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Plaga

[Capítulo 2] - Segunda plaga

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25/09/2019, 16:19
+++ Director +++

Cuando entraron al bar, lo primero que les asaltó fue lo fuerte y estridente que la música sonaba. Una serie de sonidos generados artificialmente acompasados con la voz sintética de alguien que era imposible de reconocer; posiblemente sería un artista famoso de la colmena o ni eso.

El lugar estaba atestado de gente, pero una mesa acababa de quedar libre justo cuando entraron, a la izquierda nada más entrar. Algunas miradas extrañas fueron dedicadas para el cuarteto que acababa de entrar pero en seguida los ignoraron para seguir con sus bebidas. Quizás los droverianos esperaron un bar normal, pero estaban en la colmena, concretamente en la frontera del infierno con el más infierno, allí solo había lugar para drogas fuertes, bebida letal y peleas.

El lugar tenía las paredes forradas de metal, dando un aspecto industrial al garito. Mesas de madera sucia, una barra al fondo con un par de camareros y una muchedumbre que se movía descompasada con la música que emitían los vocoemisores instalados por el techo, paredes y esquinas. La iluminación era bastante pobre, alguna que otra luz se encendía de vez en cuando pero poco más que fuera digno de mención. Sin duda, bastaba un simple vistazo para poder darse cuenta de aquella gente estaba muy pasada de rosca.

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25/09/2019, 17:07
+++ Director +++

Vera fue hacía el pequeño parque en honor a algún santo. La calle estaba bastante transitada, la gente iba y venía, tropiezos, risas e insultos fueron dominando la angosta calle, pero ninguno dirigido hacía ella. No tardó demasiado en recorrer la distancia y llegar hasta el santuario que estaba erigido en honor a Claudio y Maget. Se trataba de un pequeño promontorio con una placa que alababa sus sacrificios en pos de la supervivencia del mundo y sus ciudades. Era increíble ver como la vegetación se mantenía con un verdor y vigor que destacaba con la pobreza de la calle. Sin duda era un rincón casi mágico donde crisantemos convivían con madreselvas y calendulas. Daba gusto respirar en ese pequeño espacio al lado de la adivina.

Al final de la calle, Vera pudo ver como Grigory entraba en uno de los talleres como buscando algo.

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25/09/2019, 17:11
+++ Director +++

Con la calle llena de gente, el pater, acompañado por la buena y silenciosa de Darya, llegaron sin mucho problema al templo, que estaba realmente cerca desde donde estaban. Nadie les impidió el paso, y lo único reseñable fue un par de beodos que se mofaron de los cuatro. Almas en pena que iban pidiendo a gritos un guantazo; el problema es que debían pasar desapercibidos, o al menos lo máximo posible.

Una vez dentro, pudieron sentir el milagro del a fe Imperial. Paredes robustas de piedra, columnas y filas de bancos que conducían hasta el altar. Varios querubines iban volando de un lado a otro. Unos portando pesados incensiarios dando ese toque de pureza que anegó las fosas nasales del cuarteto, y otros llevando voco emisores que iban emitiendo frases del credo imperial en un tono ominoso que se acomodaba con facilidad a los oídos.

El lugar no estaba muy lleno, un par de monaguillos al fondo y una docena de feligreses arrodillados en los bancos rezando mientras contaban las cuentas de sus rosarium. Ninguno se giró para mirar a quien entraba o salía, todos tenían que expiar sus pecados ante el Dios Emperador.

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25/09/2019, 17:24
+++ Director +++

La tienda estaba justo al lado desde la posición que ocupaban, por ello no se cruzaron con apenas gente, aunque pudieron ver que la calle estaba bastante transitada. Sobre todo por borrachos y almas en pena, pero bastante personal iba de aquí para allá. Cuando entraron en la tienda, la típica campanita resonó e inmediatamente atrajo la mirada de la dueña, que estaba tras el mostrador al fondo del todo. No se movió de su sitio y la mirada que le dedicó a los cuatro fue de una clara y total sospecha.

No había muchos clientes, solo dos que estaban cogiendo algunos artículos. Sin duda alguna la tienda estaba pasando por un mal momento, apenas había cosas que comprar y los estantes donde debería haber comida estaban practicamente vacíos. Lo que se decía del hambre que estaba pasando la colmena no eran mentira sino se fiaba de lo que veía en los pequeños comercios como ese. 

