Partida Rol por web

TURNO 8 -ELANOR

No tengo demasiado para decir al respecto, solo pensar que debemos movernos y hablar en un lugar más tranquilo sobre ello porque los interrogantes surgen y esto puede ser muy largo. Lo cual ya de pie me dedico a mirar el entorno mientras los demás conversan, incluso asiento a las palabras del elfo. 

—Tenemos dos lugares, dos destinos... ¿Cuál irás tú?—pregunto Elessäl. 

TURNO 8 - VÀNIMA

La elfa guerrera cerró los ojos ante la disyuntiva. Habló, diciendo, como solían hacer en ocasiones los elfos, que era importante lo uno y lo otro, y que ninguna de las decisiones está clara y no se ve en el futuro nada que sea mejor que otro.

- No sabemos si esa visión es del presente, del futuro, de un engaño del Enemigo, de una luz de los Valar. Las visiones son borrosas, incluso para nosotros, los Primeros Nacidos, que tenemos en nuestra mirada los recuerdos del pasado. ¿No es así, Elanor, hermana? Quizás esa visión sirva para dividirnos y debilitarnos. Quizás sea para advertirnos de lo que ocurrirá si no hacemos lo correcto. Quizás sea un aviso de que se nos necesita. Podría ser que nos comunicara nuestro paso siguiente... ¿Quién lo sabe? Solo el que Todo lo ve, Ilúvatar. Nosotros tendremos que decidir, pero con lo que sabemos, ninguno de los caminos parece mejor que el otro. Sin embargo, tengo un temor en el corazón con la torre a la que vamos. Aquellos orcos a los que derrotamos no querían que se encontrase el mapa que la indicaba, y eso es real. 

Como decían de los elfos los dichos y refranes de otros pueblos, "no preguntes a un elfo que te dirá a la vez que si y que no". Vànima no había dicho nada claro del todo en su discurso. 

TURNO 8 - Brecca

El montaraz escuchó al semielfo hablar de Mornië y asintió, en efecto la criatura había decidido que viviría, y suponía que volvería a verlo al menos una vez más ya fuera que empuñase la espada de la muerte o no.

Meneó la cabeza al escuchar a sus compañeros, lo cierto era que si lo que había visto era actual, y los orcos habían salido de la torre, habían pasado por Minatir en camino a Ethur. Si por el contrario venían desde el este habían cruzado parte de Gondor y dudaba que hubieran evitado los poblados del camino.

- La visión bien puede ser del presente, en cuyo caso Ethur está perdida y sólo podemos correr para advertir a Minathir. O también puede ser del futuro, y destruir la torre es la forma de evitar que los orcos arrasen Minathir y Ethur. - respiró profundo un par de veces para recuperar el aliento, el esfuerzo al hablar lo dejaba como si hubiera corrido una legua. - Creo que debemos enviar a alguien rápido a avisar a Minathir acerca de Ethur y rogar que llegue a tiempo mientras el resto se encarga de anular a los orcos de la torre y averiguar lo que se pueda acerca de sus fuerzas. Theod advertirá a Minathir antes que nosotros acerca de los orcos y las defensas estarán en posición antes de que el mensaje sobre Ethur llegue.

Con esfuerzo envainó la espada y se incorporó sobre su codo. - Gracias Elessäl, por ayudar a mis compañeros, ¿Que puedes decirnos de Las Tres Damas.

TURNO 9

El medioelfo escuchaba a los aventureros, cabizbajo, con un aire melancólico. Estaba pendiente de las conclusiones que estaban sacando y de los posibles destinos que podrían optar. Elessäl conocía todos los lugares que mencionaban, si bien no sus jefes y habitantes, pero había pasado, errante, por cada uno de ellos.

Hizo un gesto de dolor apretando los labios debido a una punzada en la herida del muslo, pero fue solo unos segundos.

