Partida Rol por web

Morriset se acercó a Mills y Baronetti, y echó una ojeada al teclado retráctil. Le decía tanto a él como a los otros dos hombres. Negó con la cabeza.

- Parecen caracteres sumerios... pero no sé qué utilidad puede tener. De todas formas, me pregunto qué hace una tecnología tan avanzada como esta relacionada con una civilización tan antigua. Es como ver un puto chimpancé conduciendo una Harley...

No tenía ningún sentido. Lo lógico habría sido pensar que en un lugar así pudieran verse caracteres futuristas o totalmente desconocidos. Pero una lengua mesopotámica, desde luego que no. Sin embargo, a Morriset se le ocurrió algo.

- Quizá... -comenzó, dubitativo-. ¿No dijo el tipo de la grabación algo sobre "abrir portales"? Y no parecía saber muy bien en qué época se encontraba... ¿Sería posible que ese cubo abriese un portal en el tiempo y en el espacio que llevase a la antigua Mesopotamia?

Ni él mismo se lo creía, pero no se le ocurría otra explicación para ese extraño refrito de aparatos superavanzados y lenguajes antiquísimos.

-Jo...joder Morri... ejem...cabo Morri, Morriset..., señor... -rectificó Baronetti a tiempo. Yo me refe...refería a vislum...brar una tramp...tramp...trampilla..., o algo ass...así... no a abrir una pu... una puerta a só... sólo Dios sabe dón...dónde... o a... cuán...cuándo.

Eso era filosofar demasiado, tras contemplar el horror de lo inoportuno e incompresible horas atrás...

Mav se quedo atonito al ver como "El Chico" habia encontrado un panel que parecia un teclado. El Cabo, solto un comentario muy estrambotico, pero que tenia sentido.

En caso de que estubiesemos en una jodida pelicula

Termino dictandole su lado racional. Tambien es cierto que alli nada era racional que digamos, ni para la mente abierta de Mavs.

Bings habia estado nervioso cuando el Sargento intento recoger el cubo, pero parecia que todo se habia calmado en cuanto se oyo el siseo de los pistones al sacar el teclado a su posicion.

Llevaban demasiado tiempo sin descansar y el tiempo le pasaba factura a Mavs, y todabia no habia tenido tiempo de digerir todo lo ocurrido anteriormente, el video, etc. es mas, casi se le va la lengua al hablar de "Ella" con el resto del grupo.

Finalmente desistio y se dejo llevar. Se aproximo a la pared mas cercana, se apoyo en ella y resbalo hacia el suelo. Se quedo alli con las piernas encogidas, la M60 apoyada contra la pared a su lado y cerro los ojos. Ahora mismo solo queria descansar un par de horas. "Ella" le cuidaria aun estando dormido, aunque se les fuese la cabeza a los demas y acabasen como los del suelo. le importaba una mierda todo en ese momento excepto poder evadir su mente con sus recuerdos en EEUU y las guapas colegialas de su pueblo.

Solo un par de horas, solo pido eso....

Bings seguía molesto con la situación aunque en el fondo sabía que algo se tendría que hacer. El descubrimiento de Baronetti no cambio en nada su parecer en cuanto a la situación y a pesar de que se moría de ganas por saber que habían encontrado su orgullo pudo mas; así sin mas Bings imito a Maverick recargando su lanzagradas en la pared y colocando su subametralladora sobre sus piernas.

-Sa...Sargento, se... señor -dijo Baronetti algo pensativo. Us...usted abrió la pu... la puerta de entra...entrada con esa mú, mú... ejem, música... ¿Po... po, po porque no prue...ba de nu... de nuevo...?

La verdad es que Baronetti compartía el cansancio de sus compañeros, incluso seguia con malestar por el balazo en el hombro autoinflingido. Sin embargo, las ganas de saber, y aún más de salir de allí no le dejaban tiempo para una siestecita... y menos con varios cadáveres allí y un tipo de alfileres costureras posiblemente cerca de allí.

