Partida Rol por web

PROYECTOS DE ROBOTECNIA:

SAP PARA EL VF-2ss DE GAVIOTA:

Ingeniero Principal: Alférez Stampthon (Gaviota).

Colaboradores: Sebiot.

Fase Actual: En Mesa de Diseño.

Etapas Superadas: Ninguna.

Horas de trabajo invertidas: 0.

Horas de trabajo restantes: 200.

Preacher salió e la enfermería. Entonces Dalira se dirigió al ordenador e insertó la memoria para comenzar a analizar los archivos. Seguramente contuviesen datos de mucho interés tanto para ella como para Equis. Pero a él le informaría más tarde. Ahora tenía un problema añadido, tenía que asegurarse de que Preacher no era un traidor. 

Talbot parecía haberse encerrado en un mutismo absoluto. Al in´valiano ni siquiera le quedaba claro que hubiera escuchado su pregunta, cuando fueron abordados por Reynolds.

-Temo defraudarle, doctor Reynolds, pero me temo que no hay secreto alguno, ni claro ni oscuro, entre su jefe y yo. Y de haberlo, si se lo comunicara, dejaría de ser un secreto -comentó sin mayores precisiones-. Mas como no es el caso, aprovecharé su presencia para reformularle a usted la pregunta que acabo de hacerle al doctor Talbot. Quizás entre ambos puedan arrojar algo de luz al respecto. ¿Qué sabe de las ruinas de la superficie del planeta? -preguntó, volviéndose hacia Preacher cuando lo vio entrar en el puente-. Preacher, si no recuerdo mal, cuando llegamos a nuestra actual posición, detectamos algunas lecturas anómalas en un punto del planeta. Quizás las coordenadas se hallen en algún registro de aquellas mediciones. Recupérelas y trasládelas a uno de los monitores. Quisera ver si hay coincidencia entre las mismas y las ruinas de las que me habló el doctor Talbot. De igual forma, me gustaría efectuar un nuevo escaneo de dicha zona. No deja de ser una hipótesis pendiente de confirmación, pero intuyo que hay cierta relación con la aparición de la nave en este sistema.

ALFEREZ STAMPTHON:

- Tirada de Sistemas de Vigilancia.

- Tirada de Xenología.

- Una pena. Una verdadera pena… Ahora, sin secretos, la conversación ha perdido prácticamente todo su interés-. Sonreí.- ¿Unas ruinas dice? Nada, no sé nada…

Metí la mano en uno de los bolsillos de la manta y saqué el paquete de tabaco. Suspiré al recordar que era el único paquete al que había tenido acceso desde hacía mucho tiempo, demasiado... Cuando lo agité junto al oído comprobé que ya no quedaban casi cigarros. Debía haberles pedido que se pasasen por mi dormitorio para traerme unos pocos cuando bajaron a la Estación Talbot.

Recordé algo.

- Miento. O no. Quiero decir que no sé nada de unas ruinas, pero sí de un informe de exploración orbital que leí. Bastante superficial. Mencionaba una formación montañosa que dio unas lecturas electromagnéticas anómalas cuando se escaneó.

-Mmm, eso es coincidente en parte con lo que comentaba hace un instante a Preacher. ¿Lo leyó en la estación? -su mirada viró un instante hacia Talbot, que seguía en un absoluto silencio.

"Primero ridiculiza mis investigaciones, y ahora quiere información"

Le sostuvo un poco más la mirada, y entonces llegó Reynolds.

"Como no... el desgraciado de mi subalterno, a revelar información por las buenas. ¡Imbécil, menosprecio la investigación! ¡Hizo bastante más que dudar de la inteligencia de los zort, que tanto defendías!"

-Sí, detectamos esa elevación, pero no la hemos explorado, ni estamos seguros de que puede ser-respondió, lacónicamente-¿a qué viene ésto?

TRANSCURREN CUARENTA Y OCHO HORAS.

HORA SIETE.

SECTOR THORN:

DIAS RESTANTES DE ZONA DESMILITARIZADA: 165.

DIAS ESTACION TALBOT SIN PROTECCION: 15.

http://www.youtube.com/watch?v=LHsJE_uQdO8

Había estado en el Puente escuchando los detalles acerca del resultado de las recopilaciones de datos que los científicos habían hecho acerca de la potencialidad de intelecto de los Zorts. Me aburrí como siempre sucede cuando empiezan a hablar de esas estupideces y rasqué mi nariz en busca de algún moco que "extraer" para no ser menos que Equis, que siempre intenta extraer algo de la gente, si no pregúntenle a Ruso. Mi cabeza cada vez se dormía más hasta que los expertos comenzaron a tirarse mierda de un lado a otro, lo que siempre vuelve las conversaciones más emocionantes. Usé parte de mi arsenal para buscar conflictos entre los participantes, pero no resultó, pues Talbot y Equis se odian, pero de una forma no física, por lo que no iba a ver la acción que esperaba. Luego pusieron una mierda de vídeo donde los Zorts se olían el culo entre ellos y otras cosas que me aburren como todo documental idiota de fauna. Hicieron énfasis en una mierda de piedra rayada y lo encontré tan idiota, que detesté tener la armadura puesta por no poder rascarme las bolas.

Luego, descubren que no saben donde está ese lugar para volver a investigarlo, pues la investigación fue saboteada. No se les ocurrió nada más brillante que hipnotizar a Reynolds para sacarle la información. Fue divertido, yo solamente estaba atento por si descubrían que era un espía del Imperio, para así terminarlo de una vez con mi vibrocuchillo. Al final resultó que nunca investigaron eso, sino que solo preguntó acerca de la zona donde estaba esa mierda de piedra. ¿Donde tienen las prioridades estos científicos? ¿Qué puede ser más importante que matar al enemigo? No tienen remedio.

En ese momento Leonard dio la alarma de que la nave enemiga había soltado unas pequeñas cosas hacía nosotros. Primero pensé que eran misiles, pero estaba demasiado lejos para eso, por lo que claramente eran cazas. Corrí a toda velocidad hacía el Hangar y preparé mi VF para despegar después de darle una palmadita en el casco, activando el sistema de sensores y otros sistemas auxiliares. Vi como Ruso  despegó y se fue a detener a los tipos con sus misiles y otras cosas que solo un SAP puede aportar. Sentí envidia, pero me dio gusto que alguna vez hiciera algo bueno. Lamentablemente mi mierda de VF no quiso despegar cuando accioné el sistema, por lo que me puse a revisar cada uno de los comandos de despegue, a ver si algo se me había olvidado.

Los segundos pasaban y la basura no reaccionaba, por lo que me empecé a desesperar:

 - "¡Enciendete maldita basura o todos volaremos en pedazos!"

Fue lo único que con la impaciencia y la desesperación de ver una batalla avanzar sin mí pude soltar. Eso acompañado de un puñetazo en el tablero y un movimiento brusco de la palanca de velocidad bastó para que el vehículo se pusiera en marcha y yo saliera a toda velocidad del Hangar, gritando como un vaquero. Activé el sistema de armamento del VF, que de inmediato comenzó a buscar objetivos y situar trayectorias vectoriales y otras mierdas varias que me ayudan a apuntar. Lamentablemente toda la acción estaba muy lejos de mí como para poder participar aun, por lo que aceleré a máxima velocidad por el espacio para quedar cercano a Ruso y poder repartir también todo ese amor que tengo para dar.

