Partida Rol por web

La sangre de Kate volvía a hervir, impulsándola a actuar. Vió como Hécate reaccionaba antes que ella, buscando algo con lo que cubrirse, y algún resorte de su cabeza decidió que entonces ella debería encargarse del ataque. Echó mano de lo primero que encontró (un cascote, quizá del momento en que Donny había echado la puerta abajo) y lo lanzó precipitadamente hacia la criatura, agachándose inmediatamente después detrás de Hécate para protegerse ella también.

El monstruo que corría por el techo, goteante de algo negro y viscoso como la brea, se descolgó y atacó. Estaba cbierto de protuberancias y púas, su rostro era inhumano y su boca llena de dientes. Tenía cierto parecido con una araña al caminar y hacía un ruido como de chasquido al caminar por culpa de las placas que lo cubrían.

Hincó las garras en la espalda de Donny, que aún no se había dado cuenta de que el monstruo estaba allí. Parecían cuchillos. Le mutilaron la piel y el pelaje, cortando el músculo hasta el hueso. Lo derribó y se colocó encima, mirando con sus dos ojos rojos a las tres chicas, mientras chascaba la lengua.

Viviane no se dio cuenta hasta que el enorme monstruo estuvo encima de Donny arrancándole la piel y un grito de dolor. Horrorizada, intentó obviar su apariencia para ayudar al Ahroun, pero fue demasiado lenta incluso para estar justo detrás de él. Ni siquiera logró rozarle.

Las oficinas eran su objetivo. Iba tan convencido que no vio al monstruo que se abalanzó sobre él. La forma Crinos de Donny era grande, muy grande, y como se suele decir, cuanto más grandes son más ruido harán al caer. Trató de aferrarse a la barandilla con una zarpa y se golpeó un lado de la cabeza con la escalera. Aquella criatura le aplastó el torso contra los escalones y le cortó la respiración. Lo único que pudo hacer Donny, aturdido, fue soltar un aullido mudo de dolor.

 Hécate trató de embestir al bicho con el trozo de metal por delante al más puro estilo antidisturbios. Desgraciadamente, midió mal la distancia y no consiguió ni rozarle.

La parte racional de Kate se preguntó (con toda la parsimonia del mundo) si definir su estado actual como "Al borde del Pánico" sería suficientemente cercano a la realidad: Donny (el ahorun, el garou al que se suponía que debían seguir en casos como aquel) estaba en el suelo y herido. Viviane, que siempre parecía más dura, más recia y más directa que ella, y Hécate, que nunca parecía tener miedo a nada, habían errado sus ataques, tontamente incluso.

¿Es que acaso esperaban que ella, la theurge que ni siquiera era capaz (¡todavía!) de entrar en la umbra sin echarse a temblar acabara con ESO?

Afortunadamente, mientras su parte racional disertaba sobre estas cuestiones, su parte más salvaje, la más animal, la más instintiva, la que menos apreciaba de sí misma y que irremediablemente predominaba en ella en aquella forma de rabia por excelencia, actuaba. Y sin atender a lógicas ni razones simplemente se lanzó contra el enemigo, el engendro del wyrm o lo que fuera que tuviera frente a sí y que había osado atacar al (eventual) líder de la manada con las garras por delante, logrando lo que ninguno de sus compañeros había conseguido todavía: alcanzarle.

El monstruo soltó un gruñido cuando Kate le clavó las garras. La sustancia oleosa que lo cubría se derramó y cayó al suelo al tiempo que las heridas surgían en su carne. Casi al mismo tiempo, una de las líneas se cerró. Y el monstruo avanzó hacia Hécate y la sujetó por el brazo derecho. Al poner su garra sobre él, la metis sintió una extraña sensación dentro de ella. Su radio y su cúbito comenzaron a arder y a moverse. Y con un sonido de desgarro, cada uno de los huesos salió por delante, dejando la mano inerte e inútil y dos puntas de hueso asomando por cada uno de los lados.

Un gruñido como el de una carcajada surgió de su boca.

Lo que vio, cómo aquel bicho le partía el brazo a Hécate, le puso los pelos de punta. ¿Por qué no estaba ya en forma de Crinos? Si Donny estuviese en su sano juicio las tortas estarían dirigiéndose hacia ella.
Le costó poco dejar que la Rabia recorriese su cuerpo sin impedimento alguno, y con un rugido ahogado pasó a ser un monstruo igual de temible al que se enfrentaban. Sin dudarlo se lanzó al ataque.

 Hécate gritó de dolor al sentir como ese... ser moldeaba sus huesos a su antojo. No las tenía todas consigo pero por Selene que si tenía que caer, sería llevandose esa abominación por delante sin dejar que hiciese daño a ninguno de su manada ni de su clan.

Volvió a golpearle con el escudo que estaba utilizando, ahora ya sabía que tocarle era muy mala idea, y, esta vez sí, impacto directamente con bastante fuerza.

