Partida Rol por web

Desesperada porque todo se estaba volviendo en contra del grupo, y más aún al ver cómo perdía su escudo, la ratona comenzó a lanzar pequeños grititos enfadada. Pero lo que tenía claro era que no iba a recular, les demostraría a todos que ella podía ser una gran guardiana de patrulla y no una cobarde que se alejaba del peligro y de los problemas a la primera de cambio.

Así que, cuando vio que sus compañeros atacaban a la bestia, ella se zambulló entre la paja buscando su escudo, ya que sin él estaría de verdad perdida. Era una acción peligrosa y lo sabía, pero ella era mejor que la mayoría de los guardianes y lo demostraría.

No hay tiempo. le dijo a Nath al ver como este perdia su arma. No habia que bajar la guardia. No ahora. Aquel era el momento decisivo en la batalla, la tortuga estaba en desventaja momentaneamente. Kyle agarró su lanza con fuerza y se lanzó contra el animal. 

Nathaniel sabía que Kyle estaba en lo cierto, no podían perder ahora el tiempo ya que la tortuga estaba en desventaja y debían atacar.

El ratón rojizo siguió a Kyle para ayudar en su maniobra de ataque, pero sin su hacha se sentía perdido ¿cómo podía combatir sin su arma?
 

La ratona se zambulló en busca de su escudo y no solo logró esquivar las patas de la bestia si no que consiguió, desde esa posición, colocarse de manera que podía llegar perfectamente a la carne blanda que había por debajo del caparazón y además a la tortuga le costaría más golpearla con las patas ahora que no la veía. Por su parte Kyle logró clavarla la lanza en el cuello pero esta se quedó atascada en la piel de la tortuga y el ratón se vio obligado a soltar su arma si no quería verse arrastrado hacia la boca de la tortuga.

El viejo ratón les había chillado que se reagruparan ya que solos presentaban un blanco excesivamente fácil para la enorme tortuga, especialmente la joven zarpa tierna. Pero aunque intentó hacerse escuchar con todas sus fuerzas, estaba tan exhausto que su voz no llegó a oírse en mitad de aquella sangrienta batalla.

Al ver cómo la tortuga se dirigía hacia sus dos compañeros, Sloan decidió que lo mejor que podía hacer, ya que no tenía armas para atacar, sería distraer al monstruo mientras ellos la atacaban, aunque no sabía muy bien cómo hacerlo.

Volvió la vista unos instantes al malherido Thom y la rabia se apoderó de ella. Agarró el escudo y, mientras le daba toques en las patas traseras, empezó a chillarle toda clase de improperios. Quizás de esa forma, mientras la tortuga buscaba quién le estaba gritando y golpeando, tanto Kyle como Nathaniel pudieran atacarla mejor.

Nathaniel apoyó el ataque de su compañero como pudo, a pesar de que la situación era cada vez más desesperada, tal vez la distracción de Sloan funcionase y pudieran salir todos de ahí... Aunque para ello necesitaban una buena ración de suerte.

Sloan había conseguido repeler el ataque de la tortuga y gracias a sus intentos había conseguido que esta no alcanzase una posición cómoda para poder atacarla. Pero claro ella estaba en la retaguardia sin embargo Kyle y Nathaniel estaban cerca de sus fauces y aquella situación parecía exigir un gran sacrificio. Los dos ratones se abalanzaron sobre la tortuga, arañándola, mordiéndola... en un intento desesperado por obligarla a retirarse. La boca de la bestia resonaba con golpes huecos cuando la cerraba tratando de matar a alguno de los ratones. Movía la cabeza y se agitaba con tanta violencia que ambos ratones salieron despedidos y dieron con sus huesos contra las paredes de las casas de aquella calle. Pero la tortuga había tenido suficiente, malherida, aprovechó la oportunidad al ver un camino despejado y salió corriendo hacía allí. Causaba desperfectos allí por donde pasaba pero en tan solo unos minutos salió de Grasslake y desapareció de la vista de los aldeanos. Los guardianes habían logrado salvar a los ratones de la comunidad aunque aquella heroicidad había estado a punto de costarles la vida.

Con todo el pelaje mojado por el sudor y la respiración entrecortada, Sloan comprobó con satisfacción cómo la tortuga se alejaba de la aldea, aunque desde luego no se iba tranquilamente sino que seguía arrasando todo a su paso. A pesar del cansancio, Sloan se plantó en medio del desastre producido por la tortuga levantando la pata enfadada, amenazando a la bestia para que no volviera si no quería encontrarse de nuevo con ella.

Lo mejor de todo era que no tenían que lamentar pérdidas ratoniles y, al darse cuenta de ese pensamiento, se acordó del viejo líder, el único que podía hablar a su favor para conseguir su ansiada capa. Corrió hacia Thom para saber cómo se encontraba. El viejo ratón sangraba bastante y el dolor se reflejaba en su cara. Miró interrogante a los que le rodeaban para saber si viviría.

