Partida Rol por web

El jaleo que se estaba montando en la casa a causa de lo que podía hacer el pokemon de Green era impresionante pero tenía otros temas que atender así que haciéndole caso a Erika se marchó hacia la habitación de ambos mientras escuchaba a su madre totalmente preocupona a través del pokenav. 

Sonreí al ver que Levy tomaba un trago de mi botella, y luego me explicó que lo que estaba era simplemente preocupado. Entonces yo le di una palmadita en la espalda con una sonrisa -Si estas preocupado, no lo estés hombre. Si necesitas hablar para aliviarte, tranqui que yo estoy disponible- le dije y le ofrecí ayuda mientras guardaba mi botella sonriendo... no tengo ganas de que se sienta mal ni nada, y si puedo ayudarle pues encantado.

Por otro lado... Joe macho... pero menudos gritos pegaba Erika. Quizás habría que prepararle una infusión de hierbas con miel luego para que se alivie la garganta -Vaya... pues parece que habrá un combate ahora mismo...- dije, aunque no se me veía muy emocionado por ello la verdad. Es un combate... no es que me llame la atención lo más mínimo ni tenía mucho interés en verlo. Preferí ver al Vileplume y sonreír al ver que su respuesta era un Dulce Aroma que olía genial -Que bien hueles jeje- le dije mientras miraba como los pokemons la empezaban a seguir atraídos por su fragancia.

Entonces vi salir a Green... arrastrado por su super-Eevee... y abrí los ojos sorprendido e ilusionado -¿Vas a desvelar el secreto ahora? ¡Dinos dinos dinos!- no pude evitar expresar mi emoción ante aquello... ¡todo lo que era resolver misterios me encantaba! Pero no... no sería tan fácil al parecer -¿Un combate todos contra uno?- dije, sonando claramente desilusionado y de bajón -Joe... pero a mi no me gustan los combates. Esperaba traerle mi primera misión Ranger completada para que viera que me he ganado el secreto...- le dije al entrenador pokemon... ¿porque a todo el mundo le gustan tanto los combates pokemon? Eso no es justo para mi -¿Y eso no sería demasiado para Vee? Que hablamos de muchos pokemons a la vez, por mucho que seamos novatos... si eso debo hacerlo para saber el secreto... no se...- se me veía muy indeciso. ¡Quería saber el secreto pero no quería pelear! Que ya se llevó un susto enorme Skiddo con los Spearows...

Pero entonces, para mi sorpresa... Skiddo se puso al lado mía acariciándome con la cabeza, y luego dando un paso al frente uniéndose al desafío -¿De verdad quieres Leaf?- le pregunté. Al final, suspiré y sonreí levemente, acariciándole un poco -Pues si el quiere, yo no me echaré atrás... intentaré que te hagan el menor daño posible compañero- dije. Si él iba a pelear para que yo conozca el secreto... ¡yo trataría de dirigirle lo mejor posible!

- ¿Que sabe de qué? - Le pregunté a Erika sin entender una palabra de lo que me había dicho. Lo único que había sacado en claro es que quería que ayudase a Levy, y haría eso encantada. Salí junto al resto decidida a cumplir mi pequeña misión, pero entonces surgió algo que iba a atrasarme un poco. Si Green daba la opción a pelear contra él... yo no me la podía perder. Aunque no quisiera que Torchic se hiciese daño dudaba que Green fuese muy duro con nosotros. ¡Era muy amable y muy bueno!

- Y si Levy también participa entonces no pasa nada. - Me dije para terminar de convencerme. Solo faltaba avisarle y buscar a Torchic. - ¡Levy, Levy! - Le llamé alzando la mano mientras corría hacia él. No llegué a acercarme demasiado ya que junto a Levy se encontraba aquella bola lanuda que daba calambre.

- Esto... ¡Cuando acabemos el combate vamos a hablar tú y yo! - Como no sabía aún qué podía decirle, le dediqué una de mis mejores sonrisas y fui a por Rick, quien estaba a cargo de mi Torchic.