Las paredes eran de cemento desnudo, sin mucha decoración, estantes de madera y el mostrador del mismo material. El sitio daba pena.

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28/09/2019, 08:23
+++ Director +++

Grigory había llegado casi a la vez que el resto, solo que por la parte opuesta. Antes de llegar a la calle pudo ver la entrada que daba hacía la subcolmena. Era como una cueva enorme con una puerta abierta. Había un par de arbitres custodiando la entrada y por ahora no parecía que nadie entrara o saliera. Cuando intentó buscar pistas fue realmente imposible, a pesar de haber pasado pocos días, aquel lugar había recobrado la normalidad más absoluta y había bastante gente que iba de un lado para otro (pero no a la subcolmena).

Una vez en la calle, se encontró con tres talleres, a su derecha uno solo, una serie de generadores alimentaban la zona, generadores antiguos accionados por promethium. Posiblemente estaban suministrando a los otros dos talleres que había a la izquierda. El primero de estos era de electrónica, servidores y algunos aprendices se afanaban en reparar aparatos de diversos origenes, y un magos de mayor rango supervisaba todo. Parecía una escuela más bien.

El otro taller, era una forja, pequeña, pero una forja. El calor que emanaba de allí calentaba toda esa parte de la calle, y a Grigory le dio el mismo aspecto, una escuela. Servidores cargando barras de metal y aprendices forjando armas y armaduras de carácter sencillo. ¿Para Skiitari? era posible. Aprendices aprendiendo con el equipo usado por los ejércitos del Mechanicum.

Uno de los magos supervisores reparó en Grigory y le hizo el gesto de la rueda dentada a modo de saludo aunque no le dijo nada más.

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28/09/2019, 22:26
Ulrich Morgenstern

Aquél bar no era ni de lejos como lo había esperado. Jamás había visto nada como aquello, por lo que se quedó un poco sorprendido al ver el lugar tan oscuro, con una iluminación a todas luces deficiente y una música que te llenaba la cabeza a tal punto que no podías pensar en otra cosa. Aun así, casi tuvieron que abrirse paso a empujones para avanzar hacia el interior de lo abarrotado que estaba el sitio.

Había esperado un lugar más tranquilo en el que poder ir preguntando de manera discreta a los parroquianos que se encontraran, pero en aquél local sería imposible hacerlo. Entre la música, aquél matarratas que al parecer era la única bebida disponible en toda la maldita colmena, y otras substancias de las que prefería no saber nada, dudaba de que nadie fuera a serles mínimamente de ayuda.

Quizás alguien en la barra esté lo bastante consciente como para poder tener una charla — dijo a sus compañeros. Confiaba en que los barmans estarían lo bastante sobrios como para responder unas preguntas — Aunque si lográis ver algo interesante o se os ocurre algo mejor... después de todo, en aquella parte de la operación Sina y Al-Razi eran el cerebro, y él y Magrund el músculo.

- Tiradas (1)
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29/09/2019, 01:15
Safwan Assad

Cuando veo el interior de la tienda, puedo comprender lo que había llevado a los pobre muertos de hambre de la colmena profunda a enfrentarse a la guardia imperial y al castigo que los arbites iban a descargar sobre sus familias ... malditos administradores que dejan que pasen cosas como estas ... - Si traigo un par de raciones nuestras aquí, podría venderlas por una buena cantidad. Me acerco a uno de los estantes semi vacíos, y eligiendo algo "comestible" de lo que tienen expuesto, me dedico a revisar a las personas que rondan por el local, sin saber como sonsacar información buscar un pardillo era lo mejor.  

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29/09/2019, 20:57
Karl Tannhäuser

Tras entrar en el local, constató lo que se temía, aquel lugar era una pocilga. Apenas habían suministros, y mucho menos, comida. En aquel lugar estaban en la mierda, literalmente...y todo por algún tipo de conspiración o plan del que no tenían ni idea. 

Karl se separó de Safwan para parecer menos amenazador, revisando los estantes para encontrar algo útil en aquella situación, tras pensar un rato, cogió 4 globlos de luz, un par de paquetes grandes de lho (10 cajetillas cada uno), cuatro paquetes de recafeinado listos para tomar, un par de esposas, dos arnés de descenso y juegos de tapones filtradores suficientes para 30 personas, un cepo y un medikit, acercándose a la mujer y dejándolo todo en el mostrador. - ¿Cuánto me cobra por todo? - le dijo con su sonrisa más cautivadora. 

