Partida Rol por web

  Espera... esto era al mejor de tres ? - Comentaba un tanto perdido de lo dicho por el muchacho - Entonces no hay problemas que haga cambio - al ver como mi Buho aunque lograba asestar su ataque apenas movia al Roedor y para mas inri el mismo comenzaba a pestañar, lo que le permitio en el acto y darle una zarandeada a Toki.

   * En caso de que no se negara*

   Vamos Maggie, es hora de lucirte por tus compañeros.

   * En caso de que no...*

    Bffff... Nada Toki, tira pa lante... si puedes.

¿Un chico extraño?, ¿quién era?. Si necesitas cualquier cosa puedes contármelo. Dije sonriendo mientras cogía la piedra de Mimikyu. 

¿Donde vives?, me gustaría conocer a tus pokemon. ¡Así podrán jugar con los míos! 

Obviamente recordaría la observación sobre River, pero ya que en ese momento debía primar la concentración sobre lo actual, Connie no reaccionó a Jade más que con un asentimiento. Ya luego habría tiempo para preguntar.

— Pues eres una buena grabadora, y antes de que digas nada, para los científicos esas son im-pres-cin-di-bles, después de todo es una manera muy confiable de documentar cualquier avance en casi cualquier lugar — empecinada en halagarlo ella le replicó al de ojos verdes cuando opinó sobre sí mismo. Quizás no podría enseñarle más, pero… — Me diste las bases, y eso siempre lo voy a recordar — aseguró la Hemlock.

Obviamente también la motivación que le otorgó el Oak sirvió como gran impulso para la coordinadora en aras, sin embargo ante esto no contestó tan presurosa como hizo con el tema anterior, ya que el hecho de ver a Jade tan determinado en creer en ella solo aumentó más el rubor de la Hemlock — S-sí… c-creo que tienes… un… p-punto… — solo tras unos instantes pudo decir. Definitivamente tenía que empezar a apuntar más alto si quería pagarle al Oak de alguna manera.

A pesar de las miradas tanto de sus compañeros pokémon como del humano, Connie fue incapaz de reaccionar como era debido, dejando pues que la conclusión más obvia llegara con prontitud. Era casi como si se hubiera rendido, pero ahora, a diferencia de su batalla contra Daisuke, ese no era realmente el caso. Más bien estaba siendo sobrepasada por la situación… o de eso se había convencido. El rugir del rayo de Spike hizo estremecer a la también científica que como era de esperarse no pudo indicar un ataque mucho mejor; de estar en un concurso oficial habría perdido allí mismo, pero entonces el de ojos verdes llamó la atención de Connie de la manera más directa e intensa que pudo…

Según hablaba Jade, la Hemlock honestamente sintió ganas de llorar y frustración, pero esto último no se debía en sí a la pelea, sino a que solo gracias a la voz ajena fue que notó lo que estaba haciendo. Ella siempre decía que quería ser la mejor, que quería impactar al mundo y demostrarle a sus padres que podía ser una artista, ¿acaso se dejaría vencer antes de empezar, acaso se rendiría cuando el entrenador mismo le había dicho ya mil veces que él ni de lejos era un experto coordinador?

¿Qué haría si por casualidad llegaba ante alguien que no estuviera allí para entrenarla?

Cuando sus pokémon volvieron para consolarla, Connie se agachó y mientras esbozaba una sonrisa temblorosa acarició sus cabezas. Llegó a derramar una lágrima, pero eso sería todo. No quería que la vieran llorar. — ¡Perdón! — exclamó ya mientras se levantaba, todavía con la mirada más brillosa de lo normal pero al a vez mostrando una sonrisa de Meowth. — Es cierto que soy una completa novata en lo relativo a dar indicaciones a los pokemon, ya ni digamos en decidir sobre la marcha qué movimientos debo pedirles, sin embargo me dejé llevar por la ocasión y me olvidé de lo más importante, ¡la confianza! — entonces estiró su mano con tal de señalar al de ojos verdes — ¡Confío en ti porque tú confías en mí, Jade, y también por eso no volveré a dejarme vencer! — aseguró tal vez demasiado exagerada, pero tomando en cuenta cómo estaba hasta hace unos momentos, aquello bien podría ser un renacimiento al estilo de los pokémon que se levantaron de la cenizas de cierta torre en Johto, justamente gracias a la influencia de alguien más.

La coordinadora en aras miró a sus compañeros y asintió para ambos, ahora estos habían recuperado su respectiva sonrisa y hasta parecían compartir la determinación de su entrenadora. — Riccardo, quédate aquí y dispara tu Pin Misil hacia arriba; Nebbia, métete en las sombras y usa tu Bola Sombra desde abajo. Vamos a envolverlos con nuestros encantos… — enseguida dijo con mueca traviesa, como si tuviera ya una imagen clara.

