Partida Rol por web

Al llegar a la base de operaciones, Miru os está esperando de brazos cruzados. - Muy bien, muy bien. Hay mucho que hacer, ya sabéis, arreglar la cocina, encontrar comida, buscar recetas, pago al final y blablabla. Empezad por donde queráis, yo estaré en mi oficina, como siempre, haciendo buenas gestiones. - asentía firme y convencido, cuando en verdad lo que iba a hacer era echarse una increíble siesta.

Quizá arreglar la cocina de la base de operaciones sea un buen punto para empezar, pues sin ella no podéis procesar los alimentos, echando un ojo podéis ver que necesita reparaciones varias y para ellas necesitaréis bastante madera, algunos ladrillos, un poco de cemento y herramientas. ¿Dónde podéis conseguir todo eso?

Esto estahecho un desastre, empecemos buscando material. ¿Te parece que vayamos a la tienda a ver si venden algo o saben donde podemos onseguir materiales?

Al llegar a la tienda os topáis nuevamente con el Keckleon que habíais dejado atrás hace no mucho, parece aún algo enfadado al ver a Jacobo, pues hace no mucho se había intentado comer una de sus preciadas mercancías. - ¡Primero paga! ¡Primero paga! - ciertamente parecía enfadado.

Jacobo escucha atentamente a Keckleon, se levanta y se va para calmarle en vez de intentar convencerle.

-Bueno, pues yo me encargaré de limpiar la base, un espacio de trabajo limpio es la clave de la productividad.

Así pues, cuando llega a la base se coloca su bandana de explorador sobre la cabeza y con una escoba comienza a barrer el polvo y ordenar la habitación.

Lo... lo siento yo lo vigilo, lo prometo. Solo queremos información. ¿No sabrás donde puedo conseguir madera, cemento y ladrillos?

¡MMM! - dijo de una forma increíblemente exagerada. - Madera de bosque, ladrillos y cemento quizá en casas viejas abandonadas, yo no saber si hay ¡pero no perder nada por intentar! - ahora estabas sola, tendrías que cargar con todo por tu cuenta, sin poder dividirte en dos para mandar a una mitad al bosque y la otra a la zona residencial.

Llegas a la base de operaciones, Naminé y el resto de gente ya la habían limpiado antes junto con Dit, por lo que solamente quedaba un poco de polvo, además de recolocar algunas cosas que andaban caídas y facilitar el trabajo a tu compañera, para que cuando trajera los materiales, pudierais poneros directamente a trabajar, sin preparativos.

-Uhm, ¿qué es esto? no puedo verlo bien así que lo mejor es que haga lo que siempre hago.

Jacobo se mete el objeto o una parte en la boca para ver qué es.

Muchas gracias Keckleon, prometo venir a comprarte cuando tenga dinero. Hasta luego.

Salgo de la tienda y me dirijo al bosque... en fín vamos allá sola otra vez pero bueno, vamos  apor la madera.

Tras rebuscar bien, encuentras una deliciosa y crujiente pelusa, sabor pelusa. Por suerte ya has terminado de limpiar todo y dejarlo preparado para que Naminé ponga los bártulos en cuanto llegue. También ves que te hará falta agua para cocinar y limpiar, aunque no hace falta que sea potable, por lo que cualquier agua que encuentres te servirá. También hacen falta recetas y comida para preparar.

-Qué caramelo más raro, crujiente pero sabía mal.

Marcho a la biblioteca y hablo con el Vaporeon del mostrador.

-Hola Mudkip, he venido a por libros de recetas de cocina, ¿qué tienes por ahí?

Yo no... No soy un Mudkip... - dijo mientras se sentaba en el suelo y se ponía contra una esquina del mostrados a hacer círculos con la pata. - Secciones de la 45 a la 50... - contestó claramente desganada ante tu pregunta, no por falta de entusiasmo, si no por tristeza por parecer un Mudkip.

Al llegar a las secciones correspondientes encontraste una barbaridad de libros de cocina ¿cuál sería el mejor?

Encuentras un árbol lo suficientemente grandote y robusto como para poder sacar madera para arreglar la cocina, pero también lo suficientemente pequeño como para que puedas derribarlo, aún así sientes que estando sola te va a costar bastante obtener lo que necesitas.

Al final se fueron sin ayudarme, pero bueno es lo que hay. Veo un arbol con buena pinta y me lanzo hacia el, nunca he utilizado un ataque pero el instinto me dice que un placaje me ayudara. 

Le das un cabezazo al árbol, no lo logras derribarlo, pero si quitar algunos cachos junto con algunas ramas. Parece que te tendrás que resignar con ello y hacer lo que puedas. ¿Ahora que harás?

Jacobo camina dando tumbos hasta la sección correspondiente, se tropieza con otro Pokémon por el camino y pensando que era una silla, lo arrima a otro pokemon que pensaba que era una mesa haciendo oídos sordos a sus quejas. Cuando llega a la sección, saca el primer libro que ve y se va dando tumbos, total, él no puede leer sin gafas.

-Bueno, pues esto ya está, ahora el agua.

A la vuelta de la biblioteca, pasa por el río y abriendo la boca, se mete todo el agua que puede dentro, queriendo volver a casa si nadie le interrumpe

Encuentras un libro de recetas llamado "American Pie", el cual tiene muchas recetas sobre tartas típicas de alguna región muy lejana ¡tienen todas bastante buena pinta! Te fijas en dos en concreto, una es de chocolate y la otra de manzana, pero para hacer la masa de ambas, necesitarás algo de agua, aunque no sea la más pura del mundo, si la hierves un poco debería bastar. Puedes probar a buscarla por algún lugar en concreto o puedes esperar a que tus compañeros la traigan de su misión y mientras buscar el resto de materiales.

Jacobo, que tiene nombre de un delicioso Santo, se llena la boca de un agua que no sabe muy bien, pero tampoco está demasiado sucia, por lo que le sirve perfectamente para cocinar pues la iba a hervir. Por desgracia al llegar a la base ¡Naminé no había vuelto aún! Tampoco parece que puedas dejar el agua en ninguna parte y como eres un pokémon/persona bastante vaga, no te dignas a volver al río, por lo que te resignas a llevar el agua en la boca hasta que encuentres una olla donde dejar el agua que ibas a hervir.

Una vez en la zona residencial, te pones a buscar entre las ruinosas casas a alguien que te entregara algún recipiente donde dejar el agua que portabas en la boca ¡pero no podías hablar!

¡Oh vaya! Cuanto jovencito viene a verme últimamente. - asiente cuando te recibe en su puerta. - Y dime pequeñín ¿tu también quieres una detalladísima historia sobre el pueblo y mis antepasados?

Jacobo-kun, todavía con agua en la boca, responde elocuentemente:

-Brlglb, bluighbhnt, bluuuuuuuu!