Partida Rol por web

¡Ya van dos! Esto no puede seguir así. Raven parecía mostrar algo de preocupación por cómo se desarrollaba el combate, pero trató de seguir atacando sin que ello le afectara.

Tras su fallido disparo, y, aunque sabe que mucho no podrá hacer, vuelve a disparar, sorprendida por las lágrimas que ruedan por su cara. Cuidar heridos no es lo suyo, y mucho menos en el estado en el que se encuentra Crow a sus pies.

Los piratas continúan atacando al enemigo... sin dejarlo respirar... ni un segundo...

El Doctor pasa corriendo delante de todos los caidos, para asestarle un tajo en toda la cara, haciéndole una brecha desde la frente al cuello...

Pero allí no queda la cosa...

De Vries utiliza su espada como una lanza, acertando en pleno pecho del Capitan, atravezándo su pecho de lado a lado, y haciendo que un chorro de sangre salga de la herida cuando su espada sale del agujero...

El Capitán Necros se queda mirando sonriente su herida... el agujero de su pecho... y se lleva sus manos allí, como intentando que la sangre no se escape de su cuerpo...

Necros cae de rodillas y apoya una de sus manos en el suelo, después... cae desparramado al suelo, convirtiéndose lentamente en una masa gelatinosa...

Lentamente, Spade limpia su acero con u pañoelo. Acto seguido, el doctor se acerca al charco repugnante y escupe sobre él.

- Si alguien tiene sal, que la eche sobre los restos de este hijo de puta.

Buscando una antorcha con la que iluminarse, el doctor se adentra en el palacio del pirata muerto.

Vargo tirado en el suelo boca abajo y rodeado de un generoso charco de sangre ve caer((con los ojos entrecerrados)) a su mismo nivel al capitán pirata.. - Hi.. hijo.. de.. puta - dice con la voz entrecortada mientras se le dibuja una sonrisa en los labios manchados de su própia sangre.

Parece que al fin nuestro oponente ha caído. Ahora, un extraño silencio parece apoderarse de la sala.
Y yo, mirando mi acero digo a media voz.
Después de esto, creo que va a ser necesario que te ponga un nombre. Tendré que pensar sobre ello
Ahora miro los despojos de Necross y aproximandome, alzo mi sable y lo descargo con precisión sobre el cuello del bastardo.
Su cabeza rueda un par de metros y queda en tal posición, que parece mirarme con cierto grado de burla. Y yo, tras recoger el trofeo del suelo, miro a nuestra capitana y digo.
Mi señora, creo que no solo resultara esto útil como prueba de nuestra victoria. También podemos usarlo como mascaron de proa de nuestra nave.
Y ahora miro el rostro de Necross, y añado sonriendo.
Quizá quede suficiente vida aquí dentro para que resulte un mascaron interesante.
Entretanto, nuestro doctor parece que quiere explorar un poco el lugar. Y yo, que en ese momento, oigo a Vargo maldecir entre dientes, digo.
Spade. ¿No deberías primero ocuparte de nuestros heridos?
Al avanzar mirando hacia Spade, casi tropiezo con una de las piernas de Crow. hago a un lado el interesante detalle y añado.
Bueno. Ocuparte al menos de los que tienen alguna posibilidad. Que tampoco vamos a estar aquí perdiendo todo el día. Ya que hemos tomado al asalto esta mansión, justo es que nos encarguemos de saquearla.
Y he aquí que en ese momento, me percato de la presencia de cierto jarrón y de su ocupante. Sonrío brevemente mientras ato al cinto el cráneo de Necross por la cabellera y concluyo.
Mira que bien. Que nuestro vigía se encargue de un exploración preliminar. Así, sabremos en que dirección movernos los demas.
Y dicho esto, pego una patada al jarrón el cual, empieza a rodar con nuestro querido Stanley dentro.
Y mientras se aleja, no puedo evitar añadir.
Si te topas con algo valioso, avisa. Pero si te topas con algo peligroso, ocupate tu. Aquí, quizás tengamos que cargar con nuestros heridos.

El Doctor mira un momento a los "heridos". No parece haber nadie demasiado grave.

- Cuando volvamos al barco me encargaré de ellos. Aquí no tengo ni la luz ni las herramientas necesarias. Me interesa especialmente descubrir por qué Necross estaba haciendo lo que hacía. Me huelo que hay algo de hechicería implicada en este asunto, y tengo un cierto interés en descubrir de qué se trata...