- Rick, ¿Dónde has dejado a Pollo? - Mi pequeño no estaba a la vista, no fue hasta que escuché su piar que me fijé en que estaba siguiendo al Vileplum de antes. Parecía una escena sacada del cuento del pokémon de Hamelin. - ¡Pollo! ¿Estás bailando con tus amigos? Te apetece un combate para practicar un poco? - El pequeño pollito emitió unos leves chillidos de asentimiento y avanzó a saltitos hacia la vanguardia preparado para darlo todo.

Subió las escaleras hasta quedar en el pasillo del piso superior, no tenía coraje como para entrar en la habitación ni de los adultos ni del... ¿Un hijo o hija? fuera como fuera, suspiró ante los comentarios de su madre a quien dejó que terminara de hablar porque si no, posiblemente la discusión se alargaría 20 minutos con " dejame hablar, te dejo hablar, ¿Por qué no me dejas hablar?" Y así por un largo período de tiempo por lo que hizo lo mejor que fue simplemente escuchar hasta el final por más ganas que tuviera de interrumpirla.

-Mamá... Estoy bien, pasamos sin problemas y tengo un segundo pokemon aunque aún no le he puesto nombre... Se quedó callada unos segundos mirando hacia la puerta del dormitorio principal y entonces siguió. - Oye... Estoy en casa de Green y Erika, ellos... Te echan de menos, a ti y a papá aunque bueno... eso ya lo sabes. ¿No crees que deberías ir a visitarlos?... Fueron tus amigos, ¿Por qué los abandonastes igual que papá te... se desapareció? Estaba dolida y a punto estuvo de decir algo que lamentaría aunque se corrigió a tiempo. 

-Sabías que no podías apartarme de esto toda la vida, que esto llegaría a ser así... Te quiero mucho pero no puedes encerrarme en un capullo de seda esperando que me ponga una venda en los ojos ahora que he visto cosas tan increíbles, sería incapaz de vivir feliz... y... En el fondo lo sabes. Le dolía tanto decir eso, porque significaba dejar sola a su madre pero... ¿Por qué tenía que estar sola? Se había aislado de todo el mundo centrándose únicamente en criar a  Ruby y que esta se alejase de todo pokemon viviente, ¿No era entonces momento de que volviera a retomar su vida? ya no tenía que estar pendiente de " su niña". - Mamá... vuelve a hablar con tus amigos, lo necesitas. Parecía calmada pero la voz le temblaba un poco, después de todo no podía obviar el miedo que le daba el alejarse de su casa por más que lo deseara desde hacía tiempo. 

A pesar de que tu no querías interrumpir, tu madre si pretendía hacerlo a través del pokenav - M-me alegro - dijo con voz dudosa ante la noticia de que habías obtenido tu segundo pokemon - P-pero hija, da igual. Ya tienes dos amigos pokemon, vuelve. Es muy peli... - No obstante cuando continuaste hablando y dijiste donde estabas se calló de golpe ahogando su última palabra y murmurando otra en su lugar - _¿E-Erika? - Un murmuro que si bien no se apreciaba del todo, a través de la maquina se escuchaba nitido.

Entonces tu madre calló, escuchandote de golpe y por completo todo lo que tenías que decirle, de principio a fin, sin interrumpir por primera vez, sin detenerte... Esperando a ver como su hija se alejaba más y más de ella a través de aquellas palabras. Hasta que al final cuando terminaste con aquella petición tu madre con un deje triste habló

-No puedo... Simplemente... No puedo hija mia... Cuando Red nos abandono, solo pensé en tu bienestar. Quería que fueras feliz, y te aparté de todo aquello que nos pudiera hacer daño al recordar a ese desgraciado. Al principio no corté los lazos con Green y Erika... Ni siquiera con los pokemon... P-pero empecé a ver su cara en ellos. Empecé a verle entre las risas de Green, entre las charlas con Erika... Empecé a verlo detrás de cada pokemon con una pokeball preparada para capturar a cualquier pokemon que fuera y... Cuando fuiste creciendo... Vi su cara en ti, y ese fue mi mayor temor. Que acabaras igual que tu padre.

