Partida Rol por web

Una gran euforia lleno el rostro del adolecente al enterarse que todos tenían sus fragmentos de meteoritos que olvido su timidez -Si, es seguro tocarlos, cuando yo aparecí tenía el mío entre mis manos, creo que si su efecto es trasportar, solo funcionan de nuestro mundo a este, si entendí bien, Prieto pudo volver al tocar el suyo nuevamente y lo más curioso es que volvió al mismo lugar donde apareció la primera vez-

Comenzó a estrujarse la frente estaba esforzándose por acomodar todas las piezas del rompecabezas en su lugar, debía haber una razón por la que estaban en ese lugar, no solo ellos sino también sus compañeros, dirigiéndose al gran mono dijo -aparte de la columna de humo ¿ha pasado algo raro en los últimos días?, no debe ser una coincidencia nuestra presencia, me gustan las leyendas de nuestro mundo y cuando algo anti natural pasa, los humanos y los pokemon deben trabajar juntos para resolverlo, creo que algo malo debe estar pasando o debe estar por pasar-

Miro a su amiga para decirle -Sombra, ¿has sentido algo raro en este mundo?- tenía la esperanza que ella que estaba más cerca de lo sobre natural hubiera sentido algo extraño.

Hoku asintió sonriente a la dulce Alina, pero seguía sin ver donde tenían la tarta escondida, lo cual hacía que se lamentara para sus adentros cada vez que le rugían las tripas.

A parte del asunto de la tarta, el luchador no quitó ojo de encima a Monorme, los trozos de meteorito iban apareciendo y ya eran un número considerable como para que extrajera alguna conclusión. ¿Y bien? Preguntó al mono interesado en sus elucubraciones.

Miki miró sorprendida a su croconaw. ¿Así que el meteorito se había teletransportado con ella? en cierto modo aquello era mejor, así ninguno de los curiosos que dejó atrás se teletransportaría allí.

-Ai, qué lista eres -dijo rascándole su mandíbula, donde a ella más le gustaba.

No obstante, la policía tenía reparos en coger el fragmento. Podría teletransportarse otra vez, y puede que no fuese a casa, pero si con Sada no había funcionado, en teoría tampoco debía hacerlo con ella.

Rintaro: Si, es seguro tocarlos, cuando yo aparecí tenía el mío entre mis manos, creo que si su efecto es trasportar, solo funcionan de nuestro mundo a este, si entendí bien, Prieto pudo volver al tocar el suyo nuevamente y lo más curioso es que volvió al mismo lugar donde apareció la primera vez

-Bueno, pues en ese caso...

Finalmente cogió el fragmento, sosteniéndolo un momento en la mano y mirándolo con extrañeza, pero enseguida se lo tendió a Monorme. 

Pietro se llevó las manos a los bolsillos buscando la piedra de meteorito. Luego miró a Scizor y le preguntó con la mirada si él tenía algún pedazo de meteorito.

- Yo lo toqué y volví al mismo sitio.. no solo eso, lo volví a tocar y volví al mismo sitio aquí mismo. Es como si estuvieran programados de alguna forma donde y como transportarnos. Y por cierto, no parecía que hubiera pasado el tiempo en Jhoto. - comentó pensando que tendría cierto interés.

Miró al resto y no pudo evitar sonreir con el comentario de Miki. Si encontraban el resto de metorito se lo darían a Monorme. Ante las preguntas de Rintaro asintió apoyandolo.

- Sí, contad con nosotros si necesitáis ayuda - comentó acariciando a Scizor.

 -¿Es seguro tocarlos?- 

- Sois claramente un agente extraño en este planeta, comentó, y no sé cómo podéis reaccionar ante el hecho de tocarlos. Pero me imagino que no pasará nada si "vuestros" pokémon lo llevaban consigo. Comentó diciendo la palabra "vuestros" con cierto rintintín. 

