Partida Rol por web

En tanto el grupo se divide en dos (los que se van a saquear todo lo que no esta clavado, que parezca minimante bebible(Claus) y que le siente bien (Blancaflor). Verne parece atender a Gregory que intenta dar coba a Phil para sacar algo más de tajada de todo esto.

Como si fuera una manzana y vosotros los deseoso gusanos que quereis llegar a su corazón, os abris paso por las callejuelas que no tienen peligro de convertiros en asados, mientras que el hamster de Claus anda olisqueando y se dirige con esa energia y concentración que os hace recordar  el porque es mejor dejarle en paz cuando anda la bebida de por medio. Se dirige a una gran cabaña, que parece ser la del hechicero, al parecer el hombre vivia bastante bien y por la forma que corre tiene una buena provisión de bebidas espirituosas.

Cuando entrais en ella, os dais cuenta de que es más grande por dentro que por fuera, apenas podeis ver el techo que esta sujeto por ostentosas columnas, y por los abanicos que hay tiradas por aqui y por alla, las abanicadoras se han marchado cuando se ha roto el hechizo, desgraciadamente llevandose todo lo minimamente dorado con ellas. Pero para alegría de Claus, no se han dado cuenta del habitaculo detrás del pequeño trono, alli lleva a una pequeña despensa que podria durar meses a un hombre disoluto, a su hamster y a él unos dias a lo sumo(y eso controlandose)...

A un lado del trono hay un gran espejo, antes de que pueda inspecionar con curiosidad lo que hay en la despensa, una voz en llega desde ella :- ¿Que está pasando? ¿Han llegado los Elegidos ya? Tu bola parece estar fallando y esta maldita arpia no deja de hablar todo el rato...-

En tanto los otros se han ido a saquear, Gregory intenta  convencer a Phil de que les suelte algo más, utilizando sus dotes inquisitivas, que un zombie con un solo ojo que se esta pudriendo empiece a mover su putrida lengua de un lado a otro, mientrás que te mira inquisitivamente y te recita un montón de convenios puede con cualquiera, aunque Phil le dice:- Mira por mí os daría todo... por favor no te acerques tanto, ejem, pero es mejor que hables con la princesa, por mi os doy lo que tengo, aunque preferiría daroslo yo, no que me lo quiten- Mientras mira con el ceño fruncido al conejo de Verne que intenta hacerse el inocente, trás el intento de latrocinio frustrado.

Finalmente llegais a la posada, que tiene el mismo toque rústico-pobretón del resto, al entrar os quedais con la puerta en la mano como quien dice y teneis que tirarla a un lado, trás avanzar por el polvo os dais cuenta de que lo único que tienen para beber es un liquido verdoso en el que pone "bebedizo X, gran reserva".

Blancaflor fue tras los pasos de Claus que a su vez iba tras los pasos de su hamster en busca de algo decente para ponerse (Blancaflor... el hamster buscaba alcoholo y Claus aparentemente lo mismo).

Tras recorrer gran parte de la villa, terminaron entrando en la que parecía ser la mansión dominante del lugar: la guarida del difunto mago. Como el tío actualmente se encontraría dialogando con LA MUERTE, a la chica no le pareció inapropiado irrumpir en aquella propiedad. Después de todo, el viejo dueño no necesitaría de aquellas cosas del otro lado y ella andaba luciendo aquellas pintas de zaparrastrosa mujerzuela de burdel por su culpa. De alguna manera tenía que resarcirla.

Mientras recorrían el interior, ella asombrada, el gnomo y el hamster sedientos, una voz extraña surgió de un espejo cercano al trono. -Elegidos? creo que hablan de nosotros... te parece si le tiramos la lengua a ese espejo mágico?- la chica estaba emocionada. Pocas cosas le gustaban más que el cotilleo y esta era la oportunidad perfecta. A saber que chismes le contaba el artefacto aquél. Mientras no empiece con eso de la más bonita del reino y que blablabla... seguro que vamos bien!

Mientras estoy llenando mis maletas con el tesoro recién descubierto, a la par que mis bolsillos, oigo una voz que dice algo de unos elegidos.