- Quién sabe... estáis todos en lo cierto - su voz era grave, pausada. Agachó la cabeza para después incorporarse mientras se pasaba la mano por el pelo, hacia atrás - Me temo que Ethur está en peligro... Si es verdad que Brecca se ha encontrado con Mornië y se lo ha mostrado... es real.  Que tengáis que continuar hacia vuestra misión, también es lo que debéis hacer. Separaros quizás sea peligroso y más después de este aviso. El Señor Oscuro se está haciendo con territorios en Gondor con pequeñas avanzadillas enemigas de orcos y criaturas como estas arañas... Está siendo discreto, y varios ataques repartidos es lo peor que podría pasar...

Elessäl se giró hacia Elanor.

- Yo no tengo destino, dama Elanor, mi corazón se guía para ayudar el Bien... Si Brecca siente que debe de ir a Ethur, yo iré con él para no dejarlo solo. Como dice vuestro guerrero, Ódvarr, aquella torre también es vuestro destino - miró a Vánima -. Algo oscuro se encuentra en aquella torre, guerrera, si no poco interés hubieran tenido los siervos de Mordor...

Volvió a girarse hacia Brecca, con gesto serio.

- Siervos del Mal, nacidas de los más profundo del odio y la maldad de Mordor. Tres hermanas con poderes capaces de enviarnos arañas para emboscarnos a cientos de leguas... una imagen tenebrosa capaz de encoger el corazón del guerrero más valiente... Manejan criaturas y nos las envían como si fueran marionetas para hacernos el camino imposible y retrasarnos en nuestro cometido... Si yo fuera vosotros... pediría a los Valar no cruzarme con ellas...

Elessäl calló un segundo. Su aire de melancolía volvió a a apoderarse de él.

- Un día hacia la torre y día y medio hacia Ethur... - dijo mirando al horizonte.

TURNO 9 - VÀNIMA

- Si el Señor Oscuro está teniendo tanto interés en infiltrarse en esta hermosa tierra de nuestros hermanos menores, los Dunédain, tenemos que cortar de raíz ese mal, si puede ser. Y, si me permitís una valoración personal, que ronda mi corazón desde que tu, Elanor, hermana, y yo encontramos el mapa, es que las torres abandonadas son una especie de camino para infiltrarse en la tierra de Gondor, y lo que acabas de decir, Elessäl, me dice que es verdad. Pero... no estoy segura. Y menos, de separarnos - Concluye de todos modos la elfa, quien no quiere imponer su voluntad, temiendo que su orgullo la pueda llevar a intentar mandar sobre el grupo. 

Con todo aquello, abriendo su miedo, quería decir que ella se quedaría más tranquila viajando todos juntos, pero que desearía ir a la torre, antes que nada. 

TURNO 9 - ÓDVARR

Ódvarr escuchó atentamente las palabras del semielfo, y tras pensar unos segundos dijo;

-Creo que tus palabras son muy ciertas. Tenemos un destino, y por ahora, es lo primordial y más cercano que hacer. Si nos vamos ahora, puede que lleguemos muy tarde, y el mal de la torre solo se fortalezca. Creo que por el momento, la mejor opción que tenemos es continuar, todos nosotros, hasta la torre. Lo que yo si recomendaría, es que tú, Elessäl, sigas el camino hacia Minantir, y allí, avises sobre lo que sabemos y está pasando, al menos así Minantir se preparará, y si vas solo, podrás hacer el recorrido mucho más rápido, eso es lo que yo creo que será mejor. –Dijo, mirando a sus compañeros.

Lo que había dicho Ódvarr había sido algo decidido después de mucho pensar, puesto que él creía profundamente que sí, el enemigo se les adelantaba, estarían en muchos problemas, y era mejor resolver uno, que dejar dos.

TURNO 9 - ELANOR

Dos destinos por elegir mientras la oscuridad nos juega malas pasadas, si bien esa Torre tiene un destino para Vánima y para mi, también está lo que ha comentado Brecca. No digo demasiado, sólo miro a los presentes mientras y pienso en lo que debemos hacer. 

—Hermana, entonces hay que ir a la Torre. Es lo que dice tu corazón y si está acertado, a ello se debe ir. 

Tras decir aquello inhala profundo, esta vez no estoy con la voluntad de tomar una gran decisión y sólo pretendo seguir el instinto de mi hermana. No nos separaremos y si es necesario la acompañaré hacia donde lo indique. Aunque estoy de acuerdo con Ovarr y lo que implica el separarse, quizás dar un aviso sea lo mejor. 