Las criaturas entonces se separaron para ahora sí cumplir con órdenes detalladas, siendo que el bicho disparó tal y como se le había indicado, un total de cinco ráfagas que fueron más alto que nunca, mientras que la fantasma desapareció al “sumergirse” en la oscuridad del piso y pronto las sombras parecían estar licuándose en torno a un solo punto: el lugar de donde surgiría una esfera más grande que las anteriores, casi comparable a la que haría un Haunter o hasta un Gengar. Pronto la lluvia de aguijones empezaría a caer al tiempo que la esfera oscura se expandía tratando de engullir a Treecko y a Pikachu.

— La nascita di Venere!* — solo entonces Connie gritó levantando la mano con la que antes señaló a Jade, y como si se tratara de un espectáculo sobrenatural, por un instante todo pareció envuelto en una especie de lánguido fulgor púrpura. Si el Oak había mostrado a todos la caída de un meteoro, la Hemlock estaba dispuesta a enseñarles una precipitación de estrellas agonizantes con cola oscura. Un espectáculo hermoso al tiempo que sobrio, como si naciera una diosa, aunque la verdad quienes estaban presentándose ante el mundo eran una simple coordinadora y su compañía…

Jade no pudo evitar reirse al escuchar tu halago, tanto que casi se le saltan las lagrimas - N-no me esperaba e-ese halago, p-perdona - realmente le hizo mucha gracia por lo mismo, fue una sorpresa para el - Supongo que en ese sentido, me esforzaré por recordarte todo lo que haga falta - sin embargo al final aceptó el halago e incluso, sin llegar a devolvertelo, dijo palabras que de seguro removerían algo en tu interior.

Pero ahora lo importante estaba en el punto algido del combate, incluso después de haberte dado una meta mucho más alta para que la consideraras. Jade te había visto caer una vez, y estaba a punto de verte caer otra vez. Sin embargo no pensaba dejar que cayeras sin más, y se esforzó todo lo posible en, sincerandose con el corazón, buscar la manera de levantarte tan solo con palabras.

Por suerte, tus pokemon estaban allí para darte el último empujón necesario que el propio Oak inició dandote fuerzas renovadas para que tu ingenio respirara y resplandeciera de nuevo. Así pues y con una sonrisa de medio lado por parte del ojiverde al ver que volvías a la carga y te ponías al fin en serio, este se puso en guardia.

-Spike, Toru, este es el final del espectaculo. Demosle a Connie un apoteósico final. Spike, impactrueno, deten las sombras de Nebbia. Toru, destructor, devuelve las estrellas de Riccardo - obviamente el también parecía ir lleno de determinación, pero no tanto como las tuyas, pues su determinación residía en tu lograras abrirte paso

Fue entonces que cuando las estrellas impregnadas de aquella estela ennegrecida surgieron por completo, Pikachu lanzó su más pontente impactrueno hacia la bola sombra, intentando detenerla mientras que el Treecko aguardaba el momento de darle los golpes al Pin misil. No obstane, la bola sombra solo hizo que ganar fuerzas al absorber practicamente al impactrueno y hacer que el ataque tornara muchisimo más vistoso.

Por si fuera poco, aunque Treecko intentó detener el Pin misil, todas y cada una de las estrellas impactaron el pokemon planta antes de que la Bola sombra hiciera su entrada final derribando a ambos pokemon contra el suelo.

El ratón se legantó pronto, mientras que el gecko no consiguió ponerse en pie nuevamente. Jade, por su lado, se mostró con una sonrisa y enormemente impresionado, hasta que finalmente soltó una sonrisa para luego alzar una pokeball - Toru, bien hecho, regresa y descansa - en ese momento, devolvió al Treecko al interior de su pokeball y se acercó a su Pikachu para acariciarlo - Con armas secretas como esa, Connie, destrozarás a tus rivales. - El Pikachu se subió entonces al hombro de Jade antes de que este empezara a andar hacia ti y extender su mano para estrechartela - Bien hecho Connie, buen combate de concurso.

Independientemente de como reaccionaras, luego de tu reacción empezariais a escuchar una gran inmensidad de aplausos de gente euforica alrededor que parecía haber disfrutado del espectaculo. Tanto así que Jade hasta se puso nervioso - Em... ¿t-te parece bien s-si vamos al centro po-pokemon y luego... vamos al gi-gimnasio? - desde luego Jade le pudo el nervio, tanto que ahora incluso estaba sonrojado.

