Partida Rol por web

[REC] Experimenta el miedo

[REC] Capítulo IV: Huida

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12/12/2009, 12:36
Director
Sólo para el director

"No quiero morir... joder... ¡no quiero morir!"

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12/12/2009, 12:36
Director

Todos sabéis lo que hay. Tenéis miedos y os encontráis separados. Algunos estáis armados, otros no, pero la situación, pensáis, no mejora mucho por estarlo. Es obvio que necesitáis un plan, un plan para salir con vida. Os han dicho que no abandonéis la finca, pero a la mierda: no os quedaréis ahí a morir, eso seguro.

Es hora de la huida…

 

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12/12/2009, 13:51
Joan Miquel Costa Olivera

El Sr. Costa maldijo, en un primer momento aquél trasto infernal, aunque luego, pasado el susto, lo mira. Maldita sea, si aquella tenía luz e internet, podría usar el ordenador. Solo que no sabía como. Había programas para comunicarse por vídeo, pero no sabía usarlos... Quizás pasar aquél generador en miniatura al teléfono... Pero tampoco sabía como... Maldita sea. Comprobó que al menos si tenía internet, pues al picar en el icono de "Internet Explorer", este saltó a la página. El Sr. Costa tecleó la dirección de google, pues era todo cuanto sabía hacer. Eso y cuatro cosas más. Funcionaba. Algo es algo. Pensativo, trataba de recordar como su nieta usaba esa cosa, el mejunger*, o algo así, pero a él no se le daban bien aquellas cosas. Y de repente se le ocurrió. El chaval coreano, el quizás si sabía como usar aquellos aparatos. 

Salió de nuevo, siempre con el Winchester por delante, hacia donde había dejado al joven. 

Notas de juego

*Messenger XDDD 

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14/12/2009, 15:16
Gerard Briansó

 Gerard observa atentamente a aquel andrajoso anciano que era su vecino. La mirada del viejo es una clara muestra de sus intenciones. La respuesta equivocada podía llevar a una muerte certera así que es mejor no jugársela. Mira a los demás y hace un esfuerzo sobrehumano para no vaciar el cargador sobre el estudiante de medicina. Se le ocurre una idea… tal vez con un poco de suerte aquel atrabiliario le hacia el trabajo sucio y todo, y se cargaba aquel cabron que les había dejado en la estacada.

-          A mí no me han mordido.- Responde con calma templada.- Pero en cambio a este…- Señala a Andrés con la cabeza.- la señora Cano le ha pegado un buen bocado…-

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14/12/2009, 21:50
Miquel Vidal

Al final, el pequeño grupo de supervivientes logra entrar en la casa del anciano. Allí el viejo les apunta con una escopeta mientras pregunta si les han mordido.

Miquel apenas se ha recuperado del susto al tener que patear a sus perseguidores. Gracias a Dios, el señor Briansó había sacado una pistola y le había apoyado haciendo fuego contra los infectados.

Pero Andrés era otra cosa, Miquel le había ayudado a quitarse de encima a la señora Cano tirándola de un puñetazo por el hueco de la escalera. Pero en el momento de la verdad el joven había decidido largarse dejándolo en la estacada con todos los infectados yendo a por él.

- A mí tampoco me han mordido.- Dice Miquel, serio y realmente cabreado. - Pero a Ese sí.- dice mientras hace un despectivo ademán hacia Andrés.

Maldito hijo de puta, encima que yo le ayude cuando estaba jodido... esta no te la perdono.

- Señor Briansó, he de agradecerle su ayuda ahí abajo. No lo olvidaré.- le dice por lo bajo.

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14/12/2009, 22:13
Andres

Andres se da cuenta del tono de Miquel y le encara-Vi que habias conseguido darle una patada y no me preocupa, que hubiera bajado yo solo podria haber provocado que ambos murieramos.-entonces se da la vuelta y mira al señor Cifuentes-Es cierto que he sido mordido, pero quizas pueda encontrar una cura. Ademas, si me convirtiera entre los tres podriais conmigo.