Se estiró cuan largo era y se apoyó en el mostrador, bajando el tono a uno más casual y confidente... - Buf...¿ha oído los rumores sobre las desapariciones? Es algo que a uno le hiela la sangre, por eso mis chicos y yo queremos ir algo mejor preparados, ya sabe...mejor no entrar en ése tipo de barrios... - le dijo, intentando que la mujer le siguiera la conversación y mencionara los lugares donde esas desapariciones habían tenido lugar. 

- Tiradas (1)

Notas de juego

Mierda, se me ha olvidado tirar en oculto. Sorry. 

Me he limitado a escoger equipo con designación de "común" para arriba, ya dirás tú si algo de lo que he escogido no está o está pero de "peor calidad" "segunda mano", etc... 

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30/09/2019, 17:52
Fray Ollanius de Sanguiny

El alcohol podía hacer una bestia de un hombre pío, pensó el padre, pero no pensó mucho más en ello mientras entraba por las puertas de la iglesia.

El olor y la familiaridad de la santidad le invadió.

Los querubines eran allí una estampa muy común... alguna ventaja debían tener los mundos colmena para compensar el ser nidos de pecadores y desesperados después de todo... y el olor a incienso y el tibio aroma a lugar poderoso, a nafta, a balaustradas bien pulidas y a santidad inundaba el ambiente. Fray Ollanius no pudo resistir, y de haber podido tampoco lo hubiera hecho, inclinarse sobre uno de los bancos, clavando las rodillas en el reclinatorio, cerrando los ojos por unos segundos y dejándose llevar por la necesidad. Sin duda unos momentos para encontrarse con su alma y dedicar un par de oraciones al Emperador Dios Universal no serían una gran molestia.

"La iglesia está demasiado vacía"

Para lo mal que estaba la situación, al menos. Las iglesias siempre deberían estar llenas, en especial cuando las cosas venían mal dadas... y las cosas siempre vienen mal dadas para alguien, que Dios no hizo un mundo en el que el hombre estuviera libre de sufrimiento, que no es esta vida más que una prueba terrena.

Notas de juego

¿Podemos tirar Perspicacia o Percepción en disimuladito, a ver si vemos algo?

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04/10/2019, 18:32
Ibn Sina

La sonrisa que Ibn había esbozado se desvaneció tan rápido como fue consciente de lo que era aquel lugar... Es decir, en cuanto fue golpeado de manera casi literal por la ola de sonido y el olor a humanidad. 

-Por los cojones de San Drusus, ¿qué es esto?-masculló por lo bajo, aprovechando que el sacerdote no estaba cerca para reprenderle por aquel exabrupto. Y es que aquello distaba mucho de ser un bar, o lo que él entendía por un bar... Pero tenían una misión. Asintió ante el comentario de Ulrich, antes de encaminarse hacia la barra, con los ojos bien abiertos. No solo en busca de posibles pistas, sino también buscando evitar que alguno de esos colgados le robara o algo peor. 

- Tiradas (1)

Notas de juego

 

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06/10/2019, 08:54
+++ Director +++

Mientras se decidían a que hacer, el lugar seguía igual, el olor, la música y la gente bailando como cadáveres andantes, como si fueran seres humanos lobotimizados esperando al adepto de turno para transformarlos en servidores o servo cráneos. No eran más que despojos. Sentados en su mesa, mirando a un lado y a otro, la canción cambió y un aullido recorrió todo el local. 

Del techo se abrieron hasta cuatro trampillas y asomó una escalerilla por cada una de aquellas trampillas. La música no era muy fuerte aún, por ello se oyeron más aullidos, puramente animales, innecesariamente dementes. Y ahí aparecieron los que bramaban. Realmente fue complicado contar cuantos bajaron, pero la sala se había vaciado parcialmente para dejarles hueco, nadie quería problemas seguramente a juzgar por sus pintas. Eran todos hombres vistiendo cascos con pinchos que empezaron a bailar de manera frenética, gritando, insultando. Máscaras de gas cubrían sus rostros y cascos protegían sus cabezas. Algunos tenían la parte frontal abierta por llevar un casco con cristal o algún material trasparente. Sus ojos eran pura demencia y violencia.