-Sip, es al mejor de tres ¿Y sabes que? Llevo la delantera: RATTATA, acaba a Hoothoot con un ataque rápido - Aunque realmente el ataque de Rattata fuera rápido, el buen pensamiento que tuviste para intercambiar un pokemon por otro, hizo que Maggie recibiera el impacto, salvando a tu Toki

-¡¡¡Oh, vamos!!! Ya casi lo teniamos... Da igual, Rattata, acabaremos con esa Mareep y luego a por el buho - y entonces se puso bastante altivo, aunque no sabía lo que se le venía

-Ah... S-su nombre era... Rick creo... Era un chico así de alto, con el pelo castaño, con ropas así... - empezó a describirte de la cabeza a los pies como era Rick paso a paso sin dejarse ningún tipo de detalle hasta el final - ...y no paraba de hablar, n-ni de preguntar... M-me estaba si-sintiendo agobiada.

-¿Eh? - luego se sorprendió confundida cuando le preguntaste por donde vivías - Y-yo... e-esto - y empezó a mirar alrededor - V-vivo cerca pe-pero... N-no tengo más que un pokemon. - rebuscó entonces entre sus cosas para sacar una pokeball la cual abrió haciendo aparecer de esta una preciosisima Audino - P-pero no tengo na-nada más... y m-mi casa... e-es muy pobre, n-no merece la pena ir allí - El audino empezó a bailotear un poco y acercarse a ti Miaka, mientras te curiosieaba como mirando quien eres.

-N-no me gustan los co-combates - mencionó entonces - A-así que... p-por favor, n-no me pidas uno... - Parecía que frente a ese tema se sintiera Auri intimidada, como si lo pasara realmente frente al tema de los combates pokemon. Quizás por ello parecía más una chica casera que nomada como lo eras tu ahora.

Lejos de molestarse o extrañarse, Connie se dejó contagiar hasta cierto punto por la risa de Jade pues ciertamente su halago tenía un tono cómico, aunque ni de lejos era una broma, solo era peculiar como varias cosas en ella. — Es bueno saber que todavía te puedo sorprender — como era su costumbre, tras conseguir una reacción que le agradó guiñó un ojo hacia el Oak. A pesar de lo anterior la Hemlock se sorprendió y bastante cuando el otro aseguró, siendo que su expresión no tardó en presentar claro rubor — V-vale… — además dijo tras carraspear, todavía sonriendo pero de forma muy leve en comparación a cómo estaba antes de la sorpresa.

Pasando al momento de la demostración intensa de emociones y de ese apoyo que le dio no solo el de ojos verdes sino también sus compañeros, la chica de Fucsia comprendió que no podía simplemente dejarse caer, rendirse y esperar; que si pretendía llegar a conseguir lo que soñaba no lo haría llorando y tambaleándose. Esto quizás tendría que haber sido obvio y más tomando en cuenta la determinación inicial de la coordinadora en aras, sin embargo en momentos como el presente resultaría claro que ella necesitaba más experiencia pero también templanza, pues no era lo mismo querer ser una artista que lograr serlo en un entorno competitivo, ya no digamos mantenerse así. Jade y los pokémon, pues, ayudaron sosteniéndola e impulsándola, así como dándole la inspiración para dejar atrás sus dudas y expresar sus ideas. Seguramente no sería la última vez que Connie se sintiera confundida o insegura, pero sin duda las cosas apuntaban a que la también científica ya no iba a dejar de luchar por culpa de ello…

A la par que todo iba “armándose” para su ofensiva, la Hemlock sonrió de lado hacia Jade llena de complicidad y agradecimiento, dispuesta, pues, a demostrarle a su compañero que en verdad la había ayudado.

Con las preparaciones listas y los contrarios respondiendo a ellas la suerte fue echada. Obviamente la científica se esforzó indicando, coordinando, y así sus compañeros pusieron todo de sí también: Riccardo lanzando tantos aguijones como le era posible y Nebbia atacando con su mejor potencia vista hasta ahora luego de haber ido refinando su control sobre las sombras. Así pues se hizo la oscuridad en forma de manto denso, amplio y acosador que se iba cerrando conforme pasaban los instantes. El impactrueno de Spike que tantos problemas había causado antes, ahora fue alimento para hacer la penumbra más “solida”, mientras que las “estrellas fugaces” lanzadas por el skorupi cayeron raudas y fulminantes, dejando estelas purpúreas que servirían como legado de su camino.

En el momento culminante del despliegue las sombras se cerraron en torno al treecko y al pikachu antes de liberar una onda expansiva que en poder era de una intensidad medida, pero que tomada en cuenta desde lo vistoso sin duda sorprendería a más de uno allí. Tras todo ello pasaron unos pocos instantes de silencio absoluto que solo terminaron cuando el ratón eléctrico se levantó y su entrenador procedió a mimarlo.