El gigantesco pokémon recuperó todos los trozos del meteorito y los fue colocando y uniendo. Todos podían ver como el meteorito iba cogiendo cierta determinada forma que hacían ver que eran parte de un todo. La gigantesca pieza parecía ahora un meteorito mucho más grande que el de antes y Monorme parecía asentir contento. Solo me falta una pieza. Sentenció. Si consigo la última lograré desentrañar este misterio, no os quiero contar nada para no precipitarme. Entonces les señaló unas runas en un idioma ininteligible. Pero estas marcas que parecen agujeros del meteorito, son palabras escritas en mi idioma. Parece que ya sé quién mandó esto y por qué. Pero la última palabra no puedo leerla y se conoce que debe venir en un último meteorito. ¿Falta alguien de vosotros, verdad? 

-aparte de la columna de humo ¿ha pasado algo raro en los últimos días?

¿Días? ¿A qué te refieres con los últimos días? Aquella palabra no parecía entenderla pero aún así contestó: No, todo era bastante normal en este mundo, lo más raro que ha sucedido hasta ahora ha sido vuestra presencia. Sentenció. Después Sombra negó con la cabeza pues ella tampoco había notado nada extraño.  

-¿"Planeta"?- que estuvieran en un punto desconocido hasta el momento en la Tierra le podía resultar extraño pero plausible. Pero estar en otro planeta le resultaba desconcertante a la par que coherente, teniendo en cuenta las evidentes diferencias que les rodeaban. -¿Y en qué planeta estamos?- preguntó con inquietud.

Fiándose de la palabra del dios mono, la joven tomó entre sus manos el fragmento y se lo acercó. Monorme comenzó a juntar los meteoritos, formando una especie de puzzle que Ashley era incapaz de descifrar. -Pues... A decir verdad faltan Pittien y Alabaster- miró a su alrededor, esperando ver alguna señal de ellos dos.

Pietro asintió a las palabras de Ashley, faltaban los que habían sido compañeros de él en su primera incursión en aquel nuevo mundo. Se cruzó de brazos mientras escuchaba a Monorme y asentía para que se viera que él iba captando todo lo que decía.

- Tenemos que buscarlos. Tal vez si tuvieramos un mapa de donde estamos.. o de donde están.. - comentó en voz algo baja pero para que le escucharan todos. No deberíamos separarnos, ahora que estamos todos juntos. - explicó.

Miró a sus compañeros.

- Creo que no hay ni días ni noches aquí.. - dijo intentando entender lo que sucedía a su alrededor pero era todo muy complicado.- Yo toqué otro meteorito, no el mío y volvió a Jhoto. No sé igual si esos pedazos están por aquí todavía, los trajo en unas cajas.. - comentó echando un vistazo para buscar los paquetes.

Rintaro se encontraba pensando, quería encontrar una razón por la cual ellos pudieren estar en ese lugar, pero cuando Ashley menciono quienes faltaban salió de sus pensamientos.

-También faltan Franek y Max, cuando subimos al volcán nos separamos de Max, luego fuimos a buscarlo, no lo hallamos en el lugar donde iba a esperarnos, pero vimos a Pietro, fue cuando Franek decidió ir a buscar a Max para luego encontrarnos aquí, Franek ya entrego su fragmento, pero Max aún debe tener el suyo- según sus cuentas le parecía que faltaban tres partes del meteorito o tal vez cuatro contando a London quien desapareció, ¿porque el Mono decía que faltaba solo una?, eso lo dejo bien confundido.

En aquel último minuto, Alina se había adentrado en la cueva para recoger el paquete de la tarta y salía justo con este en brazos cuando el señor Monorme explicaba aquel misterio de los meteoritos. Se acercó para ver el rompecabezas medio montado y fijándose en las hendiduras.

- ¡Oh, qué curioso! Sí, deben faltar los meteoritos de Bast y Pittien... ¿tal vez los que falten formen una sola pieza?

Comentando sus dudas en voz alta, pues tampoco entendía por qué faltaban tan solo una pieza si faltaba tanta gente, según Rintaro faltaba uno más. Le acercó la caja de la tarta a Hoku y se giró sorprendida al escuchar los hechos que planteaba Pietro.

