Partida Rol por web

Ante ellos se encontraba un Torterra y no un Magicarp como todos se esperaban. Eso sí, seguía conservando el color rojizo de su piel, lo cual era una característica interesante.

-¿¡POR QUE AHORA ES UN TORTERRA?!. -Gritó zarandeando a Levan Audex- ¿¡POR QUE HA VUELTO A EVOLUCIONAR?! ¿¡Y POR QUE A UN TORTERRA?!. ¡SI EL ERA UN MAGICARP EVOLUCIONADO A CHARMANDER! ¿¡POR QUE NO EVOLUCIONÓ A UN CHARIZARD!?.

En efecto, la muchacha se encontraba desesperada por toda aquella confusión evolutiva.

Lo sabia, esto lo confirma. 

Mire a la chica alborotadora un tanto molesta. 

¿Puedes calmarte? Estás llamando d masiado la atención. Esto es un Ditto. Un Pokémon que puede transformarse en otros y copiar sus habilidades. No es tu Magikarp.

Cuando Eula Lawrence negó la existencia de que este Pokemon fuera un Magikarp, quizás solo para llevarle la contraria, el que entonces parecía ser un Torterra con dificultades de aprendizaje se convirtió en una masa informe de color rojiza para luego transformarse en un Magikarp con dificultades de aprendizaje.

Y al parecer ahora mismo se estaba ahogando en la superficie de la tierra, aleteando y moviéndose de un lado a otro mientras trataba de dar bocanadas de aire sin demasiado éxito pues necesitaba agua.

Pero lo dicho, Magikarp 1 - Eula Lawrence 0.

Quizás...

Que volviera a aparecer, casi por arte de magia el Magikarp de Yuri Takamiya, hizo que esta soltara a Levan Audex y saltara sobre su pequeño y adorable Magikarp.

-¡REDY!. -Gritó con lágrimas en los ojos- ¿¡ESTÁS BIEN!?. ¿¡DÓNDE HAS ESTADO?!. ¿¡POR QUE TE TRANSFORMASTE EN ESAS COSAS FEAS?! ¡NI SIQUIERA SABÍA QUE LOS MAGIKARPS PODÍAN TRANSFORMARSE EN ESAS COSAS!. ¡QUIZÁS SEAS UN MAGIKARP ESPECIAL!. ¿¡POR QUE NO ME DIJISTE QUE PODÍAS HACER ESO?!.

Observe con curiosidad como Eula se acerco al Pokémon mientras comentaba sobre uno capaz de tomar la forma de otros, con los ojos entrecerrados y los brazos cruzados esperaba expectante que algo ocurriera ¿el qué? Eso no lo sabía pero algo pasaría de eso estaba seguro por lo que solo debía... esperar... Una pequeña mirada hacia Touma mientras este daba un vaga descripción de otro Pokémon que había visto y entonces ocurrió. La figura del Charmeleon se deshizo por completo quedando una especie de puré que comenzó entonces a tomar una nueva forma, mucho más grande y siguiendo las indicaciones dadas.

Frente mi tenía un Torterra en su plena adultez pero con esos tonos rojizos tan raros, y lo observaba tratando de mantener la compostura mientras era zarandeado de un lado a otro por cierta loca de la cabeza llorica.

- Interesante... -comenté en cuanto me vi libre del agarre mientras Yuri corría hacia su Magikarp, al cual le gustaba gastar bromas al parecer- ¿Transformarse en otros Pokémon a voluntad? Eso es una capacidad muy interesante... -docenas de ideas y planes podían surgir de esa idea pero por ahora... Tenía hambre- Bueno, misterio del Magikarp desaparecido resuelto. Tienes un Pokémon especial capaz de transformarse en otros sin evolucionar, felicidades has ganado el premio gordo. ¿Ahora podemos ir dentro?

Habiendo terminado de resolver el misterio de las extrañas evoluciones de Redy, y este aún sufriendo en su existencia por tener que respirar algo en la superficie, aquel grupo parecía estar más que listo para adentrarse en el interior de la Taberna para poder, así y una vez por todas, comer.

La senda llena de baches emerge de una boscosa colina y posáis la vista nuevamente vez sobre el Pueblo Papaya. El pueblo consta de cuarenta o cincuenta sencillos edificios de troncos, algunos construidos sobre viejos cimientos de piedra. Restos de ruinas más viejas, como muros desmoronados recubiertos de hiedra y zarzas, rodean las casas y tiendas más modernas, mostrando cómo este lugar debió ser una ciudad mayor hace siglos. La mayoría de los nuevos edificios están colocados a los lados del camino, que se ensancha en una fangosa calle mayor mientras asciende hacia una ruinosa mansión en la falda de una colina al este del pueblo.