Ya para entonces Connie estaba jadeando un poco luego de haberse esforzado en el ataque, y obviamente sus pokémon también estaban cansados pues ellos habían hecho la mayor parte del verdadero trabajo, no obstante los tres tenían amplias sonrisas en sus rostros. Cuando Jade se le acercó, ruborizada la coordinadora en aras estrechó su mano. — Todavía nos falta practicar mucho, pero ahora tengo más certezas gracias a ti. El combate fue hermoso, y tú un senpai genial por mucho que digas que solo repites — bromeó. Tras expresarse, la chica de Fucsia se quedó agarrando la mano del de ojos verdes, mirándolo fijamente por unos cuantos segundos que quizás se hubieran convertido en demasiados de no ser por la llamada de atención a su alrededor.

— Je, je, je… ¡Espero que les haya gustado y gracias por ver! ¡Somos Jade y Connie! — estimulada por todo la Hemlock no tardó en exclamar a modo de presentación tras el espectáculo, incluso hizo un par de reverencias hacia el público, sin soltar la mano ajena pues tenía la excusa de que era un “acto”, y solo tras ello volteó de nuevo a mirar a su compañero. — Vamos, sí, sería lo mejor — ahora volvía a tener los ojos vidriosos, pero ni de lejos era por sentirse mal, sino todo lo contrario.

La emoción le duró tanto que al llevarse rápidamente a su nervioso compañero no le soltaría la mano hasta llegar al centro pokémon a menos que él se lo pidiera antes…

Tras ya todo el combate, Jade te sonrió frente a tus halagos en donde lo calificabas como senpai - Más de la mitad del trabajo es tuyo. Por mucho que sea tu... se-senpai... - le costó decirlo pero al mismo tiempo lo reconoció y se sonrojó por ello - sin tu esfuerzo no hubiera sido lo mismo - Pero por supuesto, debía reconocer también tu parte e indicarla cual cumplido hacia tu propia persona.

No obstante cuando se percató de todo lo que había alrededor, su fachada de alegre y avergonzado por el cumplido se destruyo para ahora estar avergonzado por la multitud que os rodeaban. Por suerte tu pronto diste el primer tirón para sacaros de allí y ya dirigiendoos al centro pokemon, parecía que podía calmarse un tanto la cosa

Ya con los pokemon curados Jade pudo suspirar de un gran alivio al encontraros ahora a solas los dos frente a Joy recibiendo vuestros pokemon ahora curados.

-Bueno... Supongo que ahora toca ir al gimnasio. Aunque me resulta raro que quieras venir, yo aprovecharé para derrotar a Brock y ganar la medalla. Con mis pokemon estoy seguro de poder vencer sin ningún problema, pero... No creo dar demasiado espectáculo, pero al menos, le daré pelea. ¿Tu tienes interes en saber algo de el? - Al no saber exactamente la razón más allá de verle a el, quiso realmente escudriñar a ver si había más razones entre medias

Mientras tanto, tanto el Pikachu de Jade como tu Gastly, salieron de su pokeball y empezaron a restregarse por vosotros, felices de estar como nuevos después de un gran combate. Como siempre Spike se puso sobre el hombro de Jade mirándote desde allí moviendo la cola felizmente.

-Bueno, Spike tiene ganas de más caña, así que imagino que Toru y los demás también. Así que cuando quieras, vamos - con una gran sonrisa te miró para que os fuerais poniendo camino hacia el gimnasio

   Shi~shi~shi, vamos... acaba de entrar mi preciosa Maggie obviamente los aires acaban de cambiar-  iba comentando a la vez que mi compañera se limpiaba la zona en donde el roedor impacto - Toki, tu descansa de mientras...

   Ahora con mi oveja en el escenario igual tenia que pensarlo bien, mas contando que tenia casi tres rivales por delante..

   Andando Maggie, usa Thoron !! - a lo cual seguido de un balido, mi compañera lanuda comenso a revolverse de manera que la energia a su alrededor se iba a cumulando y antes de que alguien lo notara... una delgada pero fulgurante saeta electrica salia disparada contra aquel roedor de pelaje oscuro.

— Eso no lo niego para nada, pero honor a quien honor merece: ya es la segunda vez que me salvas de una crisis y tu experiencia me ha dado las bases, eso también es importante — quizás para ese momento Connie se veía ya demasiado insistente, pero a todas luces continuaría diciendo ese tipo de cosas si Jade no aceptaba que había sido un impulso para ella. Quizás era “injusto”, pero la Hemlock podía ser muy testaruda en ciertos casos, y el presente era uno de ellos. Por otro lado y como no podía faltar, la coordinadora en aras también le guiñó el ojo al ruborizado chico, no libre ella de su propio sonrojo.