Acto seguido, mientras el chico invitaba a su superior a acercarse al tablero, él lo hizo también. Una vez delante de él, comprobó si, en medio de esos numerosos botones oscuros, aparte de las flechas, había algun tipo de numeración legible: números comunes. El chico tenía una ligera sospecha de qué podía ser aquella cosa, aquella nueva tecnología; claro que, con sólo decirlo, el balazo en la sien al ahora entrado en razón Baronetti no lo evitaría nadie, ni su poderoso tio Pelucho.

Baronetti comprobó que no había ningún símbolo normal salvo las dos flechas. Y visto los demás símbolos ¡a saber si las flechas tenían un significado lógico con respecto a su posición!

El sargento meneó la cabeza sin acercarse al teclado. De lejos se veia que no tenía ningún alfabeto inteligible para el sargento ignorante del sumerio.

- No, chico, el experto en sumerio es el cabo, yo de eso ni idea...

Se estaba debanando los sesos buscando una forma segura de saber que carajo hacía ese teclado, pero la prueba y error le daba casi tanto repelús como el mismo cubo.

-Cabo, es su... su turno enton...entonces -replicó Baronetti-, ¿sa... sabe sacarnos de aqu...aquí?

La situación parecía haberse vuelto más relajada, y aún teníamos en nuestras manos un gran misterio "tecnológico" y una luz que golpeaba a nuestra puerta...

Sentado en el suelo Bings miraba a los demás, tenia dudas sobre que harían, el tampoco quería permanecer eternamente allí sin hacer nada, pero no quería arriesgarse a tener que enfrentar una situación peor. –No deberían jugar con esa cosa tampoco, no sabemos nada de este jodido lugar-

Morriset miró a Baronetti con la duda en el rostro.

- No recuerdo más detalles -dijo, pareciendo concentrado-. No sabía nada de esa consola, ni de las flechas. Y no me imagino a un sumerio tecleando...

Lo único que se le ocurría era la chorrada de los portales... pero después de haber visto monos cibernéticos, un astronauta deforme, una luz asesina y una puerta musical, comprobando de paso que tanto él como todo el grupo podrían dedicarse a ir de gira como circo de tarados, nada le parecía demasiado raro.

Sin embargo, miró al sargento y se sorprendió al comprobar que parecía estar pensando en algo.

- ¿Qué le ronda la cabeza, señor?

-En...entiendo, se... señor -dijo Baronetti mientras le pasaba "la bola" a su superior.

Acto seguido el chico se despreocupó. Sostenía su cuchillo en su mano y se miraba la herida y la chaqueta agujereada por su propia pistola (¡huye conciencia!). La grabación seguía, pero parecía algún tipo de rompecabezas. ¿Por qué se les mostraba? Sin duda era harto dudoso, pero a Baronetti le rondaba la idea de si habría alguien esperando al otro lado de la puerta por la que llegaron a ese "búnker".

Por ello se acercó allí, puso las palmas de su mano sobre la entrada y justo despues su oreja. Ahora sus ojos miraban hacia arriba y hacia la puerta en forma de "reojo" como oteando sonidos tras la entrada protectora.

-¿Está, táis ahí pedazos de...? -pensaba el chico.

Mills estaba cavilando las posibilidades cuando Morriset le sacó de su ensimismamiento. Le parecía una tontería, pero el cabo le había preguntado.

- Estaba pensando... ¿no es desde ahí desde donde ese - señalando al científico muerto, aparentemente enajenado - empezaba a grabarse? ¿No será ese el sistema de grabación del que hablaba? Es posible que haya algún control para grabar o hacer ir la reproducción adelante o atrás... - posiblemente habría sugerido las flechas, pero Mills no había llegado a ver el teclado de cerca. - Pero son demasiadas teclas para controlar sólo una grabación, ¿no?

Miró al cubo antes de acercarse al teclado a echarle un vistazo más de cerca.

Mavs logro "dormir" aproximadamente 5 minutos. baronetti le habia despertado al pasar por su lado en direccion a la puerta. Comenzaba a desvariar denuevo. no le habia dado tiempo a pensar, pero esos 5 minutos de aislamiento le supieron a gloria.

Se levanto poco a poco, como entumecido y recogio su arma. los demas estaba discutiendo frente al teclado, intentando decidir que hacer.

-¿Alguna novedad?-Dijo mirando al grupo-Creo que no me he enterado de nada en los anteriores 5 minutos. A todo esto... ¿Que coño haces Baronetti?

