Partida Rol por web

-¡Malrick, corre, yo te cubro! -Después del disparo de su compañero, el fusilero se recoloca ligeramente adelantándose al movimiento del bicho que ya se prepara para avanzar sobre su compañero y abre fuego, desatando una tralla de acero que rocía a los bichos, confiando en que la suerte y un poco de daño retenga a los insectos permitiendo al resto ponerse a salvo. Sin embargo, el disparo no parece excesivamente acertado, aunque siempre pueda servir de algo.

- "¡Sargento, cantina despejada! ¡Permiso para replegarnos hacia el Oeste y el Norte, mi Sargento!" -

Desde la salida de la habitación en la que estábamos a salvo no hago más que seguir de cerca al sargento siguiendo sus órdenes, diciéndome a mí mismo: Fuego de apoyo Charlie, fuego de apoyo. Si alguno cae tú puedes marcar la diferencia entre la vida y la muerte, pero sí tú caes las heridas salvables pasan a ser mortales...así de simple. Nada de absurdas heroicidades. -¡Chicos, cubro vuestro repliegue! -grito fuerte para que todos, incluso los más alejados, me oigan mientras me parapeto en la esquina más cercana desde la que controlo más o menos ambos pasillos, esperando a que vengan y se abra la puerta...porque si no logramos que se abra me parece que estamos bien muertos. ¡Sé más positivo! Hay que enfrentar con valor la cautividad de la negatividad.

Carajo - dije sin pensarlo - gente repliéguense!

Aunque la misión se viera oscura, la idea no era volver, pero para eso se necesitarían mas movimiento, y desde donde estaba yo no tenía nada de visión.

Me moví con el arma empuñada, siempre manteniendome levemente agachado, hasta quedar en el rango de visión que me permitiera apuntar hacia Dyrdek y los gritos de cuidado

El avance de los bichos parece imparable, pero la gracia es que no necesitamos detenerlos, solo necesitamos movernos más rápido que ellos. Le doy un golpe al panel con mi rifle para abrirlo y veo los cables que lo están componiendo. Miro el modelo y el puenteo, por lo que saco mis herramientas y comienzo a trabajar:

 - "Es un estúpido modelo C8000, Señor. Fabricaba de estos en mi casa cuando tenía 13 años, mientras me masturbaba con la otra mano. La estúpida empresa que los fabrica los denomina "De seguridad" porque invierten el color del circuito para que se queme si intentar hacerle un puente. Solo tengo que creer que soy daltónico, cortar este cable y unirlo a este y... listo."

Termino de soldar y de inmediato el resultado ocurre a la vista de todos. Ninguna dificultad para alguien como yo y mucho menos cuando fallar significa que seré comida enlatada de bicho. Me pongo en movimiento para así asegurar la puerta desde el otro lado cuando todos mis compañeros atraviesen el umbral.

Ignorando el fuego enemigo que viene sobre él, uno de los bichos avanza sin cuartel hasta la posición defendida por Holbert y Malrick. Una de sus garras corta el aire, pero la potente armadura que todos los infantes pesados portan como equipo base hace su trabajo rechazando el impacto y salvando al fusilero de, si no una muerte segura, sí un impacto tremendamente doloroso. Mientras tanto, en el pasillo situado más a estribor una nueva garra atigrada abre camino antes de desaparecer revelando un nuevo pasillo lleno de más bichos guerreros buscando una nueva vía de tránsito. Y por si eso no fuese poco, colándose entre los compañeros bloqueados por el fuego supresivo aún más insectos aparecen en el primero de los pasillos. Cuando Malrick se aparta del bicho, una garra busca su cuerpo acertando en el lugar donde estaba antes de salir corriendo, pero sin causarle daño alguno.

Unos y otros avanzan hacia el pasillo, mientras Jack trabaja de manera febril en el mecanismo de la puerta aprovechando las pocas herramientas que lleva encima, empezando por desencajar el panel de control de un golpe y trabajando todo lo rápido que la sitación le permite. Sus esfuerzos ven frutos rápidamente cuando el panel caído suelta un sonoro "BLING" y las puertas se abren como si no hubiera emergencia alguna, revelando el enorme espacio del primer hangar, prácticamente vacío aunque con algunas muestras de lucha. No hay bicho alguno a la vista, ni supervivientes, ya evacuados previamente. Sin que el técnico haya podido dar más de un paso, el cabo Packard, que estaba esperando con una mirada clavada en la nuca de Jack, sale corriendo al interior del hangar adelantándose a cualquier orden y sin parecer poner mucho esfuerzo en preocuparse por su seguridad.

