Partida Rol por web

Verano de 1152

Ya era hora de volver. El pequeño grupo de guardianes había estado renovando las Fronteras Olfativas más allá de Wolfepointe durante la primavera. Un trabajo duro en los límites de Los Territorios pero un trabajo que los Guardianes podían llevar a cabo. El peligro de ser atacado por un zorro o un animal mayor estaba presente en todo momento pero de no esparcir las hormonas en los límites los animales mayores camparían a sus anchas e invadirían las tierras de los ratones. 

Pero ya habían acabado, el grupo liderado por el viejo Thom regresaba a Grasslake. Gwendolyne le había escogido a él entre los ratones más veteranos para liderar la pequeña expedición de Wolfepointe. Confiaba en él y sabría que llevaría a cabo su misión, ella misma le dejó escoger a sus acompañantes con una sola excepción. Una joven zarpa tierna llamada Sloan lo acompañaría. Era una ratona de pelaje gris, grácil y astuta. Aquella misión sería la última que realizaría como zarpa tierna si Thom consideraba que recibiese su capa al término de ésta. Aquella noticia fue un aliciente para el veterano pues sus heridas y su edad ya empezaban a pesar. Junto a ellos dos caminaban otros dos Guardianes: Nathaniel y Kyle. El primero caminaba en silencio portando un hacha sobre sus hombros con la mirada fija en el camino. El segundo, por el contrario, miraba en todas direcciones y observaba a su alrededor con suspicacia en busca de cualquier amenaza. Ambos contaban con la confianza de Thom pues se conocían entre sí.

Casi era medio día cuando los ratones estaban aproximándose al pueblo cuando un Harold, uno de los habitantes de Grasslake(amigo de Thom), se acercó a ellos corriendo a través de la hierba de los pantanos, pidiendo ayuda a gritos.

-¡Un monstruo gigante! ¡Hay un monstruo en Grasslake!-gritó exaltado mientras se acercaba al grupo- ¡Está echando abajo el pueblo, comiéndose a los ratones y aplastando mi cervecería!

Los ratones no perdieron ni un segundo y corrieron hasta el pueblo. Entre las calles que llegaban a la plaza había reunida una multitud agitada. Frente a ellos, en la plaza principal de Grasslake, había una criatura enorme de piel verdosa y escamas. Su cabeza sobrepasaba el techo de la taberna que estaba frente a ella, sus patas traseras estaban estiradas y ocupaban casi las dos calles que rodeaban la panadería que se encontraba destrozada en parte por el pesado cuerpo de la bestia.

Pese al ruido que hacían los ratones que, precavidos se mantenían alejados, la tortuga no parecía prestarles atención mientras tomaba el sol disfrutando del calor del horno de la panadería. Pero aquello no durará para siempre y la tortuga podría atacar de nuevo buscando su próxima comida y destrozando aún más el pueblo de los ratones.

Señor. Comenta impetuoso Kyle a Thom. Quizas deberiamos intentar espantarlo hacia las afueras de nuestras tierras, aunque ahora esta tranquilo el monstruo y quizas deberiamos dejarle tranquilo...sea como fuera, esperamos sus ordenes, Kyle estaba algo impresionado por el tamaño del monstruo que tenian delante, y aunque valor no le faltaba no queria provocar mas destrozos de los que fuera necesario.

Que la mismísima matriarca te eligiera personalmente para una misión era algo que llenaba de orgullo el pequeño pecho de cualquier ratón.

Thom regresaba caminando en mitad de sus compañeros, tranquilo, respirando el aire puro de los caminos del territorio. La misión en las Fronteras Olfativas había sido un éxito y ahora tocaba regresar para pasar un tiempo entre amigos, bebiendo cerveza y contando refranes en la taberna....Cuando un exaltado Harold salió a su encuentro pidiendo ayuda.

Como buenos mienbros de la guardia, corrieron prestos a prestarla. Al llegar a la plaza la vieron. La bestia era enorme, su cuerpo era varias veces el de Thom y una dura coraza la protegía de los ataques de sus armas. Por lo menos no se sentía atraída por su carne y no debían temer por sus ataques, al menos en un principio.

No será fácil espantarla- le respondió a Kyle.- Su cuerpo está bien protegido, solo atacando donde las patas entran en el caparazón lograremos hacerle daño. Pero si lo hacemos y se pone nerviosa su peso puede acabar con prácticamente todo el barrio.- Y la cervecería de Harold tiene los mejores barriles de la región.-

Podemos probar a atraerla por su propia voluntad a las afueras. ¿Qué es lo que ha estado comiendo la bestia? - preguntó a los lugareños reunidos en la plaza.

