Partida Rol por web

... Entonces parte de tu memoria regresa.

Recuerdas que recibisteis una señal de SOS. La señal os llegaba de algún punto no mapeado pero próximo, tendríais que saliros de las rutas conocidas para poder llegar. Pero erais un equipo de buenas personas, no ibais a dejar a alguien que pedía ayuda abandonado a su suerte.

La nave a la que llegasteis flotaba a la deriva. Sus sistemas estaban apagados. La recorristeis entera pero no encontrasteis nada. Supusisteis que alguien lo habría encontrado antes, rescatado a sus navegantes y olvidaron apagar la señal.

Volvisteis a vuestra nave. Pero cuando partisteis algo os atacó. Algo estaba en la nave abandonada y entro mientras vosotros estabais ocupados intentando un rescate.

Les visteis cambiar de forma y escuchasteis como planeaban acabar con vosotros y llegar hasta vuestro planeta que les parecía un buffet libre.

Durante unas horas intentasteis luchar contra esas cosas, acabar con ellas. Pero eran fuertes y os habían pillado por sorpresa. Os acabaron cogiendo poco a poco. Os torturaban. Desconocían la raza humana y no sabían cómo de débiles podíais ser. Jen murió casi en el primer golpe y David sólo necesitó dos intentos. Matt tardó más pero no mucho. Le oías gritar y tuvisteis la precaución de dar un salto al azar e inyectarte Biromisol por si te cogían. No querías recordar la ruta por la que se volvía y, estando fuera de las zonas mapeadas, confiabas que nada en la nave pudiera ayudarlos a alcanzar la Tierra.

Debieron entender que no iban a conseguir nada, así que se transformaron en tus compañeros e intentaron engañarte. Pero para entonces tú ya lo sabías. Sabías lo que podían hacer y sabías que los habían matado.

Y ahora estás aquí

Tienes sujeto a Matt mientras empieza a deshacer su transformación. Sabes que son peligrosos, que podrían escapar y pasar por cualquiera si llegan a la tierra. Pero también sabes que son un enemigo importante hasta ahora desconocido, que quizás hay más y que, a lo mejor, os conviene estudiarlos.

Tras recordar lo que pasó con Jen, Matt y David, no puedo evitar sentir un sentimiento de rabia y pena...Cabrones!!!

No nos dieron ni una oportunidad y es lo que voy a hacer con ellos. Decido que sería bueno conocer más sus intenciones y aprender algo más de ellos, pero para eso sólo necesito a uno de los tres. Sin mediar palabra miro al ser que tengo frente a mí y acabo con él. Me quedo mirando impasible. Le he pillado por sorpresa, por lo que apenas solo ha emitido un ligero sonido cuando ha sido consciente de lo que le iba a hacer.

Sin mirar atrás me dirijo al segundo de sus compañero  actúo de igual forma. No me alegro, pero al menos cierto sentimiento de seguridad me invade. 

Ya solo queda uno. El plan es sencillo, informarle de que está solo y preguntarle por sus intenciones, su procedencia,... 

Me acerco a él y le digo "Bueno, estás solo. Tus amigos han ido de visita a vuestra Dios, si es que lo tenéis, y tú y yo vamos a tener una conversación. De ti depende de que sea breve o no. Empecemos por el principio ¿Quienes sois y de donde venís?"

Con la frialdad que da el rencor y la venganza, despachas a Matt.

Le pillas fuera de juego. Te mira con un gesto de sorpresa en sus ojos de pupilas alargadas. En el momento en que pierde el control de su cerebro, cuando se aproxima su último estertor, su cuerpo cambia de forma. Su piel se oscurece y pierde consistencia, convirtiéndose en algo cercano a unas natillas de aspecto asqueroso. Luego se solidifica de nuevo en una piel dura y rígida de color marrón verdoso. 