Tras el espectáculo dado fue justamente la chica de Fucsia quien “salvó” ahora a su compañero, cosa que al parecer la tenía encantada…

*****

Estando en el centro, mientras esperaban por el tratamiento de sus respectivos compañeros la Hemlock aprovechó para consultar unas cosas en su pokédex aunque sin ignorar al Oak. Se le veía todavía emocionada, a gusto y hasta con un leve rubor que le daba cierta armonía a su rostro. Para cuando la enfermera les entregó sus pokéball, la mentada sonrisa de la también científica se ensanchó todavía más.

— ¿Raro por qué? Si somos compañeros — un tanto incrédula replicó al de ojos verdes. — Si lo pones así… pues no, mi interés es apoyarte, pero como ya he dicho antes, las medallas o la liga no son cosas en las que tenga especial interés, por otro lado verlos luchar igual y me da ideas cuando prepare mis actos — aclaró, huelga decir que todavía ligeramente sorprendida.

Nebbia entonces llegó a restregarse, sonriente y activa como era su naturaleza, además de juguetona. Ejemplo de ello fue cómo giró su rostro trescientos sesenta grados ante la mirada de Spike, a quien Connie por su parte sonrió cual Skitty.

— Te sigo entonces, al fin y al cabo ya había planeado animarte, aunque de momento no tengo el traje de porrista… — bromeó.

-Está bien. Pero no te quites merito ¿Entendido? - mencionó buscando de una forma más directa lo que realmente parecía querer estar buscando, que no era otra cosa que tomaras tus logros como tuyos, a pesar que te enseñe otro. Quizás por su pequeño pasado

Ya pues y sinciendose bastante feliz al ver tu reacción, os pusisteis camino al centro pokemon sin dudarlo ni un momento. Aunque Jade no te sacó ventaja, pues aprovechó que ibais de la mano para no soltartela.

-Bueno... Quizás porque no estoy acostumbrado. No me esperaba encontrarme una buena compañera por el camino y menos que quisiera compartir vivencias y experiencias que nos salgan al avanzar. Entonces quizás... por eso es lo que se me hace raro. No se si podré ayudarte mucho más si me ves combatir de lo que ya lo he hecho. Además el combate contra Brock es un uno contra uno y a dos pokemon nada más. - Acarició entonces a Spike rascandole un buen tanto la barbilla mientras sonreía

-Lo siento Spike, pero esta vez tu no puedes participar - obviamente se sobresaltó, pues no se esperaba eso. Jade tenía que tener otro pokemon en su equipo además de Treecko, pero contra pokemon de tipo roca y tierra... ¿Cual podría ser?

-Bueno, vamos entonces - empezó a decir, pero a medio camino le sorprendiste con lo del traje de porrista - Q-que n-no hace falta - Aunque claramente le afectaba, por lo cual aún podía ser una buena idea, sobre todo cuando hasta su Pikachu se reía.

Poco a poco y recorriendo las calles de Ciudad Plateada, llegasteis al gimnasio pokemon, lugar donde tendría lugar el combate de Brock contra Jade. Al entrar tu compañero se vió bastante amistoso y familiar con Brock, de hecho fue hacia el como uno más y sin ningún tipo de problemas le pidió el reto del gimnasio. Dejandote entonces a su Pikachu contigo, Jade fue rápido a ocupar su posición y pronto comenzó el combate.

Brock usó como su primera opción un Geodude, mientras que Jade sacó a su primera opción: su Treecko. Podría parecer un movimiento muy arriesgado usar a su pokemon planta como primer plato, pero sabías que tenía que tener algo en mente. El primer combate fue ajustado, Treecko y Geodude ajustaron muchos ataques mutuamente entre si hasta que finalmente el último "Cola Ferrea", no usado antes, de Treecko, derribó al Geodude dejando al pokemon planta bastante agotado.

El pobre pokemon se encontraba en un punto un tanto delicado, pues aunque parecía querer seguir, parecía que cualquier ataque pudiera con el en cualquier momento.

Brock sacó entonces a su famosisimo Onix, el cual encaró al pequeño pokemon planta. No pasó mucho hasta que, por varios golpes cruzados, al segundo ataque del Onix, Treecko cayó dejando casi intacto al Onix. Ahora Jade y Brock estaban igualados en cuanto a rondas, pero faltaba un pokemon y que tu supieras, tenía a Spike, el cual no iba a usar al dejarlo contigo y a Spearow... El cual dudarías mucho que derrotaría a Onix.

