Partida Rol por web

-Yo?- murmuro Bings mientras avanzaba tras el sargento –siempre tengo que ser yo, nunca tratan bien a un hermano, siempre tiene que ser un hermano el que haga todo- siguió quejándose entre murmullos mientras seguía avanzando ya con el lanzagranadas en mano y atento a cualquier cosa extraña que se moviera.

Como siempre el Sargento Mills devolvio a Maveric a la realidad. Era cierto, eso no podian haberlo hecho los vietnamitas. De todas formas, siguio en su posicion y amartillo el arma, listo para cubrir a sus compañeros.

-Maldita jungla infernal, no veo nada- Intentando apartar las hojas que impedian su vision.

-Morris, si ves algo hazme una señal- Dijo por señas.

Algo seguia sin cuadrarle, esa sensacion que tuvo no podia ser mentira, nunca lo era "Ella" nunca le mentiria.

Trás escuchar y ver las reacciones, Morriset se mantuvo en silencio, es lo mejor para no ser detectado por tropas enemigas, aunque alguno de los presentes no se diera cuenta de ello. Siempre era igual. Asintió primero a su capitán y posteriormente a Maverik, así que simplemente se quedó donde estaba, esperando que sus compañeros se movieran para el poco a poco mantenerse a la misma distancia de la roca que sus compañeros.

No obstante sabía que el instinto de su compañero era como el de un felino, si algo le daba en la nariz... Así que de vez en cuando, se detenía y hacia pasadas con su mira, tratando de vislumbrar algún vietcom que pululara por la zona con intencionas poco saludables para su equipo. Lo cierto es que a Alan no le gustaba demasiado aquella situación, tan cerca del objetivo, y con tan pocos parapetos y lugares elevados sobre los que vigilar el terreno, demasiado poco seguro.

-Esto... uhm... ejejem - carraspeó Baronetti ante el golpecito en el casco de Mills.

Tr... tranqui.. tranquilo "Barthow" ¡¡M.. M... maldito Mils!! -se decía a si mismo el soldado ante el toque de atención. Queda po.. po.. poco, pronto estarás en c.. c... c...

Pero antes de finalizar sus pensamientos, agarró con fuerza su arma, y se acercó a la roca lisa, sin tocarla. Eso era... si... ahí había algo.

Baronetti intentó leer la inscripción de la roca.

El sargento se aproximó a la roca con Bings a sus espaldas rumiando. Desde luego no se parecía a nada de lo que habían visto de los Vietnamitas. Lo normal eran templos en piedra grandes y orientales. Esta roca negra era demasiado... perfecta. Joder, si no fuera por los malditos hierbajos que la cubrían por completa cualquiera diría que la habían puesto allí para gastarles una puta broma.

Al estar más cerca el sargento percibió mejor los grabados. También los otros, casi de forma inconsciente, se habían aproximado al monolito. Los grabados no tenían sentido: eran rayas y puntos.

Algo más llamó la atención a la unidad: había unos pivotes de piedra clavados en el suelo que se internaban en la jungla. Era como si hubieran clavado pequeñas rocas indicando un camino. Aunque la selva se las había comido literalmente aún se apreciaban algunas de ellas. Las piedras, al contrario que la extraña estela, tenían un estilo más vietnamita y se dirigían, al parecer, hacia el noroeste.

Maverick volvio a poner le bipode en su sitio y se levanto, como hipnotizado. Algo le incitaba a seguir a sus compañeros. Al llegar a la piedra le dio un escalofrio, y su sudor se volvio frio como el hielo. Algo no estaba bien aqui.

-¿Que narices es eso? no entiendo nada de lo que pone.

Esta piedra lo unico que le probocaba era mal "Juju". penso que qizas era hora de tomarse un "Downer", la situacion era demasiado tensa.

Tras mirar a Mills descarto la idea, no queria que el Sargento le diese una zurra.