La acción sucedía con excelentes resultados, pues Ruso brillaba con su SAP y Equis impresionaba en su nuevo papel de guerrero sobre el Hammer. Para ser un científico parecía decidido en jalar los gatillos. Debe ser porque es un bicho flacucho resentido con el mundo, de seguro ahora está botando su frustración contra esos zentraedis. Mientras eso sucedía, yo seguía quemando los motores de mi nave para llegar a rango, lo que parecía tremendamente lento de acabar.

Ruso atrajo demasiada atención enemiga con su espectacular capacidad de destrucción, por lo que de pronto se vio a sí mismo rodeado por cazas enemigos que querían un poco de él. Llegué a buena distancia y cambié a modo Guardian para poder estabilizarme y quedarme suspendido a esa distancia para poder disparar más en paz. Dalira despegó por fin mientras yo disparé a uno de los 9 enemigos que persiguen al SAP, uno que según mis maquinas está sin escudo. Mi ráfaga de disparos impactó en el enemigo, vaporizándolo en mil pedazos.

Luego de eso, de un instante a otro, una cantidad enorme de misiles se dirigen a SAP de Ruso, destruyéndolo completamente en una enorme explosión. Sigo disparando contra uno de los ocho cazas restantes y logro destruirlo cuando veo con mis sensores que Ruso sigue vivo. Parece que el muy malparido logró eyectarse a tiempo. Sonrío por la suerte del infeliz y sigo disparando, pero en ese momento el objetivo soy yo, por lo que pronto veo como los disparos me impactan. Busco el botón de eyección, pero no lo encuentro. Por suerte el VF no era tan traicionero y aguanta lo suficiente como para mantenerme vivo. Cambio a configuración Fighter y comienzo a retirarme hacía la nave, para así contar con el escudo y protecciones de esta, además del apoyo que está dando Equis. Vuelo a toda la velocidad que alcanza el dañado vehículo mientras logro esquivar los ataques que me lanzan.

Mientras huyo, lo que parece eterno, veo como la Hidden pareciera querer vomitar, lo que efectivamente hace, lanzando un rayo gigantesco de energía que se dirige a la nave madre zentraedi, la que vuela en pedazos en una hermosa explosión de luces y muertes. Me alegro desde mi cabina al ver a todos esos imbéciles morir. Aprovecho la distracción para cambiar a Battloid y aterrizar de pie sobre la Hidden, al lado de Equis. Lamentablemente nuestra nave no se ve muy bien. Ganamos una batalla, pero la guerra aun no termina.

Flotando en el espacio. Así se había quedado Ignasov: flotando ridículamente en el espacio. Se podría decir que iba a morir como vivió: de la manera más estúpida posible. Estaba sudado, y cansado. Le habían puesto a trabajar durante varios días como una mula, arreglando el blindaje, ¿y para qué? No fue la presencia o ausencia de blindaje lo que acabó con la Hidden Truth...

Hace memoria. Dicen que al morir toda tu vida pasa como una película. Echa un vistazo al medidor de oxígeno de su traje, no va a ser una película muy larga.

Convocaron la reunión nada más terminar con las reparaciones. No había tenido tiempo ni de pegarse una ducha. Estaban todos. Fue otra reunión aburrida. Una más. Pero pusieron las imágenes de un video. Un zort oliendo el culo de otro zort. Si esta es la película de su vida, el video de los zort era el trailer que precedía a la película. Una pena que vaya a morir, parecía que el trailer anunciaba una película muy divertida que ahora se va a perder...

Luego Talbot y Equis se ponen a hablar sobre si los zort son o no una especie "simiente". Pero a Ruso le da igual si son agricultores o no. Se sienta con Sebiot y espera a que terminen de hablar. Pero vuelve a salir el tema de la colonoscopia cuando se llevan al guaperas a un tratamiento de hipnosis. La película de su vida es una película de terror. Las escenas de su culo mancillado se intercalan con el resto de la reunión. Y luego llega la acción...

¡Los alienígenas del futuro atacan! Parece un mal título de ciencia ficción. Si los aliens ganan se acabó, pero si pierden pueden recopilar los datos de la derrota desde el futuro y cambiar su táctica antes de viajar en el tiempo, así hasta que consigan vencer.

De la sala de reuniones llega al hangar con Sebiot, y el hombre y el servo se montan en la máquina. Debido al proceso de acoplamiento de Sebiot en el SAP, son los últimos en subirse a las naves. Sin embargo... y por algún motivo... el VF de Ruso es el primero en despegar.

En el momento no pensó en ello, pero ahora, en retrospectiva, parece que esos cabrones le dejaron despegar antes para que hiciera de carnaza. El brazo de Ignasov se agita en el espacio clamando venganza contra sus traicioneros amigos.

Dos minutos de oxígeno. Si quiere ver toda la película no puede entretenerse en maldecir. De nuevo está en la carlinga del VF. Sebiot no da los datos de distancia al objetivo. Dimitri intenta recordar si se acordó de subir a su servo al SAP o por el contrario despegó dejando a su amigo en tierra. Sebiot sigue en silencio. Tal vez esté enfadado porque con todo el tiempo que Ruso dedicó a arreglar el blindaje no tuvo tiempo para el servo. Dimitri se pone a calcular los parámetros manualmente.

Hay un porrón de puntitos en la pantalla. Pelirroja, Gaviota, Zentraedis... ninguno es uno de esos puntitos. El Dimitri que está recordando todo, cada vez tiene más claro que sus compañeros le vendieron. No hay tiempo para contar puntitos: Ruso dispara todos sus misiles pesados. Ahora hay muchos menos puntitos. Si no se ha cargado a la mitad de los cazas alienígenas del futuro, ahí le anda.

Tras los misiles, Ruso pasa al supercañón. Decepcionante. En dos disparos no consigue hacer explotar nada. Y eso que en una ocasión acertó el disparo. Esperaba más de ese arma, pero hasta se "encascilla": el cañón se ha sobrecalentado y hay que dejarlo a enfriar. Miles de créditos en material militar inservible.

Se está quedando sin opciones de combate, y esas ratas siguen en el hangar de la Hidden Truth. Seguramente ahora se estarán riendo de Ruso mientras se bajan la botella de licor vrikonagaliano que Dimitri esconde en su camarote.

Pasa al rifle de su brazo y empieza a disparar como un descosido. Pero ya no tiene nada potente con lo que hacer frente a la amenaza alienígena del futuro... hasta que el enemigo comete un error. Acercándose a toda velocidad decide atacar primero a la Hidden Truth, en el tiempo que dura ese ataque se han acercado lo suficiente al VF-SAP de Ruso como para ponerse a tiro de los minimisiles.

Oh-oh. No debí hacer eso.

No debió hacer eso. Llamó la atención de los enemigos que quedaban, y empezaron a perseguirle. A buenas horas llega Zentraedis, cuando Ruso tiene a todos los enemigos en cola. Pero Dimitri saldrá de esta. Es un buen piloto y podrá hacer una maniobra de desmarque con solo un volantazo.

Sí, Dimitri saldrá de esta.

Pero en ese momento recuerda el final de la película. Dimitri no llega a hacer el requiebro. Pulsa el botón rojo y sale ejectado. El VF explota. Y allí, flotando en la inmensidad del espacio, está Ruso. Y más allá, Sebiot.

¡¡Amigo!!!

Lo repite de nuevo en el presente a la vez que los recuerdos pasan por su cabeza.

- FIN -

Cada vez que gira una vuelta sobre sí mismo vuelve a ver por un instante a Sebiot, flotando como él. La lucha se desplaza, los pedazos de chatarra flotando ya no son ninguna amenaza para los alienígenas del futuro, y ahora las explosiones siguen muy lejos. En un momento, Dimitri ve cómo la Hidden Truth dispara la artillería pesada y volatiliza la nave nodriza (alienígena y del futuro, por supuesto). La Hidden Truth se enciende y se apaga, sistemas colapsados, y empieza a descender sobre el planeta T-63/3.