-Bueno... Pensé que con Toru podría y no necesitaría más, pero en fin, supongo que no me queda otra - revisando sus pokeball fue a coger una más atrás, entonces podrías darte cuenta que tenía 6 pokemon en su haber... ¿No tenía tres? La pokeball voló entonces y de ella salió un resplandeciente y fuerte Nidoran macho - NIDOOOOO - y por su actitud parecía muy osado - Bien Roy, acabemos con esto: Doble Patada - El Nidoran, con gran energía, empezó a correr hacia el Onix, al cual esquivó su tumba rocas y empezó a pegarle patadas, una tras otra. Intentó esquivar más ataques y aunque no pudo hacerlo con todos, finalmente, Onix acabó en el suelo derrotado y dandole pues la victoria a Jade

Brock con una enorme sonrisa, recogió al Onix y se acercó al retante - Sin duda ha sido un buen combate Jade, no esperaba menos. Felicidades, te mereces la medalla Roca - dijo pues haciendole entrega de esta al joven.

-Gracias Brock. Je... Sin duda me las he visto duras para vencerte, pero este primer paso va a significar mucho para mi por ahora. - Dicho eso y acercandose con el ahora conocido para ti como Roy, te sonrió y saludó - Lo conseguí. Mi primera medalla - aunque quizás tu tenías más preguntas que hacerle que solo felicitarle.

-Que los aires han cambiado... Je. Vamos Rattata, demostremos de que estamos hechos. Placaje - sin embargo, no le dió tiempo a demostrar de lo que estaba hecho, pues nada más fue a lanzarse, tu Mareep fue más rápida derribado en el último segundo a su Rattata al suelo de un golpe. - E-eso... Jo-jolin...

-A-aún no ha terminado la cosa. Rattata vuelve - recogiendo pues a su Rattata negro, este entró en la pokeball y entonces preparó la siguiente, de la cual salió un Spearow - Ahora si que no tienes escapatoria, Spearow te derrotará de una - Dijo muy orgulloso de ello... Aunque quizás no se dió cuenta de la diferencia de tipos

— Pro-me-ti-do, sen-pai — ya suponiendo la razón por la que el Oak insistía tanto en ello, Connie aseguró sin duda ni problema, agregando su ya conocido guiño mientras que su boca se curvaba para reflejar una peculiar sonrisa que recordaría a una purrloin. Con ese duelo la coordinadora en aras había avanzado un gran paso en su camino pese a que fuera entrenamiento, así que no le iba a quitar mérito en ningún caso, sin embargo eso no significaba que estuviera ignorando su propia habilidad pues ahora más que nunca estaba segura de que su meta yacía en los concursos.

Con ello en mente avanzó junto a Jade también muy feliz por la manera en que lo hicieron, aunque intentara que no se le notara demasiado…

*****

— Soy la mejor — agregó para nada modesta, si bien en tono de broma. — Tranquilo, no es que espere aprender algo en cada cosa que hagas o algo así, solo lo decía por si se da la posibilidad, pero incluso si no, los combates siempre sirven para ver alguna estrategia o aprender de forma general, así sea solo añadiendo datos a la pokedex — expuso, mientras se encogía de hombros, pues al fin y al cabo su principal razón para seguir al muchacho hasta el gimnasio era porque quería estar allí en ese momento; por suerte el Oak no parecía tener problemas más allá de las dudas que expresó, así que la también científica lo siguió y hasta aprovechó para jugar un tanto con él, como sería la mención de su traje.

— No sé, no sé… igual podría tenerlo para, no sé, utilizarlo en un concurso, y luego darle fines más personales sería solo un paso normal, ¿no? — continuó pues su juego ante las reacciones ajenas, ya que por mucho que su compañero pareciera afectado, tanto Spike como Nebbia se rieron demostrando que había un componente divertido allí, incluso para ellos.

Ya en el gimnasio ella se mostró menos familiar con Brock pese a haberlo visto antes, después de todo solo lo conocía esa vez. Aun así mantuvo una sonrisa y cuando el Oak le encargó a su pikachu ella lo tomó como si fuera un gesto de confianza muy importante. Así pues lo cargó en brazos aunque antes le pidió permiso a Spike para que no la fuera a electrocutar y a Nebbia para que no se fuera a poner celosa. Ante esto la bolita de gas asintió, pero también se posó sobre la cabeza de la Hemlock como para hacer patente que era su entrenadora. Por suerte no pesaba nada debido a su composición.

