Partida Rol por web

Aidelai tiene razón. No es lo mismo ahumar una madriguera que una torre fortificada. Menos aun una torre como esa en particular. - Comento por lo bajo y medio ausente en mis pensamientos. - Y no podemos olvidar que los orcos pueden ser criaturas sin escrúpulos, pero no son criaturas sin cerebro.

Miro hacia las montañas ... luego a mis compañeras.

Vamos a seguir con el plan original. Movámanos hacia el punto de la siguiente emboscada y tratemos de descansar para la vivir la noche mas larga. Yo voy a preparar un rastro que puedan seguir y les lleve directamente hacia nuestra trampa. Luego solo tendremos que esperar. Pero recordad que es cuando no hay sol, que los orcos pelean mejor.

Lólindir, no conozco tu magia y no sé si puede esconder también vuestro olor a los huargos (si es que queda alguno) pero dices que puedes entrar con alguien más en la torre sin ser vista.

Y si ¿cuando salgan a buscarnos la usas para entrar con Dimma en la Torre mientras Crystal y yo les alejamos sin enfrentarnos a ellos?

Una vez dentro, si quedan pocos orcos dentro, podéis acabar con ellos y si quedan muchos, podéis salir sin que se enteren de que habéis entrado.... divide y vencerás.

Sin decir una sola palabra dirijo la atención hacia Lólindir. Esperando una respuesta.

Miro a Aidelail extrañada, tratando de recordar en que momento pude haber citado lo de poder hacer invisible a alguien... Me rasco la cabeza y me queda el cabello revuelto. 

Después asiento levemente. Es un conjuro difícil de hacer y me cuesta mucho tiempo poder conjurarlo nuevamente, no me gusta la idea de utilizarlo a la ligera, pero muchas opciones no teníamos.

Así mismo descarto la posibilidad de ingresar yo a la torre. No soy oponente para los orcos, tenían que ser guerreros los que entraran... o a lo sumo un clérigo. 

Levanto un dedo y señalo a Crystal y a Adelail, Dimma ha demostrado ser muy competente en el exterior y yo en interiores puedo ser un desastre... Preferiría quedarme en la periferia y atacar a la distancia.

- Ataca... - le digo a Crystal - Cura... - le digo a Adelail, señalando a cada una cuando digo cada palabra. 

Aun en silencio mi atención se posa ahora entre Adelail y Crystal.

Aidelail se estremeció ante la idea de volver a la torre. Luego devolvió la mirada a Dima y asintió con la cabeza.

-Estoy dispuesta a entrar, si es lo mejor. ¿Qué me dices Crystal?

 La chica rubia parecía a veces torpe e insegura, pero cuando desenvainaba sus movimientos tenían una precisión letal. Podía funcionar.

- A mi, ese lugar me da mucho miedo...- Por un instante Crystal consiguio incluso atiplar su voz, dotandola de un tono suave y tranquilo, casi sereno, muy lejos de su chillona voz habitual.- Pero, si no hacemos algo, mucha más gente lo pasará mal y puede que... mueran.

Aquella última palabra se escapó de entre los labios de la jovencita casi por accidente, como si su mente se negase a pronunicar esa palabra.

Aún asi, tomando aire, Crystal volvió a hablar, con su misma y caracteristica voz chillona y estridente, aún en susurros.

- ¡¡Asi que adelante!! ¡¡Me acercaré hasta donde pueda y le dispararé hasta la última de mis flechas!! ¡¿Lo hacemos?!

Permanezco en silencio unos segundos y sin tener muy claro a quien mirar en busca de una respuesta. Pero si las tres chicas parecían decididas a tirar adelante este nuevo plan ... no era yo quien para poner en duda las habilidades sobrenaturales de Lolindir.

Entonces ... ¿ Alguien me puede explicar el plan ?. ¿ Que hacemos exactamente cada una de nosotras ?.

Quizá lo mejor sea que cuando salgan en nuestra busca, Dimma aleje a los Orcos mientras Lólindir, Crystal y yo nos acercamos a la Torre. Lólindir nos oculta con su magia y se queda cerca de la torre por si tenemos que salir corriendo. Crystal y yo, entramos en la torre y causamos todo el daño que podamos.

Quizá conserven prisioneros.

Bueno, es una idea. ¿Qué pensáis?

Aidelail miró a sus compañeras mordiendose el labio y buscando la aprobación en sus miradas. Nunca había participado en operaciones "militares" y estaba llena de dudas. 

Crystal escuchó atentamente el plan de Aidelail, haciendo nerviosos pucheros, sin saber muy bien que decir.

- ¡¿Lolindir puede hacernos desaparecer?! ¡¡¡Walah!!! ¡¡Una vez vino un presditi... un presdigitalizador de esos, e hizo desaparecer una gorrina del señor Tallman!! ¡¡Fue muy emocionante!!

Justo antes de empezar a batir palmas, Crystal se quedó en blanco, como si estuviese recordando algo.

- ¡¡Al señor Tallman no le hizo gracia!! ¡¡Hubo mucho ruido esa noche... Y a la mañana siguiente, lo emplumaron y embrearon y lo echaron del pueblo...!! ¡¡¡Pero el señor Tallman perdió a su gorrina!!!

La jovencita resopló, tristona.

- ¡Pobre gorrinita!

Viendo que el plan iba tomando forma, y que podíamos atacar desde varios frentes y desde el interior, asiento con la cabeza ante las directivas de la clériga.

Solo cuento con dos conjuros, pero estoy segura de que alguna manera encontraré para poder hacerles de soporte si algo llegase a salir mal.

- ¿Cuándo partimos? - pregunto a mis compañeras. 

Sacudo la cabeza un poco confundida y sin ganas de discutir. El plan no iba tomando forma, sino que parecía que cambiaba de forma a cada frase. - ¿ Ahora tendré que ser un señuelo ? - Pregunto con cierta incredulidad. - Que no hay problema, pero es que estoy empezando a perder el hilo de vuestras ideas.

Así pues Aidelail propone que yo me encargue de atraer la atención de los orcos cuando salgan a buscarnos por la noche. Mientras vosotras intentáis entrar en la torre. ¿ Es ese el plan ? ¿ Y cuanto tiempo tengo que mantenerlos ocupados ? ¿ Que hago si no quieren morder el anzuelo ?

-¡Podriamos buscar a ese orco malo que nos disparó y encontrar sus armas.! ¡La polvora hace pum cuando arde y hace mucho ruido y asusta un monton.!

Crystal habló con cuidado, insegura.

- ¡Si atamos unos trozos de tela llenos de polvora, quizas puedan asustar a los orco para que salgan...!¡Y si hace sol, no nos veran, ¿verdad, Dimma?!

La jovencita volvió a juguetar con su pelo, nerviosa.

- ¡Es de lo que se trata, ¿no?! ¡De que salgan para zurrarles la badana. ¿no?!

-¡Podriamos buscar a ese orco malo que nos disparó y encontrar sus armas.! ¡La polvora hace pum cuando arde y hace mucho ruido y asusta un monton.!

Olvídalo. A saber donde esta. Puede estar enterrado bajo metros de nieve en cualquier rincón de la montaña. Nos podría llevar semanas.

Vamos a seguir con el plan original. Esperaremos a que salgan a por nosotras. Con el rastro les guiamos a la zona de la emboscada y allí les damos con todo lo que tengamos.