Una lástima... Todas esas horas de trabajo arreglando el blindaje, perdidas.

Informe provisional para el Alto Mando del Teniente SCI, Xaar Ixval Mitaal

Objeto: pérdida de la nave Hidden Truth

Coordenadas: Sector Thorn, tercer planeta

En el siguiente informe procedo a explicar las razones de la destrucción de la nave Hidden Truth, bajo el gobierno del Teniente ESO, Vance Leonard Ripley, mando al cargo de la misión relativa a la Estación Científica Talbot. Los antecedentes son los siguientes:

1.- Hace nueve días llegamos a la zona designada, sufirnedo graves daños estructurales tras cruzar el agujero de gusano que nos posibilitó el acceso al sector Thorn.

2.- Entramos en contacto con la base científica, bajo identidades ficticias de acuerdo con los protocolos preestablecidos.

3.- Pronto pudo confirmarse la existencia de un número de incidentes que solo podían conducir a la conclusión de la existencia de saboteadores entre las filas del personal designado a la base científica. Objetivo: pervertir la investigación acerca de la naturaleza sentiente de la población nativa de zorts.

4.- Detectada la amenaza, se prodedió a su eliminación. Tres miembros del personal de Talbot murieron en un ataque expeditivo, eliminando de forma provisional el problema. Dado el peligro existente, se procedió al traslado de los doctores Talbot y Reynolds a la nave Hidden Truth. Debo reseñar el destacado papel efectuado por el Soldado IM Maltesse Falcon, agente ejecutor pincipal en la desactivación de la amenaza.

5.- Se iniciaron labores de reparación de la integridad del casco, así como el estudio del abundante material científico y de investigación recopilado por los doctores Talbot y Reynolds, material que en un primer examen se mostró como ineficaz para demostrar un posible escalón evolutivo zortiano hacia la inteligencia. De igual modo se procedió a las labores de avituallamiento, reparación y reconstrucción de los diferentes VF.

6.- Los sensores revelaron la presencia de una nave alienígena de origen desconocido entrando en el sistema a través de un pliegue espacio-temporal gracias a una tecnología desconocida. Su avance sistemático hacia el planeta en el que orbitaba la Hidden Truth, la destrucción progresiva de satélites y estaciones a su paso, así como la imposibilidad de establecer contacto con la nave alienígena reveló una potencial amenaza ante la cual se decretó un estado de alarma.

7.- Dentro del material recuperado en la estación científica Talbot, se encontraba un Hammer NE-DXZA-09 que fue acondicionado para su uso por mi persona en la modalidad exoesquelo ligero.

8.- Nueve días después de nuestra llegada al planeta, la nave alienígena alcanzó nuestra posición e inició un ataque contra nuestra posición. Adjunto archivos de audio e imagen.

"Respecto a su pregunta, Leonard, solo diré que demandada mi opinión solo puedo reseñar que los zort no son inteligentes, salvo que olisquearse el aparato excretor sea síntoma de inteligencia, razón por la cual deberían elevarse al estatus de especie sentiente a la mayoría de los seres de este universo."

Indudablemente, un ego hiperdesarrollado como el del Doctor Talbot no podía permanecer impasible ante tal afirmación. Ego, orgullo herido, inestabilidad emocional, química primate. Pronto hizo gala de su verbo fácil y de su hipersensibilidad, no solo tratando de humillar mi persona, acto baldío donde los hubiera, sino eximiéndose de toda responsabilidad y culpando a su ayudante, el Doctor Reynolds, de fracasos que solo son suyos. Debo advertir de la incapacidad de este humano para liderar en condiciones una misión científica, pese a sus logros del pasado. Demuestra un carácter controvertido, incapaz de tomar decisiones adecuadas, manipulador, egocéntrico y escasamente empático. No constituyen aspectos negativos per se, pero unidos a su incapacidad para asumir la responsabilidad de sus decisiones, así como de los fallos, errores y logros de su equipo, lo convierten en un especimen inadecuado para una labor de tal importancia. Es un elemento parasitario no simbiótico.

Al margen de tales consideraciones y volviendo al objeto de este informe, tras una insistente defensa del doctor Talbot en lo acertado de sus propias conclusiones, mostró un archivo de imagen adjuntado al presente documento, donde una cámara infraroja revelaba amén del especial gusto olisqueador de los zort, una pared de piedra marcada por incontables zarpazos. Una práctica habitual en una especie subterránea y de naturaleza zapadora. No obstante y ante el enconamiento de Talbot acerca de dicha marcas de las que afirmaba tratarse de un protolenguaje escrito, demandamos su localización para una comprobación in situ de la validez de sus palabras. Una vez más, se mostró incapaz de dar una respuesta coherente que no fuera la inculpación de su adjunto, quien aceptó someterse a una terapia de hipnosis regresiva de cara a proporcionar una respuesta al problema que se nos terciaba. Dos horas después de la misma, el Doctor Reynolds consiguió ofrecer unas coordenadas aproximadas para su localización (adjuntado archivo de imagen y audio del procedimiento hipnótico).

En aquel preciso instante, tuvo lugar la primera amenaza. La nave alienígena se detuvo y expulsó un total de treinta cazas, hecho ante el cual el Teniente ESO, Leonard Vance Ripley ordenó la adopción de contramedidas, al tiempo que él permanecía en el puente de mando en compañía de los doctores Talbot y Reynolds, para encargarse de la logística del ataque y defensa de la Hidden Truth. 

El Soldado IM Maltesse Falcon, la Alférez ING Anely Stampthon Baskerville, el Alférez NAV Ender Ryan, la Alférez SAN Dalira Eyesight, el Piloto MEC Dimitri Ignasov y yo mismo acoplado al Hammer nos dirigimos a ocupar nuestros respectivos puestos. Fui el primero en salir al casco exterior, aspecto casual y tan solo debido a la mayor lentitud de los VF para su ignición y vuelo. Tras mi acoplamiento al casco, la distancia a los objetivos se demostró excesiva, razón por la cual adopté una posición de alerta al tiempo que el primer VF hacia acto de presencia. Fue el Piloto MEC Dimitri Ignasov, quien demostrando un avalía de la cual le consideraba incapaz, logró abatir en rápida sucesión a 14 cazas enemigos, mermando sus efectivos en un 46,6%. Maniobra adecuada dado que las restantes naves lanzaron 64 misiles interceptados por una salva completa de minimisiles del Hammer a una distancia de medio kilómetro de la Hidden Truth, que aún no había elevado sus escudos. Un segundo VF, el del Soldado IM Maltesse Falcon irrumpió en el escenario, en trayectoria de intercepción de los últimos cazas. Efectué un segundo ataque, una salva de misiles de corto alcance, que destruyeron siete cazas, reduciendo sus efectivos en un 23,6% del total, y dejando la amenaza enemiga en nueve cazas que procedieron a renovar su ataque contra la Hidden Truth, ataque en esta ocasión interceptado exitosamente por el Piloto MEC Dimitri Ignasov.

No obstante, los restantes VF no hacen acto de presencia. Únicamente el de la Alférez SAN Dalira Eyesight, que una vez más, demostrando la mediocridad intrínseca a su ser queda varada en el espacio. La incompetencia y escasa habilidad de los tres alférez determinó el cambio en el rumbo de la batalla y lo que podía haber sido un victoria fácil, devino prontamente en tragedia. Pese a los esfuerzos del Soldado IM Maltesse Falcon, que consiguió abatir un enemigo, el fuego contrario destruyó el VF del Piloto MEC Dimitri Ignasov, quien pudo eyectarse a tiempo y no morir en la explosión subsiguiente.

