Partida Rol por web

Regreso a Montemaior

Los niños y los borrachos...

Cargando editor
30/11/2025, 23:31
Rodrigo de Montemaior

Tras construir una especie de choza para escondernos, regresaos a la aldea para saciar el hambre. Allí nos encontramos con el párroco y con Xaime, al cual tratábamos de engatusar para que nos ayudara. Llenar el buche y conseguir más información y ayuda. Tan solo llevábamos unas horas en el pueblo y ya habíamos hecho más que nuestros vecinos en todo un año. Me acerqué también al exsoldado para hablar con él, dejando a los hombres de Dios con sus cosas.

-"Xaime, amigo. Ayúdanos en esta oscura hora. ¿Sabrías decirnos alguna cosa que los demás no nos hayan contado? Confía en mi, de soldado a soldado." Le dije, mirándolo fijamente a los ojos.

Cargando editor
02/12/2025, 22:03
Xaime

Xaime, escondido tras un duro caparazón y la fama de borracho, hacía honor a ella. Al principio balbuceando, luego intentando dárselas de mujeriego, pero ante la hábil exposición de Bea y la aparición de otro soldado, pareció hablandársele el corazón o lucírsele las entendederas. Su gesto se puso serio, se acomodó mejor en su asiento y sus ojos reflejaron una mirada cansada, pero sincera. Su lenguaje pareció normalizarse.

-Dios maldiga Flandes y todo lo que trajo consigo, salvo la camaradería - dijo hastiado -. No, no necesito comer, ni tampoco beber. Oler a vino y sonar inoportuno aleja curiosidades y peticiones egoístas de un viejo soldado, pero vosotros no venís en busca de historias de la guerra ni de pedir para vosotros, venís para ayudar. Os echaré una mano, más me temo que poco puedo aportar a mayores de una espada.

Suspiró y bebió un trago de vino.

-Algo he escuchado en el tiempo que llevo aquí, pero no dejan de ser majaderías, al principio hablaban de alimañas, luego la santa compaña, luego una maldición, incluso el demonio mismo. Yo no sé que cojones es, pero la gente no vuelve. Y los adultos aún bueno, alguno incluso le hace bien al pueblo que no vuelva, pero Catuxiña...no me sale de la cabeza, pobre cría.

Cargando editor
02/12/2025, 22:10
Padre Sebastián

Don Sebastián asintió a la peticion del freire:

-Claro hermano, os la traeré aquí a la taberna en un odre. Si coincidimos os la doy personalmente, si no, solo pedídsela al Antón.

Luego se recostó en el asiento de la silla, suspirando y frunciendo en ceño, haciendo memoria para contestar:

-Lo cierto es que Dario volvió mudo de la última vez que vino. Tenía la mirada como perdida, como si sufriera un cansancio o preocupación extrema. No vino ni a misa ese día, lo recuerdo bien. No sé si habló con otros, conmigo seguro que no, y tampoco lo vi hablar con nadie del pueblo. Al día siguiente ya no estaba. Fue al monte, volvió al pueblo tal y como os cuento, y nunca más se volvió a saber de él.

Cargando editor
02/12/2025, 23:59
Beatriz da Balsa

Pues por esa niña y por sus amigos, los hijos del curtidor, Xaime. Por el futuro de nuestra aldea que son los nanos della. A bien seguro tu espada puede ayudarnos, cada uno tiene sus habilidades, yo no me manejo ni con un palo, pero tengo otras virtudes, y si encontramos a algunos de los aldeanos desaparecidos, veré que puedo hacer por ellos. Mientras mi viejo padre, atenderá en el pueblo las dolencias típicas, como ha venido haciendo los últimos 30 años, o más.

Que como bien dices, esto no es Flandes, que ni nos va ni nos viene, esto es nuestro terruño, y aquí no vendrá el Rey con sus tercios a ayudarnos. Debemos hacerlo nosotros, Xaime.

Bea, acabó de rondarle al viejo soldado con el argumento que vio que le tribulaba más. Si eso le "despertaba" y lo conectaba a la realidad, si eso servía al menos para ayudarlo a él, a sentirse útil y mejor, ya era un logro. No eran remedios médicos, pero de alguna forma si no sanaban, al menos aliviaban el dolor. Nada de reproches, ni culparlo... 

Te espero aquí entonces, sereno, sobrio, atento y limpio.

Bea se levantó del lugar y se volvió hacia la mesa de sus colegas, haciéndole un último gesto a Xaime, para que se viniera junto a ella, y dándole un beso en la frente.

