Partida Rol por web

_{(escena identica a la imagen)}

Despiertan.

Se encuentran en un lugar oscuro, levemente iluminado por una luz  de una vela a punto de apagarse en una extraña linterna. Hay marionetas de madera, colgadas,  una esquina llena de cajas, y un estante donde hay un muñeco de payaso.
Les duele la cabeza. Estan confundidos, y no saben donde están.

Cuando Noelia despierta lo primero que suela es un gritillo, pues está al lado de una figura humanoide, tirada en el suelo (¿qué es eso?), sea lo que sea le da un buen susto a la niña.

El sonido del grito hace que les duela más la cabeza.

Buscan alrededor: Veronica no está con ustedes.

Cuando abres los ojos, lo primero que vez es ese muñeco con cara de payaso en la esquina, y ya sabes lo que eso significa. Estas muy asustado. Tu voz comienza a temblar, todo, es horrible, no sabes donde estan y hay un muñeco de payaso..

José vio que algo empezaba a salir de la calavera y entonces todo se oscureció.

Cuando la luz volvió a sus ojos estaba en un lugar extraño. "¿Estoy soñando" La cabeza le dolía un poco, como cuando se ponía enfermo y se levantó poco a poco, intentando descubrir que había pasado. El lugar daba bastante miedo y no le recordaba a ningún sitio que hubiera estado antes. Estaba bastante asustado, pero era un chico valiente.

- ¿Que ha pasado...? - Apenas pudo terminar la pregunta cuando el gritillo de Noelia le hizo agarrarse de nuevo la cabeza. - Jope, Noe, no grites. Entonces miró a la niña y vio lo que había a su lado, pero se dio cuenta de algo peor. "...."

- No, no, no... - José giró la cabeza a un lado y a otro y se levantó tambaleándose debido a la pequeña jaqueca. - ¡No, no! Empezó a correr por la sala, sin ver rastro alguno de su hermana por ningún lado. Llegó hasta la enorme puerta e intentó abrirla, gritando.

- ¡Verónica, Veve! ¡¿Dónde estás?!

Se despierta tirada en el suelo, y con un dolor de cabeza de aupa. Au...Se estaba levantando casi arrastrando aun algo confusa, cuando escucha el grito de Noelia.

Noe..! ...Su rostro se quedó petrificado al ver la sala, ver que estaban encerrados, y que Veronica no estaba.

Nos...nos..nos ha raptado el hombre del saco. Es todo lo que se atrevió a decir antes de coger a Noelia de un pie y arrastrarla hacía ella para separarla del monstruo gigante, la marioneta grotesca, fea y de mal aspecto. NOS HA COGIDO! Chilló nerviosa sin importarle demasiado en ese momento el dolor de cabeza.

se despierta y comienza a gritar cuando observa algo a su lado, rozandola. Se aparta deprisa, cerrando los ojos, cayendose al suelo, donde empieza a llorar, y a temblar , presa del panico. La mención del Hombre del saco, no hace mas que acrecentar su pánico.Nota que alguien tira de su pierna, dando patadas para desembarazarse y conseguir liberarse.

-¡¡¡NO, ALEJATE DE MI, ALEJATE DE MI, NO ME TOQUES NO SOY TU MUÑEQUITA, NO QUIERO JUGAR CONTIGO..NO !!!

Una vez libre se arrastra, huyendo, hasta refujiarse en un rincón.Su cuerpo recogido, acurrucado, solo se balancea de atras a delante, mientras su mirada parece perdida en el vacio.

-¡¡¡MAMA!!! ¡¡¡MAMA, VEN, NO DEJES QUE SE ACERQUE!!!.¿MAMAAAAAAAAAAAAA?

Mateo se dió cuenta de un detalle del escenario que... que... no... ¿por qué? ¿por qué tenía qué estar ahí? ¿POR QUÉ? ¿POR QUÉ ESO? ¿POR QUÉ? ¿POR QUÉ? ¿POR QUÉ?

- !!NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!! -grita con todas sus fuerzas el niño.

Un charco se crea en el centro de sus pantalones: se ha meado.

