Partida Rol por web

La Capitana Mary Red y su "compañero" Markus salen de la taberna y se dirigen al ayuntamiento, donde rápidamente les indican en que sala se celebra el juicio. ( Vamos, la única que hay. )

Cuando entran a la sala, todos se giran para ver quienes son, ya que acaban de entrar en el medio del juicio.

Ellos, sin embargo, ven a toda la tripulación dentro de la sala. Los tres acusados sentados junto a un pirata un poco despistado mientras que el resto de su tripulación, está sentada en uno de los bancos del fondo, mirando como se desarrolla el juicio.

La sala de los juicios es bastante grande. A ambos lados de donde os encontráis, es decir la puerta de entrada a la sala, podéis ver dos filas de bancos ( unos diez en total ) atiborrados de gente que ha ido a ver el juicio. En la última fila de bancos de la derecha, se encuentran sentados Westen, el buen doctor, Maria y Rodrigo, que os miran durante unos segundos y después, continúan viendo el juicio.

Delante de las dos filas de bancos, podéis ver una mesa, donde se encuentra sentado lo que creéis que es el letrado de la acusación y justo a la izquierda de esa mesa, otra más larga, donde se encuentran sentados de espaldas a vosotros, Crow, Peter y Vargo, que se giran durante unos segundos para veros las caras y después, comienzan a mirar para otro lado, sabiendo que la que le caerá será buena buena.

Más allá, junto a la pared del final, se encuentra el estrado y la mesa del juez, que está atento a sus notas y no ha reparado en vosotros.

También podéis observar, que hay algunos guardias, mezclados entre la gente, para evitar que hagáis cualquier tontería.

Markus entró con mala cara en la sala del jucios tras la Capitana, sin guardar excesivo siencio. Tras ver a sus compañeros acusados, los saludó con la mano y les hizo un gesto deseándoles suerte antes de dirigirse hacia el banco donde se encontraban sentados el resto de la tripulación.

Cuando se hubo sentado cambió su rostro por otro más jovial. ¿Bueno, quien gana? Preguntó divertido al grupo. Mirando de reojo la expresión Mery Red antes de empezar a atender al juicio.

-No estoy muy seguro, nos hemos perdido la primera parte.- le dice en voz baja a Markus- Ya os dije yo que estaban fuera de control...

- Calláos un momento

El doctor prestaba atención. Aunque sus palabras no lo indicasen, no podía evitar media sonrisa bajo el bigote.
La situación le divertía. Mucho.

Al ver a la Capitana se levantó cediéndole el sitio, y le susurró al oído.

- Cuando quiera, puedo terminar con esta farsa y nos largamos.

Ahora, Crow.. diles aquello.. - le susurra a su compañero.

Acto seguido, gira la cabeza para observar al resto de la tripulación fijando la vista en Markus y con las manos atadas, le levanta el pulgar.

-Señoria, conlavenia, pido permiso para exponer el alegato de defensa.-

Estaba a tenta a todo lo que pasaba, era la primera vez que veia un juicio ...

Markus se recostó sobre el respaldo del banco apoyando sus codos en él y puso una bota sobre el asiento de delante, espectante aunque aburrido por estar en aquel lugar rodeado de gente formal...

Todas estas imbecilidades, están empezando a agotar mi paciencia. Tan solo vuelvo a prestar atención a lo que ocurre en la sala cuando mi nombre es mencionado.
El fiscal, ha cometido la osadía de creerse capacitado para juzgar un combate singular.
Y mirando fijamente el rostro de ese individuo para no olvidarlo, digo a mis compañeros.
Sera mejor que os vayáis preparando. Para mi, es evidente que el abogado que nos ha tocado es un completo inútil. Y, si ocurre lo peor, os puedo asegurar que yo no voy a ser arrastrado hasta la orca como si fuera una res camino del matadero.

Aunque hemos dormido en la mansión del gobernador tan solo han sido unas horas y Stan todavía esta adormilado. Su cabeza se ladea y acab dormido sobre el hombro del doctor.

Un hilo de babilla se escurre de la comisura de sus labios y empieza a estirarse acercandose peligrosamente a la capa del doctor.

Estoy sentado con los brazos cruzados y atento a lo que se dice, al lado de Stanley y el Doctor, a mi lado esta Maria. Todos agradecidos por haber dormido comodamente en un mullido colchon

El juicio no tiene muy buena pinta... no se si la capitana tiene algo pensado, quizas haya hecho un trato con el gobernador, de todas maneras tratandose de los acusados de los que se trata habrá que estar preparado para todo. Aunque Stanley se esta durmiendo y el doctor hasta parece que disfruta

La Capitana fusiló a los tres tripulantes con la mirada. Sin más, se sentó en el sitio que el buen doctor le había cedido y tras esuchar su susurro se limitó a vovler a mirar a los tres piratas.

Espera... Se acomodó y se recostó en el banco, como quien ve un show. Esto promete ser interesante...

El Capitan se incorpora rápidamente, tirando una jarra con agua que había sobre la mesa. Todos en el juzgado se rien a carcajadas, hasta el juez parece estar divirtiéndose con este letrado. Sin embargo, en ese momento, el letrado carraspea, se pone firme y habla con voz seria y sonora.

- Llamo a declarar a la señorita Rowina, su señoria. -

En ese momento Stan cabecea un instante y mira a ambos lados, a la capitana, al doctor y a los demás. Después murmura.

-Ese abogado lucha como un granjero...

Y bosteza, echándose hacia atrás en el banco.

-¿Ahora hace tratos con el Gobernador Capitana?

La chica entra a la sala por una puerta lateral, por la misma donde han entrado los acusados. En ese momento, mira a uno de los piratas, y le guiña un ojo, mientras se sienta en el banquillo preparada para responder a las preguntas del abogado.

La primera no tarda en llegar, sorprendiendo a todos por la astucia del letrado al realizarla.

- Sí, señor. Yo estaba con ellos en el momento de la explosión. Estábamos junto con mis chicos, intentando conseguirles algo de comer, ya que hace varios días que no prueban bocado. Esos tres piratas que pensáis que son unos asesinos, estaban ayudando a los más necesitados junto conmigo. -

No es algo nuevo, Stanley... Le miró de reojo y siguió atenta al juicio.

Vio la interpretación de Rowina. No mostró otra cosa que indiferencia, pues parecía que iba a ser un juicio normal.

Vargo se incorpora y al ver entrar a la señorita y al escuchar sus palabras, le sonríe..