De forma simultánea, la nave alienígena lanzó un nuevo ataque, en esta ocasión bajo la forma de cincuenta mechas Battle Pod. El siguiente objetivo de los caza fue el Soldado IM Maltesse Falcon, quien pese a los daños, logró escapar manteniendo una precaria integridad de su VF. La derrota parecía inminente cuando la Hidden Truth se estremeció consecuencia de la sobrecarga ordenada por el Teniente ESO Vance Leonard Ripley. Había activado el arma más poderosa de nuestra nave, pese a conocer las consecuencias de ello. Como resultado, la nave alienígena fue completamente destruida, eliminando su amenaza si bien ello implicó sentenciar igualmente nuestra nave. Como Teniente SCI de la Hidden Truth y segundo al mando, solo puedo decir que el Teniente ESO Vance Leonard Ripley actuó de forma procedente salvando a lo que quedaba de su tripulación, eliminando una amenaza inmediata y procurando un tiempo para la consecución de la misión. Quizás, la única decisión inteligente y profesional que le he visto toma en todo este tiempo.

Fin del informe.

Como era de esperar, todo estaba saliendo más o menos bien, claro. La verdad es que después de tantas horas trabajando en el puñetero vídeo, para encontrar un simple fotograma en el cual se muestra una especie de arañazo contra la pared, que los científicos han denominado como escritura, es un trabajo bien hecho. Aunque después esto no signifique absolutamente nada. 

Pero como decía, todo iba bastante bien hasta que el enemigo decidió atacarnos sin mediar palabra.

Estaba claro que era una especie de guerreros o conquistadores, o simplemente, unos locos que destruían todo a su paso. Nuestro amado Teniente nos envió a todos a nuestros respectivos VF´s, VF´s que juré jamás volver a subirme, pero era una órden directa... Aún así, yo me pregunto por que él no se ha subido al suyo... por que no me dejaba en el centro de control a mí, que tenía la capacidad de lanzar misiles para destruir cualquier amenaza...

Y aquí se acabó toda mi suerte.

Encima de mi nave, estaba claro que no iba a salir nada bien. Principalmente, no arrancó. Y no puedo echarle la culpa a Seb o a Gaviota, ya que lo habían dejado completamente al 100%. La culpa es completamente mía. Los sensores de mi nave desplegaban una serie de contactos, que poco a poco, habían ido mermando gracias a la pericia de mis compañeros. Habían logrado destruir muchos enemigos, pero nuevamente, una nueva andanada de naves salieron a nuestro encuentro...

No podía hacer nada aquí.

Tenía que ir al puente, a chequear los satélites y poder ver si con ellos podíamos lograr una victoria.

Bajé corriendo de mi nave, y comencé a avanzar hacia el puente de mando...

Pero algo ocurrió.

La nave perdió potencia y comenzó a temblar. No había que ser un erudito como Equis para darse cuenta de lo que estaba pasando.

Las luces se apagaron. Todo quedó a oscuras iluminado simplemente por las bálizas de emergencia de la nave, que dejaban todo con un tono rojizo.

Corrí todo lo que mis piernas dieron, para poder llegar al puente, pero ya era tarde.

La tremenda sacudida me indicó que el arma había sido disparada.

No noté la explosión de la nave enemiga, no tenía tiempo para eso. Tenía que llegar al puente y salvar todo lo que pudiera, antes de que explotemos contra el planeta.

Por que sí, la nave caía en picado, sin energía, hacia el planeta que estábamos investigando. De eso si me percate cuando mis pies dejaron de tener por unos segundos el contacto con el suelo.

Con la nave alienígena lo suficientemente cerca como para destruirnos a todos, Leonard finalmente se había decidido a preguntarnos nuestras conclusiones sobre la investigación. Estaba seguro de que nada más escucharle, Talbot querría ser el primero en hablar. Precisamente por eso, tan pronto le escuché aclarándose la garganta -ejercicio inútil pues seguiría sonando ronco de todas maneras-, me adelanté dedicándole una amplísima sonrisa.

 - Son inteligentes. O lo fueron.- Fueron pocas palabras, pero las justas para ganarme una de sus miradas cargadas de odio. Cierto es que no tenía demasiado mérito sacar a aquel hombre de sus casillas. Si sus miradas matasen la población en la galaxia haría tiempo que se hubiera visto muy mermada.

Yo en respuesta le sonreí. Nunca había sido demasiado partidario del sadomasoquismo, pero había cogido cierto gusto a sus puñaladas. Me había salido callo.

- Cierto. Suyo, tooodo suyo…- respondí encogiéndome de hombros cuando se arrogó todo el crédito. Esa y “tiene razón, toooda la razón” eran respuestas evolutivas desarrollada después de meses trabajando con él, igual que la peste que salía del culo de las mofetas. Y lo curioso era que Talbot arrugaba la nariz como si pudiese oler el tufillo condescendiente de la respuesta.

No era de extrañar que Equis no coincidiera con nuestra opinión después de lo airado que se marchó el día que revisamos las grabaciones. Yo también me había dejado llevar por la decepción ese día. Por suerte aun quedaba una grabación como prueba y Preacher no tardó en pasarla por las pantallas para que todos la vieran.

Sabía que cuando se mostrase la piedra no todos verían lo que yo había visto. Para la gran mayoría no serían más que arañazos en la pared, y en su mayoría lo eran, aunque en los más antiguos se percibían ciertos patrones que más allá de que fuesen el improbable resultado de la casualidad, solo podía tratarse de un lenguaje escrito. Una especie de escritura cuneiforme.

El problema, como sacó a la luz Equis, era que desconocíamos la localización de la piedra. Talbot me echó una vez más la culpa de ello llegando a amenazarme con una querella criminal, seguramente por “haberme dejado sabotear” por un personal que él mismo había contratado. ¡Qué desidia por mi parte!

- “Lo que los idiotas no pueden resolver mediante la razón siempre se lo dejan a los abogados”-Era una lección que había aprendido de mi padre; era muy aficionado a poner demandas.

Finalmente el In’valiano ofreció una solución, hipnotizarme. 

- Si con ello sacamos algo en claro no tengo ningún problema en ser hipnotizado. Aunque puede que diga algunas cosas que el Doctor Talbot no quiere escuchar.- Sonreí.- Eso sí, Equis, espero que no aproveche para hacerme un tacto rectal.

Nada más llegar a la Enfermería fui sedado. Fue lo último que recordaba cuando desperté un par de horas después. ¿Qué le había dicho? ¿Cuáles de mis oscuros y sucios, sobre todo sucios, secretos había confesado? Solo Equis, que calificó de éxito la sesión, y Pelirroja podían saberlo. Aunque una vez regresamos al Puente de Mando compartieron algunas de mis confesiones con el resto.

Fue mientras tratábamos ese tema cuando Preacher, con una flema impropia, se limitó a ponernos en la pantalla principal una imagen de los sensores con un montón de puntitos que parpadeaban alejándose de un punto más gordo. No los conté, no importaba cuantos eran. Lo importante era que eran los suficientes como para considerar su aparición como algo incompatible con nuestra vida.  

Tan solo eso bastó para que Leonard comenzara a gritar órdenes y todos corrieran a sus puestos. A Talbot y a mí nos pidió que nos quedáramos, una orden que acepté sin rechistar dejándome caer sobre la silla más cercana. ¿Para qué moverse? Todo lo que tenían que hacer era disparar a nuestra frágil nave. Daba igual cuánto corriese o dónde me escondiese, si estaba en la cocina o en el retrete, seguiría estando dentro de la nave cuando reventase.