Sin mayores problemas durante el resto del camino, aquel grupo tan grande de personas y Pokemon consiguieron llegar al pueblo al cabo de unos cuantos minutos, lo que era aún más impresionante es que estos estaban siendo siendo guiados por la llorona de Yuri Takamiya, aunque la falta de problemas probablemente fuera porque esta a su vez estaba siendo guiada por las indicaciones y el control atento constante por parte de Levan Audex.

Todo estaba más o menos bien, pero a medida de que Yuri Takamiya se estaba acercando al pueblo, esta no pudo aguantar más las lágrimas.

-¡Voy a recuperar a mi Goldy!. -Dijo de la emoción mientras abrazaba a Levan Audex y una lágrima cayó por su mejilla a la par que sus mejillas se enrojecían y volvía a empezar a llorar- ¡Tienes que terminar de ayudarme!. ¡Tal y como lo prometiste!. ¡Tienes que salvar a mi Psyduck!. ¡Quiero recuperar a mis Pokemon!. ¡Mis pequeñines!. ¡Sin mi Goldy no soy nada!. ¡Me moriré de hambre!.

Aquellos gritos no tomarían por sorpresa a Queen Kard, la cual sacó su cabeza de su carromato y su rostro se dibujó una expresión que muchos podrían considerar aterradora, una sonrisa siniestra.

-Pero mirad quienes han vuelto, los morosos, -recordó la muchacha al ver a Levan y a Yuri- ¿Ya tenéis algo con el que pagar por el Psyduck?. También podéis apostar... os espero en mi caravana.

Tras decir esto, la muchacha sacó la baraja de cartas de colores, esperando que Levan la siguiera al interior.

El Pokemon de Yuri Takamiya no se resistió en absoluto cuando se cerró la puerta del carromato de Queen Kard que se encontraba apostillado al lado del Santuario de la Suerte. Eso sí, no parecía estar del todo consciente de sus alrededores por lo que era probable que no supiera nada de lo que estaba pasando.

-¿Psyduck?. -Preguntó antes de desaparecer tras aquella puerta.

Po~po~po~poco Faaaaaaal'ta

Fa~fa~fa~fal'ta Pooooooooco ♪

A~la M'buu~la llegaleeeemos

Di~ne~lito ya tendleeeeemo' ♪

    ¡ En efecto !, continuaba con mi canturreo el cual podía o no tener algún significado ._{.. o no..}. , pero una cosa esa segura, lo llevaba repitiendo cada tanto mientras no dejaba de mirar el paisaje que poco a poco se iba tornando a la voluntad de los urbanitas. Quizás por lo mismo es que no le prestara la atención que se merecía aquella desconocida la cual parecía conocer de algo a nuestro compañero ... creo que Levan iba dando tumbos entre poblados antes de...

  ¿ Po~po~po~poco Faaaaaaal'ta ? - canturreaba pero mirando hacia Levan, como dejando abierto a que ese de la tonadita significara un "¿ pasa algo o continuamos ?" aunque independiente de su respuesta seguiría junto a Gorda, ambos cercano a la carreta y la carga, para evitar que le llegara a pasar algo.

Mire a los demás y al Eevee que aún estaba KO.

Oye, ¿porque no le prestáis la piedra a la del pelo azul para que haga eso del agua y a cambio nos dé un poco para curar a nuestros Pokémon? Así nos evitaríamos gastar dinero en eso. Sino me iré al santuario para curar al pequeño.

Al regresar por tercera vez hoy al pueblo, con las ideas igual de claras y enfocadas que las anteriores veces, lo primero que hice fue buscar algún local que me llamara la atención para lo que tenía pensado hacer... Aunque antes de ver ninguno ya tenía a Yuri tirándose encima de mí y llorándome al oído, lo cual dejaba salir una cara de pura incomodidad en mi expresión. Hasta que llego el punto en que le plante la mano abierta en toda su cara empujándola lejos de mí, llenándome de sus babas y lágrimas asquerosas. De hecho sus lloriqueos también llamaron la atención de "cartas locas"

- Eh, pero si es "Doña despluma borrachos" -salude de la misma forma que ella a nosotros- Voy a ver si puedo comprar algún Pokémon que te interese, así que no te vayas muy lejos -le anuncie como si no fuera nada en particular- Después de eso puedes volver a timar cuantas veces quieras a la tonta esta que yo no me meteré de por medio.

Una vez volvió al interior Kard yo me giré hacia Mei-chan arrastrando a la infortunia personificada- No es por ser pesado, pero necesito los honorarios... es para quitarme a una endeudada de encima...