Había estado bien, ¿qué decía? había estado más que bien. Era una buena exploradora y estaba convencida de que Thom así lo apreciaría, seguro que en esa misión se había ganado el respeto de todos y no veía el momento de ganar el derecho a llevar su capa.

Pero no contaba con lo que les estaba aguardando en Grasslake. Las noticias que traía Harold eran inquietantes... Un monstruo estaba arrasando el pueblo. Aquella sí que era una buena oportunidad de mostrar su valía, aunque su ánimo se desinfló un poco al ver que el tal monstruo apenas se movía.

Escuchó a sus compañeros, los cuales no tenían intención de atacar a la bestia. A pesar de estar un poco asustada, algo que nuncar reconocería abiertamente, Sloan era más partidaria de acabar con la amenaza de raíz pero, después de oír las palabras de Thom, prefirió no hablar, no fuera a ser que el anciano le cogiera manía, y esperó impaciente a ver qué pasaba.

Ese enorme monstruo parecía más bien una estatua, pues apenas se movía. Si no fuera por las palabras de Harold, Nathaniel, no habría pensado que fuese demasiado inquietante, salvo por el enorme tamaño capaz de aplastar a cualquiera.

-Pues por lo que han dicho parece que ratones...- Contestó Nathaniel al líder de su patrulla, algo alicaído por no tener permiso para esgrimir su hacha, nunca se puede saber cuando Nathaniel tiene o no ganas de gresca -pero...- Y dicho esto se giró también hacia los lugareños. La gente es muy dada a exagerar las cosas cuando está histérica, así que la pregunta de su líder le parecía muy adecuada para la situación.

Nathaniel esperó una respuesta hacia Thom.

-¡Ratones! Intentamos espantarla pero se comió a Dan y a la joven Margareth-respondió Harold a su amigo- Esta destrozando la panadería y a este paso va a destrozar también mi taberna-el ratón estaba nervioso y asustado, al igual que el resto. Parecía que la tortuga no quisiera perder su sitio privilegiado y el peligro era inminente.

¿Ratones? ¡Esas bestias enormes de caparazón tan duro no comen ratones! Por lo menos no ratones vivos. - El veterano guardia no había creído las primeras palabras de su amigo Harold, el cervecero estaba demasiado excitado y podía haberse confundido. Por eso le había vuelto a preguntar, pero la confirmación de las mismas le hizo enfurecer.

Esa bestia se ha convertido en un depredador asesino.- Razonó.- Solo hay una cosa que podamos hacer. Chicos, hemos de sacarla del pueblo sin causar más daños a los comercios. Atacaremos sus patas y la obligaremos a moverse. Su piel es más blanda donde las patas se unen con el caparazón, golpearemos esos puntos. Manteneos apartados de su boca. Somos más rápidos, tenemos que usarlo en nuestro favor. ¿De acuerdo? - les preguntó desenvainando la espada.

Sloan- le dijo por último a la garra tierna.- No te separes de mí.

Kyle asintió ante las palabras de Thom, aquel era un plan arriesgado, cualquier tropezon, cualquier fallo podria ser la diferencia entre la vida y la muerte...pero si no fueran gente intrepida no se habrian hecho guardias....asi que Kyle fue a una de las patas traseras y esperó a la orden para atacar todos coordinados.

Nathaniel escuchó las palabras del viejo ratón, parecí que ese monstruo sí comía ratones así que al final sí iba a haber algo de acción. El rojo ratón sonrió al escuchar dichas palabras y agarró su enorme hacha firmemente deseoso de poder hacerla bailar...

¡Por fin...!

-Bien ¿A qué esperamos?- Dijo, saliendo detrás de su compañero Kyle y colocándose en la pata trasera que éste no cubría.

Ahora verás el poder ratonil bestia perezosa.

Pensó, mientras levantaba el hacha apuntando a la parte más blanda de ese monstruo.

Los ratones parecían dispuesto a ayudar en lo posible con la tortuga. Pero entre el grupo que estaba junto a nuestros protagonistas se encontraba un joven ratón de pelo marrón que hacía señas a Thom, el líder de la patrulla. Era Lester, un ex-zarpa tierna y viejo conocido de Sloan.