- ¡¡¡NOOOOO!!! ¡¡¡NOOOO!!! -repite a gritos tapándose los ojos, llorando y combulsionándose-. ¡¡NOOOOO!!

Ciertamente la situación es tensa.

José busca, pero lo único que encuentra de su hermana es la bolsa donde estaban las caracolas. Mientras Rafaela abraza a Noelia, a pesar de no entender que esta diciendo, y Mateo transformado, mira al muñeco con cara de payaso del estante con terror, se ha orinado del susto, la gran mayoría estan en estado de shock y el único que parece estar más calmado, aunque alarmado por la ausencia de su hermana es Jose.

Al parecer Rafaela tiene razón los han raptado.

No quiere abrir los ojos llorosos, mientras no para de gritar llamando a su mamá. Nota unos brazos que la rodean, asustandola aún mas..

-POR FAVOR DEJAME YA..SOLO QUIERO ESTAR CON MI MAMÁ..POR FAVOR

temblorosa, abre los ojitos un poco, observando parte de la habitación, viendo el muñeco humanoide, y a Rafaela.

-NO, POR FAVOR RAFAELA, QUE NO ME COJA, NO ME DEJES CON EL..POR FAVOR

Abrazandola tan fuerte, que casi hace que la pobre chica apenas pueda respirar...

Ai...no me aprietes tanto le dijo en un hilo de voz a Noelia al notar que casi no podía ni respirar. Vale..vale...au...Observo la habitación donde estaban, había una cadena, una cadena atada a...¿que era eso? ¿una caldera?

Instintivamente se miró las piernas, por si acaso estaban ellos encadenados y no se habían dado cuenta.

José golpeó un par de veces la puerta con puños y pies, desesperado, pero ésta no cedía ante sus fútiles intentos de abrirla. Se dio la vuelta, con gesto decidido. Se pasó la mango por los ojos, pero las lágrimas no paraban de brotarle y moqueaba. Respiró profundamente. Debía ayudar a sus amigos y luego encontrarían a su hermana. Vaya que si que lo harían.

Escaló con cuidado los estantes y cogió al payaso. Cuando se bajó lo metió en una de las cajas. Luego se acercó a Mateo, todavía lloroso pero más tranquilo. Se agachó y le puso la mano en el hombro. - Venga, colega, tranquilo. - Le susurró, con voz calmada. En ese momento se fijó en el charco que había en sus pantalones. - ¡Pero Mateo, te has hecho pis! - gritó haciendo un gesto de asco, pero recordó que debía intentar tranquilizarlo. Así que guardándose su mal humor, se centró de nuevo en su amigo. - Bueno, no pasa nada, ¿vale? El payaso ya se ha ido, ya no está. No te va a hacer nada.

Entonces se levantó, mirando a las chicas. - Venga, tranquilizaos todos. - Se acercó a Rafaela y la levantó, separándola de Noelia. - Rafaela, tu eres muy fuerte y muy valiente. Si viene el hombre del saco, le daremos una buena tunda, ¿si? - Una pequeña sonrisa asomó en su rostro, aunque algún que otro moquillo le resbalaba por el labio. Por último habló a Noelia  - Y tu no seas tan llorica. Son solo muñecos de madera. Vamos, levántate. - Le tendió la mano para ayudarla.

-¿Solo son muñecos?, snif, sniff, ¿de verdad?

Apoyandose en la mano de José, para ponerse de pie, y restregandose los llorosos ojos. Los abre, y comienza a darse cuenta del lugar, calmandose lo suficiente, sin dejar de brotar lagrimas por sus ojitos.

-¿Donde estamos?..¿que lugar es este?

Observando el lugar, pero aturdida y saliendo del shock..

El payaso ya no esta a la vista de Mateo, pues José lo ha escondido, así que comienza a calmarse. Noelia esta confundida, no sabe donde esta.

Hay una especie de instrumento de metal, que algunos de vosotros identifican como una caldera,  el estante esta vacio, las pilas de cajas estan ahi, y el muñeco que más parece un robot esta tirado al lado de ustedes, parece desarmado, o roto, por lo que no parece servir. Hay algunas cadenas en el piso, de madera crujiente, que al dar algunos pasos pareciera que  se va a romper. El olor es poca ventilación, papel guardado, y pis (por Mateo)

La puerta tiene una manija circular, y parece reforzada.

