Partida Rol por web

Ven entrar a un sujeto de aspecto demacrado, cabello revuelto y ropa arrugada. Piensan que se equivoco de vuelo, pero no, esta donde debe estar.

Observo entrar a un tipo bastante raro y me paro un momento frente a él,-Disculpe señor, se ha equivocado de vuelo- le digo mientras lo miro de arriba a abajo con cara de asco, le hago un ademán con la mano para que se largue.

William mira a la chica que entro y luego asiente con la cara, cuando ve que viene otra persona mas al avion.

- Si tambien quisiera un martini... Señor creo se equivoco... No tengo dinero arriba pero le hubiera dado sino... Sinceramente creo que venir a un jet es mala idea para usted, Liz vamos para atras cualquier cosa se ira ahora nomas.

 Mientras me pongo al lado de Liz

Entro en el Jet y lo primero que me encuentro es a la zorra paliducha de la tienda de licores mirándome con esa cara de inútil. Me pongo ligéramente tenso, como siempre que se acerca una mujer. Su limitado intelecto le permite articular unas palabras, lo cual es ligeramente sorprendente. Dice que me he equivocado de vuelo. Hay otro joven a su lado que me suelta una serie de palabras que me cuesta procesar. Quizás he bebido demasiado. Bah, nunca es demasiado

-No, no me he equivocado- digo a la zorra mientras la miro con notable desprecio -Puesto que esto no es un prostíbulo, quizás seas tú la que se haya equivocado.

Y tú- digo mientras miro al joven- puedes meterte tu opinión donde ella guarda el sentido de la estética. 

"Pelmazos" pienso, mientras intento esquivarlos y llegar hasta el preciado alcohol.

Escucho al vagabundo e intento tragarme mis palabras -Definitivamente mi tío tenia buen gusto para lo lujoso, pero se codeaba con gente rara- Pienso. 

Mientras el desaliñado hombre hablaba me pude percatar de su asqueroso y nauseabundo aliento a alcohol, hice una mueca de asco y decidí ignorarlo. Me giré hacia William  - Vámonos a la parte de atrás, deja al borracho vagabundo que disfrute de un poco de lujos, no merece la pena ni gastar saliva en él-,Tras soltar mi frase cojo la mano de mi acompañante con descaro, le sonrío y tiro de él caminando hacia la parte trasera del jet.

-Bienvenido señor LeBlanc- dijo la azafata con una sonrisa e ignorando el intercambio de palabras. Al parecer estaba acostumbrada a ese tipo de situaciones-. Cualquier cosa que desee solo tendra que informarme o servirse usted mismo. Como guste. Me llamo Jessica y estare a su disposicion.

La mujer era voluptuosa y tenia una voz un tanto irritante. Espero a que LeBlanc le diera alguna indicacion y luego fue ha preparar los martinis. Por suerte siempre se anotaba como era cada trago...

William acompaño a la parte de atras a Liz, sinceramente esto era la vida, un jet, una hermosa joven y una parte trasera con cine y demas cosas que mas podia pedir alguien.

- Espero que saquen a esa persona debe ser un borracho mas...  

Mientras la mira-.

-Lo dudo, ya has oído como lo saludaba esa azafata, alomejor es algún novio suyo al que ha colado en el vuelo esperando a que no lo notásemos-. 

Me giro hacia William, mirándolo a los ojos, sonriente mientras le digo 

-Bueno y que hacemos mientras llegan los martinis... ¿Peli?- 

LLegan a la parte de atras del avion, apenas traspasan la puerta casi se caen de espalda. Un enorme sillon en forma de media luna con comodos almohadones se abrea ante ustedes y un televisor enorme, precioso, colgado de la pareded. Jamas vieron una sala como esa en su vida.

Tras preguntarle a William lo que le gustaría hacer, me giro para encontrarme de cara con la enorme sala.

-Esto mejora por momentos- Murmuro, intentando disimular mi cara de asombro y fascinación.

Me dirijo al sofá más cercano a la televisión y me siento ahí. Giro mi cabeza hacia atrás,

-Vamos no seas tímido, entra- Le digo a mi compañero. mientras doy una palmadita al asiento justo a mi lado.

Había ido a conocer a mi padre, nunca habia salido de mi barrio para nada y ahora estaba a kilometros de distancia, sola y sin saber que hacer o hacia donde dirigirme. El gorila mudo me lleva al ferrocarril y me queda ahí sin ninguna información.

¿y ahora que pasa? le pregunto aún sabiendo que seguramente no me responderá. gracias pero no quiero nada, tan sólo llegar a mi destino cuanto antes.

LLevaba horas pensado que todo esto de venir había sido mala idea, y ahora me estaba empezando a arrepentir. Me quedo al lado del guardia esperando alguna reacción por su parte. espero que esto termine pronto...

Una vez llegan la estacion de tren y despues que el guadia recibe alguna clase de instruccion a travez de su audifono, hace una seña hacia un sujeto enorme. Es sin duda el tipo mas grande que hayas visto, mas de 2 metros y musculos de toro. Luce constantemente una sonrisa impudica, como si pudiera hacer lo que quiera sin que nadie pudiera evitarlo.