Se arrodillo junto al sendero y espero a que diesen nuevas ordenes, apuntando hacia la vegetacion de forma casi inconsciente.

En una de las pasadas con la mira Morriset se topó con la roca, y con el sargento y Baronetti, y pudo apreciar mejor los símbolos, no sabía porque pero parecía que querían sonarle de algo, así que en un alarde de valentía decidió dejar de vigilar unos momentos para acercarse agachado a la roca, y por lo tanto a sus dos compañeros. En efecto cuando se acercó, se percató de lo que en un principio le había parecido, aquel... aquella roca, parecía más una estela funeraria del antiguo egipto que otra cosa.

Alan no podía creer que eso le pasara por la cabeza, al final ¿Todas las clases y su interés por la historia podría ser de utilidad además de como hobby? Con algo de confianza, se puso a la par que el sargento Mills, y pasó la mano sobre los grabados que había sobre la piedra. El fusil apuntaba ahora hacia el suelo, y el miedo y las ansias de precaución desaparecieron ante aquella inscripción y su misterioso significado.

Quizá podría tratar de averiguar su significado, o al menos parte de él...

Morriset revisó la escritura de la talla. Aunque en un principio le recordó a una estela egipcia se sorprendió al ver que aquellos símbolos ¡eran sumerios! Era escritura cuneiforme sumeria. Pero ¿cómo había llegado hasta allí? Los sumerios eran una cultura del oriente medio, ubicada en el Golfo Pérsico. ¡Jamás habían llegado, ni por asomo, hasta una zona tan oriental como Vietnam! 

El cabo casi tuvo ganas de echarse a reír. Allí estaban ellos, en medio de una maldita guerra, perdidos tras un bombardeo y ante probablemente el mayor descubrimiento histórico mundial del momento. Se tranquilizó un poco. No, aquello era absurdo. Aquella estela tenía que haber sido llevada hasta allí pero ¿por quién? ¿y por qué? Mirando las raices que se aferraban en su base había otra inquietante pregunta ¿cuándo?

-¿Te suena de algo?

Pregunto Mills a Morriset, pasando por alto el que el soldado ignorara una orden clara.

-¿Que pone?

La duda y el entusiasmo se reflejaban como el fuego en la mirada del sargento.

Morriset desentrañando el misterio. Un misterior liso y vertical... algo impensable... bueno... también era una época de cambios, pero... "¡Es... espera no! ¡Eso n...n...no! ¿Qu... coñ... era eso?" -se preguntaba Baronetti.

Esta vez no se asustó. No carraspeó, y tampoco resopló temeroso... Esta vez sonrió.

La superficie de la lámina rocosa era tan fina que podía reflejar una vaga silueta de sí mismo. ¡S... Se veía a sí mismo! En esos momentos algo le reconfortó, algo en su interior, como si recordara un buen momento anterior.

Despues se fijó en los pivotes de piedra inmediatos:

-¡Mi Saa... sa... sarg... ejem... sargento! -tragó saliva-, ¡Mi... mire! ¡Se pierden en l... l... la.. la selva! ¡Los enemigos se... seguro que no han visto esta se... s... .s...!¡senda! ¿Porqué no avv. .vv.. averiguamos a donde llega? Mi tio soli.. a contarme hist... historias raras de las gu.. gu.. guerras, quizá esta nos ll.. .lleve a algun.. na de ellas...

Temeroso ante un nuevo reproche o mala mirada, Baronetti permaneció enfrente del sargento, pero con la mirada perdida en el suelo en busca de una aprobación ante su propuesta.

Bings esperó atento a lo que pasara, el sargento le dijo sígueme y eso es lo que él hizo, seguirlo; si los demás querían mostrarse valientes no tenia por que echárselos a perder. Así que Bings espero allí detrás del sargento listo para ponerse a cubierto de ser necesario.