TURNO 9 - Brecca

El montaraz pensó en lo que le había mostrado Mornië, en sus palabras y en el dolor del fuego, y en cuales deberían ser sus siguientes pasos. ¿Era una advertencia? ¿El ataque podía ser evitado si recibían refuerzos de Minatir? ¿O era un hecho consumado y una advertencia de lo que ocurriría si no detenían a los orcos en la torre.? Como fuera Mornië le había permitido vivir para dar verdad a sus palabras de defender a Gondor de las fuerzas del Señor Oscuro, y si no llegaban a tiempo para salvar Ethur si lo harían para advertir a Minatir de que el enemigo se acercaba desde una dirección inesperada.

Las palabras de Ódvarr con respecto a Elessäl eran ciertas, en ese momento él era una carga y podía sentir el veneno aún activo en su cuerpo, el semielfo llegaría más rápido a Minatir y a Ethur si no tenía que esperarlo. Las palabras de Elanor eran ciertas, el problema era que su corazón se hallaba partido en ese momento entre el deber de ir a la Torre y el deseo de salvar a Jofred y a los suyos.

Apoyó la mano en el brazo de Elessäl - Ve y da aviso en Minatir, que protejan Ethur de los orcos o que se preparen para recibirlos si ya es tarde, desearía ir pero sólo te retrasaría, y permíteme aligerar tu camino. - se concentró y murmuró un par de palabras en élfico y sus manos brillaron transmitiéndose la energía de restauración de sus dedos al brazo del semielfo, cerrando sus heridas.

TURNO 9 - Dromri

El enano un tanto alejado, aun atento se voltea y responde de manera sencilla.

A donde sea que vayamos, vayan recogiendo que no me da buena espina quedarnos por aquí, donde diga la mayoría ahí iré, seguramente ahí es donde mas acción vaya a haber.

El enano estaba claramente apresurado por partir.

TURNO 10

Ellesäl miró al suelo y asintió levemente para después levantar la cabeza. Las palabras de los aventureros, que coincidían en continuar el camino hacia el lugar que habían fijado en un inicio, se hicieron firmes, a pesar de la visión de Brecca.

- Gracias, joven Brecca - dijo sorprendido el medioelfo al reconocer su lengua en boca del montaraz.

La magia de la mano del humano sorprendió de nuevo a los presentes, curando la herida del nuevo acompañante.

- Que los Valar os guíen, aventureros de buen corazón. Cuidado con la noche y lo que la acecha, la mano de Mordor es alargada y sus siervos se esconden bajo las sombras. Partid en vuestro cometido, hasta Minantir viajaré para dar aviso de tal cruel situación. ¡Volveremos a vernos!

Una sonrisa triste y el pelo ondeando en el aire fue lo último que vieron los aventureros.

La noche se quedó solitaria, con el crepitar del fuego rompiendo el silencio. Aquellos cuerpos quitinosos y retorcidos de las arañas seguían allí, sobre su propia sangre y veneno. Entre todos, apilaron los cuerpos¹ y crearon una gran fogata. Mientras los cuerpos ardían, los aventureros les dio la sensación de que algunas aves, quizás cuervos graznaban en la noche, vigilantes. Pero aquella noche, no sucedió nada más, tras buscar otro lugar para descansar, esperaron al alba^2.

A la mañana siguiente, el frío del alba cubría de escarcha suelo y montañas. La nieve, se veía de un blanco poderoso en las imponentes Montañas Blancas, a la espaldas del trayecto. El invierno, duro y frío, no hacía mella en los corazones de los aventureros, que esperanzados y decididos a combatir el Mal, avanzaban prestos dirección su destino sin saber muy bien qué se encontrarían.

Pero sus pensamientos les decían que hacían lo correcto; lo necesario para ayudar a los Pueblos Libres, a los pueblos donde los hombres vivían y luchaban para poder tener una vida digan para sus familias. Y ahora, en medio de una época de transición, orcos, arañas... y demás criaturas salían por arte de magia bajo la tierra, como algún camino oculto les permitiera moverse bajo las extensiones de Gondor.