-Hola señorita Anders- dice mirando a la joven de arriba abajo-. Disculpe las molestias, pero hay que asegurar la seguridad de todos- ese "todos" llama inmediatamente tu curiosidad y te preguntas porque necesitas seguridad-. En fin, ya hay tres personas en el Jet, acompañara a uno de los chicos quien la llevara hasta el avion.

Una señal y un tipo casi identico al que te condujo hasta alli aparece, un simple movimiento de cabeza del enorme sujeto y este comienza a llevarte hasta una puerta que esta bien apartada de la mayoria de las personas.

Sigo al tipo grande sin decir palabra sabiendo que seguramente será inútil hacerlo y arrepintiéndome todo el tiempo de estar allí. esto es muy raro....asegurar nuestra seguridad? de que va todo esto? tan importante era ese hombre?

El guardia que te acompaña hace un suave gesto con la cabeza para que traspases la puerta, caminan por una largo pasillo donde no se cruzan con nadie. Tu escolta es tan mudo como todos los demas, pero eso se olvida en el momento en que vez el Jet. Este esta en una pequeña pista de aterrizaje, ni siquiera sabias que podia haber una en ese lugar.

No es como cualquier Jet, es uno que no encontrarias en ningun lugar. Hecho a medida, es tres veces mas grande que un Jet comun y parece tener capacidad para unas 16 personas. En su interior todo el blanco con adornos negros, los asientos son tan comodos que piensas que jamas volveras a sentarte en algo tan mullido y relajante como eso. Tienes a tu disposicion bebidas alcoholicas de todos los colores y una mas fuerte que la otra. Apenas entras ves que hay un sujeto muy desarreglado haciendo un buen ruido mientras revisa la gran coleccion de botellas de licor.* A su lado hay una azafata muy hermosa y voluptuosa.

Cuando Liz y William te dejaron solo pudiste darte el lujo de elegir el licor que mejor se adaptara a tu paladar, justo en ese instante aparece otra pasajera. Una muchacha con le pelo rojo.*

Nada más entrar pongo cara de tonta, jamás había estado en un sitio tan lujoso y era probable que fuese la última. me siento en donde me indican y me pongo a observar todo ese lujazo. Me acomodo en mi asiento sin saber muy bien de que va todo eso, se suponia que el señor Nallop no sabía quien era yo, y si de verdad lo sabía, había sido un miserable por dejar a mi madre sola con una niña sin casi recursos. La verdad es que nos debía mucho tanto a mi madre como a mi. ¿sabría de mi existencia y a última hora se sintió culpable por haber sido tan mal padre?.

El ruido que hacía uno de los pasajeros llamó mi atención, me puse a contar los asientos. 16. serian todas estar personas herederas??

Perdone . me dirigia al pasajero que hacía ruido con las botellitas. ¿puedo preguntar por que está usted aquí?

La zafata, quien habia estado profundamente concentrada mirando las botellas que eran manipuladas por Bob, sale de su sopor y se acerca a Paula.

-Bienvenida señorita Anders- su voz era chillona y algo desagradable-, cualquier cosa que necesite no dude en pedirmelo, pongase comoda y disfrute del vuelo. Justo detras de mi hay una sala donde podra ver cualquier pelicula o las noticias, justamente en este momento el señor Richards y la señorita Morgensten estan alli- eso parecio hacerle acordar de algo ya que se tapo la boca sonriendo mientras exclamaba-. ¡Los martinis!- luego salio rapidamente hacia donde deberia estar la cocina moviendo mucho las caderas y sin darle tiempo a Paula de hacer ningun pedido.

Había una limusina en mi puerta, y enarco una ceja, lo del tal Nallop iba en serio, voy con una medio sonrisa y me siento dentro, jugueteo con los pulsadores de las ventanillas y les pregunto cosas, que éstos no responden. 

El viaje en coche se me hace un coñazo, pues pronto me aburro de las ventanillas y sus silencios, hasta que llegamos a la estacion de trenes, trenes? No me jodas.... Uhhhhhhhh..... Por todo lo alto. Allí veo tiendas, y me compro algo de comer y una cerveza, pues la gente me agobia un poco....bastante.

-Joder, y ahora que? Al anden 9 y 3/4?- Le digo con una sonrísa sarcástica al guardaespaldas...

El guardia no hace gran caso de tus bromas, de hecho ni siquiera te mira, parece muy concentrado mirando a su alrededor y recibiendo alguna clase de mensaje a travez de un intercomunicador en su oreja. Entre la multitud aparece un tipo, grande, enorme mas bien, calvo y con tanto musculo que no entiendes como logra caminar.

-Taylor- dijo Samuel con una sonrisa cruel. Sabias quien era, al igual que tu habia sido salvado por Nallop, pero en su caso fue acusado de violacion seguida de muerte. Era alguien sanguinario y terrible, notaste cierto rencor en sus ojos, de seguro porque te consideraba una amenaza, alquien que pudiera meterse con su estilo de vida-. Te esperan otros en el Jet- dijo simplemente, luego y sin ser llamado, aparece otro guardia que te escolta hasta una puerta muy alejada de la gente y curiosamente vigilada-. Nos veremos en el avion Taylor...