Era un buen momento para encender un cigarro. Mejor que muchos otros, realmente. Así que saqué el paquete, revisé su interior, y cogí uno de los últimos que quedaban. Lo encendí mientras me paseaba por delante de la pantalla frente a Leonard.

- ¡¡Sí!!- grité dejando escapar toda la tensión acumulada cuando la mitad de las lucecitas parpadearon para no volver a encenderse. Acabábamos de empezar y al parecer íbamos ganando. No tardé en volver a la realidad cuando la lucecita aliada responsable de aquella masacre desapareció tras ser perseguida por los enemigos.

- “Primer muerto ¿Seré yo el último, el penúltimo o antepenúltimo?”- De los tres en la nave no importaba dejar el honor de ser el primero en morir a Talbot.

La batalla se volvió cada vez más desesperada para nosotros, aun más cuando cincuenta nuevas luces aparecieron rodeando a la nave nodriza.

- “¿Más? ¿Cuántas caben ahí dentro?”

La navecita era una máquina de destrucción con máquinas de destrucción en su interior, que a su vez tenían más maquinitas de destrucción dentro… No recordaba dónde, pero eran como unas viejas muñecas que había visto una vez, unas dentro de otras y cada vez más pequeñas. Se parecían en todo menos en lo más importante: unas proporcionaban diversión, las otras tan solo dolor y muerte.

- “Mi muerte”- me estremecí. Volví a sentarme comprendiendo que solo era cuestión de tiempo.

Nada más plantar el culo sobre el asiento la nave vibró. Sus luces se apagaron.- “¡Nos han dado, nos han dado!”- intenté exclamar, pero tan solo conseguí soltar un inarticulado grito de terror mientras daba con mis huesos en el suelo. Me cubrí la cabeza a la vez que una intensa luz inundaba todo el Puente de Mando pensando si eso era lo último que vería antes de que la explosión hiciera mil pedazos mi cuerpo. ¿Dolería mucho?

Esperé y esperé, pero el dolor nunca llegó. Lo que era mejor, seguía pensando que no me dolía. Pensaba, luego existía. Y si existía…- “Estoy vivo. Y la nave, la nave ha desaparecido.”

- ¿Qué cojones ha sido eso?- pregunté confuso tras ponerme en pie y recoger el cigarro del suelo. Le di una larga calda, la más larga que jamás había dado. Era mucho mejor que fumar después de echar un polvo.

Tras repara el casco completamente por parte de Dimitri, todo estaba listo para lo que tuviera que venir. Sebiot seguía en el hangar embutido en la construcción del SAP de Gaviota. Cuando por fin la nave alienígena se pudo ver en imágenes. Ya están allí.
El teniente nos reunió a todos en el puente. El momento era crítico. Pero al parecer lo que hablaron en un principio era de la inteligencia o no de la muestra de vida (zort) encontrada en el planeta. Sebiot, por supuesto, no entendía nada.
Entre acusaciones, todo acaba con el doctor Reynols marchándose al laboratorio para realizarle una regresión hipnótica.
Al rato vuelven. Todos están expectantes, tanto que Ruso no aguanta más de pie y se sienta al lado de su amigo Sebiot. Tras un intercambio de pareceres parecía que había llegado a una conclusión, cuando… parecía que les estaba atacando.
Sin tiempo que perder, el servo se dirigió raudamente al VF de Dimitri.- Vamos a par-tir culos- dijo el servo eufórico. Era hora de entrar en acción. Unido al Vf mediante el SAP, salen despedidos al espacio, mientras en el hangar parecía que varios de sus compañeros tenían problemas con sus VF.
Cuando preparan los sistemas de armamento algo ocurre. Una posible mala conexión de uno de los sistemas deja al servo “offline”.- Mier-da. justo a-hora tenía que pa-sar esto-. Su compañero estaba solo en esto… por el momento.
Menos mal que Ruso también había calculado el alcance y posición y prueba de ello es que la detonación del misil del SAP, hizo estragos en la vanguardia de naves enemigas. A  las que siguió una nueva detonación mas… y una tercera. Que buen trabajo hacía  el SAP en etas ocasiones.
Ruso intenta ponerse en contacto con Sebiot, pero éste pes  que lo intenta,- Ru-so, me escuchas-, no puede contactar. Una pena, le hubiera gustado compartir la buena puntería de su amigo… y más ahora que podía hablar.
Siguiendo con el ataque, Ruso emplea el “super cañón”. El piloto estaba poniendo toda la carne en el asador, cosa necesaria, puesto que por el momento estaba solo ante el enemigo. Tras un segundo ataque fallido, el “super cañón” se recalienta demasiado, por lo que no se podrá usar en el siguiente disparo. Habrá que atacar de manera distinta. Cambiando de forma a Gerwalk, Ruso frena el Vf y se prepara para disparar desde el antebrazo izquierdo, con el “rail gun pod”. El dispara impacta en el caza enemigo que explota de una vez por todas. Siguiendo la misma táctica (dispara a tope con el brazo izquierdo), otro de los cazas enemigos es alcanzado y destruido. Sebiot grita desde su puesto, pero por los problemas técnicos Dimitri sigue sin escucharlo. Pero a la tercera fue la vencida… para los enemigos, esquivando el disparo de Ruso.
La primera oleada es saldada con 16 de los 30 cazas enemigos destruidos. No está mal, si tenemos en cuenta que Ruso y Sebiot son los únicos que se están enfrentando a los enemigos.
Lo peor es que la nave nodriza enemiga, suelta otra oleada de 30 cazas. Bueno, por lo menos Zentraedi y Equis se le unen a la lucha.
Tras unos disparos infructuosos, ven como sus enemigos pasan a la acción y sueltan una andanada con objetico la Hidden Truth. Pero Equis lanza una barrera de mini-misiles que explotan los de los enemigos a tan solo 500 metros de la Hidden.
A los disiparos enemigos, Ruso y los demás contestan con sus armas, destruyendo parte de la flota enemiga. Y los enemigos contraatacan, pero esta vez es Ruso, quien usando los minimisiles, revienta los misiles enemigos. En el siguiente ataque Ruso dispersa el escudo enemigo. Ahora solo contaban con su estructura. Y es en ese momento cuando las alarmas comienzan a saltar dentro del VF. Sebiot ve como los cazas enemigos centran sus sensores sobre el VF de Ruso y él mismo. Ejecutando una maniobra defensiva, Ruso comienza su denodada tarea: escapar de los cazas enemigos. La buena noticia es que Zentraedi le quita uno de en medio. Pero los demás siguen detrás del VF. Sin poder hacer otra cosa, Ruso sigue esquivando, hasta que…. No puede más y aprieta el botón…. el botón que le lanza al espacio, dejando anclado al SAP al pequeño servo que ve como los misiles de sus enemigos hacen blanco en el VF, convirtiéndolo en “millones  de partículas”… - Adios, a-mi-go- logró decir el servo. Pero por una casualidad de la vida, la explosión lanza al pequeño servo al espacio. Los cazas se centran ahora en Zentraedi quien ataca a su vez  ellos.
Al final a Zentraedi también le alcanzan y Leonard usa la energía de la nave para cavar, con un solo disparo con la nave Zentredi enemigo. Problema solucionado, ahora hay otro bastante grave, a Hidden moribunda, cae en dirección al planeta.

Las horas pasaban sin ninguna novedad respecto a la nave alienígena. La tensión se palpaba, pero Talbot no dejaba que aquello le afectara.