Tu madre cogió aire y aunque no pudieras verla, notabas que podía estar llorando perfectamente - Y-yo... no sé que le ocurrió a Red. Solo se, que quería que tu fueras feliz sin su influencia... Pero puede que me equivocara al criarte en una jaula, si como dices ahora eres feliz. - ¿Pudo entenderlo mal? Incluso... ¿Pudo haberlo tergiversado para que sonara tan mal como parecía? - Pero no me entiendas mal... Ruby. Te quiero... Y aunque me preocupe, y me de miedo que te ocurra algo malo... Me alegra que seas feliz. Ahora es tu turno... Yo ya perdí a mis amigos. No tengo valor para volver a verlos después de abandonarlos durante doce años... Y... - ahora su llanto se hizo más presente... tanto que inundó su voz por completo.

-Y aunque así fuera... ¿QUE LES DIRIA? ¿Siento haberos hecho el vacio durante doce años? ¿Siento haber borrado mi vida para dedicarla a mi hija? Me mirarán con odio, y no querran saber nada de mi. E-es... I-inutil... Y seguro que... seguro que si volviera a verles... Seguro que volvería ese dolor de ver a Red. - Tantos gritos resonaron tanto, incluso con sus lagrimas, que si apartaras el pokenav lo suficiente la oias igualmente.

Por otro lado, más allá de la llamada... Pudiste ver en aquel pasillo una ventana que daba al campo donde estaban todos los pokemon, donde estaban tus nuevos amigos disfrutando y por lo que parecían prepararse para combatir contra Green todos juntos, salvo por Miu. Incluso escuchaste un pequeño crujir de un escalon que te hizo mirar para ver a una Erika cuya cara dulce te miró. Te saludó y con gestos hizo solo una mención que cualquiera podía entender "Dile hola, y que la echo mucho de menos, de corazón"

Tras ello y a menos que la detuvieras, erika volvió a bajar las escaleras. ¿Acaso podía Erika leer la mente?

Al ver que todos o al menos casi todos estabais dispuestos a luchar, Green sonrió metiendose las manos en los bolsillos - Vaya esto va a ser interesante. Para hacerlo más rápido que ya casi está la comida lista, no cambieis de pokemon ¿Vale? - Dijo y luego fue repasando uno a uno los pokemon que se enfrentarían a Vee - Torchic, Charmander, Fuego. Mareep, Electrico. Buneary, Normal. Skiddo, Planta.

Se agachó y empezó a acariciar a su Eevee - Bueno, son muchos tipos distintos Vee, pero creo que podremos con ellos... Igual solo con las primeras formas podremos vencerles... Aunque también deberemos recurrir a una de las últimas. Así podremos practicar mejor con ellas ¿Verdad? - dijo sonriendole como si ambos se entendieran, pues Vee estaba respondiendole y una vez se levantó Green Vee se puso en guardia finalmente.

-Empecemos, un combate no oficial entre vosotros cinco con los pokemon que habeis presentado, contra mi y Vee. Vamos a sorprenderles chico, que vean que no no sandamos con chiquitas. - El Eevee respondió con un potente aullido orgulloso y entonces, dió la vuelta y fue a por Green saltando hacia su pecho - ¡Vamos Vee! !Piedra Fuego, Lanzallamas!

Green mostró una pulsera que llevaba y en ella diferentes piedras de todo tipo. Cuando Vee alcanzó a Green este saltó de nuevo en su pecho para ir contra vosotros, mientras que en el aire Vee se transformaba poco a poco volviendose un Flareon, el cual pillandoos de improvisto, y aunque hubierais dado las ordenes, siendo más veloz que vosotros, lanzó un potente Lanzallamas directo a Skiddo el cual cayó el primero*, dejando finalmente al Vee-Flareon en el suelo majestuoso por su pelaje

-Si no esquivais, esto acabará muy pronto - sentenció Green

Cuando dijo lo de la regla extra, me encogí de hombros -Vale, sin problemas... no tengo más pokemons... aún...- dije asintiendo mientras miraba a mi compañero cabrío. Ya me encargaría de buscarle amiguitos a mi primer pokemon; pero de momento mejor centrarse en el combate. Desde luego, aquel adorable Eevee ahora me infundía muchísimo respeto... seguro era de los mejores pokemon de un entrenador legendario... ¿acaso siquiera le vamos a poder hacer daño? A saber... pero mejor estar preparado para todo -Dice que usará las primeras formas... eso significará que usará Vaporeon, Jolteon y Flareon... pero también al resto... uff, son demasiadas- pensé intentando ver todas las posibilidades.

