Partida Rol por web

Escucho sus palabras, pero no me importan. Me han llamado de muchas más maneras peores y nunca me ha importado. 

Aunque nunca me habían dicho cosa, normalmente me comparan con un animal... Antes de que pudiera hablar mi compañero me hace un gesto de que nos alejemos. Por lo menos mi compañero al igual que yo nos damos cuenta de que es una tontería participar en grupo cuando se sabe que sólo uno va a ganar.

Me alejo sin decir ni una palabra...

Parece que Shin tiene todo muy bien planeado. Es inteligente, me gusta.

No lo sé, pero podríamos ir ya a buscarlas. Desaparezcamos ahora que están distraidos.- Digo mirando como cada uno intenta fraternizar.- El ser humano es egoista, y aunque todos ellos hagan una piña, sólo uno seguira vivo. Al final se traicionarán unos a otros. - Explico mirandolos, y emito un suspiro.- ¿Viste alguna tienda abierta por donde vinimos? Me temo que yo estaba más pendiente a esas extrañas ranas.

-¡Ah, si!-exclamo al recordar que debía emparejarme si no quería desaparecer. Sostengo mi pin en mi mano mientras digo con tono solemne:

-Acepto.

Vamos, solo queda un minuto....

Suspiro al ver como los que quedamos aun ni nos hemos movido, y vuelvo a repetir por si no ha quedado claro

Debemos hacer parejas entre nosotros para sobrevivir, tan solo hay que dar la mano a la persona con la que quieres hacer pareja y decir acepto, mientras en la otra mano sostienes el pin

Su...supongo que no me queda otra....

Me acerco a Koji, y le extiendo la mano

Quieres ser mi pareja?

Miro Extrañada a Bong

Porque nos parecemos tanto.....?

Sacudo un poco mi cabeza, saliendo de mis pensamientos y veo al unico chico que queda libre

Todos tienen ya una pareja......

Me acerco al chico

Se ve que no nos queda otra

DÍA 1: 10:10 AM

Los 4 dan la mano a sus respectivo compañero diciendo la famosa palabra justo cuando, escucháis un grito, os giráis, y veis a alguien mas corriendo, justo llegando a donde estáis, pero en el momento que lo veis, comienza a desvanecerse, primero los pies, luego las piernas, hasta que no queda nada de el, solo un grito de agonía

Vaya.... ha fallado la prueba, no llego a tiempo

Digo con una ligera sonrisa

Tras eso, doy un par de pasos atrás, para poder mirar a los catorce supervivientes

Es hora de la siguiente prueba....

Todos tenéis una serie de capacidades latentes.... la siguiente prueba va a ser una serie de combates con mis mascotas, los cuales, solo terminaran, o bien cuando despertéis esas capacidades, o bien, cuando.... bueno, cuando muráis

Es fácil, no?

Finalmente, chasqueo los dedos, y de la nada, caen una serie de columnas de piedra, con una forma similar a estalactitas, que se clavan en el suelo, separándoos del grupo dejándoos solos con vuestras respectivas parejas y veis como entre los diferentes pilares, como una especie de barrera de luz se forma, para que no podáis escapar

Bueno... es hora de que comencéis a luchar....

Frente a cada uno de vosotros, aparecen un par de esas extrañas ranas

El grito del pobre que no ha llegado a tiempo llega hasta lo mas profundo de mi cabeza. Cuando aparecen los pilares de luz que nos separan por parejas aun sigo teniendolo dentro sonando...
Sacudo la cabeza y miro a mi alrededor -parece que una nueva prueba empieza...- digo con una media sonrisa.
Bueso a mi alrededor algo que arrojarle a la ranota mientras me pongo en una extraña posicion de lucha flexionando las rodillas.

¡Yiii hihihi!

Parezco despertar de golpe y me pongo al lado de mi compañera. Parezco a punto de preguntarle algo, pero veo cómo arroja un proyectil de modo que me coloco frente a ella y una sonrisa amplia vuelve a aparecer en mi rostro.

Creo que... Yo me encargo, le tengo ganas a esa de la derecha desde que saltó sobre mi cabeza al llegar aquí.

Busco cualquier cosa que pudiera usar como arma: un palo, una botella... Como sea, hasta que encuentre algo usable como arma, me colocaré a la defensiva por completo.

