Partida Rol por web

Eran alrededor de las seis de la tarde horario de invierno, el sol era apenas un recuerdo que se escabullía por las montañas. Pocas personas quedaban en las calles de Pueblo Lavanda. La vieja torre de Radio luego de ser abandonada había sido convertida nuevamente en un cementerio, aunque se decía que esto no había bastando para calmar el alma de aquellos pokémon que habiendo partido vieron como su  lugar de descanso era profanado.

Al centro del pueblo estaba la casa de Voluntarios fundada por el ya fallecido Sr. Fuji. Lugar donde se cuidaba de aquellos pokémon que habían sido abandonados por sus entrenadores. Una casa que cada año tenía un nuevo piso construido con la ayuda de los mismos pokémon quienes encontraban una familia allí.

Al norte estaba el centro pokémon, allí algunos entrenadores nerviosos esperaban a que sus pokémon fueran atendidos para volver a sus casas o seguir en sus viajes. Muy cerca de allí la posada principal del pueblo lucía un cartel indicando que aún le quedaban habitaciones disponibles. Un cartel que llamó vuestra atención, luego de semanas de viajes desde pueblo paleta, una cama mullida y una ducha caliente los esperaban si decidían quedarse allí por un módico precio, claro está.  Una hechicera muy típica de esa zona pasó por vuestro lado, los miró con preocupación en sus ojos, un gastly la seguía.

- Deberían buscar refugio antes de que la noche sea más oscura, no querrán ser raptados por los fantasmas de pueblo lavanda.- sin mediar ni una sola palabra más corrió hasta su propia casa como si de verdad creyera en sus palabras.

La temperatura bajaba cada vez más hasta que vuestra respiración empezó a dejar halos de vapor en el aire. El viento soplaba con fuerza, junto con las nubes anunciaban que  una tormenta se avecinaba. Las ventanas de las casas se cerraron, a las puertas les pusieron cerrojo, los únicos lugares accesibles eran el centro pokémon y la posada. Las debiles luces de la calle titilaban haciendo más escabroso el ambiente.

Le había costado varias semanas de viaje llegar hasta pueblo Lavanda, pero a pesar de los obstáculos que se encontró en el camino sacó fuerzas para continuar y finalmente lo consiguió. Allí estaba, sus compañeras pokémon habían sido una inestimable ayuda y todas estaban exhaustas a las puertas del poblado con el sol dando sus últimos estertores en el filo del horizonte.

La noche se alzaba una vez más sobre sus cabezas pero esta vez intentarían dormir bajo techo, ésta vez de entre todas las anteriores era algo que se recomendaba a sí misma encarecidamente tras haber estudiado con detenimiento la historia local, tétrica donde las haya, no quería arriesgarse a pecar de incrédula por mucho que su excéptica científica interior le gritara que eso no eran más que tonterías.

Arisu se dirigió a prisa, pues la oscuridad empezaba a extenderse por las calles, hasta la posada en la que anunciaban con un cartel exterior habitaciones libres. A mitad de camino, una extraña mujer se les acercó a contarles más propaganda esotérica tras lo que salió corriendo a encerrarse en su casa, siguiéndola el resto de puertas y ventanas que se cerraban a golpes.

La muchacha miró con cara de duda a su compañero, la situación era tan inverosímil que tardó varios segundos en reaccionar, reanudando la marcha.

_{...Yuu san, sería sensato hospedarnos aquí esta noche, empiezo a creer todo lo que dicen, creo que debería descansar...}

Llevando varias semanas de viaje, varios obstaculos sorteados, noches a la interperie, logran llegar al pueblo lavanda, tetrico y oscuro como las historias que habia escuchado, aunque no estaba seguro si eran ciertas o si se veia asi por la noche que caia, poco a poco la temperatura bajaba, una anciana les habia recomendado que buscaran refugio y un rapido vistazo a las casas alrededor, no parecia una broma.

Miro a Arisu quien sugiere hospedarnos en la posada Yo tambien dice sonriente ademas esta empezando a hacer frio y no nos vendria mal dormir en una cama, para variar.

comienza a dirigirse hacia la posada.

No necesitan ni golpear la puerta, nada más acercarse a la posada la puerta se abre. Una mujer bajita y anciana aparece tras la puerta para darles la bienvenida. Su alegre sonrisa desentona con el tétrico ambiente.

- Entren niños entre, va a largarse a llover muy pronto y no querrán mojarse.

Cuando ya están adentro ella cierra la puerta que es azotada por una rafaga de viento. Les señala a un costado un poster con los precios del lugar. Precios bastante módicos tanto por la habitación como por la comida.

- Tenemos una habitación disponible en el segundo piso con dos camas, ¿les incomoda compartir habitación? - no parecía preocuparle aquello considerando que veía ante ella a unos niños, muy diferente hubiese sido su comportamiento frente a dos adultos.- Les gustara está bien iluminada y tenemos pequeñas lamparas de noche por si le temen a la oscuridad.

Nada más entrar fueron atendidos por una afable anciana que les recibió con una cálida sonrisa en contraste con el frío que se venía acentuando en el exterior desde hacía escasos minutos. Según ella, comenzaría a llover pronto, algo de lo que no se había preocupado esa mañana por culpa del cansancio acumulado, por lo que el lugar les venía como anillo al dedo.

En cuanto a los precios, parecían razonables, Arisu sacó del bolsillo delantero de su bolsa de cuero un pequeño monedero y tendió el dinero a la anciana.

Ante la pregunta de si les molestaba dormir en la misma habitación, la joven se sonrojó ligeramente, pero negó con la cabeza ante el nerviosismo. Habría dormido a la interperie cerca de Yuu, pero una habitación implicaba cuestiones distintas por muy niños que fuesen.

Antes de retirarse hacia sus habitaciones, la muchacha hizo un par de inclinaciones en agradecimiento a la par que musitaba con un hilo de voz unas modestas palabras:

_{...Le agradecemos su hospitalidad...}

Antes de poder hacer nada, la puerta de la posada se abre dando lugar a un amable anciana quien nos invita a pasar Muchas gracias respondo a la amabilidad de la señora mientras entro tras Arisu. una modesta posada y unos precios bastante razonables tenemos suerte de encontrar un lugar comenta a Arisu mientras saca de sus bolsillo algo de dinero para pagar el alojamiento, sonrie algo nervioso cuando dice que solo hay una habitacion con 2 camas, pero al ver a arisu agradecer simplemente se relaja. Muchas gracias por su hospitalidad nuevamente agradece y se dirige a la habitacion junto con arisu estaremos a salvo de los fantasmas aqui, ademas no nos mojaremos comenta a arisu entre risa a modo de broma

ya una vez llegado a la habitacion, tomo una de las camas donde deposito mis cosas y me tiro sobre ella para descanzar que bien se siente una cama para variar comenta a su compañera mientras termina de estirarse sobre la cama. 

Tras un breve momento se sienta al borde y mira a arisu te dejare tomar un baño primera dice sonriente mientras me gustaria preguntarle a la encargada sobre esos supuestos secuestros, antes que se haga mas tarde poniendose de pie, si se llegase a tratar de algun pokemon raro me gustaria ser el primero en tenerlo dice esperanzado. espera una respuesta de su compañera antes de salir de la habitacion