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15/12/2009, 20:32
Tomás Cifuentes

Tomás atiende con atención a vuestras respuestas, sin dejar de apuntar a la cabeza alternativamente a uno y a otro según habláis, hasta que se detiene definitivamente sobre Andrés. Los claros ojos del anciano permanecen impasibles: sin duda va a disparar… transcurridos unos segundos baja el arma con rabia y decepción y murmura:

- Ya soy demasiado viejo para esto… a ver, vosotros – dice señalando a Gerard y Miquel – coged esta cuerda y atad al chaval a esa butaca, deprisa – dicho esto, mira fijamente a Andrés. Su expresión le delata: le llena profundamente de pesar que sea precisamente él el que haya sido mordido ya que el chaval siempre se había preocupado del bienestar del anciano. Su reacción, sin embargo, tiene toda la lógica del mundo, no quiere correr riesgos… a pesar de todo, no podéis evitar preguntaros, ¿cómo es que este viejo sabe lo que ocurre si no ha estado abajo con los demás?

Tras seguir las indicaciones del anciano, y una vez bien amarrado Andrés al viejo butacón, reparáis en el piso del anciano Tomás: un piso antiguo, con altas paredes y papel pintado en las mismas, aunque con el paso de los años ha variado su color, tiñéndose lenta e inexorablemente en un color marrón negruzco (cortinas, muebles y demás decoración ha parecido seguir un efecto similar). Sin embargo, no es eso lo que más os llama la atención: el viejo tiene montones y montones de basura acumulada a lo largo y ancho de la casa. Bolsas de basura, periódicos, restos de comida, ropa, fotos de familia, artículos de propaganda, correo… todo logra que tengáis que estremecer el impulso de vomitar ante el terrible olor. Un caso evidente de Síndrome de Diógenes. No obstante, reparáis también en que la disposición de toda esa basura está perfectamente ordenada. Tomás será un viejo loco, pero sin duda es alguien metódico y ordenado… eso os hace replantearos hasta qué punto está chalado.

 

Lentamente, se arremolina en un sillón enfrentado al de Andrés y separado varios metros de este y se enciende una pipa que saca del bolsillo de su batín. En ese momento, irrumpen de debajo del sofá tres gatos, uno de los cuales se posa en el regazo de vuestro vecino. Tras esto, comenta:

- Lamento que a algunos de ustedes no les conozca demasiado bien, mis últimos años de vida tras perder a mi santa esposa han sido… - se interrumpe y permanece en silencio. A continuación vuelve a hablar, cambiando de tema – como decía, lamento que no nos hayamos visto. Soy Tomás Cifuentes y vivo desde que nací en este viejo piso… tantos… tantos años… también lamento no tener nada de comer que ofrecerles, soy viejo, suelo comer poco y casi siempre me alimento de sobras – ante esto, suspiráis: mejor no alimentarse de nada que pueda ofrecer este hombre, vistas las condiciones de su cocina – pero basta de hablar yo –dice con esfuerzo mientras se levanta – ¿cuál es la situación allá abajo?

Notas de juego

He actualizado la partida por si queréis seguir vosotros ;)

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15/12/2009, 20:42
Tae Kim Duk (repartidor)

Tae se encuentra observando la decoración de la entrada de tu piso. Parece ya estar más o menos entero. Cuando sales te mira, y hace una breve reverencia:

- Peldón por lo de antes. Todo esto es muy lalo… yo sólo venir aquí a entregar comida y… una vez más, mil disculpas – y hace una serie de tres reverencias rápidas más – glacias por salvarme la vida. Pol cierto, me llamo Tae.

Entonces le comentas lo de usar tu ordenador. Tae parece recobrar la vitalidad perdida y un brillo en los ojos delata su felicidad: tal vez así logréis salir de aquí. El chico se pone manos a la obra… comienza observando el estado del equipo, mientras mira el SAI con aceptación, moviendo la cabeza arriba y abajo. Entonces examina los programas del escritorio y sonríe de oreja a oreja mientras dice:

- ¡Skype! ¡Skype! – a ti el nombre, sin ánimo de ser racista, te suena a chino - ¿no entiende? Plograma para hablal por ordenadol pol teléfono. ¿Tienes númelos de gente a la que podel llamar? ¿Y los de tus vecinos? – el chico parece haber recobrado la alegría perdida. No entiendes muy bien de qué va todo eso del “escaip”, pero sí lo de buscar los números de teléfono...

