Partida Rol por web

Os encontráis en Kerse, en la capital de la calistocracia de Druma, allí habéis sido convocados en la mansión de Temel Passad, un prominente calistócrata.

La sala en la que estáis es amplia, lujosa y la generosidad de vuestro anfitrión tiene vuestras copas llena de un buen vino chelaxiano y unas delicatessen de carnes suaves están en los platos.

Mientras esperáis, podéis volver a leer la carta que os hiciera llegar el capitán de misiones Ambrus Valsin:

Pathfinders:

Unos agentes de la Sociedad han descubierto hace poco información de una Ciudad Celeste perdida previamente indocumentada en la otrora nación de Sarkoris, la tierra que ahora consumida por la Herida del Mundo. Puesto que no seríamos capaces de abrirnos camino nosotros solos por esas tierras baldía infestadas de demonios, nos hemos conseguido ayuda enana para esta peligrosa expedición. A cambio de su ayuda militar y su dominio de la historia, los enanos podrán reclamar esta fortaleza perdida.

Hace dos semanas, Highhelm envió una delegación de tácticos y diplomáticos hacia Mendev para que se reuniese con el Capitán de Misiones Jorsal de Lauterbury para discutir los términos y presentar un plan de ataque. Cuando no llegaron en el tiempo previsto, Jorsal encargó una magia de recado para contactar con Rakuska Ingardam, jefe de la misión. El mensaje de vuelta de Rakuska resultó cercenado debido a los límites de esta magia y decía lo siguiente:

Sobrepasamos Xer, pagamos pero nos atacaron y superaron. Razmiranos nos tienen custodiados con destino incierto. Nos tienen en algún lugar cerca del Río Glass en...

Uno de los posibles lugares donde pueden estar custodiados en la Posada de la Revelación Gris, a unas treinta millas al este de Xer - tenemos la sospecha de que el clero Razmirano usa el lugar para interrogar prisioneros. Tenéis que investigarlo y liberar a los tres legados enanos - si es que están allí apresados - y escoltarlos a Mendev. Os acompañarán otros dos enanos que ocuparán el lugar de los legados si no tenéis éxito: la mercader Metella Raugar y el respetado místico Pahmet, Amauhak. El calistócrata Temel Passad, un hombre de Druman con el que hemos tenido tratos en el pasado, ha ofrecido un barco para transportaros hacia el norte, y no veo razones por las cuales debiéramos rechazar esta oferta. Establecer una buena relación con uno de los merecaderes más influyentes sería algo beneficioso para todo el mundo.

¡Buena suerte!

El elfo releyo una vez más la carta. Su armadura refulgia con un brillo plateado, mientras de su espalda sobresalían el arco que acaba de adquirir no hacía mucho, su espada y una cantidad nada desdeñable de flechas.

- La Herida del Mundo. Una tierra infestada de demonios. Cualquier posición estrategica allí puede suponer una ayuda inestimable para hacer frente al mal. Esperemos que los diplomáticos enanos esten todavía con vida ... y que esto no sea una trampa en la que no tenemos más remedio que caer. En aras de la libertad y la justicia, lo lograremos, sea como sea.

En la habitación se encontraba dando al vino y a los aperitivos una mujer joven y hermosa, que se dio la vuelta y se dispuso a conocer a sus compañeros de misión.

- Todas las bendiciones de los dioses caigan sobre la casa de Temel Passad y excepto las de la Señora... mejor que le deje pasar a la hora de repartir sus bendiciones.

Contempló al elfo que había hablado y se acercó curiosa... sacó un papel de una manga y lo miró.

- Tú debes ser... "Ethelnir el paladín, como te acerques a él te arrancaré los ojos"...- leyó de su nota. -Mi sobrina Clarissa me ha hablado de tí. Bueno, no me habla, pero se lo pregunté por escrito y no tuvo otra elección salvo responderme.

A un elfo no debería parecerle raro tal parentesco entre dos personas jóvenes pero Larissa le sonrió amablemente.- Es la hermana pequeña de mi madre, y está muy pero que muy loca. ¿La habéis sufrido mucho tiempo, verdad? ¿Os hizo firmar todos esos papeles llenos de claúsulas? Mi diosa Calistria no me exige ninguna de esas tonterías.

Desde luego, de lo que había hablado el paladín... ni caso. Estaba más interesada en socializar y conocer a sus nuevos compañeros.