El combate ya había empezado y yo ya estaba en guardia, y desde luego lo que había escuchado me dejaba claro a quien atacaría -Leaf irá a por ti, ¡esquiva!- le dije a mi pokemon. Skiddo pudo correr hacia un lado para esquivar su ataque. Ahora es Flareon... iugh, ahora le podría hacer muchísimo daño a Leaf; pero por suerte no tanto a Charmander y a Pollo con ataques de ese tipo -Adelante Leaf, ¡embístele con Placaje! ¡Aléjalo lo más que pueda de Green y no se acerque a él!- le dije. Ya que estaba corriendo para esquivar, podía aprovechar el impulso para pegarle una cornada al Flareon que le enviara junto con sus compañeros de batalla. Ya le había visto tener que acercarse a Green para usar la piedra fuego, y para cambiar el resto de tipos debería ser igual... así que a menos que fuera para cambiar a Leafeon o Jolteon, hay que evitar a toda costa que ambos entren en contacto.

Varios más de los presentes se unieron al grupo de combate contra Green, cosa que agradecí mentalmente. Cualquier ayuda vendría bien para vencer al castaño, más aún cuando observé que iba a usar a ese poderoso Eevee que había acabado con la bandada de Spearow de un golpe. Si pensaba que Green se contendría, estaba claro que me había equivocado. Su regla de usar a un solo Pokémon me había chafado parte de la estrategia, pero aún así no me rendiría. Rápidamente, ideé un nuevo plan que llevar a cabo al observar a los Pokémon de nuestro lado.

-Chicos, intentad...- mis palabras se vieron cortadas por la brillante evolución de Eevee, y por un segundo temí que fuera a evolucionar a Vaporeon. Por suerte, al menos para mí, su objetivo era otro. El poderoso lanzallamas fue esquivado de milagro por Skiddo, y yo entendí que, fuese el tipo que fuese, cualquiera de esos ataques nos vencería.

-Como iba diciendo, usad ataques de sonido para dañar los sensibles oídos de Eevee. Levy, si Mareep conoce Onda trueno, intenta paralizar a Vee.- dije dando las instrucciones. No es como si tuvieran que hacerme caso, pero era lo mejor que se me había ocurrido y pensaba que al menos nos ganaría tiempo.

-Drake, usa Gruñido y escóndete detrás de un árbol para evitar los ataques.- le indiqué a mi Pokémon. Quizá entre todos lográramos agotar a Vee lo suficiente para tener una oportunidad.

Definitivamente aquello se iba de madre, la palidez en su rostro indicaba claramente la extrema preocupación y el deseo de volver con ella en ese momento, estaba escuchándola llorar y hacía años que no pasaba, años anteriores en los que creyendo que Ruby dormía, se la pasaba abrazando la misma chaqueta que llevaba ella ahora puesta mientras lloraba a mares. Y ahora lloraba por su culpa, porque se había ido y porque quería que hablara con sus amigos. No sabía que hacer ni que decir hasta que apareció Erika, ese era el momento, era ahora o nunca, debían hablar entre ambas y la oportunidad se perdería si se marchaba así que agarró a la mujer por la muñeca en señal de que esperase un momento. - Mamá... Le temblaba la voz, estaba llorando ella también desde hacía un rato, en silencio y solo se pudo saber a través del teléfono en cuanto abrió la boca. - Ha-Hay alguien... que te quiere... decir algo. Le puso a Erika el Pokenav en la mano y corrió a meterse en la habitación de los adultos, ya dándole igual que antes no hubiera querido por pudor, no quería que la vieran así y Erika necesitaba hablar con su madre posiblemente largo y tendido, en privado... 

Erika se sorprendió ante tu agarre, y también a tus palabras. Con cuidado te cogió el pokenav y te asintió, dejando que fueras a llorar tranquila. No obstante, desde allí también escuchabas la conversación que Erika mantenía con tu madre, aunque no lo que respondía la última.

