El tubo del centro pokémon ascendió en el mismo momento en que se cerró la puerta de cristal. Una sensación de temor y nervios inundó su estómago. ¡Era la emoción del principio! Segundos después se encontraba en un extraño lugar:

Había llegado a la zona de batalla, allí había cuatro portales con diferentes colores que podría atravesar para dirigirse a una nueva zona de la arena. Esa sala era un lugar completamente vacío y sin aparentemente nada escondido. Tan solo había dibujado unas líneas blancas que delimitaban lo que era el campo de combate.

Por fortuna no había nadie allí y podría aprovechar para buscar algo antes de que su pokémon empezase a sufrir el daño que la sala pudiera causarle por culpa de pasar demasiado rato allí.

La pokeball de Abiko se abrió desde su mano, y Ray salió algo perezoso observando a su entrenador con una sonrisa

~ Chuuuuuu ~ 

El pokemon se estremeció y su pelaje crepitó debido a la electricidad estática. Abiko se agachó frente a él y esperó a que Murray bajara los voltios y se acercara momento en el que le acarició la cabeza 

Ya estamos aquí Ray, estamos en el Battle Royal y he visto pokemon muy fuertes. Espero que la suerte esté también de nuestro lado - Observó el campo, entendiendo la dinámica del torneo, preocupándose un poco  - Si el resto de entrenadores han cogido los campos que favorecían a sus pokemon, es muy posible que no salgan de ellos a ser posible, se enrocarán lo cual dejará a algunos en desventaja

Nosotros tendremos que movernos, haremos lo que podamos

~Chu~

Nadie va a aparecer por aquí aún, así que busquemos algo que nos pueda servir antes de ponernos en movimiento

Raichu miró un momento a Abiko que miraba el campo pelado que tenía a su alrededor. - Está bien, a buscar algo

~chu - chu ~

Raichu olfateó el centro de la sala y se la señaló a Motoo. El entrenador se acercó y apretó el lugar para descubrir que allí había una especie de trampilla. Cuando la abrió se dio cuenta que en su interior había un cofre y dentro de él una manzana roída y prácticamente terminada.

Motoo se enfadó al pensar que aquello no resultaría de utilidad y lo lanzó contra una de las paredes, pero Raichu salió corriendo para cogerlo entre sus patitas y asentir ansioso. ¡Aquel objeto eran "Restos"! Uno de los mejores objetos con los que se podía equipar a un pokémon antes de un combate.

Bien - Dijo Abiko tomando los restos y dándoselos a Raichu. - Vamos a por el primer combate. Supongo que se activará cuando entres en combate. No vamos a estar aquí esperando. El resto han tomado campos que les favorecen y sin duda estarán esperando, atrincherados hasta el final.

En marcha Ray

~Rrrray ~

Abiko se dirigió al portal azul, y moviendo sus hombros para destensarlos, lo cruzó seguido de Murray

Había llegado a la zona de batalla, allí había cuatro portales con diferentes colores que podría atravesar para dirigirse a una nueva zona de la arena. Esa sala era un lugar completamente vacío y sin aparentemente nada escondido. Tan solo había dibujado unas líneas blancas que delimitaban lo que era el campo de combate.

Por fortuna no había nadie allí y podría aprovechar para buscar algo antes de que su pokémon empezase a sufrir el daño que la sala pudiera causarle por culpa de pasar demasiado rato allí.

El tubo del centro pokémon ascendió en el mismo momento en que se cerró la puerta de cristal. Una sensación de temor y nervios inundó su estómago. ¡Era la emoción del principio! Segundos después se encontraba en un extraño lugar:

Había llegado a la zona de batalla, allí había cuatro portales con diferentes colores que podría atravesar para dirigirse a una nueva zona de la arena. Esa sala era un lugar completamente vacío y sin aparentemente nada escondido. Tan solo había dibujado unas líneas blancas que delimitaban lo que era el campo de combate.

 VS
¿Combate a dos?

El Salamence de Arion miró fijamente a la Rhyperior de Lara. ¿Estarían dispuestos sus entrenadores para que se enfrentaran en combate?

Cuando Arion apareció en aquel lugar miró a su alrededor para ver si estaba solo. El sitio era bastante simple, no había nada que llamara particularmente su atención. Lo que sí captó su mirada fue a una chica acompañada de un enorme Rhyperior. Puede que en ese momento estuviera furioso, pero el chico no era idiota, no iba a enfrentarse contra ese gigante de piedra. Sin separarse mucho del portal, le habló a la joven.