Harold saludó afectuosamente tanto a Ethelnir como a Lorik y Hothar y aprovechó para intercambiar anecdotas sobre lo acontecido desed que separaron.

... y, tras haber eliminado a un par de decenas de goblins... - iba contando sus últimas aventuras, ahora parecía más confiado en su habilidad con el arco y más alejado de los experimentos alquímicos cuando

Mi sobrina Clarissa

No pudo evitar poner cara de circunstancia cuando escuchó que la dama que estaba en la habitación era familiar de su antigua compañera de aventuras.

Aunque, al parecer, el caracter de la sacerdotisa debía venir de otra rama familiar.

¿Firmaste algún contrato? - preguntó sorprendido a Ethelnir, pues tenía claro que Lorik habría firmado con su espada, cortando el pergamino a la mitad...

Larissa siguió con su lista.

- Y el de pelo largo y negro es el llamado Harold...- Se acercó al humano con una sonrisa encantadora. - ¡Hola! Yo soy Larissa, y tú debes ser Harold... vaya, menudo tocado... debes recomendarme a tu herre... peluquero.

- ¿Goblins? Yo vengo de enfrentarme contra apestosos monos en las junglas Mwangi sin más ayuda que un ciego con una ballesta, espero que a nosotros nos toque algo menos asqueroso... Y que tú dispares mejor.

El elfo parecía igual de bloqueado por la formal y legalista Clarissa que por su voluble e imprevisible "sobrina".

¿La sobrina de Clarissa? Las reuniones familiares tienen que ser curiosas.

- Debes ser Larissa. Recuerdo que Clarissa te menciono en algún otro momento. Ella ha sido de inestimable ayuda para todos nosotros. Honro su buen hacer y agradezco tener a un miembro de su familia al lado. ¿Y dices que estaba contigo un pathfinder ciego? ¿No será un tal Kletys? Coincidí con él y con Lorik eb mis inicios en la Sociedad.

Una sacerdotisa de Calistria ... una humana adorando a la deidad de los elfos, y un elfo llevando un estilo de vida apartado de los suyos. Es irónico.

Se acerca al alquimista y murmura:

- Harold ¿Estas seguro de que a tí no te hizo firmar nada? Clarissa se puso muy seria y nos hizo firmar que la protegeríamos a cambio de sus poderes curativos. No parecía de broma ...

Indolentemente reclinada en un sillon paladeo el vino, una agradable sorpresa de nuestro anfitrion, sin duda es una amistad que sera interesante cultivar mas adelante, mientras jugueteo con el pentaculo que cuelga en mi pecho

He de decir que me ha sorprendido y alegrado veros a algunos por aqui, Larissa, espero que esta vez no haya asuntos urgentes que nos eviten trabajar juntas

Picoteo delicadamente una lengua de alondra antes de fijarme en el alquimista

Te sorprende un contrato?, que mejor forma de evitarse sorpresas?, si os resulta en algun momento complicado podeis contar con mi consejo,

- Debes ser Larissa. Recuerdo que Clarissa te menciono en algún otro momento. Ella ha sido de inestimable ayuda para todos nosotros. Honro su buen hacer y agradezco tener a un miembro de su familia al lado. ¿Y dices que estaba contigo un pathfinder ciego? ¿No será un tal Kletys? Coincidí con él y con Lorik eb mis inicios en la Sociedad.

-Seguro que no dijo nada agradable. Yo creo que si la Faraona de Osirión se baña en leche de burra ella se baña en vinagre; y sí, Klatet-Is es el ciego de la ballesta y los ataques de epilepsia*. Es todo un espectáculo cuando... - Se acercó al oido al paladín.- ...los dioses le hablan... Claaaaro.

Cuando el paladín, tratando seguramente de preservar su voto de castidad se acerca a Harold, que probablemente es lo menos atractivo de la sala, Larissa tuvo vista directa a...

He de decir que me ha sorprendido y alegrado veros a algunos por aqui, Larissa, espero que esta vez no haya asuntos urgentes que nos eviten trabajar juntas

Calistria mía... ¡Si ha venido la superzorra ésta! 

Larissa se acercó a Mirella con una sonrisa encantadora. - Espero que esta vez no me abandones en mitad de un barrio apestoso de los suburbios con cuatro individuos de mala catadura y bajo el mando de un indeseable tramposo... Fue terrible dirigirlos para alzarnos con la misión. Sufrí terribles heridas... Me debes una. Al menos una. 

