Partida Rol por web

Y yo, tras oir a nuestro capitan, termino mi jarra y digo. ¡Tripulacion!. Ya sabeis las ordenes. Vamos, nuestra nave nos espera. Y todos van dejando sus jarras vacias y e van encaminando hacia la salida de la taberna. Yo, voy el ultimo de todos por si hubiera alguno que se arrepintiera en el ultimo momento. Pero veo que todos sin excepcion caminan con paso decidido hacia el muelle en donde esta atracado el Oarth Rash. Y yo sonrio. Creo que esta va a ser una buena tripulacion.

ayayaya... capitan... Lechuck traga de un solo sorbo lo que queda de cerveza , para diriguirse hacia la nave...

Me levanto de mi silla con un salto despreocupado y me ajusto el cinturón de la espada. Por fin de nuevo, tras un mes sin echarme a la mar, tengo barco en el que trabajar. Aunque veo algún rufián entre mis compañeros, estoy acostumbrado a trabajar con gente de caracter "diverso".

-¡A la orden!

Apuro la pinta de cerveza negra hasta ver el sucio fondo de la jarra y sigo al capitán en dirección al navío.

Steven corre a cojer el hatillo que ha preparado ¡Vamos a ello! mira luego a O'finnegan con una cínica sonrisa me voy a hacer de oro viejo, se que hay alguien que vela por mi ahí arriba y no desaprovecharé esta oportunidad.

Desde la esquina donde suelo situarme en busca de algún incauto del que poder agenciarme un par de monedas, veo como la recién formada tribulación va dejando la taberna. Podría ser una buena idea… pienso saliendo de entre la sombras. Me dirijo hacia la barra con andar despreocupado, pasando tras el contramaestre, y situándome junto al capitán, que se dispone a pagar la cuenta. Con un rápida mirada sopeso su bolsa y las cicatrices de su rostro. Parece un capitán digno de su barco.

Señor… carraspeo intentando llamar su atención sobre mi menuda figura. Señor? No he podido evitar oír lo orgulloso que está usted de su nave. Supongo que la dama dispondrá de los mejores cuidados pero, ya que aún no formo parte de su tripulación, me atrevo a decir, sin margen de error, que tiene ante usted a alguien que podrá hacerla lucir más bella y robusta que nunca.

Sonrió al capitán, los pulgares enganchados en mi chaleco, y los ojos brillando expectantes. Como se limite a patearme hasta el otro lado de la sala, tocara otra semana de rebuscar en la basura…

Rowkick, que ya se retiraba del tugurio, mira de arriba abajo al joven que acaba de hablarle de manera altanera y sin ni siquiera presentarse.

- Y tú, niñato, ¿de dónde sales?, anda, ve por ahí a buscarte la vida y no te metas donde no te llaman, le espeta el capitán al chaval sin ningún tipo de remordimiento.

¿Qué se habrá creido este mocoso?, ¿pues no acaba de decirme que pondría gustosamente sus manos sobre Miss Shelly?

Mantengo mi sonrisa ante la brusca respuesta. No me ha pateado, es un comienzo.

Siguiendo su sabio consejo, me buscare la vida, pero en vez de por ahí, preferiría empezar aquí mismo.

Me apoyo en la barra, escrutando el rostro del corsario, buscando que decir para convencerle de que necesita a un niño rubio que le llega a la altura de la axila.

De todas las posibilidades que ofrece esta ciudad, estará de acuerdo en que servirle a usted es la más atractiva. Se que soy pequeño, a la gente le gusta recordármelo frunzo el ceño pero, le aseguro que pocos están tan capacitados como yo para cuidar de su nave como se merece.

Antes de darle tiempo a contestar, vuelvo a hablar, esta vez más nervioso, dejando claro lo mucho que necesito el trabajo.

No necesitaría más que un lugar donde dormir y una comida al día…

Una ligera sombra de duda aparece en el capitán, ante la tozudez del muchacho. De un zarpazo le toma las manos por las muñecas y se las gira para observar sus palmas.

Las manos son del tamaño de las de un niño, pero todas esas cicatrices y durezas hacen pensar que ya sabe lo que es trabajar.

Si decir palabra, Rowkick vuelve a examinar concienzudamente al chico y se fija en que pese a su juventud, tiene la mirada decidida de alguien que ya ha vivido mucho. Posiblemente demasiado para la edad que debe tener...

- ¿Has estado en un barco alguna vez, muchacho?

Me relajo visiblemente cuando el capitán suelta mis manos después de su examen. Al escuchar su pregunta mi rostro se entristece levemente. Abro la boca, pero la vuelvo a cerrar antes de decir nada. Ahora que le has hecho dudar no puedes dejar que se vaya sin ti.

Nunca he estado en una travesía larga, si eso es a lo que se refiere, pero me he criado entre barcos, señor. Mi padre trabajaba en un astillero, y yo aprendí a andar al mismo tiempo que a utilizar el martillo.

Paso la mano por la madera de la barra con gesto pensativo.

Sobre tratar con gente de mar digo volviendo de nuevo mi atención hacia el corsario , le aseguro que he aprendido bastante en el tiempo que llevo en la ciudad. Y soy experto en moverme sobre superficies inestables.

Sonrío, esta vez de una manera mucho menos arrogante que al principio.

Parece realmente desesperado por subir al OarThrash...

- Haremos una cosa, muchacho. Subirás abordo de mi barco hoy mismo, trabajarás como uno más y acatarás mis órdenes y las de mis hombres de confianza. Harás todo lo que se te diga sin rechistar y a cambio recibirás la misma comida que comeremos los demás y algún lugar donde echarte a dormir., el capitán hace una pequeña pausa, como sopesando la decisión que acaba de tomar.