-Hola. No tengo intenciones de luchar, así que si tú sigues tu camino, yo seguiré el mío.- dijo el moreno mirando con desconfianza a la joven. Estaría preparado para huir de ser necesario, no podía permitirse más derrotas. Apoyó una mano en el lomo de su dragón, tranquilizando las visibles ganas de luchar de éste.

Al llegar a aquella arena se había quedado observando el lugar con detenimiento, tanto que pasó más tiempo del que tenía pensado y apareció otro entrenador. Ya había conseguido su primera victoria y estaba dispuesta a conseguir la segunda pero entonces aquel chico habló y parecía sincero.

Su Rypherior era el doble de alto que su Salamence y casi el triple si se comparaban sus envergaduras, en un combate cuerpo a cuerpo tenía todas las de ganar.

"-Hola, mi nombre es Lara y esta es Geoda...", la enorme pokemon se mantenía en tensión al costado de su entrenadora, "-...entiendo que debe ser duro perder tan rápido tu primer combate, y visto el entrenador con el que me tocó lidiar no es de extrañar".

Lara se quedó pensativa pero al final accedió a la tregua.

"-De acuerdo, por esta vez te permitiré que continúes tu camino sin pelear, pero este favor te lo cobraré en un futuro... si sigues activo en el torneo", su sonrisa te tornó cálida y sincera.

Arion ya se estaba preparando para huir, pero se sorprendió bastante cuando la chica, de forma bastante razonable y generosa por su parte, aceptó no luchar esta batalla. El moreno se quedó sin palabras por unos segundos, pero entonces se dio cuenta de que la joven se había presentado y él no.

-Mi n-nombre es Arion Yagami y este es Drake. G-gracias por dejar pasar esta pelea, recordaré este favor que te debo.- dijo de forma nerviosa mientras miraba a otro lado. La sonrisa deslumbrante de esa chica lo atontaba, dado que estaba poco acostumbrado a tratar a otras personas, y menos aún que estas fueran tan amables con él.

-B-bueno, ya nos veremos en otra ocasión. Suerte en el torneo.- dijo el moreno caminando rápidamente hacia el portal rojo, pasando al lado de la joven seguido de cerca por su amigo volador.

Tras el encuentro con Arion, tomo el portal azul junto con mi inseparable compañera.

"-Vamos Geoda, sigamos investigando las distintas arenas".

Había llegado a la zona de batalla, allí había cuatro portales con diferentes colores que podría atravesar para dirigirse a una nueva zona de la arena. Esa sala era un lugar completamente vacío y sin aparentemente nada escondido. Tan solo había dibujado unas líneas blancas que delimitaban lo que era el campo de combate.

-Fras, seguro que te apetece buscar algo por aquí, ¡a ver qué encuentras, colega! -le dijo a su pokemon.

Igual estaba equivocada, pero intuía que quizás podría encontrar algo útil en la sala. Además así a Fras le daba tiempo a desfogarse y a descansar un  poco de tanto estres. 

-Busca, amigo... 

¡Fras encontró un Restaura Todo!

De pronto, Lara Hiromi salió de un tubo que daba al centro de la sala acompaña de su Rhyperior.

El tubo del centro pokémon ascendió en el mismo momento en que se cerró la puerta de cristal. Una sensación de temor y nervios inundó su estómago. ¡Era la emoción del principio! Segundos después se encontraba en un extraño lugar:

Había llegado a la zona de batalla, allí había cuatro portales con diferentes colores que podría atravesar para dirigirse a una nueva zona de la arena. Esa sala era un lugar completamente vacío y sin aparentemente nada escondido. Tan solo había dibujado unas líneas blancas que delimitaban lo que era el campo de combate.

En el centro de la sala se encontraba Michiko junto a su Golduck.

 VS 

"-Hacía tiempo que no encontraba a otro oponente. Veamos de que pasta estás hecha".

Lara le dio indicaciones a Geoda para que diera un paso al frente e iniciara el combate.

"-¡Enseñale de lo que eres capaz, cobrémonos nuestra segunda pieza!".

Uuuups - pensó michiko al ver cómo un enemigo se le enfrentaba. No se acobardó, y buscó a Fras.

-Colega, ¡nos toca lucirnos! ¡Vamos a por él!