Te sorprende un contrato?, que mejor forma de evitarse sorpresas?, si os resulta en algun momento complicado podeis contar con mi consejo,

- ¡No no, si me encantan los contratos! Se los hago redactar a mi tía, es Clériga de Abadar y no puede rechazar redactar un contrato... sea de la naturaleza que sea... no veas la cara que pone cuando tiene que deletrear palabras complicadas como mast... mast... Más te vale o fela... fela.. - se dio cuenta donde estaba.- felacidad. Eso. Felacidad.

Entro por la puerta de la habitación donde había sido convocado. La verdad es que no tenía clara la misión, pero de una cosa estaba seguro: prefería enfrentarme a peligrosos demonios que a malditas y escurridizas arañas esclavistas, politicuchas de medio pelo que a pesar de lo hija de putas que fuesen, podía hasta estar mal visto cortarle la cabeza con un hacha. Al menos nadie tendría problemas en que exterminemos demonios... y yo otra cosa no sabría hacer, pero cortar brazos y piernas se me daba bien.

Con estos pensamientos rondándome la cabeza, miro en la sala y ya estaba... abarrotada.

Por las barbas de Torag... cada día las misiones son más multitudinarias. Un día acabaremos enviando ejércitos de pathfinders para las más simples tareas. ¿Tanto ha crecido la Sociedad?

Buenas a todos. Soy Hothar, a algunos ya os conozco. La preciosa Mirella y yo ya compartimos misión evitando la infestación de zombis en el valle Luna Oscura, y bajo las calles de Cassomir matando ratas y ácaros. Me alegro de verte de nuevo. A Ethelnir y a Harold los conocí hace poco cuando acabamos con la asquerosa Araña. Y a Lorik tambi... ¿No está Lorik? Pensaba que estaría...

Después miro a Larissa.

De qué conozco yo a esta pelandrusca... Se parece a... ¡Ahi va, tienen que ser parientes!

Me acerco a Larissa, con las hojas de mis hachas tintineando al caminar.

Creo que a ti no te conozco, pero te pareces mucho... Igual son cosas mias, pero juraría que a tu hermana, prima o algo la conozco. Clarissa se llama. ¿Podría ser?

Lorik llegó con el resto y leyó atento el contenido de la carta. Una misión de rescate y un posible enfrentamiento con Razmiranos y con demonios. Desde luego iba a ser un gran reto, iba a probar su acero, y eso a Lorik le encantaba.

Es la hermana pequeña de mi madre, y está muy pero que muy loca. ¿La habéis sufrido mucho tiempo, verdad?

- Demasiado, diria yo. - añadió Lorik al comentario de Larissa. Su sobrina. Había conseguido librarse de una... y aparecía más gente de la familia. Suspiró sonoramente mientras se acariciaba la calva con su enorme mano derecha.

¿No será un tal Kletys? - dijo Ethelnir. ... y sí, Klatet-Is es el ciego de la ballesta y los ataques de epilepsia*. Es todo un espectáculo cuando... - Se acercó al oido al paladín.- ...los dioses le hablan... Claaaaro.

Iba a haber respondido que el nombre era Klatet. Ese loco ciego que tanto le había sorprendido en sus primeras misiones. Fue él quién introdujo a Lorik en los Pathfinder, ya que era más experimentado que el guerrero por aquel entonces y casi todas las misiones estaba bajo su "liderazgo". Aunque hubo algo de la conversación que también llamó la atención del guerrero.

Espero que esta vez no me abandones en mitad de un barrio apestoso de los suburbios con cuatro individuos de mala catadura y bajo el mando de un indeseable tramposo...

Asi que aquella rubia que también les iba a acompañar era una traidora y cobarde. Estaba bien ser consciente de ello antes de emprender la marcha, asi podria guardarse las espaldas. Le saludó con un gesto de cabeza, concienciandose a si mismo de que tras aquella pecha...fachada, no habia sino una serpiente, cobarde y seguro que cosas peores.

Levantó la mano al ver entrar al enano. Hothar había demostrado valía y actitud en combate. Cosa que había agradado sobremanera a Lorik. Le tendió la mano y se la apretó fuertemente. Ya estaban todos, o eso esperaba Lorik. Suficiente era con mantener con vida a cuatro miembros, que ahora tendrían que ocuparse de cinco, seis o quien sabe cuantos más.

