Al otro lado de aquello y adentrándose en la zona nueva, estos se sorprendieron con lo que estaban mirando, puesto que esta enorme cueva está dividida por la mitad por un risco de 10 pies de alto. Una escalinata de peldaños naturales lleva desde la zona inferior hasta la cornisa superior. El aire está brumoso como e humo de un fuego de cocina, e impregnado del hedor de pieles mal curtidas y personas que llevan un tiempo sin lavarse.
Y también había un pasillo...
En aquella zona, encima del risco, se encontraban dos figuras que parecían estar distraídas la una con la otra; una de ellas la pudieron reconocer como una de las bandidas de la "Banda Berde", mientras que el otro, simplemente parecía ser un joven comerciante al cual estaban torturando.
Los únicos que alzaron la voz y lo acompañaron de movimiento, fueron aquellos tres domadores de Pokemon, solo los hombres, por lo que dejando en la entrada a las otras tres muchachas, estos se dirigieron directamente hacia el punto de donde parecían provenir los sonidos que Ketten Xhup había comentado. Aunque Levan Audex no llegó hasta allá.
La tortura en contra de ese pobre joven continuaba, los gritos eran bastante claros y reconocibles como los que habían escuchado antaño. Estos gritos y llantos desesperados eran propios de una persona que estaba sufriendo lo indecible a manos de esta bandida que no tenía ningún tipo de piedad.
-¡Di que quieres ser mi novio!. -Exclamó la muchacha mientras continuaba haciéndole cosquillas con una pluma en los pies, mientras esta se encontraba sentada en la espalda del muchacho- ¡Di que soy guapa!.
Las lágrimas salían del rostro del joven muchacho, el cual no podía aguantar por mucho más tiempo aquella vil tortura que estaba sufriendo en sus propias carnes, en contra de todo tratado de la convención de ginebra, aunque por otro lado, esta convención no es canon en este mundo, por lo que podía seguir siendo torturado sin repercusiones políticas.
-¡NO!. -Exclamó el muchacho con todas sus fuerzas- ¡Para!. ¡Para!. ¡Por favor!. ¡Yo solo me casaré con una hija noble muy rica!. ¡No con una simple bandida!. ¡Quiero el dineroooooo!...
De un momento a otro nuestro numeroso grupo se había dividido y una vez mas reducido en un abrir y cerrar de ojo ... de seguro Levan no quería dejar sola a las muchachas... por lo que sin darle mucha mas vueltas al asunto comencé a avanzar junto a la avanzadilla por el sitio.
O bueno... eso era la idea hasta que presenciamos aquella escena.
Ahhh.... ehhh.... b-bueno - mentaba un tanto avergonzado - C-creo.... q-que no deberíamos estar viendo esto... - para girarme a Touma - ¿ E-esto e...es normal e...entre adultos ? - preguntaba, pues a fin de cuentas toda mi experiencia radicaba en los cuentos que los ancianos me habían contado.
Cuando Ketten Xhup hizo aquella pregunta a Touma Makoto, este jovencito llamó la atención de la muchacha que estaba torturando de una manera tan especial a aquel pobre diablo. Estando más alerta que antes, esta agarró al muchacho levantándolo del suelo y arrastrándolo hasta el borde de aquel pequeño precipicio.
-¿¡Quién es el que habla!?. -Gritó hacia el pasillo donde esos dos se encontraban- ¡Sal ahora mismo o lanzaré a este mequetrefe contra esos pinchos convenientemente colocados para que sean letales para todo aquel que caiga encima de ellos desde esta altura específica!. -Para luego girarse hacia el rehén- ¿Quién es el que viene a rescatarte?. ¿Es tu novieta?. Mentiroso... así que sí que querías casarte...
Motivo: Destreza+Sigilo
Tirada: 2d6
Dificultad: 4+
Resultado: 2, 1 (Suma: 3)
Al parecer había algo ligeramente peor a ser torturado de forma pseudo-sensual por parte de una chica de piel verdosa pero con unas facciones de rostro y un cuerpo esculpido bastante decentes. Y esto era ser amenazado con una muerte inminente por medio de la gravedad. ¡Te maldito Newton por inventarla!. ¡Antes podíamos ir flotando por allí!.