Dicho esto, ayuda a levantarse al rodante Stanley para empezar su búsqueda por la mansión.

El Doctor detiene el jarrón y ayuda a Stan a levantarse.

El vigía se pone de pie y sigue al doctor al interior de la mansión dando tumbos del mareo.

-Soy Bobbin, ¿eres mi madre?- le pregunta al Doctor mientras caminan.

Tras escuchar al doctor, vuelvo a mirar a nuestros heridos considerando su dictamen. Mientras los examino, limpio mi acero hasta dejarlo reluciente en los restos de unos cortinajes que cubrían una ventana. Finalmente envaino y digo.
Pues bien. En ese caso creo que lo mejor sera que nos dividamos en dos grupos.
Uno se encargara de explorar esta mansión a fondo y de saquear cualquier cosa que haya de valor. Y el otro, se encargara de transportar a los heridos hasta el Berenice.
Miro entonces a nuestra capitana antes de añadir.
A mi me da lo mismo el grupo que me toque. Como siempre, espero ordenes.
Y miro entonces a Stanley y, a pesar de la presencia de los cadáveres de Necross y Crow, sonrio antes de decir.
Y a todo esto. ¿Alguien lleva algo de Ron encima?. Creo que a nuestro vigía le vendría bien un trago para centrarse.

Elisabeth mira indignada al doctor cuando pasa por delante de los heridos sin prestarles la mínima atención. Pero no dice nada. Se mantiene callada y con toda la sangre fría de la que es capaz mientras se acerca a Vargo para ver si está bien... es en ese momento cuando escucha el comentario de Peter...

Elisabeth se mira a sí misma... cubierta de ron de pies a cabeza, luego levanta la vista a Peter de nuevo... y finalmente enarca una ceja.

¿Ron encima? Muy gracioso, maestro artillero...

Al escuchar a Elisabeth, me giro para contestarle. Y viendo que se va aproximando a Vargo, yo también me adelanto un paso y digo.
Señora, hay que ver como se os pegan esos ropajes a las curvas de vuestro cuerpo. Y mas aun, teniendo en cuenta el arrebatador aroma que despedís a causa de vuestro baño anterior, quizá eso baste para reanimar al bueno de Vargo.
Decididamente, nuestra compañera es una imagen bastante espectacular en esto momentos. Y yo, tras un detenido examen, me encojo de hombros y añado.
¿Que esperabais?. Somos piratas. Y la muerte, es una presencia a la que estamos acostumbrados. Si permanecéis con nosotros durante algún tiempo mas, acabaremos pareciendonos.

Vargo está despierto, pero con los ojos semicerrados y casi inconsciente por la pérdida de sangre ocasionada por la "mágia" del capitán pirata. Tras escuchar las bromitas de Vries al joven le salen de la boca unas palabras que se entienden a la perfección; - Ca.. brón.. - dirigiéndose al artillero sin siquiera moverse un pelo del charco.

Alzo una ceja levemente sorprendido pues he aquí, que nuestro compañero Vargo parece que muestra al fin signos de vida.
Me aproximo y me inclino un poco para examinarle mejor.
Y si, parece que no esta tan acabado como creía. Por tanto digo.
Bueno. Creo que Vargo parece que va reaccionando. Una preocupación menos, me parece a mi.
Y ahora, miro a Elisabeth y añado.
Indudablemente señora, vuestra presencia tiene cierto efecto curativo. Puesto que Vargo parece ir espabilando, quizá querrías pasearos un poco por delante de nuestro oficial.
¿Quien sabe?. A lo mejor lográis un efecto parecido.

Elisabeth enarca una ceja. Siguen sin agradarle las palabras de Peter, pero no dice nada. Centra su atención en Vargo.

Más vale que cierres la boca. Todavía tienes que ayudarme a hacer algo, no se me olvida.

Ya que el dichoso medico de la tripulación ha decidido ir a su bola, y la capitana sigue sin dar su opinión sobre el asunto, Elisabeth toma la iniciativa por una vez y empieza a examinar las heridas de Vargo, intentando cortar hemorragias y mirando de reojo al resto de sus compañeros, que parecen no querer hacer nada con los caídos que siguen con vida.