Dormías intranquilo, no hace mucho habías peleado con tus padres y por consiguiente fuiste castigado. Soñabas con figuras etéreas que se movían a través de una ligera capa de neblina, parecían fantasmas que se movían, aullaban y se burlaban de la luna. Externamente las repudiabas y las amenazabas desde donde estabas, pero en tu interior, aquellas sombras ejercían una increíble influencia en ti.
-Ya…lo…entenderás… - Escuchas una voz bastante tétrica detrás de ti.
La voz te hiela la sangre, sientes como cada pelo de tu cuerpo se eriza de manera inevitable, no consigues darte vuelta.
-¡Lo entenderás! – Grita la voz.
Tu mente se comienza a agitar y por unos breves instantes recuerdas a todos tus amigos con sus pokemons, y el enojo que sentiste cuando tus padres no te dejaron tener uno propio, ellos no querían nada mas que lo mejor para ti, o al menos, eso dijeron ellos. Por un simple y breve momento todo eso te pareció algo trivial. Escuchas un aullido muy cerca de ti.
-Lo…ent…s…a su…tiempo… - La voz se desvanecía, y junto a ella todas las sombras que te rodeaban.
Sientes un dolor agudo en el cuerpo, sientes como todo en tu cuerpo esta siendo moldeado por unas manos crueles, unas manos que no les importa el resultado. Entonces… Te despiertas, estas en medio de una pradera, con unas extrañas flores lilas. Son altas horas de la noche, pero eso a ti no te importa, de hecho, se siente… reconfortable, y a medida que te levantas, todo lo que sabias, excepto tu nombre y tu humanidad, son borradas de tu mente… como un sueño.
Solo aclaro por si no se entiende, solo recuerdas tu nombre, y que sabes que eres un humano.
Tras levantarme me llevo las manos a la cabeza, gritando al verlas convertidas en unas zarpas de color lila.
-¿Qué demonios es esto?- trato de pensar en lo que ha pasado, pero por más que me esfuerzo nada viene a mi mente, solo recuerdos vagos y borrosos de la noche que solo añaden confusión a mi estado actual -Bueno...trataré de encontrar ayuda- murmuro para mí.
Me pongo en marcha caminando hacia el este, tratando de no pisotear las flores, pues me parecen muy bonitas a pesar de su rareza.
Caminas unos veinte minutos y aun no vez ni una sola alma, el paisaje en realidad tampoco ah cambiado mucho, y es mas, la única excepción es un árbol que se ve a unos cuantos metros de distancia, un árbol bastante grande para ser realista y de un aspecto que inspiraba cierto respeto.
Un pequeño temblor te hace dar unos pasos dudosos, pero termina a los pocos segundos, aunque con el movimiento notas que de aquellas flores con el movimiento sale un polvo verde que inspira desconfianza. A tus alrededores se escuchan susurros.
Echo a correr en dirección al árbol, haciendo caso omiso de los susurros
"Son solo tu imaginación, solo eso".
Corro lo más rápido que puedo, asombrado por el enorme árbol, pensando en si podrá servirme de refugio hasta que consiga orientarme.
Tras tan solo un minuto y medio llegas al árbol, donde descubres que era muchísimo mas grande de lo que parecía a distancia. Ahora que estabas frente al árbol, este comenzaba a tener un aspecto muy anciano, realmente, a alguien cualquiera le daría miedo estar solo frente a aquel árbol, pero en ti… causaba gracia.
-¿¡QUIEN ERES TU MALDITO!? – Grita una voz súbitamente muy cerca de ti.
Das un paso atrás, y se hizo el silencio, estabas a punto de responder cuando se escuchan varias carcajadas al hilo, risas malévolas, y escuchas varias voces gritando casi a la vez “¡Debiste ver su cara!”, “¡Esa ah estado buena!” gritan unos, los otros no los entiendes por la cantidad de gente hablando. También escuchas unos aullidos agudos y excitados entre medio de las carcajadas. Todos los ruidos vienen ¿del árbol?
Retrocedo con pasos vacilantes ante las voces y caigo de espaldas, asustado y confuso
-¿Quién está ahí?, ¿quién es? déjate ver- me levanto lentamente y permanezco en tensión mirando hacia el lugar del que llegan las voces, preparado para correr o defenderme, según se de el caso.
"Deben estar escondidos detrás del árbol, es imposible que un árbol hable"
El ambiente se inunda de risas, que estas siguen proviniendo de muchos lugares dispersos a la vez, y en un movimiento inquieto de tu parte lees que hay algo escrito en el árbol, las letras son extrañas para ti, pero de manera increíble logras entender su significado.
“EL ÁRBOL DE LOS GRITOS”
Y tras leer eso distingues que de entre unas raíces del árbol, un poco abiertas emana una luz muy tenue, que al parecer no habías distinguido antes.