Se dedicó a mirar en silencio a sus compañeros. Estudiandoles. Debía poder confiar en ellos en la batalla, puesto que unas vidas dependian de las otras. Y sin embargo, había algo en algunos de ellos que no acababan de convencer al enorme humano.

Creo que a ti no te conozco, pero te pareces mucho... Igual son cosas mias, pero juraría que a tu hermana, prima o algo la conozco. Clarissa se llama. ¿Podría ser?

- Es mi tía. - dijo sonriente. - Relaciones familiares complicadas. Todos tenemos alguna oveja negra en la familia... o a veces un rebaño.

- Tú debes ser... "Hothar el enano callado" y tú debes ser... "Lorik el guerrero insoportable."- Continuó leyendo de su lista. Miró de arriba abajo al guerrero. - Aquí dice que debería entrenar tu voluntad porque eres fácilmente controlable. Menudas tonterías. - Larissa lanzó la lista al fuego. - ¡Encantada de conoceros a los dos! Con semejante grupo de guerreros la sociedad puede enfrentarse a un ejército. - La sinceridad y la alegría eran obvias en su rostro...

- Yo no he estado en muchas batallas, pero si cuidáis de mí... puedo sanar hasta la más terrible de las heridas. Y me han dicho desde niña que doy suerte...

Divertida respondo a Larissa

Querida, todos sabiamos que podrias manejar prefectamente a todos los hombres de baja catadura que necesitaras, pero la erdad es que fue una faena, las ordenes de los superiores de la sociedad son asi, Por suerte para todas al final el responsable de aquello al final no consiguio la capitania

Despues me giro hacia el enano, ensanchando la sonrisa

Hothar! como me alegro que estes aqui, el guerrero al lado del que no hay nada qaue temer

El elfo observó con desconfianza el símbolo de Mirella. No le provoca simpatía precisamente un seguidor de Asmodeo, pero había combatiado al lado de un chelaxiano durante mucho tiempo y comprendía que dentro de la sociedad había que aceptar extrañas compañías en aras de objetivos más altos.

Saludo con la cabeza a Hothar, el enano que parecía esculpido en piedra, y al rezagado Lorik con una sonrisa.

Murmuro en dirección a Larissa:

- Felacidad no existe. Será felicidad.

Pero dudaba que la extrovertida sobrina de Clarissa le escuchase mientras leía las instrucciones de su tía.

- Huy la felacidad si existe, elfito, es la cara que se te queda cuando te la chupan... Cara de felacidad. - murmuró a las palabras del paladín. En un tono bastante bajo. - Pero supongo que tú tienes telarañas, o que quizá tiraste la llave del cinturón de castidad cien años atrás.

Dos silenciosos sirvientes abren un par de puertas profusamente lacadas y en el interior de la lujosa salita entran un humano y dos enanos. El hombre, que está vestido con unos inmaculados ropajes de la más blanca senda, es bajo y regordete y luce una barba rubia bien engrasada, sus ojos parecen divertidos y precavidos a la vez. Coge una pizca de rape de una caja dorada y tras tomarlo y estornudar dice:

Es un placer volver a darle la bienvenida a Pathfinders en una de mis propiedades. Soy, como posiblemente sepáis, Temel Passad. Permitid que os presente..

Uno de los enanos, una hembra pelirroja con ropajes de un color escarlata intenso interrumpe al hombre de forma expeditiva.

Podemos presentarnos nosotros solitos, Passad. Yo soy Metella Raugar, y represento los intereses de varios consorcios mercantiles de Highelm. Mi acompañante - la enana señala a un enano con la piel tostada por el sol y cuya cabeza va protegida por un turbante amarillo brillante - es Amauhak de Reth Bezel, un místico de los enanos de las arenas de Osirion.

Passad sonríe y se dirige a vosotros.

¿Está todo a vuestro gusto? ¿Hace falta que mande traer algo más?

Ethelnir rojo como la grana retrocede apartandose de Larissa.

Saluda casi sin ver a los recien llegados y golpea la caja de rape, estando a punto de hacerla caer.

Más turbado aún, murmura unas educadas disculpas mientras parece querer encogerse y desaparecer.
 

- Esta todo a mi gust ... esta correcto, gracias.

Que tipos más raros estos Kalistrádicos...

- Es usted muy amable al proporcionarnos este refrigerio, mi señor Passad. Y el barco.

- Mis señores Raugar y Bezel, haremos todo lo necesario para rescatar a sus congéneres. ¿Sabemos algo más? ¿Cuando nos ponemos en marcha?