-Hola Yellow. ---- Tranquila, tranquila. No hace falta que expliques nada. Escuchame por favor. Se como ha debido ser tu vida hasta la fecha... Se que ha debido de ser duro y muy dificil. Puedo entender el dolor que has debido sentir con el abandono de Red. Puedo entender el dolor que es separarte de todos tus pokemon, e incluso el dolor de temer al día a día, en que tu hija pueda seguir el camino de su padre... Aunque no lo haya experimentado. Incluso puedo entender que hayas querido olvidarnos para no sufrir recordandole... Pero Yellow, a pesar de todo eso... Te perdono. Somos amigas, y por nada del mundo dejaría que ni el dolor más fuerte que pudieras sentir, se interpusiera entre nosotras.

-Yellow, no sabré nunca por primera mano, el como te has debido de sentir durante estos años, pero estoy dispuesta a escucharte y... ayudarte a cargar ese dolor, si me dejas. ---- Erika se asomó al marco de la puerta, aunque no la veias, al menos la escuchabas más cerca - Y por cierto. No debes temer por Ruby. Es una chica muy fuerte, y está rodeada de muchos amigos muy buenos por lo que he podido ver, algunos muy cariñosos, al menos de sus pokemon, y otros muy protectores y fuertes. Por no olvidar su pokemon, el cual parece haberla cogido carió - Midori estaba acariciandote el brazo en ese momento, intentando ver que te pasaba - Puede que fisicamente se parezca a Red pero... Es tu viva imagen Yellow. Es muy buena tanto con su pokemon como con los demás, incluso contigo. Y por muy lejos que esté, sabes que siempre te seguirá queriendo Yellow.

Por un momento se mantuvo callada y luego sonrió - Por supuesto. Estoy segurisima. Ruby no desaparecera. Al reves, creo que será capaz de traer a Red de vuelta, y no solo eso. Lo traerá para que podamos regañarle entre todos, y que tu puedas incluso pegarle un buen puñetazo. ---- Si, claro. Recuerda que estas invitada a venir aquí siempre que quieras, e incluso llamarme Yellow. Si quieres luego voy a verte un rato y todo, pero ya va siendo hora de pasar pagina y vivir de nuevo, y que Ruby pueda vivir lo que vivimos una vez nosotras. ---- Dicho eso, Ruby se acercó a ti, y te acarició la cabeza - Ruby, tu madre quiere decirte algo.

Te dió el pokenav y una vez lo tuvieras en la oreja escuchaste a tu madre decir - Un Spearow ¿Eh? ¿Y cual ha sido tu primer pokemon? - Increiblemente, el pasado, volviendo como una flor primaveral en forma de mujer, tras que dicha pequeña joya ahondara en el interior de Yellow, hizo que todo se normalizara al fin... Parecía incluso magico. - Ruby... Perdón... Perdón por apartarte de la vida, del mundo... Nunca debí hacerlo. Espero que puedas perdonarme. Igual que espero que puedas disfrutar de este viaje junto a tus amigos y pokemon. Ah y Ruby... Encuentra a Red, y traelo de la oreja si hace falta.

Se sentó en el borde de la cama, tomando en brazos a Midori para poder acariciarla y sentir su calidez mientras escuchaba como Erika hablaba con su madre, parecía que poco a poco se estaba calmando y eso tranquilizaba también a la hija quien sonrió con cariño mirando a Midori hasta que Erika se acercó al marco para estar más cerca. Le sonrió de igual manera a la mujer, agradecida a más no poder, sabiendo que la decisión de pasarle el pokenav había sido la mejor de todas mientras secaba sus lágrimas y dejaba recostarse en su regazo a su pokemon. - ¿Ya?... Asintió un poco cuando le dio de vuelta el cacharro y se lo colocó para poder escuchar. - ¿Mamá?... 

Alivio, alegría, calidez... Fue lo que sintió nada más escuchar a su madre mucho más tranquila, animada, su voz tenía otro tono y color completamente diferente. Sonriendo con sumo cariño hacia la mujer que le había criado aunque esta no pudiera escucharle, finalmente respondió. 