- ¿Cómo te encuentras?

Fue lo único que se le ocurrió preguntarle.

Una joven ratona, hija del panadero, estaba taponando la herida del veterano en ese momento.

-Ha perdido mucha sangre, pero vivirá. he mandado que preparen una cama limpia para él, será mejor que repose. ¿Estáis todos bien?-la muchacha estaba tan preocupada por curarle que ni siquiera se había parado en que habíais librado al pueblo de aquella tortuga.

Thom comprobó con una inmensa alegría como su ratones rechazaban a la enorme tortuga. Lo cierto era que llevaba algún tiempo pensando en que el momento de su retirada de la guardia estaba cada vez más cerca. Aunque ahora, con una pata y un ojo ya entregados por la seguridad de sus compatriotas sabía que había llegado ese momento. No sentía pena, sabía que disfrutaría de un merecido descanso y estaba orgulloso de todos los miembros de su equipo.

He tenido días mejores, pero creo que sobreviviré.- dijo con una mueca de dolor en su rostro.- Al menos eso piensa mi enfermera.- Thorm sonrió a la joven hija del panadero.

Hoy habéis luchado bien, muy bien, mucho mejor de lo que podía llegar a imaginarme.- Confesó.- Creo que podré retirarme tranquilo, sabiendo que las nuevas generaciones están tan bien preparadas.

Estoy bien... o eso creo. dijo Kyle mientras repasaba con la mirada su cuerpo en busca de alguna herida o rasguño. Lo conseguimos por los pelos. Esa tortuga casi acaba con nosotros y con el pueblo entero. miró el estropicio causado en Grasslake. ¡Ah! Ha sido una batalla digna de ser recordada. 

Nathaniel se quedó descansando después del golpe que había recibido, hasta que todo el grupo se reunió frente a Thom. Se levantó de la pared en la que se apoyaba, con una mueca de dolor, y se acercó hacia el viejo capitán lentamente.

-Lo conseguimos, aunque al final penséque no lo íbamos a lograr...- confesó.

Se atusó el pelaje de la cabeza con las manos, antes de mirar a Thom. Una pata no era un precio muy alto por todos sus años de servicio, aunque a Nathaniel le acongojaba ver el muñón donde antes había estado la fuerte extremidad de su capitán.

-Creo que nos merecemos, como poco, una cerveza ¿no estás de acuerdo?- Preguntó al capitán, sabiendo que le gustaba dicho brebaje, y así cambiando sus pensamientos sombríos por unos más alegres.

Una cerveza no me hará mal.- Thom miró de reojo a su improvisada enfermera, pero antes de que pudiera decir algo añadió.- De hecho seguro que será más beneficiosa que perjudicial.

De camino a lo que quedaba de la taberna le dijo a joven zarpa tierna.- Hoy has luchado como un auténtico miembro de la guarda ratón. Tu valor ha sido encomiable, igual que desde que entraste en el grupo. La guardia estará orgullosa de contar con tus servicios y así se lo haré saber a la matriarca. Escribiré a Lockhaven para que vayan preparando tu propia capa.

Sloan miró al viejo guardián con cara de satisfacción. Se preocupaba por él, pero ahora que veía que, a pesar de sus heridas, se encontraba bien y con ánimo para ir hasta la taberna, la ratona se sentía en su derecho de vanagloriarse por el triunfo y, sobre todo, por su actuación.

-Gracias Thom, será un honor saber que tú intercederás ante la matriarca por mí. Eso me asegura la capa sin lugar a dudas.

Había luchado por ella y me había esforzado al máximo. Les había demostrado a todos, incluido ese estúpido de Lester, que yo era la mejor. Ahora, por fin, luciría mi recompensa.

-Os acompaño.

Ya era uno de los suyos... o casi.

-Mi taberna a quedado destrozada por culpa de la tortuga pero pusimos unos cuantos barriles a buen recaudo, venid todos. ¡Es el momento de celebrarlo!-dijo el amigo de Thom mientras le ayudaba a ponerse en pie y caminar.

Flor, que se iba manchada con la sangre del veterano, no pudo evitar soltar un pequeño chillido al ver la imagen. Al entrar en el almacén donde habían guardado la bebida y la comida que habían podido rescatar de la taberna se encontraron con algo inesperado.

-El hacha... negra...-dijo Lester, que estaba apoyado con la espalda en la pared con el cuerpo cubierto de sangre. Un profundo corte atravesaba su pecho, desde el que manaba la sangre a raudales.

Sobre su cabeza, escrito con su sangre se podía leer lo siguiente.

-Nunca seremos esclavos de los guardianes.

¿Que significaba aquello? Los guardianes se dedicaban a proteger a todos los ratones y no se consideraban superiores a ningún otro ratón. Alguien parecía no estar de acuerdo con eso, alguien parecía oponerse a la guardia. 

El hacha negra...