- Dentro de unos días haremos una escala para reaprovisionarnos. Si para entonces no has demostrado que realmente vales para algo te dejaré allí sin ningún tipo de remordimiento. ¿De acuerdo, chico?. Ummm, por cierto, creo que no me has dicho como te llamas.

Camino contento hacia la puerta, justo delante del contramaestre, cuando de repente, no se por qué, algo me impulsa a mirar atrás, hacia la barra. Y entonces reparo en el pequeño chaval que habla con el capitán.
¿No será ese el niño que...? ¡Sí! Es él, él estaba entre los chicos que me robaron la bolsa de monedas esta mañana... y ahora parece que va a unirse a la tripulación. Pfff...serenate Zak, no puedes perder la oportunidad de dejar esta maldita tierra... Bien, decida lo que decida, voy a castigar a ese crío en el barco, lejos de miradas ajenas.

Le dirijo una mirada furiosa que él no parece advertir, y me voy.

- Ya voy, ya voy, ¡tranquilo! - le espeto a periko al ver que no avanzo.

Asiento enérgicamente a todas las instrucciones, adoptando una postura erguida en muestra de respeto hacia mi nuevo jefe.

Si señ… capitán digo cuando este termina de hablar , por supuesto capitán , no se arrepentirá de su decisión, capitán. Mi nombre es Ian levanto la mirada hacia él. El nombre adquiere una sonoridad particular debido a mi fuerte acento del norte. Solamente Ian.

Me despido del corsario con una inclinación de cabeza y me dirijo hacia la puerta. Al pasar junto al contramaestre dudo un segundo sobre si presentarme. Supongo que debería ser el capitán el que le avise de que hay alguien más en la tripulación… me encojo de hombros y salgo tras el resto del grupo con paso alegre y una sonrisa en la cara.

Tras observar el dialogo entre nuestro nuevo grumete y nuestro capitan, veo como el picaro trata de escabullirse sin presentarse ante mi. Rio por unos segundos por lo bajo y, despues, gruño. ¡Eh, chavalin!. ¿A donde crees que vas?. Veo como el crio se para en seco y se da la vuelta. Yo me acerco a el entonces y digo. Bien, veo que has logrado tu objetivo. Formar parte de la tripulacion mas brava y salvaje de todo el atlantico. Miro de arriba a abajo a nuestro grumete y no puedo evitar hacer una mueca de disgusto. En ese momento, añado. Espero que tengas claro donde te metes. Si cumples con tu trabajo con eficacia, no tendras problemas. Pero si le fallas al barco, yo sere el encargado de ejecutar las ordenes del capitan. [B]Y creo que te queda claro el modo en que lo haria. Y ahora, encaminate hacia la nave. ¡Y corre, antes de que nuestro capian cabie de opinion!. Y veo como este picaro sale disparado en direccion a la nave que se halla en un cercano muelle. Giro la cabeza y veo que Zacary permanece quieto contemplando como el chaval ha salido disparado. Le miro y digo.¿Que esperas para moverte?. ¿Una invitacion especial?. ¡Espabila de una vez!. Y por fin, parece que Zacary se saca su vagancia de encima y empieza a moverse.

Con paso firme y en silencio, me encamino junto al resto de jugadores hacia el buque, cuando sin querer oigo como el Periko abusa del renacuajo que se nos acaba de unir, mira, yo no es por meterme donde nadie me llama, pero deja al pobre chaval en paz, si el Capitán lo ha escogido es por algo. y sin esperarme a oír respuesta alguna continuo inmersa en mis pensamientos, cabeza gacha para no ser reconocida, hacia el Oarthrash.

Sin decir absolutamente nada de nada, camino hacia el buque.

Salgo de la taberna detrás del capitán, silbando. Observo la escena mientras habla con el muchacho y permanezco callado hasta que éste se marcha adelantándose y cruzándose con el contramaestre.

-Mi capitán, ¿habéis dirigido alguna vez un barco más allá del océano hasta las tierras de allende?

- Muchas veces, Duncan, muchas veces. ¿Por qué lo dices?, ¿acaso te preocupa alguna cosa?, dice Rowkick mientras sigue caminando hacia el "golpe de remo" ansioso ya por sentir el crujir de su casco bajo sus pies.

-El viaje es largo y duro, y me quedo más tranquilo sabiendo que ya tenéis experiencia en la larga travesía que nos espera hasta el nuevo continente. Sobre todo a la hora de encargar las mercancías.

Sonrío y sigo el paso del capitán mientras echo un vistazo al resto de componentes de la plana mayor de la nave. El aire de los mueves llena de mar y esperanzas mis pulmones y avanzo con andar resuleto hacia el barco. Miro el cielo espeso y oscuro con aire crítico.

-Pronto los vientos nos serán favorables para partir, capitán. Muy pronto.

Steven sube corriendo desde la bodega donde dispone de una reducida cocina... capitán, capitán se frena ante él y le mira a los ojos... la cocina está bien señor, pero en la bodega, no hay más que balas de cañón y otros muchos artilugios que de poco sirven para comer, creo que deberíamos cargar un mínimo... yo puedo ocuparme de dicha compra pero no tengo fondos para ello. luego calla esperando la respuesta de Rowkick.

- No te preocupes, Brewster, está todo previsto. Ahora cargaremos sólo una parte pequeña de las provisiones, pero dentro de unos días pararemos para hacer una escala en Madeira. Allí cargaremos todo lo que nos haga falta y además ahorraremos algunas monedas. ¿Te parece bien?