Notas de juego

He actualizado la escena por si quieres ir avanzando, que de tres grupos que hay, dos ya pueden ir haciéndolo.

PD: muy bueno lo del "mejunjer" xDD

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15/12/2009, 20:51
Director

Tus vecinos te atan sin que puedas hacer tú nada: la amenaza del cartucho de escopeta de Tomás estaba presente mientras Miquel y Gerard te ataban. Sin embargo, no es eso lo que más te aflige...

No puedes observar tu herida, debido a la posición de la misma, pero adviertes que, efectivamente, no sangra. Sin embargo, comienzas a sentirte peor: un calor insoportable te invade y empiezas a sudar, además de un fuerte dolor de cabeza que te impide hasta pensar. Por si fuera poco, empiezas a toser sangre...

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20/12/2009, 21:57
Joan Miquel Costa Olivera

El Sr. Costa respira al ver que el joven asiático está bien. Curiosidades a parte, parece un buen chico. Dibuja media sonrisa. 

-A mandar.- Le ofrezco mi mano, bajando el rifle con la otra. -Yo me llamo Joan Miquel, o el señor Costa, como me conocen por aquí.- Sin demasiados rodeos, veo que va hacia el ordenador. Bueno, los hacen los chinos, seguro que él entiende más que yo. 

-¿El eskaip? Bueno, tú mismo, entiendes más de ordenadores.- Dice, algo nervioso, aún tenso, con el Winchester en ristre, atento a cualquier ruido que pueda oírse. -Puedes llamar a mi hijo, el número está justo ahí, en la mesa, al lado del teléfono. Busca por la M de Miquel. Todo esto lo puso mi nieta, yo no tengo ni papa...

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05/01/2010, 21:33
Joan Ferrand

Miro a Jose fijamente, no puedo sino sentir que mi alma desfallecia al ver un buen amigo en esas circunstancias, sosteniendo la escopeta y ajustandome la mochila me acerque a Jos pero deje unos metros de seguridad por si acaso unos 2 o 3

-Tio...no puedo dejar que te conviertas en una...de esas cosas creo que lo mejor seria que...bueno...

Trego saliva mirandole

-Que te quitase la vida antes de que eso lo que sea te transforme como a Monica ¿Que opinas?

No podia creer que estuviese diciendo aqellas duras palabras sentia que el corazon se me encogia, era facil apretar el gatillo a un ladron o lo que fuese...pero a un amigo aquello lo cambiaba todo por completo, pero no iba a permitir que mi amigo fuese uno de esos bichos, le apunte a la cabeza con la escopeta esperando su contestacion a esa distancia el disparo le reventario el craneo casi por completo

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07/01/2010, 17:51
Jose

Jose negó con la mano como pudo. No iba a dejar que le matara, al menos, no así, cuando aun tenía algo de humanidad. Quería saborear hasta el último segundo de vida, a pesar del extremo dolor.

-C...cu..cuando acabe...

Dijo como pudo con la voz ronca.

-...cuando..acabe..

Repitió. Levantó la mano para buscar la compañía de su mejor amigo en esos momentos de muerte, no quería recordarlo sujetando una puta escopeta contra su cara.

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14/01/2010, 01:26
Gerard Briansó

 -          Encantado.- Responde intentando parecer sincero en sus palabras.- Me llamo Gerard Briansó y soy el presidente de la escalera, aunque ahora eso no signifique una mierda…-

Negando con la cabeza suspira profundamente intentando no mancharse con los montones de desperdicios que le rodean.

-          ¿Qué cómo está la situación?... Pues está francamente jodida.- Rezonga con una media sonrisa cargada de amargada ironía.- Varios de los vecinos han sido… “infectados” de alguna manera y ahora son como unos putos zombis que intentan matar al resto… Y al parecer el gobierno nos pretende mantener aquí encerrados en cuarentena, so pena de que si asomamos el hocico fuera nos reventaran la cara de un disparo. -

Chasquea la lengua con desagrado y acaba cruzándose de brazos mientras mira al anciano fijamente.