- Ahora que lo dices, es verdad, no hemos visto amanecer, ni atardecer, ni moverse el cielo. ¿No? -preguntó mirando hacia Ashley y fue entonces cuando se dirigió a Monorme- Señor, en nuestro mundo contamos las vueltas del planeta y los ciclos solares como días. O algo así, la verdad es que no sé como explicárselo a alguien que no conoce el término, jejeje. 

Se rascó la cabeza con algo de vergüenza, poniéndose tan colorada como un cherubi. 

Si, falta el de Max. Corroboró Hoku. El luchador estaba empezando a preocuparse por Franek, que ya tardaba demasiado, esperaba que no le hubiera pasado nada.

Cuando la dulce Alina le acercó la tarta, el gigantón no dudó en tomar una porción. Gracias. Le agradeció sonriente. Pruébala si no muero. Dijo carcajeándose. Después probó la tarta sin más miramientos, sólo esperaba que los Delibird de este planeta tuvieran tan buena fe como los del suyo.

Otro de los temores de Miki acabó confirmándose: estaban en otro planeta. Desde que llegaron allí y vieron aquel paisaje tan extraño y, en resumen, tan poco terrestre parecía evidente que no sé encaontraban en la Tierra, aunque la joven policía habría agradecido una respuesta a aquel misterio menos estresante y no tan digna de una película de ciencia ficción.

Mientras tanto, Monorme había comenzado a juntar los fragmentos de meteorito para solucionar aquel entuerto, o eso esperaba ella. No obstante, faltaba el de Pittien y su misterioso ditto. 

-Si, deberíamos ir en busca de Pittien. ¿Alguien recuerda dónde se dirigió? Podríamos ir todos juntos. 

Miró con curiosidad el rompecabezas que se escapaba del todo a su comprensión. Además, Monorme decía que faltaba una sola pieza, pero faltaban más personas: los que ella misma había mencionado y los que decía Rintaro. Demasiadas personas para un solo fragmento...

Y, al traer Alina la tarta para Hoku, Ashley cayó en la cuenta de algo. -Nos hemos encontrado con varios pokémons de este planeta, todos eran diferentes a los que nosotros conocemos- al menos todos los que habían visto lo eran, exceptuando uno -, ¿por qué apareció ese Delibird? ¿Hay más pokémons que estén en los dos planetas?- dudaba que la respuesta fuera a esclarecer algo de todo ese asunto, pero al menos quería comprender eso.

La agente Miki preguntó acerca de la dirección que tomaron sus compañeros, a lo que Ashley se giró para mirar hacia la cueva, tomándose unos segundos para pensar. -Hacia el norte de la cueva, ¿no?- o al menos recordaba que habían tomado esa dirección.

La idea de dejar el lugar no le gustaba mucho a el chico, Franek podría llegar en cualquier momento y el hecho de separarse tampoco le llamaba la atención, pero al tiempo deseaba explorar más este mundo -Antes de separarnos de Franek quedamos en encontrarnos en este punto, el podría llegar en cualquier momento, pero tanto el cómo vuestro compañero podrían tardar días en volver, no sé cuál sería la mejor opción-

Ante el comentario de Ashley quedo pensativo -Es verdad, nosotros nos encontramos con otro pokemon que era muy extraño y nada parecido a ninguno que hubiéramos visto antes y si es extraño que vieren al Delibird que es un pokemon nativo de nuestro mundo, ¿será que hay otro humano que no hemos visto aun rondando por el lugar?-

- No deberíamos separarnos hasta descubrir qué es lo que nos ha traído hasta aquí y por qué lo ha hecho. Monorme necesita juntar todos los trozos de meteorito que traemos con nosotros, no deberíamos separarnos - dijo convencido.

Miró a sus compañeros y pensó en lo que estaban diciendo. Todo aquello era bastante raro.

- Tal vez si nos movemos deberíamos dejar un mensaje aquí que señale la dirección en la que se tendrían que mover para encontrarnos - sugirió.

