Las dos entrenadoras decidieron empezar el combate con movimientos defensivos. Golduck decidió parar el golpe usando su movimiento protección, aunque no sirvió de nada, pues Rhyperior se hizo un ovillo sobre sí mismo reforzando así sus defensas.

Qué mal - pensó, preocupándose de si Fras estaba herido y si podía continuar.

Parece que su amigo era capaz de algo más, así que intentó el ataque de torbellino, intentando hacerle algo de daño al Ryperior

Su contrincante había optado por un movimiento defensivo. Aunque no era mucha información se dio cuenta de que el combate seguramente sería largo... y eso le beneficiaba.

"-¡Descarga tu golpe Geoda!, veamos de que pasta está hecha ese Golduck".

Seguidamente el Rhyperior se levantó y descargo su ataque especial.

Golduck fue más rápido que Rhyperior y comenzó a lanzar un fuerte chorro de agua mientras giraba su cabeza en círculos. De pronto un enorme torbellino rodeó a Geoda hiriéndolo gravemente por culpa de su gran debilidad al tipo agua. El pokémon, aún fue capaz de sobrevivir al ataque pues poseía una gran saludo que lo mantuvo con vida, así que aprovechó para hacer de su cuerpo una enorme esfera de roca y golpear con gran potencia al pokémon de Michiko.

Ninguno de los golpes fue suficiente para debilitar al otro, pero sí como para que ambos pokémon empezasen a estar algo debilitados.

De pronto un sonido seco se escuchó en la sala, y en las cuatro paredes de la habitación se proyectó una imagen iluminada:

Arion y Yoel acaban de perder su segundo combate.
Les queda 1.
 

De pronto un extraño pokémon se materializó en la sala,

Está basado en un agujero negro. Su cuerpo es robusto, de color negro con algunas partes amarillas, compuesto principalmente por una enorme boca con grandes colmillos. De ella salen dos extremidades con la apariencia de pequeñas bocas. Posee dos pequeños brazos con tres garras cada uno, dos minúsculas alas y una cola con una maza de púas en la punta. Además posee cuatro ojos azules: dos pequeños situados en una pequeña cabeza con cuatro cuernos; y dos un poco más grandes, situados cerca de la mandíbula superior.

El apetito de esta bestia apenas conoce límites. Devora por completo cualquier cosa que tenga delante. Según dicen, no solo puede engullir objetos, sino tierras, ríos e incluso los mares. Aun con las cantidades ingentes que esta bestia consume, los rumores apuntan a que no genera desechos, sino que logra convertir todo lo ingerido en energía para subsistir.

Esta vez la sala no tenía ningún portal por dónde escapar. Así que el combate entre Michiko y Lara, cambiaba por culpa ed aquel pokémon. Podrían seguir enfrentándose la una a la otra, o acabar con el pokémon que tenían delante.

"-¡¡AIEE!!", la aparición de aquella criatura sobresaltó a Lara tanto por su tamaño, su grotesca forma y su actitud claramente agresiva.

Geoda se interpuso entre la entrenadora y aquella... cosa, mientras Lara, ya un poco más repuesta de la sorpresa inicial se dirigió hacia su contrincante.

"-Perdona mmm... como te llames, ¿recuerdas haber leído algo de esto en las bases del campeonato?"

Independientemente de lo que contestara había que tomar una decisión rápida y daba la impresión que no saldría de aquella arena sin luchar.

"-Geoda, atrás maniobra defensiva".

-¡No, de esto no decían nada! Creo que deberíamos luchar juntas, y después ya arreglaremos lo nuestro, te parece? ¿hacemos tregua?

Unirse le parecía lo mejor, dadas las circunstancias. Sus pokemons eran poderosos y posiblemente conseguirían vencer al nuevo enemigo.

"-Comparto plenamente tu punto de vista compañera, solo trata de que tu pokemon aguante para que podamos demostrar cual de los dis es más fuerte", mientras le dedicaba un guiño confidente.

Su actitud amigable y bromista intentaba ocultar la preocupación que sentía por aquel encuentro imprevisto.

