo desconcertado el lugar. Demasiado caos para su gusto. Su ceño se frunció es señal de desaprobación, casi como acto reflejo. La voz del tendero sacó de sus propios pensamientos a Lott, que se apresuró borrar cualquier gesto de descortesía de su rostro.

El clérigo saludo con una leve y amable inclinación de cabeza a Willemberg. Esta vez prefirió no iniciar la conversación, pues no estaba especialmente orgulloso de cómo había llevado el anterior intercambio de información. Esta vez prefirió que Alton llevara la voz cantante.

-Saludos amigo Willemberg, mi nombre es Alton Buenbarril, él es mi compañéro Lott y somos sirvientes del invencible -El mediano comenzaba a cansarse de presentarse de la misma manera tan seguidamente, pero bueno, así era él, si conociera a todos los habitantes del pueblo, así se presentaría -seguimos fielmente su causa, este es nuestro sirviente Orodeth.

-Verás amigo, todo en este local está muy bonito, pero....... de casualidad no tendrás algún cepillo de finas cerdas para mi cabello?? -Un ligero codazo de su compañero semi-muerto lo hacía cambiar de tema, no sin antes lanzarle una disimulada cara de reproche amigable.

-Verás, estamos buscando a un amigo, tenemo información de que quizá tú lo podrías conocer ya que recientemente se te ha visto hablar con él.... su nombre es Lyranden, un semielfo de cabello plateado y con una fea cicatriz en la cara.... sabes a quien me refiero??.

¡Un cepilloooo...! ¡Sí, por supuesto! ¡Marchando un cepillo!

Willemberg trastea de aquí para allá buscando el objeto deseado.

¿Lyranden? Lyranden... Lyranden... No, no me suena. Bueno, puede que sí. La descripción es muy específica. El cepillo-dice sin venir a cuento-cuesta una pieza de plata. Si lo consigo encontrar... ¿Porqué buscáis a esa persona?

Aún no se ha detenido ni un solo momento. En algún lugar de tanta basura tiene que haber un peine, el problema es encontrarlo.

Lott cruzó sus musculosos brazos sobre el pecho, en posición de espera paciente, y en esta ocasión no tenía la intención de abrir la boca, pues ya había metido suficiente la pata por hoy. Aunque pensándolo con frialdad, no parecía que sus indiscreciones con el guardia hubieran alterado mucho al hombre. No, más bien había parecido que poco o nada le importaba el tema del maligno dios Orcus.

Lott frunció el ceño pensativo, mientras el mediano buscaba el peine que Alton había pedido.

- Necesitamos dar con él, tiene cosas que contarnos. Quería no decir nada, y dejar que Alton llevara la conversación… Pero era una pregunta tan directa, tan fácil… Que apenas se dio cuenta al contestar.

Ehrm... Lo buscáis por algo bueno, espero... Lo siento, pero no sé si debería confiar en vosotros. No quiero meterme en ningún lío ni enemistarme con nadie por hablar más de la cuenta.

Los ojos de Willemberg se pierden más allá de vuestras espaldas...

Menuda coincidencia. Yo estoy como Willemberg: tampoco sé si debería confiar en vosotros. ¿Quienes sois y qué queréis de mi?

Cu... cuidado con lo que hacéis y lo que decís... Este cabrón ha puesto un arma puntiaguda a mi espalda... ¡Uy! ¡Vale, vale! Tranquilo...

Aplícate el cuento, y no llames cabrón a quien tiene tu vida en sus manos, elfo.

El mediano alza ambas manos, mostrando sus palmas libres de toda arma, demostrando que su intención es mas bien pacífica.

-Tranquilo señor, tranquilo que no hemos venido en busca de nada malo, mira nuestro simbolo, mira el brillo del invencible, si sabes a quien representa este simbolo, sabrás que somos gente de paz y gente de bien. -El mediano inhala y exhala profundamente mientras retoma la palabra -Solo estamos buscándote por una promesa que hice, un mensaje para ti, un mensaje de una vieja conocida tuya, quizá el nombre de Ledizia te suena??.

El mediano mira al tendero atento a la situación y decide que es mejor no hablar de ello delante de él..... ni de nadie.

-Quizá si bajas tu arma y decides acompañarnos afuera, podriamos hablar mas calmadamente, podriamos contarte todo y finalmente cumplir mi promesa de darte el mensaje...... estas deacuerdo??

Lott se había girado sorprendido ante aquella emboscada, y su primer impulso fue sacar la espada y lanzarse en contra del que amenazaba a su amigo. Pero por suerte para la situación, los respiró profundamente y se contuvo. Era un joven demasiado impulsivo, y aquello de haber muerto en una ocasión ya, no le había ayudado a aplacarse, más bien parecía acentuar aquel aspecto.

Cuando Alton entabló las negociaciones con Lyranden, Lott sus músculos se relajaron un poco. Su rostro dejó de mostrar una fiera mirada, para estudiar a Lyranden con detenimiento.

Lott asintió con la cabeza las palabras de Alton, mostrando su acuerdo ante tan sensata idea.

El semielfo puso cara de extrañeza cuando oyó hablar del brillo del invencible.

Willemberg, no quiero perjudicar a tu negocio. Cierra la puerta del establecimiento antes de que algún cliente se vea metido en esto.

Si no querías perjudicarme, haberlos esperado fuera y seguido hasta algún lugar con poca gente... Pero a mí no haberme metido.

El mediano sigue las instrucciones. Echa el cartel de cerrado y saca una llave para pasar el pestillo. Después se aleja todo lo posible hasta meterse detrás del mostrador.

Bien, no tengo ni idea de qué representa el puño ese, ni quién es el invencible. Ahora os diré lo que haremos... Yo no bajaré mi arma y vosotros me diréis ese mensaje que hay para mí. Si conocéis a Ledizia solo puede ser porque sois amigos de los enanos que me han arruinado la vida.