—¡Vaya, un espejo que habla! —grito al oir la voz del espejo. Cuando tengo todo lo que puedo cargar y algo más, cojo un par de botellas en cada una de mis manos, les arranco el tapón con la boca, y le digo al espejo— ¿Y tú quién eres? ¿Una especie de guardián del tesoro? ¿Tú no tendrás algo de beber, no?

Al ponerse Claus frente al espejo la imagen se vuelve más nitida, es un hombre imponente con una sotana engalanado con un poderoso casco, con una vara de metal que lleva una gema que brilla de distintos colores. Al ver quien es su interlocutor dice:- A no ser que mi hermano de clan se haya hecho aún más pequeño, me temo que estoy hablando con uno de los Elegidos ¿No?- Os dedica una mirada furibunda y os dice:- No se que os pensais al tratar de liberar a la princesa y que os habra ofrecido a cambio, pero no teneis nínguna oportunidad de enfrentaros a mí y sobrevivir. Volver por donde habeis llegado y olvidaros del asunto, ya revivire a mis hermanos y volveremos a rehacer nuestros talismanes de poder.- Entonces se para un momento y os mira divertido antes de preguntar:- ¿Por que sabeis quien es la princesa, verdad?-

—Eh... Yo. Sólo que voy disfrazado de gnomo gigante del espacio ahora en miniatura. ¿Porque no sales del espejo y te unes al saqueo de alcohol? Ya habrá tiempo de pelearnos después... ¡Ahora toca fiesta!

Verne coge la botella y destapando el tapón huele un poco del brebaje... con tal de tasarlo, y lo guarda en la mochila... creo que esto enviará a Ziffbong a cualquier batalla con el triple de su ímpetu... siempre que no se la beba Antes del combate.  ¡¿ASIMOV?! ¡¿ASIMOV!? - El conejito blanco no estaba por ningún lado. Verne decidió pasear por lo que quedaba del pueblo en busca de sus compañeros y quien sabe si alguna tienda o drogería donde comprar algun buen material para hacer pócimas de poliformación.... Verne querría volver a ser una conejo... permanentemente... pero mientras no estaría de más transformarse en poderosos guerreros o letales lagartos escupefuegos

La figura mira al gnomo frunciendo el ceño y dice:- Por que sera que me parece que además de tener aliados inutiles tengo tambien enemigos impresentables...- Resopla y señalandote con el dedo:- Diviertete, pero solo te digo una cosa, ni intentes acercarte a la princesa a mi torre, sino terminare con tu miserable existencia...- Y sin decir más desaparece. Lo cual permite que ya podais centraros en tomar vuestro descanso, con todas las posesiones del anterior dueño de ellas(Como diría Gregory pro bono para el proletariado que lo ha saqueado).

Te alejas de la pareja, al fin al cabo Gregory es el que más posibilidades tiene de sacar algo en claro en cuanto a vuestra recompensa por terminar con dos hechiceros. Además quieres ver si hay algo interesante en la pequeña aldea sectaria, que ahora sin su gente es bastante sombria y bueno tambien se esta quemando por momentos, dentro de poco no habra ningún edificio que no este lleno de llamas. Tras dar una vuelta encuentras a Asimov enfrente de un edificio más grande que el resto , Asimov te dice moviendo su hocico:- Hermana ya podrías haberte dado prisa, el gnomo, su maldito hamster y la emperifollada estan arramblando con todas las cosas de valor, yo habría ido, pero ese hamster me tiene ganas- Y sin decir más se mete de un salto a tu bolso. En el interior del edificio puedes ver a Claus y a Blancaflor indagar entre botellas y vestidos, al parecer han tenido una buena recolección...

Blancaflor estaba demasiado ocupada pensando en su atuendo y como lo cambiaría como para tomarse en serio lo que decía el tipo del espejo. -Oh vamos... que carácter tan avinagrado!- la mención de que ellos eran impresentables no le había caído muy bien. Aunque si se miraban... su vestido era un desastre y el gnomo no tenía mejor aspecto luego de haber estado bebiendo y luchando todo el día... tal vez fuera cierto que eran unos impresentables, pero ella estaba segura de que al menos eran unos impresentables con clase.