Cargando editor
03/12/2025, 16:31
Xoan de Arcos

Tal vez se había confundido con Xaime, ya que este no parecía estar tan perdido como había pensado. Hasta hablo con cierta claridad y se le veía con ganas de ayudar.-Buena cosa será poder contar contigo Xaime, que aquí de lo que se trata es de poder solucionar los problemas del pueblo, y toda ayuda será bien recibida.- 

Y lo del agua bendita, nunca estaba de más, aun menos en una situación como en la que se encontraban, en la que ni idea tenían de que era lo que podía estar ocasionando las desapariciones de la gente. -¡Muchas gracias Padre Sebastián!- 

Bueno, pues allí parecía que todo estaba hablado, nadie al parecer podría darles más información de lo que pasaba, habían comido. Podía ser buen momento para pasar por sus casas y estar un rato con sus familias antes de la tarde, cuando tendrían que reunirse para ir de nuevo al bosque.

-Podemos tratar de buscar a alguien que pueda saber algo en el pueblo, y luego ir un rato con nuestras familias para ayudarles hasta que sea hora de volver a reunirnos y partir hacia el bosque.- 

Cargando editor
03/12/2025, 16:59
Fray Iago de San Fiz

Gracias, Padre —dijo Iago—. Mucho nos aprovecha que bendigáis el agua, pues tengo aún muchas cosas por disponer. 

Fray Iago podría entregarse a los preparativos con el debido cuidado: algunos petates con ropas de abrigo, pues bien sabido era que el relente nocturno del bosque cala hasta los huesos; algo que llevar a la boca y al gaznate, pues ignoraban cuánto tiempo habrían de velar; luces, pues unos farolillos de aceite eran necesarios; y otras vituallas que el juicio aconsejara. Además, el fraile debía consagrar tiempo a otras bendiciones necesarias.

¿No os animáis a acompañarnos, Padre? —remató finalmente.

Fray Iago estaba hecho a esperar siempre lo peor en toda coyuntura. Muchas veces lo había visto, el Diablo ronda sin descanso a los incautos y a los flacos de espíritu, y las gentes de aquel lugar parecían ser ambas cosas. No le habría de extrañar pues, que aquellos sucesos fuesen obra suya o de alguno de sus infames servidores. Así que convenía estar prevenido "toda cautela es poca", pensó con firmeza.

El Diablo podía valerse de mil engaños y mil disfraces para obrar su mal, por lo que habría de permanecer alerta, con los sentidos bien despiertos. Mas no sólo del Maligno procedían los peligros del bosque, también había fieras salvajes, hombres dados al bandidaje sin ninguna humanidad, y otros seres cuya existencia todos conocían, aunque pocos osaran mentarla en voz alta: mouros, meigas, lobos de Xente, almas en pena, y otras muchas cosas cuyo nombre era mejor guardar en silencio.

Escuchó a Xaime de refilón. La idea de la Santa Compaña, en un primer momento, no le parecía descabellada. Conocía a varios que juraban haberla visto. Las ánimas que la componen marchan portando luces encendidas, que bien pudieran ser las que Catuxiña decía haber visto. Y el cansancio, la zozobra que mostraba Darío antes de su desaparición, cuadraban con lo sabido. Quienes son señalados por la Compaña suelen vagar confusos y extraviados antes de unírseles. Así pues, no, no podía descartarse. Había que estar listos para cualquier amenaza.

Quien desee bendición para su arma, que me la entregue y de ello me ocuparé. Antón, ¿hay algún lugar recogido y fuera de miradas donde pueda retirarme durante un par de horas? —preguntó el fraile.

Cargando editor
06/12/2025, 00:59
Rodrigo de Montemaior

Asentí a la petición de fray Iago. Era creyente, y saber que el poder de Dios podía estar de tu parte era maravilloso.

-"Mi espada estaría bien que fuera bendecida, para que no errara el tajo cuando sea necesario utilizarla." Le dije.

Me alegraba que Xaime hubiera recuperado algo la compostura. Un soldado siempre era un soldado, y su ayuda era inestimable.

Notas de juego

Post corto hecho con el móvil, sorry.

Cargando editor
06/12/2025, 18:56
Xaime

Xaime fue paseando la mirada de unos a otros, evaluando. El borracho ya no lo parecía tanto, algo en su mirada había cambiado. No contestó, mas se puso en pie raudo, hecho que le costó un par de traspies, pues por mucho que su mente se hubiera desembotado como por arte de magia, los efectos del alcohol aún pesaban en su cuerpo. Se volvió a sentar y se levantó esta vez con mas pausa y con ayuda de sus brazos. Una vez en pie, manteniendo la postura como buenamente podía, se dirigió a los allí congregados con una sola frase:

-Nos vemos a la noche

Tras lo cual, desapareció tambaleándose ligeramente.