-          No tengo ni idea de a qué viene todo esto, pero tal vez usted nos pueda decir qué diablos está pasando…-

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24/01/2010, 23:37
Tomás Cifuentes

El anciano escucha en silencio el comentario de Gerard. A continuación se frota la cara y da un gran suspiro bastante elocuente… su actitud denota que sabe algo. Así lo manifiesta:

- Me lo temía, ha vuelto a pasar… veréis esto me gustaría contároslo con un buen copazo de vino, porque no es fácil de digerir…
- dice mientras se levanta lentamente y saca de un armario carcomido una botella de mistela y unas copas. Rellenándolas, os las tiende a Gerard y a Miquel mientras dice - lo que han visto ahí fuera, caballeros, es el infierno, el infierno en la tierra, sin más – dice tajante.

- Hace años, durante la Guerra Civil, vino a vivir a este edificio un tipo de Madrid. Era un vecino esquivo, nadie le veía nunca. Adquirió el ático y se trasladó a él con una niña pequeña. Por aquel entonces yo era muy joven, apenas un niño… mi padre era un empresario textil y vivíamos bien durante esa época. Recuerdo vagamente que años después de que aquel hombre viniera a vivir aquí, empezaron a ocurrir cosas extrañas… lo achacamos a la psicosis de la guerra, pero aquello era algo más. Nuestros propios vecinos durante una semana empezaron a comportarse de manera extraña, como perros rabiosos. Por suerte, todo estalló dentro del recinto de la finca mientras la contienda estaba llegando ya a la ciudad, el caos reinaba por todas partes… quién sabe qué hubiera podido pasar si todo hubiera salido de aquí. Mi padre y algunos vecinos lograron reducir a aquellos malditos locos y todo quedó silenciado. Se pensó que habían sido más bajas de la guerra. El tipo de Madrid escapó y cerramos el ático para siempre. Yo no llegué a subir siquiera, pero recuerdo como si fuera ayer la cara de mi padre cuando salió de aquel piso… ya nunca volvió a ser el mismo – a continuación apuró el vaso y tomó una bocanada de humo de la pipa, lentamente – nunca en toda mi vida me he atrevido a subir ahí arriba y abrir la puerta. No es nada bueno ni natural, ni nada ante lo que pueda hacer algo. Tal vez la respuesta a este caos se encuentre ahí arriba pero… soy demasiado viejo. En el lecho de muerte, mi padre me obligó a jurar que viviría toda mi vida en este edificio, por si volvía a pasar algo semejante y así he hecho – dijo con cierta nota de orgullo en la voz – el maldito guardián de las puertas del infierno… Je…

De repente, estalla en una sonora carcajada que da paso a unos lloros incontenibles. La situación es muy tensa y no sabéis muy bien cómo reaccionar, pero repentinamente se detiene y comenta.

- Disculpadme, he consagrado toda mi vida a proteger a la gente de algo que ni siquiera sabía que volvería a suceder y ahora que pasa… tengo mucho miedo. Creo que he perdido el juicio. ¿Qué vamos a hacer…? ¿Qué vamos a hacer? – y vuelve a estallar en lágrimas, encogido y tapándose la cara con las manos…
 

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24/01/2010, 23:51
Director

Observas como Tae introduce el número y el programa empieza a funcionar, emitiendo los característicos pitidos del teléfono sonando. Apenas dos pitidos después, la voz desesperada de tu hijo atraviesa el altavoz de tu ordenador:

- ¿Papá? ¡Papá! ¿Qué cojones está pasando? me han avisado por teléfono de que estaba saliendo tu casa por la tele, llevo un buen rato intentando llamarte pero no conseguía señal, ¿estáis bien? en la tele hablaban de una alerta por escape de gas o algo así.

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24/01/2010, 23:43
Andres

-Señor Cifuentes usted es el mas juicioso de todos los que estamos aqui. Sabe que siempre pense que algo exrtaño le ocurria y ahora entiendo el que, es muy valiente de su parte haberse quedado en vez de huir y dejar el pastel para los vecinos que llegaran despues.

Dice el joven medico, que estaba empezando a sudar a mares.