-Bah, Ziffbong, no le haga caso. Evidentemente a este señor le hace falta salir un poco más y divertirse. Veamos que podemos conseguir aquí antes de seguir camino- la chica dejó de pensar en la misión y comenzó a revolver en los arcones y demás muebles buscando un vestido bien bonito que reemplazara al anterior y joyas y zapatos que hicieran juego. Si sólo les quedaba el desafío final, tenía que presentarse a él con mucha clase.

—Divertirse... ¿Eh?— Sí, creo que tienes razón... ¡Vamos a divertirnos! ¡Ya habrá tiempo para vestidos después! —diciendo esto, cojo una botella, y se la ofrezco a Blancaflor— Toma, un trago. ¡Celebrémoslo como si no hubiese mañana!

-Ehmmm, esto no me dará dolor de cabeza como la noche pasada ¿verdad?- la chica tomó la botella y le dio un buen trago antes de bajarla con lágrimas en los ojos y una mueca de asco en la cara. -Ahhhhrrggg, sí que es fuerte esta... cosa!!!- sin embargo no devolvió la botella al gnomo. Una vez hubo superado el ardor, volvió a tomar otro trago más pausadamente. -Uhmmm, cuando se le coge el truco de como tomarlo está bueno! En fin, a lo que estaba- tras encajar la botella en su cinturón, siguió revolviendo en busca de mejores trapos para vestir mientras le seguía dando al trago de vez en cuando.

En tanto estais de fiesta podeis escuchar como el techo empieza a incendiarse, al fin al cabo el pueblo esta ardiendo por los 4 costados, y dentro de poco no quedara nada más que cenizas porque la construcción se ha hecho con materiales ligeramente inflamables (madera seca y paja). Aunque no por eso el hamster de Claus se amilana, pues esta vaciando botellas a un ritmo algo alarmante.

En la entrada podeis ver a Verne que parece discutir con su adorable mascota, al parecer tambien se ha querido unir al saqueo.

—Mierda, ahora que lo siguiente era el motivo por el que das de beber a una dama, viene el fuego este. ¡Qué aguafiestas!

—Blancaflor, coged todo lo que podáis. Y tú, mi querido hámster, igual. El espejo seguro que nos puede ser útil... Aunque no tanto como el alcohol. Venga, vamos a seguir bebiendo en la calle.

Y, dicho esto, cojo todo lo que puedo, y empiezo a salir de allí.

-Uhhhmmm?- Blancaflor comenzaba a sentirse achispada por el efecto del alcohol cuando el gnomo empezó a decirle que era hora de abandonar la fiesta. Buuuuu, que aburrido que es el turista! justo ahora que esto se ponía interesante... Sin apenas percatarse que el humo que entraba en la estancia se debía al incendio y no a una máquina de una discoteca, buscó unos cuantos vestidos y joyas y luego abandonó el lugar. -¿Por qué nos fuimos? Justo que empezaba a sentirme on fire!-

—Ay Señorita... Nos vamos porque en ese sitio no había ambiente... ¡Pero eso no quiere decir que la fiesta haya acabado! ¡Sigamos bebiendo para celebrar lo bien que lo hemos hecho! —Lo bien que lo he hecho yo, porque el resto... ¡Y eso que yo venía de vacaciones!

Saleis del edificio rapidamente, a haber matado al hechicero que sustentaba ese lugar magico, hace que vuelva a ser lo que era en realidad poco más que una cabaña con cuatro maderos que la sustentaban y con el incendio ni eso. Ahora estais los 3 mirando como se esta quemando el pueblo, llenandose las calles de peligroso humo, parece que vuestra fiesta por lo menos hasta que vayais a algún lugar algo más seguro se ha terminado.

Por lo demás no parece haber rastro ni de Babylon ni de Bifidus, que no deberían haber tardado tanto en machacar a unos simples bandoleros, aunque puede ser que Phil les pillara antes y les dijera que tienen otra misión adicional. El asunto del rescate de la princesa parece ponerse peliagudo por momentos, pues el mago si no hubiese sido por la rapida actuación de Claus os habría rostizado como a malvaviscos...

—¡Botellón en el bosque!* —grito mientras salgo corriendo de allí en dirección a éste, cargado de alcohol.

-Bua, aquí no hay nada, vamos a buscar otra taberna.

Con Phil aún agarrado, dispuesto a que me pague mi correspondiente parte de las dietas, me voy en busca de otra taberna.