-Nunca ha habido nada que perdonar... Yo... Siento lo que dije antes, no quería que pensaras que no era feliz antes solo... me refería a que si volviera a como estaba antes conociendo lo de ahora... No creo que pudiera y... Y... por eso entiendo lo mal que lo debes estar pasando. Tienes un montón de fotos con papá, con green, erika, con muchas personas que no conozco... Y con muchísimos pokemon... Los echas de menos, y ellos a ti. Yo prometo traer de vuelta a papá, ¿tú... me prometes volver a ser la que eras? Tras la respuesta cerró los ojos acariciando a Midori y respondió a su primera pregunta. - Se llama Midori, es el hijo de Vee. Sabía que con decir el nombre sabía a quien se refería, no necesitaría más. -Mamá, ¿te diré cosas a la noche, vale? Ahora necesito volver con los demás, y comer. Te quiero mucho, un beso nos vemos. Erika y Green te mandan saludos. Tras eso y de dejar que su madre se despidiera igual, cerró el teléfono, guardándolo y levantándose con Midori en brazos.

Se acercó a Erika y con la sola mirada ya estaba diciendo mucho de todo lo que no le salía en ese momento aunque el sonrojo también decía que estaba avergonzada por haber formado esa escenita. - Gracias, por salvar a mi mamá. Por seguir siendo su amiga.  Era hora de volver con los demás así que tras un cabeceo de permiso por parte de la adulta bajarían. 

    ¿Diga ? - respondía al notar que Angie venia directamente hacia mi sito, aunque se paraba tan de la nada como había llegado - E-entendido... - levantando el pulgar y volviendo mi atención nuevamente a Maggie y el resto, pues estaba apunto de comenzar todo esto del combate. 

    Al verle transformarse no pude evitar dibujar una leve mueca, pero ya estaba en esto y luego de todo esto igual iba a entender mejor al pequeño Eevee ... espero..., así que sin darle mas vueltas al asunto me preparaba para...

  Ahhh... ¡si!, ¿ como el que use contra los Spearow...?, Bien, entonces Maggie... Usa aquello... eso... Brzzzzt - acompañaba a mis palabras con gestos, a lo que mi compañera luego de unos segundos, entendió y un oleada de chispas salían disparadas desde el mullido abrigo de mi oveja en dirección a la forma evolucionada de Eevee de colores rojos ... ¿eehhh... hummm?, luego le pregunto como se llama... se que lo pasaron una vez en clases...

Mientras me dirigía al centro pokemon trataba de pensar que era lo que iba a prepararles a mis pokemons para comer se me ocurre preguntarle a mi nuevo enciclopedia parlante -Rotomdex ¿Cual es la comida favorita de Slakoth y Hoothoot?-

Me encogí de hombros viendo que Algodón no poseía ningún ataque de los que nuestro compañero había propuesto, claro que Brisa tampoco, por lo que me entristeció un poco no ser de utilidad en esos momentos.

Algodón, Esquiva si te ataca, y usa Rizo defensa si no, ¡si no podemos ser útiles en estos momentos intentemos prepararnos para serlo después! Dije con voz firme aunque entrecortada.

Miré de reojo a Erika, intuyendo lo que pensaba, en este combate se decidía algo más que un ganador, que por otro lado ya sabíamos quien iba a ser, se decidía si estabamos preparados para intentar conseguir las medallas de los gimnasios.

Ya con todos preparados me veía muy ilusionada de que peleásemos juntos contra Green, un combate amistoso, eso pensaba yo, mientras Green le decía su estrategia a Eevee. El pequeño Vee saltó y cambió de forma en pleno aire antes de caer al suelo ya como un precioso Flareon. Era la segunda vez que veía eso y no estaba menos sorprendida. ¡Qué ganas de que Torchic evolucionase a un Pollo más grande!

El primer objetivo de Flareon fue el pobre de Leaf, que a duras penas esquivó un lanzallamas que iba directo a dejarle tieso. - ¡Rick! ¿Está bien Leaf? - ¡Si le da eso a Pollo, lo deja frito! - Las pocas ganas que tenía de mandar de frente a Torchic se disiparon, hora de cambiar de táctica.

- ¡Pollo, usa gruñido! ¡Pero... no te acerques demasiado! - Le dije temiendo por la salud de mi pequeño pajarito.

