Partida Rol por web

Varek sale afuera y me observa, con lo que le devuelvo el mismo signo de inquietud. Asiento a los demás para asegurar, respaldar las palabras de mi sangre. Cuando termina de hablar preguntando esa retorica, me dispongo a responder con voz ronca - Puede que los Dragones Blancos tengan gente vigilando toda esta isla, estar precavidos -

Dí por terminada la búsqueda dentro de la casa del tal Lucius en cuanto ví salir a Egil, al verlo solo le salude con dos dedos levantados, sin levantarme de donde me encontraba, pero observando por sí en algún peligro se metía al irse a su destino que desconocía. La sugerencia de Botas era lo más sensato en este momento. - No, nadie irá a la boca del lobo a pelear, seríamos comida para peces enseguida. Todo aquél que nos acompañe sería tratado como de nuestra tribu - respondí a la idea de Varek, después de todo teníamos compañeros que proteger, sí no podía con una simple tarea como esa, menos podría ser jefa de mi propia tribu el día de mañana.

- Ya que estamos todos de acuerdo, de vuelta a la posada - dije algo más animada, mientras tomaba rumbo.

Mientras el cielo mudaba su color, pasando del azul al verde y finalmente los tonos cárdenos del crepúsculo, los compañeros trazaron unas lineas para definir su horizonte, no era gran cosa, pero por lo menos ganarían algo de tiempo. ¿Qué mejor para hacer planes que descansando en un lugar tranquilo, con algo para beber y la tripa llena?

Desandaron el camino por el que habían venido siguiendo a Egil, cruzando la zona de los templos, ahora que no tenían tanta prisa pudieron contemplar mejor los distintos edificios alzados a los distintos dioses venerados en la isla... de hecho más que templos a un dios, lo que eran edificios a un aspecto, como la Fertilidad, el Conocimiento, la Guerra, grandes edificios que en su interior albergaban distintas capillas destinadas a los dioses más poderosos... o los que contaban con más feligreses, o los más ricos.

Cuando dejaron la zona a sus espaldas encontraron un panorama muy diferente, gran parte de los grandes negocios, los instalados en los edificios, estaban cerrados ya, y varios espacios que se distinguían entre las tiendas que recogían se adivinaba que algunos de los tenderetes ya habían recogidos sus cosas y alejado de allí. Resultaba todo bastante más lúgubre, más inhóspito. Pero aún así, de distintas tabernas, salía luz por sus ventanas abiertas por las que se escuchaban algunas risas y algún canto.

Así fue como llegaron a La Pluma del Estudiante. Un par de tipos grandotes les franquearon al paso con un asentimiento, mientras los compañeros entraban.

Continúa...

El lugar se mostraba alegre, la mayoría de mesas tenían un par o más de hombres sentados comiendo y bebiendo, algunos conversando de forma confidencial, otros entre risas y pullas, como el caso de una mesa de jóvenes de unos quince años, con túnicas grises y las manos manchadas de tinta.

Entre las mesas habían un par de mozas de muy buen ver, que iban y venían sirviendo mesas aquí y allí, dejando caer miradas pícaras y eludiendo manos ligeras con destreza.

Al veros se os acerca Desi quien os ve, o huele, nada más entrar.

-Buenas noches chicos y chicas, veo que el hambre os ha traído temprano. Suerte, por que esta noche hay más gente de lo esperado y al ritmo que van pronto terminarán con el puchero jejeje. Tomad asiento.

Cuando el grupo preguntó por estar en un lugar más discreto la mujer los miró con sorpresa un momento antes de añadir.

-Aquí a bajo solo hay la cocina y el salón, cuando terminéis podréis ir alguna de las habitaciones que Shyria ha preparado.

Continúa...

Me parece bien, hablemos mejor en alguna de las habitaciones, tranquilamente despues de cenar y darnos un baño. - Botas habló encaminandose a la posada en la que se hospedarian, aun divagando en como podrian hacer las cosas, en como... podrian empezar a llevar aquella misión a cabo.
Una vez dentro de la posada se sento, pidiendo algo para cenar, y una jarra de cerveza, ya que por raro que le pareciera aquello le aligeraba la cabeza y le despejaba la menta, y más con la idea de una ducha reconfortante rondandole.- Gracias - Pronuncio al escuchar que tendrian las habitaciones ya preparadas, bebiendo a largos trago des su jarra.- Y bien... ¿En que habitacion nos vemos? - Miró al grupo, a la espera de una respuesta, pues... ya deseaba ir a sacarse esa ropa y ponerse otra más comoda.-