Sin pensárselo un momento, el sargento abre fuego hacia el primero de los pasillos, mientras continúa gritando órdenes por el comunicador. -Buen trabajo, Logan. Todos repliéguense al hangar y prepárense para cerrar las puertas cuando pase el último. Cuatro al frente, dos a los lados y el resto a la puerta. ¡Vamos, vamos, vamos, Holbert, quiero su culo metido en el hangar de una condenada vez ya! -El fuego no acierta al primero de los bichos por poco, pero su efecto se deja notar cuando varios de ellos inclinan las patas desorientados en el pequeño pasillo.

-¡Señor, sí, señor! -El tono de voz del fusilero, aunque intentando sin lugar a dudas aparentar normalidad y decisión deja un claro resquicio al temor y la duda en su modulación. Apartándose del guerrero, que todavía está trayendo la garra hacia atrás de su ataque al infante de armas pesadas, avanza a pasos rápidos hacia el resto de la escuadra, procurando en todo lo posible apartarse de las trayectorias de posibles disparos que sirvan para cubrirle, principalmente por parte de Trujillo.

- "¡¡Trujillo, vamos!! Hay que llegar a la lanzadera." -

Avanzo a paso ligero hacia el Norte por el corredor.

Iosi empieza correr para acceder y busca una posición de cobertura al hangar en el que se metían. Empezaba a pensar que era el comunicaciones del grupo y sin radio era un fusilero más, y tal vez de los malos.

NOTA: Si puedo disparar a algún bicho, sin herir a algún compañero lo hago. (Al no poder ver el mapa no se ni donde voy ni donde estoy)

La puerta se abre y el camino queda despejado para continuar, es el momento de moverme. Camino lo más rápido que puedo al panel interior de la puerta y me quedo ahí esperando a que todo mis compañeros las crucen:

 - "¡Vamos! ¡Vamos! ¡Muevan su trasero de una vez o se quedan fuera!"

Espero a que el último entre por ella para apretar la secuencia de cerrado y detener así el avance de los arácnidos en lo que, espero, sirva para detener un poco de su avance.

No podía entrar hasta que al menos estuviesen todos fuera de peligro, era el médico de campaña y no podía quedarme a salvo al menos hasta que todos los soldados también lo estuvieran. Esperé vigilando la zona a que todos los soldados se metieran mientras que con el rifle apuntaba hacia la oscuridad de los pasillos por si aparecían más bichos warrior, "podía poner el rifle en modo automático pero no me arriesgaba a ello".

Gente muevanse ahora!!! vamos vamos vamos!! - Sin pensarlo disparé a aquella bestia que no cejaba en destruirnos. Ese tipo de bestias nos comen y nos escupen
 

-gente atras atras, sigan al sargento. Holbert sigue moviéndote, Dyrdek ayúdame a mantenerlos a distancia - De nuevo sostuve mi rifle, apuntando a los monstruos que tenían casi agarrado al fusilero

Cuando las garras me pasan por delante golpeando mi armadura me doy cuenta que la sigo contando todavía, la voz del Sargento impartiendo órdenes y no pienso ponerme a dudar o peor aun discutirle, el entrenamiento funciona y le hago caso prestamente. - Si señor. - Con mi arma en mano corro hacia la posición marcada por él y cuando llego al lugar me pongo en linea con mis compañeros para cubrir y no quedar dentro de la linea del fuego amigo.

Escucho el disparo de Trujillo y los espantosos sonidos que emiten esas bestias y temo que el fin esté cerca. No estoy seguro de que vayamos a conseguirlo.

Siguiendo órdenes, los infantes inician o continúan el repliegue introduciéndose en el hangar de grandes dimensiones. El primero, el cabo, se encuentra muy avanzado en posición. El siguiente en entrar es Malcom Young, que avanza hacia la salida preparándose para cualquier eventualidad. Sin embargo, rápidamente desdeña la aparición de un ataque repentino, pues no parece haber enemigos. A izquierda y frente se alzan las diversas puertas que conducen del hangar a otros lugares, siendo la segunda de estas la que lleva a las lanzaderas. Todas ellas están cerradas.

Al otro lado de la tercera puerta del hangar, abierta por el técnico Jack Logan, el combate se recrudece. El fusilero Holbert corre hasta alcanzar a Artemiz, aprovechando la distracción causada por Malrick para evitar un ataque, pero es rápidamente alcanzado por el mismo bicho que lo persigue, atacándolo con una de sus garras ya que no alcanza a mucho más. Sin embargo, el impacto es desgarrador, provocando un tremendo alarido que por muy poco no derriba al fusilero y acaba con él.

Mientras tanto, Artemiz se repliega hacia el norte, avanzando al interior del hangar y vigilando los flancos bajo las órdenes. Logan lo sigue, alcanzando sin problema el otro panel de control de las puertas. Sin embargo, varios compañeros no parecen terminar de pasar, incluyendo a Malrick que se queda a lo que sería el otro lado de las puertas justamente, razón que lleva al técnico a posponer la acción de cerrado un momento más al menos. El cabo, introduciéndose en la garita de comando del hangar, comienza a teclear botones con un objetivo en mente, pero no parece tan sencillo como abrir una puerta.