Por el momento solo estaban bailando la música de la subcolmena, música o ruido estridente con algo de ritmo, cada cual que juzgara según su propio criterio. De un segundo para otro el local había pasado estar lleno de una muchedumbre que bailaba de manera asincopada ha estar repleta de sujetos hasta arriba de violencia. 

 

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06/10/2019, 09:05
+++ Director +++

A pesar de todo el jaleo, Ibn fue capaz de ver que todos iban armados. Pudo ver empuñaduras de pistolas y cuchillos ocultos. Tampoco pudo ver símbolos heréticos ni nada que se le pareciera. 

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06/10/2019, 09:11
+++ Director +++

El sargento había sido inteligente, pero no lo suficientemente carismático para embelesar a la mujer. No acostumbrado al dinero ni nada que se le pareciese, se dedicó a coger cosas de aquí para allá conforme recorría la tienda junto a la prima de su mujer. Ciertamente, a tenor de como era el lugar, encontrar material en buen estado parecía poco menos de un milagro, pero rebuscando, Karl tuvo la suerte de toparse con un medikit completo y en buen estado, parecía escondido, como si la dueña no estuviera seguro de querer venderlo. No había esposas ni cepos, ni tampoco arneses de descenso, pero si que llegó a ver un par de rollos de cuerda.

Globos de luz portátil unicamente había dos en toda la tienda, sin embargo, de cafeína instantánea y tabaco había todo lo que quisiera. Así de destruida estaba la sociedad imperial y más en los bajos fondos. La comida podía faltar, los enseres más básicos también, ahora, ¿droga y alcohol? jamás.

La mujer seguía mirando desconfiada a Karl a pesar de haber depositado todas aquellas mercancías. Las miró, contabilizó en su mente y una sonrisa un tanto aviesa asomó de entre sus labios. Puso los brazos en jarra, hizo un gesto con el mentón y miró a Karl a los ojos - trescientos tronos buen señor - le dijo con una mirada segura de que Karl no podría tener tanto dinero encima si estaba ahí.

- Tiradas (1)

Notas de juego

 4 globos de luz - Encuentras dos

, un par de paquetes grandes de lho (10 cajetillas cada uno)

cuatro paquetes de recafeinado listos para tomar

esposas,

 juegos de tapones filtradores suficientes para 30 personas

un medikit

Cepo

Arneses 

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07/10/2019, 16:05
Fray Ollanius de Sanguiny
- Tiradas (1)

Notas de juego

Yea, no

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08/10/2019, 16:54
+++ Director +++

Nada destacó en el templo y a la vez todo. La apreciación del pater respecto a que estaba demasiado vacía, no era errónea, pero a juzgar por el exterior de la calle tampoco era de sorprender. El primer paso hacía la herejía era sentirse abandonado por el Dios Emperador, luego, ya venía todo rodado. Obviamente aquello no podía esgrimirse como arma para purgar a toda la subcolmena, pero sin duda podría ser considerado un síntoma preocupante. 

Sin que ninguno de los cuatro pudiera percibirlo, el maestro de la capilla posó su mano sobre el hombro derecho de Ollanius - bienvenidos al sagrado Templo, un pequeño faro de luz en este oscuro lugar - se trataba de un hombre bastante mayor, calvo, cejas canas y una ligera barba del mismo color. Sus ojos, grises, denotaban el cansancio de una larga vida al servició del Imperio y su credo - lamento ser tan directo, pero ¿sois recién llegados? puede que mis huesos sean viejos, pero mi memoria no - sonrió - y vuestros rostros no me son familiares. 

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08/10/2019, 22:30
Karl Tannhäuser

La sonrisa del Sargento se le congeló en la cara al escuchar la respuesta de la mujer. - ¿Trescientos tronos? - pensó. Pero rápidamente se recompuso y pensó que podía convertir aquel revés en una victoria si jugaba con inteligencia, si no se dejaba llevar por las emociones. Al fin y al cabo, le habían entrenado para ello. 