-Lo que debemos de hacer es... ugh

Un fuerte dolor me recorria, sin embargo debia hablar.

- L-lo que deberiamos ha-hacer es estudiar muestras de infectados, p-pero solo yo podria y c-creo que es demasiado tarde para mi. D-deberian ir al a-atico, alli debe hallarse la f-fuente de ¡tjo, tjo!

Con una fuerte tos Andres no pudo terminar su frase, de su boca salia sangre, lo cual hubiera sido menos asqueroso si hubiera podido toser hacia otro lado, pues se habia llenado toda la camiseta y las cuerdas de sangre.

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24/01/2010, 23:54
Director

Ni en vuestras peores pesadillas hubiérais podido pensar en llegar a esta situación. Dos buenos amigos, dos hermanos, cada uno a un extremo de un arma. Jose parece recuperar un poco el ánimo y con ayuda logra incorporarse y apoyarse en una pared, mientras se aprieta el cuello con una gasa. Puede que antes de desfallecer, Jose pueda moverse, con dificultad, pero pueda moverse.

¿Cómo se había ido todo a la mierda tan rápido? Pintaba mal para los tres, sin duda. La cuestión, por tanto, era como acabaría para todos. Era hora de actuar, para bien o para mal...

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25/01/2010, 00:03
Director

Permaneces escondida en la cocina, observando, acechando a tus presas... Sabes que es cuestión de tiempo que Jose se una a los tuyos y ataque a Joan. No obstante, mientras tanto, están encerrados en la habitación, evitando toda posibilidad de un ataque frontal por tu parte. Los oyes hablar al otro lado de la habitación, pero no distingues lo que dicen...

Tu cuerpo te pide sangre y te la pide ya. Como depredador, debes elegir la mejor opción: permanecer escondida o huir con el resto de tu manada al rellano de la escalera...

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25/01/2010, 04:04
Joan Miquel Costa Olivera
Sólo para el director

La cara del Sr. Costa se ilumina al oír a su hijo. Casi como si oyera la misma voz de Dios.

-¡HIJO!- Grita, y se acerca al ordenador. Si ha visto que suelen usar un micrófono, así que lo busca. "Que este conectado, por Dios".

-¿Hijo, me oyes? Te estoy hablando a través del ordenador, del escaip, creo que era. Nos han cortado las líneas de teléfono. No se que pasa aquí dentro, pero no están solo los mossos. Hay unidades de la policía nacional y de la guardia civil, y de la NBQ del ejército. Llevan protecciones contra agentes químicos... Y en el edificio, los vecinos se contagian de algo... Se vuelven peligrosos, como en esas películas que ves, esas de zombis... No se que está pasando, pero te aseguro que no es una explosión de gas... Los mossos que enviaron dentro ya han muerto... O se han transformado en eso... No se que ha sido del resto de la escalera. No estoy solo, y por ahora mi piso está bien. Hijo, llama a la policía, diles que no todos estamos infectados de eso y que nos saquen de aquí, que envíen agentes dentro... Y hagas lo que hagas, no vengas, por el amor de Dios. No me perdonaría que te pasara nada.-  

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25/01/2010, 14:29
Miquel Vidal

Miquel escuchó la historia del señor Cifuentes con atención. Así que todo se remontaba a la época de la Guerra Civil, y en aquella situación un puñado de vecinos habían podido controlar el asunto. Pero Miquel no creía que ahora pudieran lograrlo. No con media comunidad de vecinos infectada y la policía impidiendo cualquier huída.

- Joder, teníamos que habernos largado cuando tuvimos ocasión. Creo que en el ático no se nos ha perdido nada, y que lo fundamental es pensar cómo salir de aquí con vida.- opina el abogado bastante racionalmente.

- Además, yo estoy desarmado. ¿Tienen otra arma de fuego? si no me sirve cualquier cosa... un cuchillo o lo que sea.- solicita Miquel a sus compañeros.

En ese momento interviene Andrés y empieza a vomitar sangre por al boca.

Hostia... tenemos a uno de esos desgraciados a menos de dos metros... menos mal que está atado.

- ¿Y con éste qué hacemos? Yo voto por tener piedad...- insinúa muy seriamente a sus convecinos.