Cuando el cadaver yace a tus pies, te das cuenta de que no sientes nada salvo, quizás, una ligera sensación de cumplimiento del deber. Te giras y vuelves hacia el cuerto donde está aquel ser que fingió ser Jen. Sigue allí, atado y amordazado, como le dejaste. Pero está despierto y se mueve con energía, evidentemente cabreado. Ya se ha transformado en el ser que es, sabe que su engaño ya no tiene sentido. Se mueve con fuerza buscando la manera de soltarse, deseoso de verse libre ahora que te tiene delante. Sabes que te matará en cuanto le des ocasión. Así que no dudas. Te lanzas sobre él y le abres el cuello de lado a lado. Un chorro de sangre verduzca brota con fluidez. El odio de sus ojos no desaparece ni siquiera cuando su corazón ha parado de latir.

Te diriges, sin perder el tiempo, al cuarto donde dejaste al que se hacía pasar por David. Este conserva la forma de su compañero. Puede que pensara intentar engañarte aún. Pero ves como sus ojos descubren las manchas verdes que decoran tu ropa. Y sabes que se ha dado cuenta.

-Bueno, estás solo. Tus amigos han ido de visita a vuestra Dios, si es que lo tenéis, y tú y yo vamos a tener una conversación. De ti depende de que sea breve o no. Empecemos por el principio ¿Quienes sois y de donde venís?- le dices

Duda unos segundos. Pero en su gesto no hay miedo

-Braagg. Eso somos. Venimos del planeta de mismo nombre. Y ahora que sabemos que estáis ahí fuera, no vamos a parar de buscaros. Hasta que os encontremos- Su gesto cambia y una sonrisa ilumina su rostro -Las cámaras de nuestra nave os grabaron y mandaron la señal a nuestro planeta. Sólo es cuestión de tiempo que mis hermanos den con vosotros. Sois una raza tan débil... Sereis un alimento fantástico para nosotros- rie con prepotencia

El comentario del Braagg me impacta como un puñetazo en el estomago y sin pensarlo acabo con él. Ha sido instintivo, quizás impulsado por las antiguas películas en las que a alguien se empeñaba en dejar vivo al alienígena para estudiarlo y al final todo se iba de las manos. 

Miro la escena. El Braagg vuelve a su estado natural tras morir, realmente, si bien es fuerte, no parece indestructible. El problema y lo que me da miedo es que es un metamorfo... Cabrones... 

Me doy media vuelta y me dirijo al puente de la nave. Tengo que volver a casa y avisar....  

Observaste el cadáver durante un rato preguntándote si merecía la pena recogerlo o dejarlo allí tal cual.

Al final fue el asco que te producía, lo que te llevó a arrastrarlo para juntar los tres cuerpos en la bodega. Te quedaba un largo viaje hasta la tierra y preferías no tenerlos a la vista.

El trayecto de vuelta a casa fue largo y pesado pues tuviste que apañarte tú sólo para maniobrar la nave, viéndote obligado a parar cuando el sueño te vencía. Por contra, encontrar el camino no fue muy difícil, sólo tuviste que hacer algunos cálculos para encontrar la ruta pero lo lograste con facilidad pues ya no estabais tan alejados y volvías a tener tus recuerdos sobre las coordenadas del salto.

Cuándo por fin llegaste a La Tierra tuviste que insistir para que alguien con criterio e interés fuese a revisar lo que traías a bordo. Alguien que estuviese dispuesto a analizar "la carga" que traías. Fue entonces cuando tú historia comenzó a tomar relevancia, cuando todos los cuerpos de seguridad quisieron entrevistarse contigo para entender, para poder planear una estrategia en caso de invasión. Y luego fueron los equipos médicos quienes querían tus informes, ya que eras la el único que habías tenido contacto con aquellos seres en vida y podías explicar, al menos desde tu percepción, cómo era la transformación que realizaban.

De ahora en adelante tu vida ya no sería anónima ni tranquila pero, al menos, podía quedarte el consuelo de haber conseguido lo necesario para que La Tierra estuviese preparada si algún día, en el futuro, llegaba a producirse la invasión.

FIN