Sin ningún problema encontráis Miu una piedra bastante grande, que ocupa casi todo su puño, habría algunas mas grandes, pero no adecuadas para lanzar

y Kuruu encuentra una rama de un grosor mas que considerable

Miu lanza la piedra hacia la rana, la cual impacta justo cuando va a saltar haciéndole algo de daño, suficiente para desviar su salto y que falle, pero, Kuruu pese a ponerse a la defensiva, la rana salta sobre el, impactando con sus patas en su pecho, haciéndole retroceder un par de pasos

Las palabras del extraño me devuelven a la realidad.

¿Y cómo se supone que tenemos que luchar contra estos bichos?

Creo que lo mejor es dejar que se aproximen para golpearlas. Me mantengo alerta esperando un movimiento de las ranas para lanzar una patada en cuanto una se me acerque.

-Ehh, ¿estas bien?-Voy corriendo hacia donde está el gran anfibio, intento imitarlo y salto a su espalda para propinarle algunos puñetazos o por lo menos entretenerla para que no dañe a mi compañero.

De un salto evado los pilares junto con Elena -¿Estas bien?- le pregunto... sería una lastima que desde un inicio mi pareja esté herida...cuando aparece la rana le doy una patada para hacerla retroceder, pero aunque pude tocarla noto que no le hecho daño... si tan solo supiera su punto débil....los ruidos de otras personas peleando cerca de ahí con las ranas comienzan a desesperarme...-Tenemos que vencerla rápido...- digo mas para mi mismo que a Elena.

Mi desesperación llega a tal grado que comienzo a frotarme las manos con el pantalón... en un principio no lo notó...pensaba que quizás era sudor en las manos, pero pronto me doy cuenta que lo que tengo es un cosquilleo que me tomó por sorpresa. No se que demonios le esta pasando a mi cuerpo... debe ser obra de los reapers, pero me apartó de Elena conforme el cosquilleo comienza a convertirse en algo más... en algo que no logro deducir....

Pongo las manos frente a mi, en dirección a la bestia con la que estabamos encerrados... y comienzo a concentrarme, cierro los ojos conforme aparto la cabeza hacía un lado y comienzo a ver imágenes en la cabeza... imágenes de una luz blanca. No noto mucho sobre lo que me rodea, principalmente porque sigo con los ojos entre-abiertos cerrandolos cuando creo que algo va a pasar...noto la columna en mi espalda y espero.... a que suceda lo que tenga que suceder...

Observa a su compañera en el momento de ser encerradas y las rana aparecer ante ellas -No te preocupes Yon, estoy contigo... Son simples ranas, grandes pero ranas a fin de cuentas.

Saki le dedica una última mirada a ella, agazapada se dirige a su respectiva ranota atenta a esquivar cualquier movimiento ofensivo. Da un salto lateral a esta y trata de meter la puntera del pie bajo la barriga, por el lateral, lo eleva y trata de ponerla panza arriba para dejar expuesta su parte blanda, luego intenta darle un pisotón ahi.

¡Cuidado!

Le digo, cuando veo que se acerca y pega a la rana... Cierro los ojos y los abro más decidido todavía.

Bateo a la rana ya dañada en mitad del salto con la esperanza de mandarla algo lejos y que no nos ataque, mientras que bloquearé cualquier ataque que vaya por mi compañera.

Hace falta mucho más que una rana para... ponerme en apuros. ¡Ahora, libera tu espíritu... déjalo fluir... ¡y disfruta!!

-¿Sabes pelear?-pregunto al ver que se dirige a una de las ranas.-¡Si tienes problemas quedate detrás mio!

Nunca había llegado a usar lo que sabía de taekwondo para pelear de verdad, pero me creía capaz de derrotar las ranas.

Espero tranquila sin moverme, pero sin perder de vista a la rana que se acerca. Tan solo esperaría a que se acercara un poco más después de haberse confiado para aprovechar a pegarle una patada en el morro y después echarme hacía atrás para repetir la estrategia.

Una gran sonrisa se dibuja en mi rostro, Ukio quédate a mi espalda y ataca a traición a las ranas que yo voy de frente.

Justo después me lanzo gritando BANZAIIII atacar a las dos ranas con dos ataques distintos, el primero un codazo y el segundo una patada para abarcar mas distancia.

Si tuviera un palo o algo similar. En la escuela practicaba kendo y no se me daba mal. Miro a los alrededores para ver si veo algo así, prestando atencion a esas ranas.

Dalia mira a ver si hay algo por aqui que podamos usar de arma. Le digo impacientemente. No me gustaria tocarlas, la verdad.