Mientras los que iban a luchar se preparaban, Connie fue hacia un lugar más allá del campo de batalla para observar, ahí buscó dónde tomar asiento o recargarse siempre y cuando su perspectiva de la arena no se perdiera, pues no quería perder detalle.

Al ver que su compañero iniciaba con el pokémon tipo planta la chica de Fucsia se sorprendió un buen tanto pues era como si Jade sacara su “arma secreta” desde el inicio, sin embargo ella sabía que el entrenador no era imprudente para esas cosas; seguro había algo más en su estrategia. Pese a la ventaja elemental de Toru, el combate parecía bastante empatado, lo que aumentó la certeza de la Hemlock sobre un plan adicional del Oak al tiempo que le daba un cariz más complejo al asunto.

Para cuando Brock envió a su pokémon insignia el pobre treecko apenas si pudo aguantar, y eso que a ella le constaba que el pequeño de tipo planta era resistente. Tras la caída de Toru, pues la gran incógnita fue quién seguiría, tan así que la coordinadora en aras no tardó en mirar al pikachu en sus brazos como si esperara una respuesta de su parte aunque fuera obvio que no la iba a encontrar; por suerte no mucho después Jade reveló que no se le habían agotado las oportunidades pues de hecho tenía más pokemon de lo que Connie pensaba. Huelga decir que la sorpresa de la espectadora solo aumentó cuando vio al llamado Roy.

A pesar de su muy pequeño tamaño en comparación a la imponente serpiente rocosa, el osado Nidoran de hecho logró imponerse con su movimiento de tipo lucha, así fuera a base de repeticiones, y así la balanza terminó inclinándose del lado del Oak. Eso sí, durante todo el proceso la científica se fue emocionando más y más hasta que al final sus gritos de ánimo eran tan audibles como el ruido mismo del combate, demostrando pues la potencia de su voz.

Para cuando ocurrió el último intercambio, Connie pegó un salto y sin soltar a Spike levantó un brazo hacia el cielo mientras festejaba la victoria del de ojos verdes.

— ¡Ese fue un combate muy emocionante! — dijo tanto al retador como al líder apenas tuvo oportunidad, pues era cierto, la habían mantenido en vilo sin saber quién llegaría a ganar hasta el final. Nebbia asintió sonriendo como si estuviera de acuerdo.

Sin perder su propia sonrisa la Hemlock miró curiosa a la medalla, que dicho sea de paso se le hizo hermosa no solo por cómo se veía, sino también debido a lo que significaba. — Y bien merecida te la tenías, felicidades — ligeramente ruborizada debido a toda la emoción, la coordinadora en aras guiñó el ojo a su compañero, no obstante tras dejar volver a Spike con su entrenador se llevó las manos a las caderas, poniendo sus brazos en forma de cazuela. — ¿Pero desde cuándo tenías a Roy y a los otros? — obviamente se refería al resto de pokeball que bien pudo ver. En ese punto no se podía decir que estuviera molesta o decepcionada, pues no había una razón para ello, más bien se veía en extremo interesada, y mucho de eso venía por el Nidoran al cual miró no solo amiga de Jade, sino también desde su perspectiva de científica y aspirante a ser reconocida como una experta del tipo veneno.

— ¿Cómo no me lo habías presentado? — entonces Connie intentó tocar al Nidoran aunque con cuidado, pues al no conocerlo no sabía cómo reaccionaría.

-Lo eres - dijo asintiendo asegurando pues tus palabras. Por otro lado cuando mencionaste lo que esperabas o no aprender, el se quedó un tanto más tranquilo - Supongo que es lo natural, si. Pues preparate, Geodude y Onix son pokemon que veremos a menudo en el Monte Moon. Te interesará saber estrategias para abrirnos paso si alguno se pone violento. - advirtió pues de cara al viaje futuro que os esperaba.

Con respecto al traje de animadora, no dijo nada, pero su cara obtuvo un antinatural color ojo brillante de tetera al punto de ebullición cuando remarcaste el usarlo para cosas personales, pues quitando para animarle y para concursos, probablemente le hijo de Green empezó a pensar cosas que podrían no ser o si ser, pero que en ese momento no se atrevía a preguntar. A pesar de todo, su sonrisita se remarcó un tanto pensando en lo positivo que podría ser aquello.

Durante el combate podrías apreciar, que de los dos pokemon de tipo roca del lider de Gimnasio, sin lugar a dudas el que podría suponer un mayor peligro, al menos en estado salvaje, y furioso, era el Onix. Pensar que podría haber pokemon así en el interior de una montaña te podría hacer estremecer y aumentar la precaución que pudieras mantener de ahí en adelante.