Erika te acarició y sonrió cuando le mencionaste aquellas palabras - Nunca he dejado de ser su amiga... Y no la he salvado de nada. Tan solo le he recordado su pasado, antes de que ocurriera todo esto, y el como debe compaginarlo. A fin de cuentas, ambas somos amigas y madres. - Una vez dijo aquello te acomodó el pelo y te miró a la cara - Y ahora, ve con los demás, antes de que Green se pase con ellos. - Algo muy cierto ya que se pudo ver un resplandor desde la ventana y si mirabas por ella, veias que el combate ya había empezado, siendo Green quien se enfrentaba a todos ellos con su Eev... Flareon.

-Yo por ahora, tengo que terminar la comida, que dejé a Oddish vigilandola. - Y dicho eso Erika bajó a la cocina

Green sonrió al ver como actuabais, tanto fue así que se despreocupó un tanto por la estrategia que mencionó Arión y solo se centró en el Skiddo de Rick - Vee, demuestrale de lo que eres capaz ¡Aguanta ese impacto! - El Flareon de Green se preparó para el placaje de Skiddo, siendo que aunque le hizo un leve daño, lo mantuvo a este enfrentado sin separarse ni un solo segundo. Por otro lado los gruñidos debilitaron poco a poco levemente el ataque del mentado pokemon de fuego y el onda trueno le dió de lleno dejandole un rayo estatico alrededor señal de que podría paralizarse en cualquier momento- No esta mal en pensar una estrategia así, ni tampoco en alejar a Vee de mi, pero es inutil que lo hagais.

-Vee, toca un cambio de forma... Demostremosles lo versatiles que podemos ser - de nuevo Green reveló aquella pulsera mientras le daba la orden a Vee, el cual de un zarandeo apartó a Skiddo y volvió raudo hacia su entrenador solo que esta vez pasó por detrás de sus piernas mientras este le acariciaba - Es hora de un baño en el barro. Vee, Agua Lodosa hacia el Torchic - Entonces el Flareon majestuoso empezó a brillar tranformandose en un esplendido Vaporeon, por suerte sin quedarse paralizado y sin moverse demasiado del sitio, empezó a lanzar su ataque hacia Torchic

-La comida que normalmente alimenta a estos pokemon suelen ser las asignadas a sus tipos. No obstante Slakoth suele comer las bayas que hay en su area natural, mientras que Hoothoot suele picar allí y allí buscando su comida entre los distintos bichos que pueda haber en el suelo. Por otro lado en caso de tratarse de comida preparada para humanos se puede generar comida con sucedaneos que le de este tipo de sabor, aunque es algo más laborioso al ser ingredientes naturales. Por otro lado si va a alimentarlo con pokecubos, dependerá de su naturaleza el sabor que les guste, eso también influye a los pokelitos y a los bongurchata. En este último caso, consulte a su coordinadora más cercana: - finalmente te mostró en su pantalla un pequeño mapa en donde señalaba una casa.

-Existe una en ciudad verde. Campeona de los concursos de Kanto. Su nombre Erika

-Pues a seguir el mapa- Tras decir esto guardo la rotomdex y me dirijo hacia el centro pokemon. Mi idea era tratar a mis pokemons, sobre todo a Canela, antes de ir a la casa de esta tal Erika a que me asista con esto de la cocina pokemon.

- ¡No, a Torchic no! - Grité intentando que Green eligiese a otra víctima para los ataques de su Eevee. No es que quisiese que mis compañeros pokémon sufriesen sus golpes... pero Pollo era mi pequeño, tenía que protegerle. Una gran masa de agua de tono marrón se formó a los pies de quien ahora era un Vaporeon y arrastrándose por el suelo como si fuese una ola se dirigió hacia Torchic.

El pollito intentó alejarse de aquel ataque, pero sus patas no le permitían correr más rápido así que fue golpeado por el agua lodosa y tras un par de vueltas en ese líquido turbio Torchic acabó en el suelo inconsciente y mojado de agua sucia.

- ¡Green, eres muy malo! - Salí corriendo hacia Pollo para socorrerle y dejar que el resto siguiese con el combate. - Y yo que pensaba que iba a apiadarse de nosotros... -