“Soy un reputado científico, un profesional… y debo portarme como tal, dar ejemplo de dedicación y estoicismo. Quizá pueda ejercer de metafórico faro para los tripulantes de la nave… Incluso el cabeza hueca de Reynolds podría aprender algo de mi actitud”

Finalmente, y tras unos pocos días, Leonard los reunió a todos en el puente de mando y dijo:

-Teniente, Doctores, quiero su informe final y definitivo sobre los zort.

Una pequeña pausa.

-¿Señores?-insistió Leonard.

Entonces, Talbot carraspeó y se preparó para hablar, pero aquel estúpido de Reynolds, con su anodina sonrisa, se adelantó a la mayor mente científica de aquella nave y dijo:

-Son inteligentes. O lo fueron.

-Necesitamos hacer esa misión de exploración en el continente principal, esa misma que llevo días y días pidiéndole y que usted aún no ha autorizado-dijo Talbot, procurando controlarse ante la interrupción de su subordinado. Sin embargo, no pudo evitar lanzarle una contundente mirada que expresaba su sentimiento acerca de la intervención que había hecho.

Entonces intervino Equis, mientras Reynolds volvía a sonreír a su jefe científico. El jefe científico de la Hidden Truth miró a los dos supervivientes de la estación científica Talbot mientras afirmó con rotundidad:

-Las horas invertidas en el estudio de sus informes, solo habían arrojado una conclusión. En mi opinión, no hay inteligencia alguna en esos animales.

Ante esa afirmación, Talbot no pudo poco menos que componer su mejor sonrisa de condescendencia para después soltar su opinión:

-Sabía que era un militar a fin de cuentas, pese a esa mente brillante suya. Si no tienen armas es que no son listos, ¿es esa su deducción? En este caso debo estar de acuerdo con el inútil integral de mi ayudante segundo, el mal llamado "Doctor" Reynolds... Los zort han tenido potencial inteligencia, y podrían volver a tenerla.

Ante el silencio de Equis, continuó:

-Ese es mi descubrimiento y mi dictamen final de investigación. Está claro que todo el mérito es mío, por supuesto, ya que ustedes dos no fueron capaces de verlo...

Otra impertinencia de Reynolds:

-Cierto. Suyo, tooodo suyo...-encogiéndose de hombros.

Equis se limitó a decir:

-Pasado, futuro condicional... Debería atender al presente y a los hechos.

Leonard decidió intervenir en ése momento, y Talbot ignoró las payasadas de Zentraedi, centrándose en el líder:

-Entonces, señor Equis, ¿nuestro informe debe ser negativo según usted?-a lo que el jefe científico de la nave respondió afirmativamente. Entonces, Leonard se giró hacia Talbot:

-Doctor Talbot, ¿tiene alguna prueba de sus afirmaciones?

Talbot, sin embargo, estaba de sobra preparado para aquel escepticismo. “Las grandes mentes, siempre tan torturadas e incomprendidas…” pensó con resignación, mientras decía:

-Naturalmente, Preacher por favor, abra el archivo que le mostré ayer.

Entonces Preacher puso en pantalla el vídeo de los zort. Pudo ver alguna mueca de asco en algunos de los presentes, pues los zort no eran lo más bonito del mundo. Sin embargo, aquello le daba igual. De fondo se veía la pared con las marcas. Ahí estaba, ese lenguaje… o al menos, esas marcas con algún significado. Aunque no habían conseguido traducirlos, ahí estaban.

-Ahí está la prueba-dijo, con otra payasada de Zentraedi de fondo. Pero ésta iba dirigida hacia Equis, a si que aunque la ignoró de igual modo, no le molestó tanto-Como líder de la estación científica Talbot exijo que sea enviada de inmediato al Consorcio de Mundos Civilizados. El Senado de las Tres Galaxias debe recibir mi informe y mi dictámen final sobre mi extraordinario descubrimiento. Los talbotitas son una especie sintiente y deben ser protegidos. El sistema T/63 debe ser declarado Protectorado del Consorcio de Mundos Civilizados-enfrascado en su discurso, ni siquiera captaba las tonterías que salían de la boca de Zentraedi-En virtud de nuestra carta magna, el Compacto de las Civilizaciones.

Dalira entonces miró al científico y dijo:

-Los gatos terráqueos también afilan sus uñas de esa manera... Pero no estaría de más enviarlo para ser analizado.

-Los he bautizado, humildemente, talbotitas o talbotianos.

Parecía que a Equis no le gustaba el nombre, pero decidió ignorarle. Pero parecía que no era el único. Además, Equis preguntó por la localización de la piedra. Así que carraspeó, mirando a Reynolds acusadoramente “Seguro que todo es culpa tuya, maldito liante”

-No me gustaría que una raza de inteligencia superior a la mía me vea cagando y me ponga su nombre-intervino Zentraedi.

-Al parecer el inútil de mi ayudante perdió los datos concernientes a la localización exacta de ese muro inscrito.

-La investigación de su inútil ayudante fue saboteada-más impertinencias de Reynolds… “¿es que no es capaz de aceptar su responsabilidad?”

Equis intervino:

-¿Y pretende llevar esa imagen como único soporte de su afirmación?

-Recuerdo que la encargada del mantenimiento de los robots Zort era Minelva-prosiguió Reynolds.

-Doctor Reynolds ya presentaré ante usted una querella criminal cuando todo esto acabe-“Maldito sea ese aprendiz de científico”-No tenemos otra cosa, Equis, por culpa de los sabotajes.

-¿Y su memoria? ¿No recuerdan dónde trabajaron? ¿Ninguna nota manuscrita con las localizaciones?-Equis tampoco ayudaba precisamente, pero Talbot intentó serenarse.

-Todos los datos fueron destruidos, esta parte del trabajo era responsabilidad directa del Doctor Reynolds, de quien sospecho era cómplice de la traidora Krouss-“No te librarás de mí con facilidad, traidor…”

-Y ahí está. Otra vez. Es usted incansable, doctor-otra vez Reynolds protestando.

-¿Doctor Reynolds? ¿Alguna pista? Podría someterlo a hipnosis regresiva si lo desea de cara a obtener algún resultado positivo en este sentido-“Vaya, a si que además de poner obstáculos a una mente preclara como la mía también puedes colaborar de vez en cuando, ¿eh?”

-Si con ello sacamos algo en claro no tengo ningún problema-“Vaya, debo estar soñando…Reynolds a punto de hacer algo útil”-Aunque puede que diga algunas cosas que Talbot no quiera escuchar-añadió, sonriendo “No, definitivamente no estoy soñando, no puede guardarse nunca sus comentarios…”

-Leonard, en sus manos está. Puedo sedar suavemente a Reynolds, tratar de dar con ese emplazamiento y adoptar una decisión definitiva en base a ello-dijo Equis-La terapia hipnótica no conlleva riesgos y no hay lugar a fallos, si se ejecuta adecuadamente.

Finalmente, Leonard da su permiso, y Talbot ve como Dalira, Equis, Reynolds… y Zentraedi van a la enfermería.

“Ojala Reynolds diga todo lo que sabe antes de que Zentraedi lo ejecute por espía” pensó Talbot, con casi total convencimiento de que lo era. Tras un par de horas, sin embargo, vio que se equivocaba cuando regresaron todos al puente. Entonces, Equis habló:

-Señoras, señores, la terapia regresiva ha sido un éxito-“Al fin has hecho algo bien… y tú también, Reynolds”-No exento de riesgos, pues cabría determinar la implantación de falsos recuerdos en la mente de Reynolds. No obstante, para poder superar mi habilidad, el manipulador debería ser extraordinariamente bueno-“No podías dejar pasar la oportunidad de tirarte flores, ¿eh?”-Les diré que el subconsciente nunca miente. Ocultará, tratará de eludir una realidad pero nunca miente. En este sentido puedo afirmar que... Talbot, ¿está resfriado?-dijo Equis, ante los resoplidos que el científico estaba dando.