La charla distrajo a Michiko que no lanzó ninguna orden a su Golduck y el extraño rival aprovechó para atacar. Sus ojos se inyectaron en sangre para después atacar a Rhyperio, al cuál no le dio tiempo a descansar y terminó fuera de combate.

Haru y Lara acaban de perder su segundo combate.
Le queda 1 y 2 respectivamente
 

-¡Qué estúpida, me despisté! ¡Vamos a por él, entonces!

A Michiko se le había pasado dar una orden a Fras, pero el goldluck aún tenía esperanzas en ella a pesar de su cabeza loca.

-Fras, TORBELLINO

El combate entre Golduck y el extraño pokémon continuaba. Y al ver como Lara y su compañera eran eliminadas de un solo golpe, Michiko se espabiló y ordenó encerrar a su rival en un potente torbellino que creó el pokémon de agua. Por desgracia, aquello tan solo hizo un leve rasguño al gigantesco ser y éste volvió a devolverle un fuerte gollpe por culpa de su enfado.¡ que lo dejó algo confundido.

Parece que no le iban tan mal las cosas como ella pensaba, así que animó a Fras a darlo todo.

-¡¡Vamos, colega!! ¡Otro Torbellino, venga!

Fras estaba haciendo lo posible, ella no podía estar más orgullosa de su pokemon. En lugar de defenderse, optó por otro ataque... a ver qué pasa.

Michiko estaba siendo muy optimista al enfrentarse a aquel enorme pokémon, aunque lo cierto es que no le quedaban más opciones. Animando a su Golduck a que continuara así le ordenó que continuase con aquel torbellino que fue un simple roce para su rival.

Segundos después, el gigantesco pokémon estaba cotraatacando igual que antes, acabando con Golduck al momento.

Un par de Dittos hicieron aparición en la sala y se llevaron a Michiko y Golduck al centro Pokémon para que le recueperasen.

Había llegado a la zona de batalla, allí había cuatro portales con diferentes colores que podría atravesar para dirigirse a una nueva zona de la arena. Esa sala era un lugar completamente vacío y sin aparentemente nada escondido. Tan solo había dibujado unas líneas blancas que delimitaban lo que era el campo de combate.

Por fortuna no había nadie allí y podría aprovechar para buscar algo antes de que su pokémon empezase a sufrir el daño que la sala pudiera causarle por culpa de pasar demasiado rato allí.

Por su parte, Kumi había llegado a un lugar mucho más tranquilo y relajado, por lo que decidió hacer lo que tenía que hacer, acariciar a su querido "Pikachu" y mandarle a buscar algo que pudiera servir para curarle de las heridas que había sufrido... A ver si ahora había suerte, aunque no esperaba demasiado.

-Pikachu,  -dijo mirando a su Pokemon- Ve a buscar algo por aquí, a ver si podemos curarte...

Por fin Kumi encontró un ingrediente, aunque no tenía muy claro si serviría o no para el pastel que quería realizar.

La Baya Drasi es una baya no muy común. Debilita los ataques tipo fantasma*. Su sabor es seco y dulce y es de tamaño regular (14.4 cm) con superficie rosada. Es muy difícil conseguirla.

Había llegado a la zona de batalla, allí había cuatro portales con diferentes colores que podría atravesar para dirigirse a una nueva zona de la arena. Esa sala era un lugar completamente vacío y sin aparentemente nada escondido. Tan solo había dibujado unas líneas blancas que delimitaban lo que era el campo de combate.

En aquella sala había dos entrenadoras, Kumi Hoshi que iba acompañada de su Mimikyu y Lara Hiromi que iba junto a su Rhyperior. En cuanto Lara llegó a la sala, los portales que había allí habitual se cerraron. Y parecía que esta vez no se abrirían hasta que no quedara una sola.

Por su parte Kumi al ver llegar a aquel gigantesco Rhyperior no pudo evitar temer por su pequeño Pikachu, a fin de cuentas, los Pokemon de tipo eléctrico eran débiles contra los Pokemon de tipo roca y tipo tierra. ¡¿Qué era lo que podría hacer?!. Por lo que se le ocurrió una brillante idea, y Kumi comenzó a bailar.

-¡Pikachu Baila! -Exclamó- ¡Si bailamos quizás no nos ataquen!.