Depositó 100 tronos en la mesa, mirando a la mujer a los ojos, y cuando la mano de la mujer avanzó, como era lógico, para asegurarse ése dinero pero con la boca abierta para protestar por ser una cantidad insuficiente según había pedido, Karl le puso la mano encima, apretándola suavemente contra la mesa, con la única intención de demorar un poco el momento para poder susurrarle por lo bajini. - Ahh....el regateo. Ya veo. Éstos tronos pueden ser el doble si me contesta a la pregunta que le he hecho buena señora...¿qué me dice? Es fácil. Cuñada, ¿tú qué dices? Hablar entre vendedor y cliente, casi entre amigos, no debería ser algo malo, ¿no? Quien sabe...si la información es buena, quizá ésta cantidad es triplique...vamos...no tenga miedo, no se lo contaremos a nadie. - dejó caer Karl, tentando a la claramente avariciosa mujer...y sonriendo de nuevo, ésta vez con una cierta paternalidad en la mirada. 

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09/10/2019, 21:24
Safwan Assad

Levanto la vista de donde la tengo posada, mirando hacia donde el sargento y la tendera hacen negocios, la cantidad de dinero que había pedido la buena señora podrían meternos en problemas, tanto si se lo daba como si no. Miro alrededor de la tienda por si alguno de los otros clientes se fija mas de la cuenta en lo que hacemos, no estaría bien llamar la atención de alguna pandilla, el Sagrado Emperador bien sabía que teníamos suficientes problemas entremanos. 

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10/10/2019, 19:05
Darya Gólubev

Darya no se consideraba una gran creyente. No le gustaban demasiado los templos. Con todo, y aunque ella no acudía demasiado a dichos lugares, encontró extrañamente vacío el lugar y por su cabeza sólo pudo pasar el pensamiento de que en un templo vacío era donde la mayor herejía nacía. Intentó vislumbrar si algo "era extraño", pero no pudo hacer otra cosa que ver a los querubines y dejarse llevar por el olor a incienso. Tanto que dio un ligero respingo cuando el hombre se pronunció a un palmo de ella.

- Veo que tu memoria es buena. - Comienza. - Somos, efectivamente, recién llegados. ¿Lleva muchos años en este lugar?

- Tiradas (1)

Notas de juego

Siento si queda muy escueto. No me encuentro bien de salud.

Tiro perspicacia y pifio un poco.

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13/10/2019, 01:39
Ulrich Morgenstern

Mientras superaban la perplejidad de encontrarse con aquella escena y se dirigían a trompicones hacia la barra, apartando a la gente como podían. Parecía que iban tan puestos que ni siquiera se daban cuenta de que estaban allí y intentaban abrirse paso. Pero si se pensaban que a aquél lugar se le habían acabado las sorpresas, estaban muy equivocados.

La música cesó de repente, seguida de unos sonidos que difícilmente se podía creer que fueran humanos. Partes del techo desaparecieron para revelar escaleras de mano por las que descendieron más de aquellos individuos... aunque estos tenían algo distinto. Si los primeros parecían idos, estos daban la impresión de estar completamente locos, moviéndose de manera errática y agresiva. La sala se vació para dejar lugar a los recién llegados, nadie quería estar cerca de ellos aparentemente.

Máscaras, cascos, tatuajes, aquellas miradas... A Ulrich no le hizo falta saber que allí se iba a armar una bien gorda. Puede que por el momento solo estuvieran bailando a su manera, pero estaba claro que a la más mínima excusa no tendrían reparos en derramar sangre. Les hizo un gesto a los demás de que lo siguieran, y continuó dirigiéndose hacia la barra por el lado más pegado a la pared y todo lo lejos que pudiera de los enajenados.

Cuando por fin logró llegar, se hizo un hueco como pudo en la barra — ¡Eh! — llamó la atención de uno de los barmans — ¿Otra vez esos aquí? — preguntó, empezando de manera discreta. Iría indagando poco a poco hasta sacar el tema de lo sucedido con la escuadra desaparecida — ¿Se puede saber qué buscan?

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13/10/2019, 09:49
+++ Director +++

Cuando llegaron, lo hicieron en el extremo más opuesto a la pista de baile, donde una camarera se afanaba en limpiar los vasos con un trapo mohoso. Le dedicó una curiosa mirada a Ulrich y pudieron constatar de que no tendría mucho más de dieciséis años y ya estaba llena de tatuajes y piercings - ¿¡cómo!? - gritó para hacerse oír por encima del estruendo -¡Ah! ¡Son los nuevos dueños del local! - la música tan fuerte no ayudaba a entenderse - ¡mataron al dueño anterior y ahora esta banda domina esta zona! ¡salieron huyendo de la sub colmena! - y se encogió de hombros, como si a ese dato no le diera la menor importancia - ¿¡qué os pongo!?