Partida Rol por web

Tharion, visiblemente incomodo por según sus palabras, volver a estar enlatado en un vehículo pregunta más a Bruce que los otros dos ocupantes del vehículo -que piensas hacer ahora... me refiero, ahora que tienes al profesor pokemon, vas a quedarte en la granja o te vienes conmigo?-

- Volvamos primero para que Bill vea al Leafeon. Una vez allí, ya veremos lo que hacemos, aunque no pensaba quedarme mucho tiempo más- 

Tharion sonríe animado -bien, no me gusta abusar del a hospitalidad ajena, si vienes conmigo tendrás la oportunidad de ver pokemon legendarios... o al menos que se consideraba extintos... o... bueno, mejor se lo preguntas a Jhon cuando lo conozcas-

- ¿Jhon? ¿Algún amigo tuyo? Ya me lo presentarás- conduzco mirando al frente, intentando no perder de vista el sendero.

En poco tiempo llegáis al área metropolitana de Ciudad Trigal, donde está la granja de Bruce.

-si, un científico bibliófago... me debe tres pokeballs vacías-

En poco tiempo, la furgoneta llega de vuelta a la granja Forrester.

Bill se baja de un salto, preguntando por el leafeon. Parece entusiasmado. Alex le sigue, aunque él no parece entusiasmado. Él nunca parece entusiasmado por nada.

Tharion se baja en cuanto puede, también entusiasmado de bajarse de esa pokeball con ruedas

Tras llamar un par de veces a Jhon y escuchar siempre la misma grabación de apagado o fuera de cobertura, Tharion guarda el pokegear y un par de segundos después se le ocurre llamar a Charlotte, si bien hace poco que ha hecho uso de su hospitalidad, hace bastante que no la ha visto y... por qué no?

Llevo a Bill hasta el Leafeon, dentro de la granja

- ¿Qué te parece?- acaricio al pokemon la cabeza y el cuello, con suavidad.

Bill se acerca al pokémon y se agacha para acariciarlo. Se nota que está muy entusiasmado.

-¡Guau, es fantástico! -Mientras habla lo examina con suavidad. Las orejitas, las hojas... -Tecla me había hablado de los leafeon, pero no ha conseguido atrapar ni evolucionar ninguno. Y yo nunca había visto uno en persona. Ha merecido la pena venir a Johto, incluso con el parón del tren. -De vez en cuando se dirige al pokémon. -Muy bien, campeón, tienes unas hojas muy bonitas. -Lo acaricia. El leafeon restriega la cabeza contra su mano, mimoso. -¿Y habéis conseguido averiguar exactamente cómo evoluciona? No se trata del funcionamiento normal de las piedras elementales, ¿no?

Con cuidado, le hace abrir la boca, examina su dentadura y le mete un bastoncito en la boca para coger una muestra de su saliva. -Esto es solo un momento, chiquitín, solo tienes que chupar esto y lo analizaré después. ¿Ves? No hay problema, buen chico... -Guarda la muestra en un tubito similar al que guardó la ramita de las vías del Magnetotrén.

- La verdad es que le hicimos entrenar un poco tras tocar la roca- rasco el cuello del precioso pokemon.

-Hola, Lionel. -Contesta enseguida una conocida voz dulce. Parece contenta de recibir tu llamada, como normalmente.

Mientras Tharion habla por teléfono, Bill sigue interesándose por el pokémon planta.

-Entonces... ¿estás diciendo que el efecto combinado de la exposición a la roca y la tensión del combate ha sido lo que ha podido hacerlo evolucionar? Qué curioso... no hay ningún pokémon que evolucione así, ¿verdad?* ¡Es todo un descubrimiento! ¿Cómo no nos hemos dado cuenta antes? ¿Esa piedra, entonces, ha estado siempre ahí?

Tharion se aleja de Bill y Bruce para no molestarles en la investigación mientras habla por el pokegear, -hola preciosa, como estás?-