El camino a la mañana no tuvo ningún peligro, pero poco a poco las aldeas dejaron de mostrarse a los lados de los caminos y llanuras que caminaban, hasta que dejaron las últimas atrás vistas hacía ya varias horas. El cielo estaba despejado y la mañana era alegre y les permitió tener un buen ritmo.

Era momento de parar a descansar para poder continuar, a la noche llegarían a su nuevo destino.

TURNO 10 - VÀNIMA

La noche había terminado de ser propicia y Ellesal había tomado la decisión de avisar él, así que habían decidido terminar de descansar, y habían podido recuperar fuerzas, aunque para ella fuera a la manera élfica de viajar por el mundo de la vigilia casi con los ojos abiertos. Pero la elfa lo agradecía, la verdad, saber que las estrellas estaban allí para acompañarles, y que ellas hablaban de una historia mayor, en la que ellos eran parte, la hacía sentirse en paz, en su lucha interna por alcanzar la redención. Así que, al amanecer, la elfa se preparó con presteza, y con ánimo, y ahora algo más unida a sus compañeros, dijo: 

- Pongámonos en camino, a buen paso, aún con tu herida, Brecca, podríamos llegar esta noche. ¿Cómo has descansado? ¿Y tu, Odvarr? Que hemos de viajar, pero por favor, avisadnos si necesitáis ayuda, una breve pausa, o sencillamente hay que tomar otra decisión. - La guerrera estaba ansiosa de llegar y pelear contra el mal. El corazón la llamaba a combatir, a solucionar ese mal que ahora se extendía por aquellas tierras. "La mano de Mordor es alargada", había dicho Ellesal, y era cierto. Sauron, servidor del inmundo Morgoth, crecía, y ellos tenían que enfrentarse, no sin esperanza, pero si con mucha dificultad. 

Tras toda una larga caminata, llegó la hora de comer, y Vànima se dispuso a mirar por los alrededores, para ver si había enemigos. No podían arriesgarse a ser pillados de improviso como la noche anterior. 

TURNO 10 - Brecca

El montaraz desperó más recuperado, pero aún podía sentir el veneno debilitándolo, - Estoy mejor - dijo - e intentaré no retrasarlos, pero aún puedo sentir el icor de la hija de Ungoliath en mis venas. Al mediodía intentaré encontrar algúna planta para hacer un antídoto, de otro modo no se si estaré en condicones de luchar adecuadamente.

Preparó su equipo y tras el desayuno, durante la marcha, se concentró en mantener el paso y controlar su propoa salud por si su cuerpo daba señales de empeorar. 

Durante la pausa del almuerzo buscó alguna hierba que sirviera para purgar el organismo de toxinas, aunque sin demasiada esperanza 

TURNO 10 - ELANOR

En mi corazón un halo de tristeza queda grabado a fuego cuando veo partir a mi hermano, si bien es tan poco lo que he podido hablar con él, sí que me hubiera encantado conocerlo. Tenemos tanto en común, que sólo espero una señal de Valar para que volvamos a cruzar nuestras miradas en una situación diferente, una que no conlleve tanta desgracia ni oscuridad. Por ello es que he estado muy callada durante su partida, si bien he acompañado entre mis silencios al resto del grupo, he estado muy ensimismada entre pensamientos. 

Quizás las montañas mismas o el hecho de pensar en todo lo que tenemos delante, con las consecuencias que acarreamos hace que mi mente esté dividida en varios frentes. Por ello el frío pese a hacer mella en el cuerpo, sí que me ha servido para aplacar el corazón, para darle esa paz necesaria y un manto de temple a mis pensamientos. Pero el viaje continúa, Brecca aún está lidiando con aquel veneno y Óvarr con sus heridas. 

—Es momento de seguir. 

Y no digo mucho más, sólo necesito avanzar. 