Miró a Scizor si por lo que fuera tuviera algo que aportar a aquella incierta situación.

La idea de Pietro no es mala. Pero había que ir dejando mensajes cada vez que cambiáramos de dirección. Añadió el gigantón. Si no, de poco serviría.

El luchador revolvió el pelo a Rintaro cariñosamente. Así Franek podría encontrarnos, ¿Qué te parece la idea? Le preguntó al niño sonriente. De otra forma yo también esperaría. Hoku dió otro bocado a la tarta mientras esperaba la respuesta del pequeño.

-Sí, esa puede ser una buena solución- dejo salir una gran sonrisa “así poder ver más de este genial mundo” pensó y se quedó esperando que decidían los otros, con gran expectativa esperando iniciar el camino.

- Sí, nos hemos encontrado con alguno conocido, pero en general eran todos pokemons extraños... yo quería investigar a uno que parecía híbrido, pero como se enfadó un poquito lo dejamos tranquilo.

Comentó Alina mientras sin quitar ojo de la tarta calculaba cuantos pedazos saldrían de la tarta, por si se tenía que poner a repartir.

- ¡Ah! -dijo de pronto- Y hemos encontrado un jardín con frutales, es seguro comer de ellos.

La propuesta de Pietro tenía sentido para Alina, aunque era más por miedo a quedarse sola con Daisy en un descuido.

- Antes de irnos había dejado una nota escrita en la cueva... de todos modos, no deberían estar muy lejos, al menos Pittien y Bast dijeron que explorarían los alrededores.

La verdad es que empezaba a preocuparse pues hacía mucho rato de aquello, así que intentó distraer su mente observando a Hoku, por si se volvía pequeñito de golpe o algo así y si no, rendirle cuentas a la tarta. Aunque el repentino optimismo de Rintaro le arrancó una sonrisa y añadió:

- ¡Claro que sí, tal vez encontremos más cosas interesantes!

-¿Y en qué planeta estamos? -Pues... A decir verdad faltan Pittien y Alabaster- 

El pokemon se encogió de hombros sin saber qué contestar. Pues no sé, en éste. Dijo haciendo un gesto mientras abría los brazos para señalar el lugar.  Pues uno de los dos tiene que tener la pieza que falta. Dijo convencido. 

Mientras seguía escuchando lo que iban diciendo aquellos enorme, pero lo cierto es que tampoco sabía más que decir. Todos parecían haberse quedado pensativos con todo aquel tema, pero él tampoco sabía más qué decir.

Entonces Hoku agarró un trozo de tarta y se lo llevó a la boca sin que pasara nada. El pastel estaba delicioso y sin duda estaba hecho con muchísimo cariño. Que fuese para ellos... eso era otra historia. 

Después Ashley le preguntó por los pokemon de ese planeta y negó con la cabeza, no tengo ni idea de qué pokémons hay en vuestro planeta, dijo Monorme, así que no te se decir.

Hoku se terminó el trozo de tarta, se la relamió y se mostró sonriente. Un buen trozo de tarta siempre daba la felicidad y esta que estaba deliciosa más todavía. La tarta está riquísima chicos. Creo que podéis comer. Dijo encogiéndose de hombros. El luchador miró a su compañero Hulk y le preguntó. ¿Quieres probarla?

Ellos también habían pasado por el jardín de frutales, conocían el lugar y no estaba lejos de allí. No sería mala idea abastecernos de frutas si vamos a seguir explorando este planeta. Dijo el gigantón cuando Alina les contó lo del jardín.

Cuando Hoku dijo lo del pastel, Rintaro miro con ganas de pedir una pieza del mismo, pero no encontraba el valor para decirlo, solo coloco su mano en su estómago, desde que llego a ese mundo no había comido nada, ante la idea de ir al huerto por provisiones se animó y dijo -Si, es una buena idea, hasta ahora hemos explorado sin encontrar nada de comida, sería bueno si también pudiéramos aprovisionarnos de algo de líquido- aun así su vista continuaba en el pastel que tenía su compañero.