Roberto Trujillo se encuentra de golpe asediado por uno de los bichos y puede ver en primera plana cómo Holbert recibe el impacto. A tan corta distancia, es imposible abrir fuego utilizando el rifle, por lo que la única opción que le queda es retirarse hacia el hangar, seguido esta vez sí de Malrick. Ambos atraviesan las puertas, y poco después lo hace el Sargento.
-¡Un momento más, ya casi está!
Aun así, podeis ver que la armadura del Sargento está dañada, aunque él parece indemne.

Más o menos a la vez, Charlie abre fuego con su arma tratando de ofrecer algo de cobertura, pero el arma se encasquilla bloqueándose por completo. Y momentos más tarde, el fusilero Holbert aparece doblando la esquina para tratar de introducirse en el hangar, con los insectos pisándole los talones.

Me dirijo al Norte a paso normal, doy media vuelta y apunto hacia el Sur para intentar cubrir a mis compañeros que todavía se aproximan por esa dirección.

La espera me pone demasiado tenso pero mis compañeros aún no logran atravesar a nuestra sala. Mi dedo me causa picazón por presionar el botón que cerrará la compuerta pero sé que hacerlo es condenar a muerte a mis compañeros. Sin poder aguantar más, grito:

 - "¡¿Vamos chicos, o quieren morir tragados?!"

Espero y espero hasta que el último de ellos atraviesa la puerta, momento en que presiono el botón y veo como los bichos se quedan al otro lado de aquel espesor de metal.

La oleada de bichos warrior aparecieron por el pasillo pero antes se dejaban avisar por el sonido de sus numerosas patas que se apoyaban en sus aguijones queriendo taladrar el propio suelo como si todo aquello que pisaran fuese enemigo dejando una huella de destrucción. Junto a estos sonidos los gritos e improperios de algunos compañeros de la unidad que habían sido alcanzados por ellos dejando tras de sí la agonía y el dolor de aquellas bestias que intentaban despedazarlo todo, abrí fuego pero el arma se encasquilló ¡jodida arma! ¿ahora me haces ésto? la utilicé a modo de combate para defenderme no había tiempo de desencasquillarla.

Aquellos seres con patas arácnidas se me echaban encima y la puerta se cerraría en breve así que haciendo movimientos malabares... pasé por delante de aquellos seres intentando esquivar los ataques punzantes de sus patas con mi arma dando volteretas y otros movimientos hechos a la desesperada.

Con un sonoro ruido, el engranaje que mueve la puerta se pone en marcha bloqueando el acceso en un movimiento descendente. Notando que las presas se les escapan, los bichos del otro lado del pasillo inician una carrera incesante hasta el mismísimo borde de la puerta, caminando incluso por las paredes, y varias garras se lanzan tratando de alcanzar un objetivo, siendo las de dos guerreros las más acertadas para alcanzar. Una de ellas pasa de cerca a Charlie, mientras que la armadura de Holbert recibe un impacto claro pero resiste por muy poco sin causarle daño alguno al infante.

Y así, la escuadra, relajada por haber superado la primera zona, se prepara para seguir su camino. Al otro lado de la puerta cerrada, garras de bichos tratan de manera infructuosa de conseguir acceso, pero quién sabe cuánto tiempo durará eso. El hangar parece limpio de la presencia de bichos, excepto la garra del guerrero que atacó a Holbert, aprisionada y destrozada en el suelo por el peso de la puerta. Por otro lado, la ausencia del cabo sigue siendo patente, y más cuando podeis escuchar el claro ruido de metal golpeando contra metal y una enorme maldición, seguida por un aviso del sistema de altavoces del hangar: "APERTURA DE EMERGENCIA DEL HANGAR INMINENTE. TODO PERSONAL NO AUTORIZADO MANTENGASE ALEJADO DE LAS PUERTAS. APERTURA TOTAL DEL HANGAR INMINENTE." No teneis muy claro qué ha ocurrido, pero parece que todo ese ruido ha sido tocar lo que no debía. Hullman reacciona de inmmediato, lanzando unas cuantas órdenes.

-¡Logan, trata de arreglar eso o se nos subirán los bichos encima! ¡Young, Dyrdek y Holbert apuntando a retaguardia a 25 pies de la puerta, Iosi, Trujillo, Prinston conmigo al norte! ¡¡Cabo, salga inmediatamente y póngase en posición apuntando al popa inmediatamente o le pego un tiro!! -Y hablando, avanza hacia la puerta a paso rápido.