-¡NOOOOOOOoooooo...!. -Gritó con lágrimas en los ojos- ¡Te juro que no tengo ni idea de quién puede ser!. ¡No tengo novia!. ¡Por favor!. ¡El que sea que ha hablado!. ¡Ven aquí!. ¡No quiero morir en los pinchos convenientemente colocados para que sean letales para todo aquel que caiga encima de ellos desde esta altura específica!.
. . . - Rápidamente me estacionaba junto a una de las piedras de la zona en cuanto escucho respuesta de la bandida y su.... sea lo que sea el joven en esto, por lo que sabiendo que el tiempo igual podía jugarnos en contra, hice lo que todo niño haría en mi lugar.
Psss... Gorda - le mentaba a mi avasalladora compañera - avanza hacia lan'te y tenel ideal - para entonces callar hasta que la misma estuviera a la vista de la bandida - Buuuuu~uuuuuuu - imitando a los ancestros cuando comenzaban con sus relatos nocturnos - YO SEL ENVIADA DE ÑUKE MAPU, Ea con'telta con ritual que estal plesenciando, si continual con el, quizás bendecirlos con amol etelno....
Para entonces comenzar a acercarme poco a poco, pues en mi cabeza, aquellas palabras fueron suficiente como para crearme una pantalla hasta donde estaba la pareja sin que notaran mi presencia.
Motivo: Mentira del porte de una catedral (Chuleria + suerte)
Tirada: 3d6
Dificultad: 4+
Resultado: 2, 2, 2 (Suma: 6)
Le pido a mi compañera que se acerque al grupo de la bandida.
Glorsario:
ÑUKE MAPU: madre tierra en mapuche
Al otro lado de aquello y adentrándose en la zona nueva, estos se sorprendieron con lo que estaban mirando, puesto que esta enorme cueva está dividida por la mitad por un risco de 10 pies de alto. Una escalinata de peldaños naturales lleva desde la zona inferior hasta la cornisa superior. El aire está brumoso como e humo de un fuego de cocina, e impregnado del hedor de pieles mal curtidas y personas que llevan un tiempo sin lavarse.
Y también había un pasillo...
En aquella zona, encima del risco, se encontraban dos figuras que parecían estar distraídas la una con la otra; una de ellas la pudieron reconocer como una de las bandidas de la "Banda Berde", mientras que el otro, simplemente parecía ser un joven comerciante al cual estaban torturando, colgándolo peligrosamente de aquella cornisa hacia ellos.
Un poco antes de ver a aquellos dos casi-desconocidos jugar a tirar a un tipo por una cornisa y ser tirado por una cornisa; estas dos muchachas pudieron ver a dos personas mucho más conocidas, en concreto eran Ketten Xhup y Touma Makoto; al parecer lo más probable es que habían sido vistos.
Llegando detrás de aquellos dos, aparecieron Tuathanach Glasraich y Eula Lawrence, al parecer aquel grupo volvió a separarse una vez más, en esta ocasión Tuathanach Glasraich y Eula Lawrence ascendieron por el camino medio iluminado por el que Ketten Xhup y Touma Makoto habían ido, dejando atrás a Levan Audex y Airi Wada...
Llegando detrás de aquellos dos, aparecieron Tuathanach Glasraich y Eula Lawrence, al parecer aquel grupo volvió a separarse una vez más, en esta ocasión Tuathanach Glasraich y Eula Lawrence ascendieron por el camino medio iluminado por el que Ketten Xhup y Touma Makoto habían ido, dejando atrás a Levan Audex y Airi Wada...
- Buuuuu~uuuuuuu - imitando a los ancestros cuando comenzaban con sus relatos nocturnos - YO SEL ENVIADA DE ÑUKE MAPU, Ea con'telta con ritual que estal plesenciando, si continual con el, quizás bendecirlos con amol etelno....
Al parecer Ketten Xhup estaba tratando, de algún modo de convencer a aquella bandida de la "Banda Berde" que Gorda, su Miltank no era más que una enviada de Ñuke Mapu, o "Madre Tierra en Mapuche", cosa que ni idea que significa pero supongo que debería saber Tuathanach Glasraich.
Glorsario:
ÑUKE MAPU: madre tierra en mapuche