Cargando editor
06/12/2025, 18:58
Antón

Antón abrió los ojos, sorprendido, cuando Xaime se fue:
-Parece ser que sois obradores de milagros, no pensé que fuera volver al Xaime de antaño, pero su mirada llevaba algo renovado, y es gracias a vosotros.- sonrió

Siguió escuchando lo que allí se decía, hasta que el franciscano le hizo una petición:
 

-Por supuesto, podéis subir a una de las habitaciones, durante el día están vacías, o pasar a la bodega, hay poco espacio y está húmedo, pero para un par de horas puede servir, o si gustáis, podéis incluso entrar en la parte que uso para vivir yo mismo, si no os asusta el desorden.

Luego miró para los demás.

-Si finalmente parece que salís al monte por la noche, os tendré preparado algún candil, o si necesitáis algo más, simplemente pedídmelo, si lo tengo, vuestro es.

Notas de juego

A efectos prácticos, cualquier cosa de equipo que necesitéis, siendo aquello que necesitéis algo común (cuerda, antorchas, ropa de abrigo...) podéis rolear en automático que Antón os lo facilita. Si es algo rebuscado, o que no sea de uso relativamente común en una aldea, Antón no lo tendrá.

Cargando editor
06/12/2025, 19:02
Padre Sebastián

El Padre Sebastián esperó a que el posadero terminase de hablar, para intervenir él.

-Si vais a bendecir objetos, creo que no habrá lugar más idóneo que la propia iglesia. Yo me dirijo allí hermano Iago, a bendecir el agua que pedisteis, podéis llevar a cabo vuestras ceremonias de bendición parejas a las mías, al fin y al cabo, es la casa de Dios, la casa de todos, y a estas horas no hay nadie, solo viene la gente a las mañanas temprano. Al menos desde las desapariciones.

Luego de esta declaración y mientras esperaba la respuesta del padre Iago, se mesó el mentón, pensativo.

-Suelo quedarme a predicar por las tardes noches en el aira del pueblo, como ya sabéis padre Iago, pero vista la efectividad, y lo delicado de vuestra misión, quizá pueda ser de más ayuda en vuestra compañía. Si gustáis, con vosotros iré, aunque no sé muy bien como yo puedo ayudar.

 

Cargando editor
06/12/2025, 19:06
Director

Poco a poco, vuestro plan y el grupo que lo llevaría a cabo, iba tomando forma. Esa misma noche, el grupo llegado de flandes, junto al padre Sebastián y un renacido Xaime, os adentraríais en los lindes del bosque para montar un puesto de observación y ver qué ocurría.

Así fue que pasadas las, horas, el nutrido grupo estaba apretado debajo del refugio que con tan buen hacer habíais montado. Alguno le volvió a la cabeza recuerdos de Flandes, otros estaban tan pendientes de la actual misión que su cerebro había bloqueado esa parte, sea como fuere, allí estabais todos comprometidos con lo mismo: averiguar qué le pasaba a Montemaior, y rescatar a los desaparecidos, en especial a Catuxiña, si es que eso era posible.

Cuando ya estabais empezando a pensar que aquello era una pérdida de tiempo, unas luces aparecieron a lo lejos, más adentro en el bosque. Eran apenas perceptibles, si no fuese por que vuestros ojos estaban específicamente buscándolas jamás os hubierais enterados. Al principio parecían móviles, aparecían y desaparecían, pero al cabo de un rato, parecieron quedarse inmóviles. La lejanía y el espesor del bosque impedían especificar cuantas eran, y es cierto que no estaban precisamente cerca, pero allí estaban...

Cargando editor
07/12/2025, 17:38
Xoan de Arcos

Le pareció sorprendente el cambio en Xaime, este parecía que por fin había encontrado algo que pudiese mantenerle sereno, y hasta con ganas de vivir. Se alegró mucho, ya que tal vez pudiese salvarse, y por el momento bien que les vendría su ayuda.

El también quería que tanto su cuchillo de caza como el bastón fuesen bendecidos, y al parecer todo podrían hacerlo en la iglesia con el padre Sebastián, que también les acompañaría aquella noche.

Tras los preparativos, fue un rato a casa para estar con sus padres, ayudarles en lo que pudiesen necesitar y descansar un rato, antes de la caída de la tarde.

Luego, cogió un candil y una cuerda, así como ropa de abrigo, y se fue en busca del resto.

Ya pensaba que pasarían aquella noche sin ver nada, cuando aparecieron aquellas luces en el bosque.