Pese a todo y aunque un poco contra las cuerdas, Jade ganó y obtuvo se medalla antes de ir hacia a ti. - Je... gracias. La verdad es que he sudado un poco... No pensé que Toru pudiera estar tan arrinconado - Brock se acercó un poco para responder ante aquel halago - Bueno, no me extraña de Jade. Siempre se esfuerza mucho para lo que quiere. Aunque hoy no te he visto tan serio ni tan centrado en el combate como otras veces que he ido a verte. Cosa que me alegra. Aún así, bien hecho por tu primera medalla Jade - dicho eso y con el rubor del hijo de Green ante lo dicho por Brock, bien podrías entender que pasaba

-Em... e-esto... S-si... jeje... Gracias Brock - mencionó al final luego de trastabillar un poco con sus propias palabras antes de mirar a ti - Gracias Connie. - Se sentía bastante orgulloso por obtener la medalla Roca, pero parecía que su orgullo se expandía al ser tan felicitado por todos, incluso hasta por su Pikachu.

-Oh... bueno... No quería guardarlo en secreto, pero pensé que sería una mejor sorpresa si no te lo esperabas - Cuando fuiste acariciar al Nidoran, este sonrió y se puso en guardia como queriendo aún combatir - Roy, no... Esta es Connie, nuestra amiga... Es difícil cuidarlo todavía... Le encanta pelear, incluso hasta con mis propios pokemon aunque ya sea mio. - explicó entonces un poco más del pokemon veneno. Sin embargo al ser reprendido por Jade, este bajó la cabeza y se dejó acariciar siendo que respondió un poco - Pero creo que ese no es el pokemon que más te sorprenderá conocer. Ven, vamos afuera. - dijo alargando la mano para dartela sin darse cuenta, o si se dió cuenta pues nada más se la diera te guiaría hacia una zona un poco más descampada y empezó a sacar sus pokeball.

-Estos ya los conoces: Spike y Toru - dijo mientras salieron de sus pokeball, momento en el que el entrenador aprovechó para recuperar a Toru. - Esta es la nueva incorporación que te he mostrado Roy. Al Spearow lo envié con mi abuelo. No es que no quiera tenerlo conmigo, me alegra tenerlo de compañía de tanto en cuando, pero pensé que sería mejor que se recuperara del todo con el. - Luego sacó sus tres pokeball restantes y sonrió guardando una de ellas y alzando las otras dos al aire apareciendo de sus rayos en un lado un Beedrill que voló alrededor de Jade como si estuviera con muchas ganas de estar junto a el y del otro un Sandshrew que al salir se acarició la cara para mostrar una expresión un tanto perezosa. - Estos son, ay... - se quejó Jade al recibir el cariño un tanto exagerado por parte del Beedrill - ya ya, Hachi, tranquila - dijo acariciandola un poco para que se alejara de el - Demasiado cariñosa, pero bueno, puedo lidiar con ella. Y el pequeñin de aquí es Sandy. Es un tanto perezoso, pero ya lo verás en acción.

-Oh, y el último - Llevando entonces su mano a la boca, llevó un par de dedos adentro y sopló de forma que un silbido salio de esta. Fue tan fuerte que parecía escucharse en toda la ciudad, sin embargo no pasó nada, hasta que después de unos cuantos segundos de espera algo en el aire, a donde miraba Jade empezó a descender a toda velocidad mientras el entrenador alzó el brazo. Con un aletazo el pokemon llegó frenando para quedarse sujeto al brazo de su propio entrenador y graznó mostrando así cuando lo vieras el esplendor de su plumaje

-Obviamente, a Goldie no lo iba a usar durante el combate de Gimnasio, es por eso que me desperté un poco antes en la mañana para que pudiera revolotear a gusto - Con todos los pokemon presentados ante ti, Jade llevó una mano a acariciar a su Pidgey, el cual solemne se dejó con totalidad. - Y estos son todos mis pokemon. Al menos por ahora. ¿Que te parece? La familia crece ¿No?

  Bien alli Maggie - exclamaba bastante alegre cuando la misma por fin lograba derribar al primero de los tres problemas y aunque podia notar cierta tension en el aire, la aparición de aquel ave de presa que tanto habíamos enfrentado en las anteriores rutas hizo que dejara tanto yo como Maggie un pequeño suspiro de Alivio.

   Bueno Maggie... ya sabes que hacer.... energiza y.... Thoron!!! - lo cual fue secundando de un alegre balido que termino en una Maggie parándose en dos patas para arrojar una nueva andanada de electricidad, fuese lo que fuese... se le notaba bastante emocionada de poder achicharrar a sus enemigosdisfrutar del combate