En el fondo se alegró de saber qué sí entrarían en combate, aquella era una oportunidad para demostrar su valía así que, sujetando escudo con ganas, se preparó para atacar a la tortuga. Aunque no le hacía demasiada gracia el tener que estar pegado al viejo Thom como si fuera una inútil, pero no se atrevió a protestar no fuera que luego no hablara bien de ella para conseguir por fin su capa, al fin y al cabo él era el líder de la patrulla y, por mucho que le fastidiara, tenía que cerrar la boca.

Estaba preparada para pasar a la acción pero algo hizo que se desconcentrara. Ahí estaba el imbécil de Lester intentando llamar la atención de Thom. ¿A qué venía aquello? Aquel insensato le iba a estropear su momento de gloria, seguro que lo estaba haciendo adrede.

Como buenos miembros de la guardia, Nathaniel y Kyle estaban ya en posición esperando las órdenes de Thom para lanzar el ataque conjunto contra la enorme bestia. Cuando uno de los ratones congregados a su alrededor, otro miembro de la guardia ratonil, le hizo señas.

Thom no lo conocía, parecía demasiado joven, uno de esas nuevas remesas que pasaban a formar parte de la guardia periódicamente. Devolvió el gesto levantando el hocico en señal de asentimiento y le dijo.- Dime.

El joven ratón, que debía tener la misma edad que Sloan, se acercó algo nervioso y empezó a hablarle con voz baja.

-Tu debes de ser el Lider de la patrulla, ¿verdad?-antes de que Thom respondiera a aquella obviedad el ratón continuó-. Conozco a esas hembra, Sloan, debes tener cuidado con ella. Yo participe en varias patrullas con ella como zarpas tiernas... no salieron bien. Bueno, no salieron bien para mi. Espero que tengais en cuenta mis palabras-dijo bajando la cabeza sin atreverse a hablar demasiado con el imponente veterano.

A Thom no le gustaban las interrupciones y menos las interrupciones que sólo servían para que algún ratón sin experiencia ninguna hablara mal de alguno de sus hombres. - Explícate mejor.- le contestó exigiendo más explicaciones a sus palabras mientras de reojo miraba a la enorme tortuga y a sus hombres.- ¿Qué hizo Sloan exactamente?

Ella no es de fiar-repitió el ratón- me utilizó, utilizó a aquel vendedor ambulante y cuando todo parecía que iba a salir mal nos la jugó y quedó como la heroína, como si todo lo ocurrido fuese culpa mi...

El ratón fue interrumpido por la multitud que parecía impacientarse y estar cada vez mas dispuesta a lanzarse contra la tortuga, pero el veterano sabía que aquello sería una catástrofe si no se ponía manos a la obra.

Tomó nota.- le dijo al ratón- ¿Quieres ayudar? Mantente alejado de la tortuga, y si puedes convencer al resto que haga lo mismo mejor.- Habían perdido bastante tiempo hablando con aquel ratón rencoroso, ahora tenían que moverse rápidamente si quería que la situación no se les fuese de las manos.

Cuidado con su boca.- recordó nuevamente el viejo ratón a sus hombres cuando dejó de hablar con unos de los rato chillos que se le habían acercado.- Intentad que no causé más destrozos. Atacamos conjuntamente a la de tres.

Una, dos, tres...

Kyle al escuchar la señal pinchó con su lanza a la bestia en una de las partes mas blandas de la pata trasera que dominaba...confiaba plenamente en el criterio de Thom y con eso le bastaba. Ahora solo faltaba que un poco de suerte jugara a su favor y aquel monstruo no comenzara una huida sin sentido que acabara debastando todo a su paso.

Con el escudo protegiéndola, Sloan avanzó junto al resto, poco podía hacer contra la bestia sin armas, pero lo que sí podía era proteger a sus compañeros con el escudo.

Haciendo caso de lo que Thom les decía, intentó no acercase a la boca de la tortuga mientras sus compañeros comenzaban a pinchar las patas del animal para ver si así se movía. Aquello era peligroso, muy peligroso, porque si comenzaba a caminar seguro que acabaría aplastando todo a su paso, así que había que tener cuidado de guiar al monstruo hasta las afueras del pueblo sin que causara más destrozos.

Cuando Kyle, impetuosamente pinchó la pata de la tortuga esta empezó a moverse con furia intentando girar hacia donde se encontraba el ratón. La concha rasgó parte del tejado que cayó a un lado en la calle y los ratones empezaron a correr despavoridos apartándose del alcance de la tortuga. Excepto, por supuesto, los guardianes y unos pocos valientes que quedaron en segundo plano preparados para defenderse y defender sus hogares como pudieran.