El Yelmo Cornudo es un edificio de dos pisos, de construcción cuestionable (ladrillos y adobe), que se encuentra en una de las parcelas más desagradables y malolientes del mercado. No tiene ninguna ventana, pues al parecer, han roto todas y han puesto tablones sobre ellas. La única puerta que tiene el edificio parece una sencilla plancha de madera cubierta de arañazos, quemaduras y lo que probablemente son manchas de sangre.
De debajo de esa puerta surgen ruido, calor y humo. Todo eso se incrementa con un crescendo de risotadas cuando la puerta se abre pesadamente y dos cuerpos son arrojados sin ceremonia a las calles de barro helado de fuera. Un cartel bastante maltratado cuelga sobre la entrada, colgando de dos cadenas, una más corta que la otra. En él, se puede ver un dibujo bastante apagado de un casco ulfen con dos cuernos ridículamente grandes.
-Si no fuera porque va en contra de todos los preceptos de mi religión diría que prendiendo fuego a este lugar... el paisaje urbano mejoraría...-Suspira Clarissa.
-Bueno, señores combatientes ¿que hacemos con este sitio?.-
y hacer solo un poco de humo?, asi salen en desbandada, esperamos por aqui y luego...
Paso la mano por la empuñadora de mi espadon esbozando una sonrisa
-Podríamos gritar ¡fuego! y esperar a que alga alguno de los que tenemos descritos para atizarles... pero no se si hay puerta trasera.-
¿Y por qué no empezasteis con las ideas peregrinas en la parte anterior que era donde tocaban? :P
- ¿Podemos dejar de hacer el trasgo? - dijo Lorik encaminandose a la entrada con clara intención de entrar dentro. No le daban miedo las tabernas, estaba deseando sacar a alguien por alguna ventana... a puñetazos.
Ethelnir, algo molesto por el tono de Lorik resopla:
- No me preocupa empezar una pelea pero si acabarla.
Quiero que sea justa. Y no sabemos a que nos enfrentamos. Astucia y honor no estan enfrentadas. La idea del fuego no es mala pero puede volverse incontrolable.
-Si, entremos de una vez, estoy cansada de hacer planes, peleemos honestamente por una vez.-
Vamos pa dentro que se hace eterno xd :)
Y si se descontrola que?, dos chamizos apestosos menos en un pueblo apestoso, lo mismo les haciamos un favor
-E igual se quemaba el pobre Skagni, que estará prisionero en algún sitio de estos...-dice Clarissa lamentando no poder prenderle fuego al edificio y horrorizada por siquiera haberlo pensado.
-Necesitamos a alguno vivo. ¡Vamos!.-
Sigo a Lorik dentro, suspirando.
Una bofetada de calor os recibe cuando cruzáis la puerta de entrada al Yelmo Cornudo. En el interior se hace un pequeño silencio en cuanto hacéis vuestra aparición pero enseguida alguno de los locales comienza a increparos. Alguno de ellos os silba y varios se unen al festival de meterse con los nuevos.
Os dais cuenta de que la mayoría de ellos están borrachos y todos están sudando muchísimo, algo que contribuye al mal olor generalizado. El tabernero es un hombre calvo con una barba poblada y una armadura de cuero. Notáis enseguida que le falta una mano porque es uno de los que alza el muñón con más frecuencia pues también participa de los amistosos "saludos".
Tirada oculta
Motivo: Perception
Tirada: 4d20
Resultado: 6, 17, 20, 6
Entre tanto jaleo es difícil darse cuenta pero veis que en la parte más lejana de la puerta, hay un hombre sentado solo, le veis sólo un perfil de la cara, el izquierdo. Es pelirrojo, con una barba poblada y tiene una hermosa cicatriz.
-Psttt, creo que nuestro objetivo está en esa mesa... vamos a saludarle.- susurra Clarissa haciendo un gesto con la cabeza en dirección a la persona que acaba de percibir.
- Ethelnir, tu eres hombre de palabras, vete a hablar con ese tabernero - dijo Lorik con voz pasiva - Y consiguenos algo de comer.
Claramente Lorik quería quitarse al elfo de encima, pues no le dejaría armar bulla. Además miró con desconfianza al tabernero, como si no le gustara mucho aquel hombre.
Inmediatamente después le puso la mano en el hombro a Clarissa y le señaló una mesa que había por allí cerca. No debían de llamar la atención, sería mejor actuar de manera normal. Todo lo normal que pudiera parecer. Eran grandes, al menos dos de ellos, si alguien se dirigía en su dirección lo haría con razones de peso, no movidos por una borrachera y ganas de pelea.
Ethelnir se detiene, intercambia una mirada con Lorik y se dirige hacia el tabernero.
Me dirijo hacia el tabernero.
- Quiero algo de beber y beber. Pagaré bien, pero quiero escoger mi comida en la cocina.
En cuanto pueda a solar le suelto lo de las águilas de la libertad ...
Ethelnir intercambia un par de palabras con el iracundo tabernero pero lo único que consigue es que éste alce más aún la voz...
¿Acaso te crees que estás en un puto restaurante de tu puto país, orejotas?
Los comentarios sacan carcajadas de varios de los clientes...
¿El resto donde va al final?
Ethelnir tensa la mandíbula:
- Entonces pongame la misma bazofia que comen los demás y cuatro cervezas.
El hombre se agacha para buscar alguna jarra mientras seguís siendo el foco de atención de la gente del local. No parece que les gusten mucho los extranjeros.
¿Alguna acción aparte de esperar a ver que hace el posadero o seguís la indicación de Clarissa?