Pero antes de que el sargento dijera algo, Baronetti cogió su m16 de nuevo y se acercó a los pivotes. Habia desatendido ahroa por completo la roca lisa y extraña, y estaba mirando fijamente a los pivotes, intentando averiguar qué eran... el soldado comenzó a  tararear en su mente alguna canción escuchada hacía algún tiempo...:

-  "And if you go chasing rabbits..., and you know you're going to fall....

....Tell 'em a hookah smoking caterpillar..."

El cabo, todavía anodadado por el misterio de aquella roca, se volvió recuperando parte de su miedo a ser atacado y como un leve susurro su voz se dirigió al sargento.

- No entiendo el significado, pero puedo asegurar sin error a duda que esto no debería estar aquí. Es un, un monumento o algo, no se muy bien el que; pero no pertenece a este lugar, al menos no debería. Los símbolos son sumerios, mire.

Digo pasando la mano suavemente por los primeros símbolos.

- Esto es escritura cuneiforme sumeria, no hay duda. Pero no debería estar aquí... no es natural, quiero decir. Lo sumerios, no hay nada que indique que se aventuraran hasta esta zona, todos los restos encontrados están situados por el Golfo Pérsico. Y desde luego esto lleva aquí bastante tiempo, fíjese en las raices de la base

Su mano pasó de la roca tocar el suelo agachándose, recalcando que eso llevaba allí mucho tiempo. Entonces recordó algo... y negó con la cabeza y dio un suspiro.

- Es, es posible que sea alguna especia de señal, como si fuera la bienvenida de algo más grande, quizá un templo. - Morriset señaló con su arma a las pequeñas rocas que se abrían camino por la selva. - Quizá esas marquen el camino hacia el templo...

Terminó su discurso el cabo mirando al capitán, esperando que dijera algo o reaccionara de alguna forma, quizá que diera alguna orden... sea como sea, el cabo Alan Morriset agarró de nuevo su fusil y dio un ligero suspiro esperando que Mills tomara una decisión.

Mav presto atencion a lo que decia Morris. No tenia sentido, una roca extraña, ¿sumerios?, Pero ¿Que coño era un sumerio?. Se acerco a uno de los pivotes y los siguio con la vista hasta donde pudo.

-No se que es peor, esperar a que vengan esos amarillos o jugarnosla jungla adentro. Sargento, ¿que hacemos?

Las palabras de confusión de Maverick no ahondaban en mi mente. Seguía investigando acerca de esos pivotes rocosos que se fundían con la selva...

El sargento miró los pivotes que se adentraban en la selva:

- ¿Un templo?- miró a Morriset - ¿Sumerios? La puta de oros...

Se ajustó la mochila al hombro.

- Vale, nos movemos. No vamos a quedarnos aquí a esperar a los Charlies. Bings, Moretti: vosotros delante. Morriset, cubre la retaguardia. Vamos a seguir el sendero... por el momento.

Seguir el sendero. Palabras de Mills. El sargento...

Dicho y hecho. Baronetti no pronunció palabra, pero comenzó a custionarse desde entonces qué serían aquellas cosas engarzadas en la tierra...

Instantes después, levantó el brazo que no llevaba su M16 y apuñaló al aire, de improviso, sin razón alguna... simulando de nuevo, un puñal que se clavaba en un enemigo.

Luego se dio cuenta delo que hizo. Carraspeó, miró al suelo avergonzado, y cogió con precisión su arma mientras avanzaba.

-Lo...Lo siento... -dijo finalmente.

Mills hablo. Nos moviamos por el sendero. Depronto Baronetti comenzo denuevo a hacer el mismo movimiento que hacia un rato.

-Joder "Chico" ¿tan ansioso estas por trinchar a un viet?- Esbozo una sonrisa para intentar calmarlo, despues de todo era todabia un crio.

Levanto su m60 y siguio al resto, al lado de Mills. no le gustaba no ir en cabeza, siempre tenia mas suerte llendo en cabeza, pero Mills mandaba y no queria cuestionar la formacion.