- "Te comportas de forma iracunda y renegada. Ese ¿ser? Es un sentimiento y tiene seres humanos. ¡Ay! ya no se lo que digo, es una persona y tiene sentimientos. Y trató de librarte del hombre bestia lo mejor que supo.
Si tan buen guerrero eres quizás deberías ayudarle a entrenar la puntería en vez de auto justificar que te vengaste contra su fallo, no contra su maldad. Que estoy seguro de que es poca. Yo tampoco estoy contento de haberte dejado con el hombre bestia. ¿Es que no tienes Temor de Valion?"
"Cada uno venera a su propio dios, Merebor...y no me conoces en absoluto. 'Ser' es la única forma de llamar a quien se comporta como él." - comento, sin dejar mi enfado de lado - "¿Acaso crees que lamenta lo sucedido...? No, sigue enfrascado en su pequeño mundo...ahora retira esas palabras o yo retiraré lo que conseguí para ti"
- "Solo Valion puede salvarnos. Aunque le dieras otro nombre solo se debe venerar lo bueno. Si las palabras rencorosas de Egelvild te hieren, entonces tu ira también te roba el nombre: ser encapuchado, sin rostro, sin nombre. ¿Tú no lamentas nada? Haz lo que quieras, si tu orgullo te lleva a perjudicar a los aliados que han de cubrirte así sea."
Pongo el carcaj encima de la mesa.
Recojo el carcaj y lo vacío a sus pies.
"Recógelas, son tuyas." - le digo a Merebor con furia.
Merebor toma un vaso de agua, lo llena parsimoniosamente, y lo bebe poco a poco. Mirando de forma imperturbable a donde debería ver los ojos de su interlocutor. Merebor bebe poco a poco. Muy poco a poco.
- "¿De dónde venís Babroth? ¿Os echa alguien de menos?"
"Dudo que eso te importe, Merebor...¿o acaso yo te he preguntado por tu pasado...?" - mi rabia y orgullo no permiten que me calme.
Sin importarle la frialdad del forzudo sigue hablando
- "Pienso en Bosque Viejo, nos marchamos en mitad de la noche. Y al menos hemos estado 2 días fuera ya. Alguien nos echará de menos." - dice Merebor con voz melancólica.
- "Alguien te esperará a ti..." - termina dejando la frase en suspenso.
"¿...y?" - comento sin saber a dónde quiere llegar Merebor.
- "Nada, es solo que no se si allí están al tanto de los peligros que hemos descubierto, ¿y si mañana aparece ese portal en tu casa Babroth?" - dice con voz afectada.
"Eso no es importante...espero que entiendas lo comprometido que estoy a la causa que se nos ha encomendado; las muertes de un individuo no es importante si se avanza en la causa." - digo fríamente.
"Tristemente es así." - añade Melzir, que parecía haber desaparecido mientras discutiaís, pero que ahora ha vuelto.
"Se os ha impuesto un cometido en el que nadie está preparado, la muerte es casi segura, pero el fin es más importante que cualquier vida."
"Si os peleais y asesinais entre vosotros todo estara perdido..." - Dice con un cara de tristeza.
De repente, su expresión cambia a una de determinación.
"Debeis de centraros en el objetivo final, si una pieza falla, por mucho que creáis que esa pieza es insignificante, puede desembocar en un suceso terrible." - dice mirando a Egelvild y Babroth.
"Sobretodo ahora, que viajareis a un lugar donde la compenetración es necesaria."
"Os dirigís al pico de fuego..."
Alza sus manos y empieza a crear un humo rojizo que rapidamente toma forma.
"Es una montaña ubicada cerca del monte del cirineo, el calor, los gases toxicos y bestias resistentes a temperaturas elevadas se encuentran allí..."
"Os preguntaréis que necesitamos de este lugar." - dice mientras con la otra mano empieza a materializar algo.
