Partida Rol por web

A William también le parecía raro que la Sociedad hubiera dejado abandonados allí a alguno de los suyos. Y desde luego era inusual que se hiciera una expedición sin avisar a ningún superior, aunque seguramente no imposible.

Quién sabe. Lo mismo era una expedición no aprobada, o secreta. Por eso no se sabía de su existencia. Aunque me extraña que no se nos alertara por si acaso, como dice Clarissa.
Seguramente aquí hay más de lo que parece a simple vista. Ojalá encontrásemos algún diario en alguno de estos pobres diablos.

Lorik no tarda en subir el cuerpo. Al ver su tamaño deducís que debía ser una mediana o una gnoma. Posiblemente la caída fuera mortal...

—Luego les daremos un entierro digno fuera a la espera de recibir explicaciones de la Logia. Dejemos el cuerpo al otro lado y sigamos.

- Cierto. Sigamos. Este sitio, con tantos cadaveres de compañeros pathfinders ... me genera un extraño cosquilleo como si estuviesemos metiendonos en una enorme trampa.

- Que es una trampa es casi obvio, pero como no nos podemos ir con las manos vacías. Lo mejor será seguir buscando.

El paladin se adelante, inquieto.

Tras cruzar el puente, os dirigís hacia la entrada de un pasillo en cuya entrada hay un arco con relieves detallados que representan la vida y logros de una faraona desconocida para todos vosotros.

En el pequeño pasillo que hay antes de una gran sala, veis un cadáver calcinado cubierto de esquirlas de vidrio.

Clarissa maldijo en voz baja. ¿Qué pathfinders seguían avanzando después de ver caer a sus compañeros?.

—Tened cuidado y busquemos trampas en el arco y en el pasillo, todo esto es terrible.

Dada la naturaleza de piedra del pasillo, me dispongo a percibir cualquier cosa inusual en busca de trmapas mecánicas, derrumbes o cualquier otra situación peligrosa.

Ethelnir menea ligeramente la cabeza, contrariado.

- Igual no les ocurrio cuando entraron ... si no huyendo de algo. Si no notais nada extraño, avanzare y revisare el cadaver.

- Yo también pensaba lo mismo, pero parece que cayeron en trampas... y eso no me agrada demasiado, prefiero ver aquello que pretende matarme... para matarle yo antes.

Con la mosca detrás de la oreja, Clarissa examina con cuidado el lugar y no tiene ningún problema en descubrir que hay una trampa que se activaría en cuanto alguien entrase en el pasillo.

Pero la aguda visión de la clérigo descubre dos interruptores ocultos en ambos extremos del arco.

- Gracias Clarissa. Tal vez lo mejor sea axctivar la trampa. Si alguien me deja una cuerda, arrojaremos algo de peso al pasillo, a ver que pasa.

Pobre Arak ... no es el mismo desde que vio que quiera que viese ...

El paladin cogio la tienda de campaña dispuesto a arrojarla al pasillo, atada a a una cuerda.

Probemos primero a darle a un interruptor y arrojar algo, luego lo haremos sin interruptor.

Clarissa accionó el interruptor de su lado.

Tanto con interruptor como sin él al arrojar algo al interior no parece activar la trampa.

Al parecer todos pensaban lo mismo sobre los cuerpos que iban encontrando. Y desde luego la idea más plausible era la del paladín. Por muy mal que se llevasen, unos pathfinder no abandonarían a uno de los suyos sin más. ¿O sí?

Lo mismo alguién les traicionó. Y por eso siguen aquí los cadaveres. Y todas esas trampas activas.
No sé. Pero sea lo que sea de momento vamos bien. Esperemos seguir igual.

William se detuvo junto a los demás, que estaban tratando de desactivar una trampa encontrada por la clérigo. Al parecer Arak estaba un poco aturdido todavía, por lo que trató de animarlo mientras los otros terminaban.

Hey Arak. ¿Cómo lo llevas?
Ánimo compañero. Ya verás como en cuanto salgamos de aquí dentro empezarás a sentirte algo mejor.

—Se empezará a sentir mejor en cuanto algún clérigo de los poderes del Orden le quite esa maldición. —Clarissa pulsó el interruptor. —Venga, que pase uno, que ahora está desactivado. Y que pase atado con una cuerda, si le pasa algo tiramos y yo le sano. 

Hecho, allá voy.
Me ato una cuerda y avanzo pegado a la pared derecha, por si acaso.