TURNO 10 - Ódvarr

Ódvarr se encargó bien temprano en la mañana, de limpiar sus heridas para asegurar que no se le infectaran, luego ponerse todo su equipamiento. Acompaño y ayudo contento al resto con el desayuno, aunque cada cierto rato no podía evitar dar una mirada un tanto oscura a lo que había quedado de las arañas. Cuando le preguntaron su estado, respondió con tranquilidad;

-Tras el sueño y esta fría mañana, mucho mejor. Las heridas dejarán cicatriz, pero estoy seguro que todo saldrá bien. Por el momento, lo único que me preocupa es nuestro devenir. Según calculo, estaremos llegando durante la noche a nuestro objetivo, ¿Eso no nos pone en desventaja? Digo, tenemos la opción de atacar por sorpresa durante la noche, pero tengo entendido que los orcos ven mejor a esas horas de la noche. Lo que es peor, si nos acercamos mucho seguramente tendrán patrullas, por lo que no nos conviene estar muy cerca al momento de acampar. Recomendaría que avancemos lo más posible, pero aun así ir buscando continuamente un buen lugar para descansar, cosa de que podamos atacar a los orcos, si es que hay, en su hora más débil. –Dijo, mirando a sus compañeros, mientras pensaba estratégicamente como enfrentarlos para evitar la desventaja.

TURNO 11

Aunque la esperanza se había recuperado tras la exitosa defensa contra las arañas que habían asaltado el campamento, pronto la realidad golpeó a los aventureros, que comenzaron a sentir el desazón de dirigirse hacia un lugar donde no sabían qué habría en él.

Vánima, que dirigía la expedición con un liderazgo y orgullo propio de los Noldo, se preocupó de Brecca. El montaraz, aunque visiblemente mejor, estaba debilitado por el resto de veneno que todavía quedaba en su sangre. Elanor, un poco cabizbaja por la marcha de Ellesäl, que pensaba que sería más de provecho en el grupo que lejos de ellos, cerraba el grupo junto con Dromri y Pippi, callados.

Ódvarr, propuso posponer el ataque inteligentemente. A este ritmo, llegarían a la noche a la supuesta torre. Esperar al día siguiente sería beneficioso para ellos y para su posible incursión en aquella torre para averiguar qué pasaba y qué movimientos hacían las sombras de Mordor.

Reanudaron la marcha sin ningún problema. Habían descansado y estaban a pocas leguas del destino. El frío, a medida que se hacía la noche, comenzó a ser más intenso, de nuevo, la sensación de cuando fueron atacados por las arañas. ¿A qué tendrían que enfrentarse en aquel lugar?

(Imagen de ambientación, mapa real en notas)

PIPPI - TURNO 11

Pippi se sentia desanimada. El frio, la noche oscura, y la ignominiosa sensación de que viajaban a un peligro desconocido, la descorazonaba. Pensó en hablar a sus compañeros, pero el gesto adusto de estos la disuadió. Aún asi, como hobbit alegre, joven y curiosa no pudo evitar ponerse a silbar una cancioncilla alegre para animar, o mas bien, para animarse. Tenia casi tanto miedo de que la llamaran la atención, asi que miraba a sus compañeros con ojos de hurón. Ojalá alguien la preguntase por la cena. Asi le daria algo que pensar.

ÓDVARR - TURNO 11

Llevando su casco bajo el brazo, Ódvarr miraba con mucho cuidado los alrededores y cada sobra que allí se encontraba. Sabía que si era una fortaleza, deberían haber patrullas, o al menos huellas de estas, y si bien, aún no encontraba ningún puesto de avanzaba, eso solo significaba que los enemigos podían estar ocultos en las sombras. Ante eso, antes de avanzar más hacia la fortaleza, le dijo a sus compañeros;

-¿Qué han pensado del plan que les propuse? No creo que sea una buena opción atacar la fortaleza de noche, puesto que los orcos se mueven mejor en las sombras que en el día. –Dije, mirándolos.

DROMRI - TURNO 11

Para mi es igual, veo casi igual con o sin luz así que como queráis, lo que si es que en la oscuridad alguna ventaja táctica de sorpresa se tiene.

Dijo Dromri tranquilamente, mientras sacaba su martillo.

Lo que si creo conveniente, es esperar al menos un par de horas aquí y vigilar los posibles movimientos de patrullas.