Cuando Donny recuperó el aliento se volvió hacia la criatura. Estaba furioso. Furioso y humillado. Sentía a sus compañeros de manada (es decir, a Ashley desde fuera) juzgándole, y además le dolía. Escuchó otro grito de dolor, otro compañero herido. Sin llegar a incorporarse del todo se lanzó sobre él, todo garras y colmillos, alejándolo del trozo de metal de Hécate y de sus compañeras para poder despacharle.

Donny se volvió loco. Literalmente. La Rabia bullía en su interior, el dolor, el odio. Aquella criatura lo había herido, había herido a Hécate de una manera retorcida y repugnante. Por eso perdió el control y destrozó a su adversario. Lo convirtió en pulpa sangrienta y negra, apestosa y podrida. Los trozos de carne y coagulos saltaron en todas direcciones mientras él se tomaba su venganza. La masa se corroyó y se volvió un líquido negro que no tardó en convertirse en ceniza, que se metía en los hocicos y hacía estornudar.

Pero eso no era lo peor. El Ahroun había vuelto a perder el control y ahora se lanzaba a por sus compañeras.

Fuera se escuchó un aullido aterrador. Ashley, en forma de Glabro, se volvió hacia la puerta.

-A la mierda. No puedo dejar que lo hagan.

Y la animadora entró.

 Hécate reaccionó a pesar de su dolor, gritando a sus compañeras mientras se movia.

- ¡Subid las escaleras! ¡rápido!

"Oh, no..."
Ahroun en frenesí significaba muerte, daba igual la de quién. Por un momento vio a su madre reflejada en aquella mirada, una mirada que no dejaba cabida a la humanidad, aquello que su padre había ansiado con toda su alma para las dos. Durante un breve instante sintió miedo, pues Donny no se detendría ante nada igual que le había pasado a ella y a todos en su primer cambio, y cuando volviese en sí, si no habían logrado detenerle, sólo vería sus cadáveres. Su padre siempre había tenido miedo de todo aquello, pero ella era diferente, era una Garou, hija de Lysandra Ira-Sin-Descanso y no iba a detenerse. No tenía miedo. Supo lo que tenía que hacer.
-¡Iros! ¡FUERA!-rugió sin apartar la mirada de Donny.
Apenas un instante después le había cerrado el pasó para que no llegase hasta Hécate y Kate, dándoles tiempo así a subir las escaleras y quedar lejos de su alcance. Si moría, al menos Edgar tendría algo que contar que enorgullecería a su madre. Le mostró los colmillos al Ahroun con un gruñido de advertencia que no iba a solucionar nada y se lanzó a por él hundiendo las fauces en su pelaje y también una de sus garras mientras la otra trataba de frenarlo. Aun en Crinos la diferencia cuerpo a cuerpo se notaba bastante, y presentía que estaba a punto de sentirla mucho más.

Viviane saltó sobre Donny y lo arañó y mordió con todas sus fuerzas. El Ahroun se desplomó sangrando por sus heridas y cambiando rápidamente a la forma Homínida. Inconsciente y en plena hemorragia no parecía tan malo. Viviane había estado a punto de matarlo.

Ashley corrió escaleras arriba.

-¿Qué coño ha pasado? -Vio la sangre alrededor del pelaje de Viviane y las heridas de Donny no tuvo que pensárselo demasiado. Otro frenesí. Otro día en la vida de una manada Garou. Pero con Donny inconsciente, volvía a ser la líder de la manada-. Ah, joder... Vamos a... ¿un torniquete? ¿O algo?

La Fenris se arrodilló junto al chico negro, que tan poco amenazador parecía ahora, y puso sus manos sobre su cuello desgarrado en un intento de frenar la hemorragia. Confiaba en la curación acelerada para salvarlo, pero no lo sabía todo.

 Hécate contempló la escena anonadada. Nunca hubiese dicho que Viviane haría eso... aunque les había salvado la vida. Mientras hablaba trató de no dar muestras de su propio dolor, sabiendo que tendría que vivir con él toda su vida.

- Llamad a Edgar. El podrá utilizar sus dones para sanar la herida lo suficiente. Los demás tenemos que buscar al otro vampiro. ¿Se supone que eran tres, no?

-¡Estoy aquí! - dijo Edgar mientras subía la escalera. Había entrado detrás de Ashley cuando ésta había decidido que no le gustaba esperar fuera. Pero cuando vio a Donny sangrando tan abundantemente y en ese estado deplorable, se detuvo en seco.

- Joder... Joder, ¿pero qué...

Se recordó a si mismo en el suelo, con apenas unos rasguños, y a Dana, su hermana, a pocos metros de él, con una pierna torcida en un ángulo inhumano, inconsciente, llena de sangre. Por un momento se quedó paralizado, como la otra vez. No había podido hacer nada. Pero ahora sí podía. Y sabía lo que tenía que hacer. Sacudió la cabeza, empujando el miedo al fondo de su mente, y se arrodilló junto al Ahroun. Concentrándose, apartó las manos de Ashley del cuello de Donny y lo cubrió con las suyas mientras usaba su Don, hablándole a Donny casi en susurros mientras lo hacía.

- Vamos, cabrón, cúrate... eres grande, negro y ahora matas vampiros, así que eres como Blade, y Blade no se moriría por una cosa así...