No se escucha nada además de ustedes mismos.

Rafaela fruncio el ceño ante las palabras de Jose Pues claro que si, soy la mas fuerte ya apenas le temblaba la voz, aunque si los labios, para evitar un llanto al estar encerrada en aquel lugar. La muñeca se había movido.

Tenemos que..que salir de aquí Se acercó a la puerta con la cadena pisando con un poco de tiento, aunque no demasiado las tablas que estaban bastante tocadas, e intentó abrirla, pero era reforzada y no podía, era demasiado pequeña. Sus mejillas se pusieron rojas por el esfuerzo y empezó a sudar ligeramente.

No..no..no puedooo Resopló con un gruñido y un sollozo dejando de hacer fuerza con sus manos. Girándose a los demás, para poder hablarles; se había percatado de que uno de ellos se había meado, porque olía y se le veía, pero no dijo nada, no era momento de reirse por eso, eso vendría después. 

¿Visteis a la muñeca? La muñeca abrió los ojos, seguro que estaba encantada, seguro que era mala y que quería cogernos, es una amiga del hombre del saco. Una lagrimilla casi se le escapó y tuvo que sorberse el hilillo de agua que bajaba por su nariz. Hay papeles, igual allí hay algo!
Parecía histérica mientras intentaba ver como subir para cogerlos sin tirar todas las cajas. Ayudadme jopetaz!! Dijo muy enfadada. Que como no lleguemos a la comida nuestros padres se enfadarán! 

Mateo se va calmando progresivamente. Intenta controlar su respiración, tomar bocanadas más largas y profundas. Oye a sus amigos... pero es como si no les escuchara. Algo del hombre del saco, muñeca que abre los ojos, nuestros padres... ¿Y qué es esa húmeda sensación? No... me he vuelto a mear... oh, no..., piensa. Reacciona, Mateo, reacciona, Mateo...

- ¿Qué... qué es este-te-te sitio? -pregunta confirmando a sus compañeros que no se ha enterado de nada.

Cuando Rafaela trata de tomar las cajas, estas se vuelcan, caen algunos libros  viejos y  se siente un sonido metalico: una llave

Consigue ponerse de pie, avanzando temerosa. Entonces Rafaela tira las cajas, y se asusta, escondiendo la cabecita entre sus brazos. Abre los ojitos y mira entre las manos que le cubren el rostro.

-Mirad, una llave y..¡¡¡libros!!!

Le gustan los libros, acercandose a ellos. Coje la llave con cuidado y la mira.

-Mirad, una llave ¿servirá para abrir la puerta?

Extendiendola hacia Rafaela, mientras se dispone amirar los libros.

-¿Serán cuentos de los niños que viven aqui?..a ver

José asintió ante las palabras de Rafaela y se alegró mucho de que tanto Noelia como Mateo se estuvieran tranquilizando. Una pequeña sonrisa asomó a su rostro. Fue a ayudar a Rafaela con las cajas pero en ese momento todas cayeron al suelo, montando un revuelo de libros y... "¡Una llave!"

- ¡Uo, Uo! - dijo, echándose para atrás, sorprendido. Inmediatamente recriminó a la chica, airado - ¡Pero que haces! ¿Eres tonta del bote? ¿Y si el hombre del saco nos oye?

En ese momento Noelia extendió algo hacia la otra niña. "¡La llave!" Ahora podrían encontrar a su hermana. Buscó rápidamente por la sala algo que pudiera usar como palo. Como ése bicho hubiera tocado a Verónica, le iba a dar una de aupa...

- Venga, Mateo, busca un palo o algo así. Rafaela, vamos, abre la puerta.

Quería buscarla ya. No había tiempo que perder y menos con alguien malo por allí cerca.

Mateo se pone en pie confuso y observa toda la situación de la llave sin mediar palabra. Echa una ojeada con detenimiento a la sala buscando algo que pudiera usar como arma, pero eso no se le iba a dar bien...

- Yo soy el rey, ellos me protegen... -se susurra a sí mismo.