Partida Rol por web

Un viento cortante sopla desde el norte y la nieve sopla de forma cegadora entre una niebla que adormece vuestras extremidades. Los muros de blanco hueso de Whitethrone, la capital de Irrisen, el hogar de las brujas blancas, las hijas de Baba Yaga se alzan en la heladora noche norteña.

En algún lugar de su interior está el cuartel general de la Logia de la Sombra (tal y como intuisteis en Trollheim) en donde se encuentra retenido el pobre historiador Rognvald Skagni.

Llegar hasta aquí ha sido todo un reto pero entrar en la ciudad se presenta como el obstáculo más importante...

Clarissa recuerda el momento en el que decidieron que debían rescatar al aliado de la sociedad, todos parecían muy decididos entonces y a pesar del frío y las peleas en la ruta contra los humanoides monstruosos todos seguían determinados a cumplir su misión.

Ella misma, perfectamente pertrechada con sus estilizadas ropas de pieles contra el frío, y moviendose con agilidad mediante sus raquetas para la nieve, se sube a un montículo para examinar mejor la ciudad con sus agudos ojos y baja un poco su bufanda para hablar con sus compañeros.

-Por fin llegamos, menudo lugar más extraño...-

Durante el viaje se ha dado cuenta que los tres luchadores son gente fiable en combate y de palabra, no podría desear mejores compañeros.

Por supuesto no piensa decírlelo.

-¿Alguno tiene una idea de como entrar? Veo dos puertas y una abertura, pero supongo que estarán vigiladas.-

- Siempre podríamos decir que somos un grupo de mercenarios. Grachius y yo mismo, podemos pasar por bárbaros norteños. Yo vengo de Numeria y allí los bárbaros son bastante comunes, creo que podría dar el pego. El caso de Ethelnir me parece el más complicado; Clarissa siempre podría hacerse pasar por una bruja. Al fin y al cabo, hace magia, ¿no?

La idea de Lorik era la de pasar a través de las puertas principales. Si dijeran que formaban parte de la Sociedad, estaban muertos. Lo habían hablado ya varias veces. Tenían que mantenerlo en secreto. Otra idea era buscar alguna entrada para colarse. Alguna cloaca desprotegida o alguna grieta en la muralla.

Ethelnir escucho con atención las observaciones de Clarissa y las sugerencias de Lorik.

- No se bien por donde será mejor entrar; probablemente la puerta más concurrida nos permita mezclarnos con más viajeros y pasar algo más desapercibidos. Sobre hacernos pasar por mercenarios ... no me gusta ocultarme, pero en esta ocasión no tendremos más remedio. Procuraré ocultar mis facciones con la ropa de abrigo, el frío será una buena excusa para estar embozado.

A partir de ahora, entramos en territorio enemigo. Imagino que los problemas que vimos antes sean sólo un anticipo de lo que nos encontraremos aquí.

Mientras sus inquisitivos ojos élficos escudriñan los alrededores, buscando entradas útiles o bien observadores demasiado curiosos.

Tras observar durante un buen rato, parece que lo únicos que cruzan las puertas son grupos de mercaderes. La abertura en la muralla no parece vigilada a priori.

-Ethelnir, ¿No podrías preguntar a algún amable mercader que porqué no entran por la abertura en la muralla si seguro que les cobran impuestos al pasar?.-

-Yo estaré a tu lado sonriendo, para que vean que somos amistosos.-

Si nos pudieramos unir a un grupo mas grande de comerciantes, algunos podriamos hacernos pasa por mercenarios contratados como guardias y Clarissa quiza como uno mas de los comerciantes

Comento mirando a los grupos de mercaderes

Asiento ante las palabras de Clarissa, pero no puedo evitar fijarme en su expresión.

La susurro mientras paso a su lado:

- No fuerces así la sonrisa, llamaras la atención sobre nosotros.

Sin prisa, se acerca a los mercaderes que parezcan más "extranjeros" de todos.

(Si no hay extranjeros, buscaré el grupo más pequeño de mercaderes).

Me aproximo a ese grupo, buscando al líder.

- ¿Quien esta al cargo? El placer es mío, me llamo Ethelnir. Veo que llevais material para vender o cambiar, espero que tengais suerte. No quiero molestaros, pero algunos amigos me han prevenido sobre los peligros de esta ciudad. Algunos guardias y ladrones acechan en las entradas para valorar que visitantes pueden ser presas fáciles, especialmente extranjeros o grupos pequeños. No deseo problemas e imagino que vosotros tampoco. Si pasamos juntos, como si nosotros fuesemos guardaespaldas de vuestro grupo, tal vez podríamos evitar miradas indiscretas sobre nosotros. Una vez dentro, cada uno se encargaría de sus asuntos.

Una propuesta directa y sin riesgos. ¿Que me decís?

En todo momento Ethelnir se dirige a su interlocutor con calme y en un tono de voz suave.

El que parece el jefe de la caravana os saluda y atiende a Ethelnir con una sonrisa mientras escucha atentamente lo que le dice.

Es interesante lo que me dices, pero si los guardias de la puerta hacen preguntas y nos cuelgan a todos será difícil que ninguno de nosotros consiga lo que quiere. Además, para un pobre comerciante como yo, la política de las jadwiga y sus impuestos hace que conseguir beneficios nos resulte altamente complicado...

-¿Y cuanto oro haría falta para que consiguieras esos beneficios?.-

El hombre os mira como sopesando vuestra peligrosidad para sus fines y dice:

Unas 15 piezas de oro por persona estarían bien. Con ese dinero yo os proporciono entrada en Whitethrone y vosotros me echáis una mano para paliar los impuestos de las brujas...

Clarissa saca su bolsa, se quita los guantes y cuenta 60 monedas... ofreciendo 30 al mercader. Deja las otras bien a la vista y las guarda en una bolsita.

-La mitad ahora y la otra mitad cuando pasemos, como en todos los tratos comerciales del mundo. Nosotros fingiremos ser mercaderes y guerreros... aunque realmente no es fingir, porque ellos son guerreros y yo en cierto sentido soy mercader. Que Abadar, dios de los mercaderes y los viajeros, te bendiga y bendiga este trato.-

El hombre acepta el dinero y dice:

Estoy de acuerdo con el trato. Que Abadar nos bendiga a todos...

Ethelnir ofrece un apreton de manos al comerciante.

- Parece que conoces la ciudad mejor que nosotros. ¿que nos puedes contar de ella? Parece un lugar violento.

Es un lugar... complicado. Si eres un mercader, te conocen como tal y te quedas en el barrio del mercado no te pasa nada. Pero más te vale no meterte con la guardia o los lobos...

Al decir lo de los lobos señala a la abertura en la muralla (8 en el mapa).

La caravana se va acercando a la puerta de entrada y una vez allí los guardias le dicen unas palabras al comerciante en el idioma de estas tierras. El hombre os señala, le dice algo al guardia y observáis cómo le pasa unas monedas. Al cabo de un rato, os dejan pasar junto a la caravana...