-Deje de darse autobombo y díganos sus conclusiones...-respondió el científico.

-Como decía, Reynolds está absolutamente convencido de forma inconsciente en la condición sentiente de los zort, algo que me resulta mucho más útil que esa imagen de video que hemos visto hace unas horas…

-Yo ya se lo había dicho... Estamos perdiendo el tiempo-pero Leonard le hizo un gesto para que guardara silencio.

-Reynolds ha recordado. Conoce la localización, no exacta, pero sí aproximada de esa piedra. La zona de excavación del robot simulador zort B-03 ¿La recuerda Reynolds?-y el interrogado asintió-Hace ya tiempo que según ha comentado dejó de emitir señal alguna. Posiblemente saboteada. Su mente acarició el nombre de Krouss. Extremo este que ninguno de los presentes negaría a la luz de los hechos-Zentraedi preguntó si era un espía, y Equis respondió-Zentraedi, el objetivo de la terapia no era determinar si es un espía o no. Buscaba una localización. A fin de cuentas, estamos aquí para eso, ¿no? Y la tenemos. El resto, carece de importancia. Leonard, sabiendo lo que sabemos ahora, podemos investigar la zona, dar con esa piedra y efectuar una investigación.

-¿Has cambiado de opinión acerca de la inteligencia de los zorts con la intervención?-Preguntó Dalira a Equis.

-No-“¿Cómo puedes ser tan ciego a una evidencia empírica así?”-Pero la duda es sana. Y el soporte de mis conclusiones es tan válido o inválido como para afirmar lo contrario.

-Pero estás de acuerdo en que debemos investigar antes que afirmar, ¿cierto?-prosiguió Dalira.

Leonard, mientras tanto, recalcó el poco tiempo del que disponían. Preacher asintió, y en las pantallas aparecieron treinta pequeños puntos que se dirigían hacia la nave. Leonard ordenó zafarrancho de combate, quedándose el oficial en el puente, junto a Reynolds y Talbot. El científico se sentó, y observó estoicamente como se desarrollaba la batalla. Al fin y al cabo, no podía hacer nada para ayudar, a si que procuró no molestar. Él no era militar, no era ésa su especialidad.

Finalmente, Leonard lanzó un disparo sobrecargado. La Hidden Truth pagó por ello, aunque destruyó la nave nodriza enemiga.

A petición y orden del día se habían reunido todos los miembros de la tripulación , hizo a copio de toda la paciencia posible de la que era capaz de recurrir para aguantar una larga jornada.

Como era de esperar no solo había dos trenes en marcha el uno contra el otro, sino que se unió a ellos el tercero en discordia.

Finalmente, y tras unos pocos días, Leonard los reunió a todos en el puente de mando y dijo:

-Teniente, Doctores, quiero su informe final y definitivo sobre los zort.

Una pequeña pausa.

-¿Señores?-insistió Leonard.

Entonces, Talbot carraspeó y se preparó para hablar, pero aquel estúpido de Reynolds, con su anodina sonrisa, se adelantó a la mayor mente científica de aquella nave y dijo:

-Son inteligentes. O lo fueron.

-Necesitamos hacer esa misión de exploración en el continente principal, esa misma que llevo días y días pidiéndole y que usted aún no ha autorizado-dijo Talbot, procurando controlarse ante la interrupción de su subordinado. Sin embargo, no pudo evitar lanzarle una contundente mirada que expresaba su sentimiento acerca de la intervención que había hecho.

Entonces intervino Equis, mientras Reynolds volvía a sonreír a su jefe científico. El jefe científico de la Hidden Truth miró a los dos supervivientes de la estación científica Talbot mientras afirmó con rotundidad:

-Las horas invertidas en el estudio de sus informes, solo habían arrojado una conclusión. En mi opinión, no hay inteligencia alguna en esos animales.

Ante esa afirmación, Talbot no pudo poco menos que componer su mejor sonrisa de condescendencia para después soltar su opinión:

-Sabía que era un militar a fin de cuentas, pese a esa mente brillante suya. Si no tienen armas es que no son listos, ¿es esa su deducción? En este caso debo estar de acuerdo con el inútil integral de mi ayudante segundo, el mal llamado "Doctor" Reynolds... Los zort han tenido potencial inteligencia, y podrían volver a tenerla.

Ante el silencio de Equis, continuó:

-Ese es mi descubrimiento y mi dictamen final de investigación. Está claro que todo el mérito es mío, por supuesto, ya que ustedes dos no fueron capaces de verlo...

Otra impertinencia de Reynolds:

-Cierto. Suyo, tooodo suyo...-encogiéndose de hombros.

Equis se limitó a decir:

-Pasado, futuro condicional... Debería atender al presente y a los hechos.

Leonard decidió intervenir en ése momento, y Talbot ignoró las payasadas de Zentraedi, centrándose en el líder:

-Entonces, señor Equis, ¿nuestro informe debe ser negativo según usted?-a lo que el jefe científico de la nave respondió afirmativamente. Entonces, Leonard se giró hacia Talbot:

-Doctor Talbot, ¿tiene alguna prueba de sus afirmaciones?

Talbot, sin embargo, estaba de sobra preparado para aquel escepticismo. “Las grandes mentes, siempre tan torturadas e incomprendidas…” pensó con resignación, mientras decía:

-Naturalmente, Preacher por favor, abra el archivo que le mostré ayer.

Entonces Preacher puso en pantalla el vídeo de los zort. Pudo ver alguna mueca de asco en algunos de los presentes, pues los zort no eran lo más bonito del mundo. Sin embargo, aquello le daba igual. De fondo se veía la pared con las marcas. Ahí estaba, ese lenguaje… o al menos, esas marcas con algún significado. Aunque no habían conseguido traducirlos, ahí estaban.

-Ahí está la prueba-dijo, con otra payasada de Zentraedi de fondo. Pero ésta iba dirigida hacia Equis, a si que aunque la ignoró de igual modo, no le molestó tanto-Como líder de la estación científica Talbot exijo que sea enviada de inmediato al Consorcio de Mundos Civilizados. El Senado de las Tres Galaxias debe recibir mi informe y mi dictámen final sobre mi extraordinario descubrimiento. Los talbotitas son una especie sintiente y deben ser protegidos. El sistema T/63 debe ser declarado Protectorado del Consorcio de Mundos Civilizados-enfrascado en su discurso, ni siquiera captaba las tonterías que salían de la boca de Zentraedi-En virtud de nuestra carta magna, el Compacto de las Civilizaciones.

Dalira entonces miró al científico y dijo:

-Los gatos terráqueos también afilan sus uñas de esa manera... Pero no estaría de más enviarlo para ser analizado.

-Los he bautizado, humildemente, talbotitas o talbotianos.

Parecía que a Equis no le gustaba el nombre, pero decidió ignorarle. Pero parecía que no era el único. Además, Equis preguntó por la localización de la piedra. Así que carraspeó, mirando a Reynolds acusadoramente “Seguro que todo es culpa tuya, maldito liante”

-No me gustaría que una raza de inteligencia superior a la mía me vea cagando y me ponga su nombre-intervino Zentraedi.

-Al parecer el inútil de mi ayudante perdió los datos concernientes a la localización exacta de ese muro inscrito.

