Partida Rol por web

-Podrías lanzarme esa curación a mí, Pathfinder.- dice el hombre que se arregla como pude las ropas mientras acaba de abrir los ojos gracias a la magia que has usado con él.

-Nefti ¿Cómo es que ahora trabajamos con la Sociedad?.-

-El... resto hicieron un pacto con Hestia...-

-¡Con esa puerca! Bueno, pues bien hecho está si me ha librado de las garras de ese demente.-dice escupiendo encima del cuerpo del muerto.

Oyendo la sugerencia que Kafar le hace a Hendrick, el enano se apresura a interrumpirle:

-¿Acaso pensáis luchar con vuestras propias manos, Señor? -la palabra "señor" la pronunció con un nada disimulado tono de desdén. Después se volvió a Hendrick- Si ninguno de los nuestros necesita esa curación, lo mismo podría agradecértela, paladín.

- La curación que estaba destinada a tí ya se te ha aplicado. Estas despierto, consciente y muy poco agradecido con quien acaba de salvarte la vida, debo añadir, así que el resto de necesidades que tengas deberás cubrirlas tú solito. Y muéstrate un poco más colaborador - me quito el casco para poder mirarle directamente a los ojos (tirada de intimidar) - o entre los cuatro podemos dejarte como estabas hace un momento. Hestia nos pidió que te dejáramos ir, pero no indicó en que estado.

- Por supuesto Fist - miro al enano, mi mirada pierde dureza al mirarle -. Pero en el futuro hazme un favor, utiliza la cabeza para evitar los golpes en vez de para recibirlos ¿de acuerdo? - una sonrisa acompaña a la petición - ¡Ah! y no soy un paladín, aunque me halaga que me tomes por uno - Aplico mis manos sobre su cabeza -. Justa señora, por favor, ayuda a este bravo luchador y sana sus heridas para que pueda seguir defendiendo la justicia.

Fist es completamente sanado mientras Kafar no mejora su actitud hacia vosotros, sino que se echa a reir.

-¡Un Pathfinder con sangre, me gusta! Creo que me voy a ir a mi cuartel general para planear una venganza contra los que han provocado todo ésto! Gracias por el rescate.- Y enfila hacia la salida.

Los otros cinco prisioneros se muestran asombrados por el comportamiento de Kafar y a diferencia de él os empiezan a dar las gracias profusamente.

-Espera un momento, Kafar. Vosotros no sois los únicos que estabais cautivos, ¿no es cierto? No te pedimos ni ayuda ni nada por el estilo. Somos conscientes de que tienes que descansar, entre otras cosas. Pero dinos si sabes algo, o si has escuchado algo relativo al paradero de los demás autivos. -después se gira al resto de recién liberados- Y esa petición va por todos vosotros también. Demostrad vuestro agradecimiento permitiendo que otros sientan la liberación que estáis sintiendo.

Maedros sonríe con una mueca que está entre la mayor cortesía y la mayor perversidad, y pone la mano sobre el hombro de Fist

- No os preocupeis compañeros. Esperadme aquí un instante junto a Nefti, que aun no nos ha llevado hasta quien nos prometió después de todo. Yo hablaré un instante a solas con Kafar... creo que podré conseguir algo de información de ese modo. Esperadme un instante - dice cono tono de estar bastante seguro que podrá obtener algo de ese modo y de forma que sus palabras sean escuchadas por Kafar- Y no os preocupeis.- dice en tono mas bajo de modo que solo lo oigan sus compañeros-  Os prometo que no pondré en peligro nuestra misión ni la promesa que tomó Hestia - y tras tales palabras

Y tras estas palabras sale del almacén tras el siervo del aspid

-Por mi los demás cautivos pueden irse al infierno ¡Hatajo de inútiles y cobardes! Si hubieran combatido como yo... ni se donde están, ni me importa. 

Kafar abandona la posada mientras llama a gritos a Nefti para que le siga. Instantes después Maedros le también abandona el edificio.

Los otros prisioneros se acercan a Fist respondiendo sin ningún problema de forma amable.-¿No nos escuchaste, amable enano?, hace poco vinieron y se llevaron a muchos de los que estábamos aquí, mencionaron que se los llevaban a un barco llamado "El príncipe bromista" que está atracado en un muelle vecino. Dijeron que una vez que llegara "Ismacco" harían mucho dinero con ellos vendiendolos en el mercado chelaxiano. Eran semiorcos que apestaban a alcantarilla como las ratas.

-El pobre tipo ese que se va estaba siendo torturado y no lo sabe.

Sales detrás de él y te ignora, aunque no puede andar muy deprisa.

-¡Y tu que quieres ahora, Pathfinder!

Maedros le entrega la carta de la Paracondesa Zarta Dralneen

- Esto es para ti, Kafar. He velado por tu seguridad... por otros motivos como comprenderás. Y ahora... ¿hay alguna información que me puedas dar sobre este tema para que quede justificado ante los mios?

-Vaya, no sabía que tú... en fín, sí, diles que la responsable de esto es una noble idiota de una familia caida en desgracia llamada Lucía o Luscila o algo así, y de apellido Ismacco. La vi en el ataque, al parecer recibe poderes de algún dios oscuro, no sé de cual. Al parecer ella está detrás de los secuestros, o de éstos al menos, tan numerosos y tan atrevidos.

Al poco el hechicero entra nuevamente en la posada con una clara sonrisa satisfecha en los labios y se acerca a sus compañeros

- ¿Cómo va eso camaradas? - pregunta de muy buen humor

-Bueno -el enano asiente en agradecimiento a los recién liberados-, seguimos teniendo trabajo que hacer. ¡Al barco!

Y comenzó a caminar, zurrón al hombro, en dirección a la puerta por la que acababa de entrar Maedros.

- Tengo algunas novedades camaradas.- dice sonriendo- Finalmente mis dotes persuasivas han sido suficientes para meter algo de mollera en nuestro reluctante aliado. Pero antes de que os comente... ¿a donde llevamos a nuestros rescatados? - pregunta el hechicero con genuina curiosidad

- Quizás antes de que se marchen - digo refiriéndome a los prisioneros liberados -, pues presupongo que tendrán casas a las que irse, ¿verdad?, podrían contarnos qué le estaban preguntando a nuestro simpático y agradecido amigo Kafar y que respondió él. No dejaría de ser información que podría ser útil.

Mientras todos están hablando, me acerco al grupo de secuestrados que nos están agradeciendo la ayuda.

¡Bueno, bueno! No hay sido para tanto. Solo había que seguir las pistas... Bien, gracias por la información que nos habéis dado de los secuestradores, tenemos amigos entre ellos y hay que rescatarlos. Y vosotros, tened más cuidado en las próximas subastas, porque parece que os secuestran a todos cuando tiene lugar una de ellas. Y quizá sean tan listos como para enterarse de la siguiente subasta que hagáis, sobre todo si es una de esas secretas que tanto os gusta organizar. No sé si alguna de vosotros es alguno de esos subatadores, pero si lo fuera yo, me andaría con ojo. Quizá si lo deseais, y en señal de agradecimiento por ayudarnos a buscar a nuestros amigos, podría acompañaros como guardaespaldas. Por supuesto, sería gratis, pero solo en la siguiente subasta. Las demás tendría que cobrarla... ya me entendeis.

Uno de ellos responde a Hothar.-Hum, pero es que la localización del lugar es secreta y no podemos revelarla, lo siento. Ni siquiera para llevar guardaespaldas. Es por eso seguro por lo que nos secuestraron ésta vez.-