(Es 1 realmente, pero asi lo veis mejor)
"Esta piedra puede absorber cualquier hechizo realizado en un lugar en concreto y replicarlo, con ello accederemos al lugar donde el mesías y su ejercito se esconden."
Antes vuestras miradas, sonrie.
"No os voy a mandar solos, reuniré una gran tropa para hacerles frente, vosotros la liderareis."
La piedra y la imagen se esfuman.
"Solo un usuario con una fuerte conexión con la magia puede usarla... en este caso, Egelvild es el más capaz y creo que el único que puede usarla. Aunque os advierto, usarla produce un gran cansancio, si intentáis usarla sin estar listos... desconozco lo que sucederá, pero seguramente nada bueno."
"Necesitaréis un guía, ya me he tomado la molestia de encontraros uno. Es un minero, humano, su familia lleva de generación en generación adentrandose en el pico de fuego y extrayendo minerales valiosos que solo allí se encuentran."
"¿Alguna pregunta?"
Nada... la tirada era buena.
El papel y el símbolo de Babroth coinciden a la perfección.
Estarás alerta por si Babroth intenta algo. También por si puedes ver su rostro.
Motivo: Astucia
Tirada: 3d6
Resultado: 6, 4, 5 (Suma: 15)
Me he equivocado, en vez de Astucia es Sentido común, pero es lo mismo.
Con una mezcla de sorpresa y un deje de enfado, comento.
"¿Me estas diciendo que tú, Melzir, quien tiene a gente tan capaz como Okri y que es capaz de pagar una bolsa repleta de monedas de oro a un goblin no tienes a nadie más que pueda usar esa piedra...?"
"La otra opción sería recurrir a un ser... antiguo y poderoso. También caprichoso e iracuando, ademas de otros pequeños detalles. El problema es encontrar a grandes usuarios de la magia que se atrevan a usar esta piedra. Los efectos son desconocidos ya que cada vez que alguien ha usado una de estas y algo ha salido mal, ha afectado a cada uno de forma distinta." - Hace una pausa y piensa.
"Algunos simplemente explotaron en mil pedazos, otros perdieron su magia para siempre y solo conozco un caso al que no le pasó nada, pero la piedra no funcionó."
"Sé que pido mucho a Egelvild, pero no se lo pediria si no estuviese tan seguro de su potencial."
"Creedme que lo haré yo mismo si me lo pedís, pero creo que agradeceriaís mi ayuda un poco más de tiempo, mi edad podría dificultar que la piedra funcione o que la piedra me desgaste demasiado."
Pienso un poco y comento, lentamente y midiendo mis palabras con cuidado - "Si tan importantes somos para poder hacer la misión para la que se nos ha elegido (y a otros tantos que han de haber tenido el sueño), no creo que sea una biena opción perder a uno de nosotros por un riesgo así...¿no sería mejor que ese...ser desde el principio...? Si es tan iracundo como dices no creo que sea una pérdida tan grande... ¿o si?"
Miro al suelo - "...pero tú debes vivir, Melzir..."
"No fallará si usa la piedra, os lo aseguro, no lo subestiméis."
Sorprendido, asiento - "Más motivos aún para llevarle con nosotros...la seguridad de que sepa controlar esa piedra es invaluable...¿qué problema hay con ese ser...?"
Me apoyo contra la pared o una viga, interesado en lo que Melzir tenga que decir.
"Por favor, danos toda la información que tengas sobre ese ser..."
"No va a ir con vosotros, sois vosotros los que os dirigireis al lugar donde se encuentra."
"Nadie sabe realmente que és, ni siquiera si tiene forma física. Unos dicen que es un Dios, otros un demonio retorcido, otros aseguran que es un gran mago que alcanzó el cénit de los conocimientos mágicos y que se volvió loco."
"Poca gente que ha ido en busca de su conocimiento y poder ha vuelto. Os someterá a peticiones suyas, esfuerzos sobrehumanos y arduas pruebas, pero si le contentais... Las recompensas serán inimaginables, además de usar la piedra, claro."