-La investigación de su inútil ayudante fue saboteada-más impertinencias de Reynolds… “¿es que no es capaz de aceptar su responsabilidad?”

Equis intervino:

-¿Y pretende llevar esa imagen como único soporte de su afirmación?

-Recuerdo que la encargada del mantenimiento de los robots Zort era Minelva-prosiguió Reynolds.

-Doctor Reynolds ya presentaré ante usted una querella criminal cuando todo esto acabe-“Maldito sea ese aprendiz de científico”-No tenemos otra cosa, Equis, por culpa de los sabotajes.

-¿Y su memoria? ¿No recuerdan dónde trabajaron? ¿Ninguna nota manuscrita con las localizaciones?-Equis tampoco ayudaba precisamente, pero Talbot intentó serenarse.

-Todos los datos fueron destruidos, esta parte del trabajo era responsabilidad directa del Doctor Reynolds, de quien sospecho era cómplice de la traidora Krouss-“No te librarás de mí con facilidad, traidor…”

-Y ahí está. Otra vez. Es usted incansable, doctor-otra vez Reynolds protestando.

-¿Doctor Reynolds? ¿Alguna pista? Podría someterlo a hipnosis regresiva si lo desea de cara a obtener algún resultado positivo en este sentido-“Vaya, a si que además de poner obstáculos a una mente preclara como la mía también puedes colaborar de vez en cuando, ¿eh?”

-Si con ello sacamos algo en claro no tengo ningún problema-“Vaya, debo estar soñando…Reynolds a punto de hacer algo útil”-Aunque puede que diga algunas cosas que Talbot no quiera escuchar-añadió, sonriendo “No, definitivamente no estoy soñando, no puede guardarse nunca sus comentarios…”

-Leonard, en sus manos está. Puedo sedar suavemente a Reynolds, tratar de dar con ese emplazamiento y adoptar una decisión definitiva en base a ello-dijo Equis-La terapia hipnótica no conlleva riesgos y no hay lugar a fallos, si se ejecuta adecuadamente.

Finalmente, Leonard da su permiso, y Talbot ve como Dalira, Equis, Reynolds… y Zentraedi van a la enfermería.

“Ojala Reynolds diga todo lo que sabe antes de que Zentraedi lo ejecute por espía” pensó Talbot, con casi total convencimiento de que lo era. Tras un par de horas, sin embargo, vio que se equivocaba cuando regresaron todos al puente. Entonces, Equis habló:

-Señoras, señores, la terapia regresiva ha sido un éxito-“Al fin has hecho algo bien… y tú también, Reynolds”-No exento de riesgos, pues cabría determinar la implantación de falsos recuerdos en la mente de Reynolds. No obstante, para poder superar mi habilidad, el manipulador debería ser extraordinariamente bueno-“No podías dejar pasar la oportunidad de tirarte flores, ¿eh?”-Les diré que el subconsciente nunca miente. Ocultará, tratará de eludir una realidad pero nunca miente. En este sentido puedo afirmar que... Talbot, ¿está resfriado?-dijo Equis, ante los resoplidos que el científico estaba dando.

-Deje de darse autobombo y díganos sus conclusiones...-respondió el científico.

-Como decía, Reynolds está absolutamente convencido de forma inconsciente en la condición sentiente de los zort, algo que me resulta mucho más útil que esa imagen de video que hemos visto hace unas horas…

-Yo ya se lo había dicho... Estamos perdiendo el tiempo-pero Leonard le hizo un gesto para que guardara silencio.

-Reynolds ha recordado. Conoce la localización, no exacta, pero sí aproximada de esa piedra. La zona de excavación del robot simulador zort B-03 ¿La recuerda Reynolds?-y el interrogado asintió-Hace ya tiempo que según ha comentado dejó de emitir señal alguna. Posiblemente saboteada. Su mente acarició el nombre de Krouss. Extremo este que ninguno de los presentes negaría a la luz de los hechos-Zentraedi preguntó si era un espía, y Equis respondió-Zentraedi, el objetivo de la terapia no era determinar si es un espía o no. Buscaba una localización. A fin de cuentas, estamos aquí para eso, ¿no? Y la tenemos. El resto, carece de importancia. Leonard, sabiendo lo que sabemos ahora, podemos investigar la zona, dar con esa piedra y efectuar una investigación.

-¿Has cambiado de opinión acerca de la inteligencia de los zorts con la intervención?-Preguntó Dalira a Equis.

-No-“¿Cómo puedes ser tan ciego a una evidencia empírica así?”-Pero la duda es sana. Y el soporte de mis conclusiones es tan válido o inválido como para afirmar lo contrario.

-Pero estás de acuerdo en que debemos investigar antes que afirmar, ¿cierto?-prosiguió Dalira.

Durante varios momentos en los que como las placas tectónicas del pacifico y america convergen en un punto, las discusiones sobre la escritura o no Zort y la pérdida de los datos por parte de la estación cientifica a los cuales el líder de esta en vez de asumir las culpas las distribuia al único superviviente o bien a aquellos ex-miembros muertos y saboteadores, olvidando la máxima de que era SU/ equipo y su responsabilidad.

Finalmente una especie de posibilidad surgió, el hiponotismo aplicado al doctor Reynolds podría ofrecer una posibilidad remota de pista, algo asi como un clavo ardiendo que sacará en provecho no solo el viaje sino los esfuerzos y recursos invertidos.

Dicha pista, y pese a la reciente afición mostrada por mi co-lider Equis en drogar a todos y cada uno de los miemrbos y visitantes de esta nave, dió un cierto margen de exito, al no solo localizar una posible pista de dicha inteligencia, sino un lugar desde el cual seguir los estudios.

Evidentemente tales buenas noticias no iban sino acompañadas de una serie de acontecimientos que tenían toda la pinta de ser malos, un objeto no identificado cuya masa superaba con creces la de la Hidden Truth se acercaba a una velocidad pasmosa e imposible según el calculo erroneo de Equis, ordene no solo la continuación de la reparación de la nave sino que nos preparamos para combatir dicha eventualidad con nuestros mejores deseos.

El plan sencillo en principio consistia en lanzar los 4 VFs disponibles para atacar al enemigo (lo considere enemigo puesto que no emitió ninguna señal o intento de comunicación, otro factor fue que a la llegada de la nave le precedió una onda que destruyó todos los satelites que tenía el sistema y la velocidad a la cual se acercaba).

Equis al cual se le reprogramo y asigno el Hummer capturado iba a ofrecer una última defensa de la nave y yo coordinando desde el puente podría tener una visión mucho más amplia que si hubiera cedido a mis instintos de luchador y me hubiera asignado un caza o armadura.

Addentum al cuaderno de bitácora: Debía harme llevado mi armadura personal.

El enemigo desplego en su inicio una bateria de trenta cazas que avanzaban a gran velocidad hacia la nave, anticipandose a lo que aún tenia que llegar.

Todo salió tan mal como podía suceder, de los cuatro VFs solo salió el VF modificado de Ruso, el cual debo destacar que cumplió con creces al enfrentarse el solo a 30 cazas enemigos sin recular, mostrando sus habilidades más alla de lo razonable mermando esa primera oleada a base de misiles de largo alcance y que cambió la modalidad de su caza VF, catorce cazas enemigos murieron en el mejor despliegue que un servidor ha visto en muchos años. Si fuera así en todo- pensé.

Mientras tanto accedí a los sistemas de armamento de la Hidden Truth y empecé a cargar nuestra arma, pensando en que el resto de VFs saldrían acto seguido y aportarían más destrucción al enemigo, dejando la gran nave enemiga como ultimo escollo.