Mavs no sabia si la luz se habia ido, nisiquiera sabi que coño presagiaba, pero estaba seguro de que nada bueno. Ademas, en el tiempo que estubo durmiendo, solo penso en una cosa, el inquietante hombre que volvio a poner el cubo en su sitio. No podia quitarse de la cabeza como cojones habia entrado en el bunker, en el video no se oia la musica de apertura de la puerta.

¿Quizas estaba ya dentro cuando todo paso? ¿Es posible que sea un ente paranormal?

Por mas preguntas que intentaba responderse a si mismo, nada tenia respuesta. De hecho, solo surgian mas preguntas...

Observando el cubo con detenimiento antes de moverse, Mills procuró recordar las formas y su distribución y compararlas con las del teclado que iba a ver acto seguido.

- Si hay algún patrón o algún símbolo que se repita... que se yo, puede significar algo. O podría ser que fuesen lenguajes totalmente diferentes...

Baronetti acercó la cabeza a la puerta. Del otro lado le llegaba una especie de zumbido. Sintió un extraño desasosiego, imposible de situar. No había motivos para temer un maldito zumbido - al menos no después de todo lo que habían pasado - pero era una sensación que no podía evitar.

Mientras tanto la mirada de Mills iba del cubo al teclado como si le estuviera dando vueltas a algo en su cabeza.

La pantalla seguía emitiendo la imagen de los cadáveres alrededor del pedestal del cubo.

Mills observaba el cubo y luego el teclado. Efectivamente varios de los símbolos se veían repetidos. El cubo estaba formado por seis caras divididas cada una de ellas en una cuadrícula de nueve cuadrados. De hecho parecía que aquellos cuadrados formaban, en realidad, pequeños cubos dentro del cubo.

El sargento se aproximó unos pasos al teclado: algo encajaba por fin. Contó las teclas de aquel teclado y luego calculó los símbolos visibles del cubo. Nueve cuadrados por seis caras daban un total de cincuenta y cuatro símbolos. En el teclado, sin embargo, había nueve símbolos a mayores. Mills repasó cuidadosamente los símbolos. Aunque desconocía su significado comprobó que los cincuenta y cuatro símbolos del cubo estaban en el teclado y luego había otros nueve aparte, a un lado. Entre esos nueve que no se correspondían con el cubo se encontraban los que tenían las flechas. Observando la disposición se dio cuenta de que parecían pertenecer a un segundo teclado.

El cabo volvió a mirar el teclado, dubitativo.

- ¿Y si pulsamos la flecha que señala a la izquierda? -dijo-. Sólo para probar... Quizá rebobinemos la grabación.

Miró a los demás, a ver si la idea les parecía muy suicida.

Era si como una vibración sacudiese la puerta desde el otro lado, la verdad es que no parecían voces o resoplidos de ningún humano, aún tan siquiera algún ser de los que habíamos visto... sino más bien alguna especie de mecanismo mecánico o algo parecido que hacía ruido... al otro lado.

-Ca...cabo..., se...señor. -replicó el chico. ¿U...usted cree que es...es...ese gran pa...panel con tant...tant... ejem...tantos bot...botones alber...ga ú...únicamente un sist...tema de grab...grab...grabación? Ese mal...dito cubo tendrá algo que...que ver... ¡se...seguro!

Luego se calló y pensó un poco...

-Aunque... si no obr...obramos... nos qued...quedaremos aquí... ¡Pull..pulse, pul...pulse, pulseee!

Luego Baronetti continuó mirando la grabación, para ver si había novedades.

- Bien... - pensaba el sargento - si esos de ahí es lo mismo que el cubo... ¿Qué es lo otro? dos flechas... podría indicar dirección. ¿Pero las otras siete?

Mills no acababa de comprender qué podría ser el teclado, pero siendo parecido, tocarlo bien podía tener los mismos efectos que el cubo (o parecidos).

- Bueno... - respondió el sargento dejando momentáneamente de lado el curso de sus pensamientos - teniendo en cuenta las alternativas, creo que es la menos mala.

No estaba nada convencido de tocar el teclado, pero tampoco se le ocurría nada mejor.