Susurrando comentó al resto.-Estamos muy lejos para poder saber de que se trata, que os parece si nos acercamos con cuidado.- Y no es que aquello no fuese cosa menor, ya que el miedo bien que lo tenía metido en el cuerpo, pero también las ganas de dar con lo que allí estaba pasando, y desde tan lejos no creía que mucho pudiesen hacer. 

Cargando editor
08/12/2025, 22:51
Beatriz da Balsa

Al parecer, el plan fue cuando, y durante la conversación en la posada, Bea pudo observar cómo el cura y Jaime, se les unirían por la noche.

El  hermano Iago se ofreció para bendecir las armas de quienes quisieran. Beatriz en la certeza de que aquello era súpercheria, y que ella no portaba arma alguna.

Id todos a descansar un rato. Yo me iré a mi casa para ver a padre y preparar un bizcocho de higos.

La mujer salió junto al cura y Iago, y se dirigieron a la iglesia. Una vez allí se despidió y siguió calle arriba hasta llegar a su casa.

Al terminar el bizcocho, se despidió de su padre y fue a recoger al resto, y de la posada hacia su refugio en el bosque.

Al paso de un buen rato, cuando la esperanza de vislumbrar alguna cosa ya empezaba a decaer, alguien dijo:

Mirad, allá a lo lejos, titilan unas luces.

Propusieron acercarse en silencio, pero la mujer, nego con su cabeza. 

Creo que estamos bien camuflados. Yo propongo salir y colgar de una rama un candil y un par de antorchas, encendidas, y volver aquí.  Ver si eso atrae la atención del que sea que pasea por esos lares.

Notas de juego

Con móvil tambien

Cargando editor
09/12/2025, 22:56
Rodrigo de Montemaior

Había llegado la noche y estábamos todos en el refugio que habíamos construido. El párroco y Xaime también nos acompañaban. Más gente, más ojos y manos para desentrañar lo que ocurriese en el bosque. Tras unas horas sin sucesos, unas luces titilantes aparecieron en la lejanía del bosque. ¿Quién estaría a estas horas en la espesura? ¿Y haciendo qué?

-"Creo que es mejor acercarnos en silencio, como dice Xoan. No debemos delatar nuestra posición ni de que estamos aquí, ya que podrían marcharse. A estas horas nada bueno estarán haciendo. Propongo salir del refugio e ir en silencio hasta las luces para averiguar quiénes son los que las portan." Dije, serio.

Cargando editor
10/12/2025, 01:25
Fray Iago de San Fiz

Con la ayuda del Padre Sebastián, y tras haber pasado la tarde entera consagrado a tal menester, Fray Iago logró bendecir su cruz y su bastón, el arma de Rodrigo, el cuchillo de monte y el báculo de Xoán, e incluso el arma de Xaime. Fueron tres horas largas y cansadas, sin reposo ni respiro, mas bien empleadas estaban, pues nadie sabía qué podían hallar en la oscuridad de la noche en el bosque, y ahora la gracia de Dios caminaba con ellos, como tantas otras veces lo hiciera en las sangrientas batallas de Flandes.

Asimismo, el Padre Sebastián se ocupó de santificar el agua, de modo que, a juicio de Iago, no les faltaba ya nada de cuanto era menester. Beatriz, empero, se hallaba aún muy apartada de la devoción verdadera, y bien sabía el fraile que habría de dedicarle no poco tiempo cuando todo aquello llegase a su fin.

Ya internados en el bosque, guarecidos en el refugio, tras largo rato sin avistar cosa alguna, y tras dedicarle tiempo a Xaime para devolverle aquello que en algún momento perdió, de pronto divisaron unas luces más allá, entre los árboles.

Fray Iago se santiguó varias veces seguidas. Escuchó lo que los demás murmuraban en voz baja y, al fin, dijo:

—Conviene sorprenderlos. Acerquémonos con sigilo, sin ser vistos, y averigüemos quiénes son y qué andan haciendo en este lugar a tan deshora.

Cargando editor
10/12/2025, 02:00
Beatriz da Balsa

Sigo pensando que no es lo más acertado, pero como gustéis.

Al parecer las otras veces, a tenor de lo que hemos averiguado esta mañana, aquí había gente y lo que fuera que les atacó, se les vino encima... No me cabe el pensar que si se ponen una luces, lo que sea que es, huirá. No me encaja con los movimientos llevados a cabo las otras veces.

No obstante Beatriz puso cara de resignación y acabó diciendo:

Pero bueno, si creéis que es mejor abordar. Adelante. Id. yo me quedaré escondida aquí vigilante por si se acerca alguien a este lugar, y si necesitáis mi ayuda, gritad y miraré de encontraros.

Luego se arrebujó bajo la manta y se encogió para reducir el frio que producía el relente de la noche